Si os digo Bruce Willis, seguramente el primer personaje que se os pase por la cabeza sea John McLane de Jungla de Cristal y sus secuelas. Muy bien, pero ¿Cuál John McLane? ¿El marido y policía que trata de salvar su matrimonio y ayudar a su mujer, Holly, para llegar a casa por navidad y estar en familia de la primera y segunda partes? ¿O el McLane desgarbado, que pasa por un mal momento y que siempre estar en el lugar equivocado en el momento erróneo de las siguientes?
Vale, el final de esa última pregunta se aplica a las dos versiones. Pero la cuestión es que seguramente muchos de vosotros -me atrevería a decir que la mayoría- ha pensado en el segundo: el de Jungla de Cristal 3: La Venganza, la Jungla 4.0 y hasta el batacazo que fue un Buen día para morir (mejor haber dejado la saga en 4.0).
¿Y por qué ese McLane malhumorado, desencantado, resacoso y forzado a meterse donde no le llaman por mucho que el quiera? Pues porque es un personaje más interesante y ''divertido'' -somos crueles, nos gusta regodearnos en las desgracias ajenas en sus pelis, no mintamos- y toma mucho de cierto detective que también interpretó el actor allá por 1992: Joe Hallenbeck, de El Último Boy Scout. Si Jungla de Cristal es la mejor película de acción de Willis, esta joyita es sin duda la segunda.
El germen del John McLane moderno
Dirigida por el ausente Tony Scott, este film nos presenta al personaje que os he dicho que ha fallado en proteger a Cory (Halle Berry) una testigo que tenía asignada. Hallenbeck, quien ya había caído en desgracia tras un rifirrafe con cierto político norteamericano de cuando era uno de los mejores del Servicio Secreto de EE.UU, tiene que colaborar ahora con el novio de la fallecida, -quien también está en horas bajas debido a su implicación en un escándalo- Jimmy Dix (Damon Wayans), para esclarecer una trama de corrupción.
A partir de aquí, lo que encontramos es un film cargado de mordaz violencia con un seco humor negro, en el que sus pesquisas les llevarán a descubrir la implicación de varios peces gordos de la mafia local como Sheldon Marcone (Noble Willingham) y también está implicado el senador Banyard (Chelcie Ross) que puso fin a la carrera de Hallenbeck en su anterior puesto.
Hallenbeck podría pasar perfectamente por un McLane caido en desgracia como retrata el propio film
Así se presenta una de las películas más agresivas del veterano actor de Hollywood y que, como ya os he comentado, marcó bastante lo que serían los próximos papeles de acción del mismo. Hallenbeck podría pasar perfectamente por un McLane caido en desgracia como retrata el propio film. Un hombre peleado con la vida y al que su mujer rehuye por sus problemas de carácter y su fuerte temperamento. Un temperamento que es precisamente el que le permite salir airoso de la mayoría de embrollos en los que se ve involucrado en el film... o mejor dicho, le involucran. Comenzáis a ver el paralelismo ¿a que sí?
Es algo que también se ve en los momentos en los que se dan pinceladas acerca del personaje de este film. Por ejemplo, en la escena en la que discute (por decirlo de manera amable) con su esposa, (Chelsea Field); me creería si los implicados en ella fuera Holly y John McLane, salvando las distancias en cuanto a lo expeditivo y los actos de cada uno. Una característica que McLane también fue heredando en los films posteriores a la segunda parte de la Jungla de Cristal; más agresivo, pasota, temperamental y hasta ''pirado'' o inconsciente de según que situaciones que le toca vivir.
Un film tan cáustico como el sentir de sus creadores
Hablando en sí de El Último Boy Scout, su producción no estuvo ni de lejos exenta de problemas tan imprevisibles o esperpénticos como lo serían sus retorcidos personajes o su agresivo tono. Los problemas entre Scott y Joel Silver (el productor del film) eran comunes, así como con el propio Bruce Willis. Los tres tenían cada dos por tres alguna discusión acerca de cómo enfocar las escenas o personajes. En palabras del propio Silver, el film fue ''una de las tres peores experiencias'' de su vida, hasta tal punto que ya no quiso volver a trabajar con el actor (de ahí que no estuviera implicado por ejemplo en la tercera parte de Jungla de Cristal, donde ya vemos a un McLane más parecido a Hallenbeck).
Su producción no estuvo exenta de problemas tan esperpénticos como lo serían sus retorcidos personajes
Por desencanto, incluso el compositor Michael Kamen despreciaba el film, y afirma que sólo accedio a poner la banda sonora en el título por la amistad que le unía a Willis y Silver. El caso es que el film sufrió bastante cambios por estas desavenencias entre el trio de implicados en su concepción; desde traspasar el foco de la violencia de los villanos a los protagonistas. Que por cierto, muchos han sido quienes han comparado a Hallenbeck y Dix como una versión más agresiva y menos ''glamurosa'' de los sargentos Martin Riggs y Roger Murtaugh (Mel Gibson y Danny Glover) de la saga Arma Letal.
Otra curiosidad es que, en su día, Willis pudo haber sido quien interpretara a Rigs, y Gibson a McLane cuando ambas sagas fueron concebidas, pero es que incluso Gibson fue considerado para que interpretara a Dix en vez de Wayans. Pero el incidente que demuestra el descontrol que supuso este film tuvo que ver con la filmación de una escena.
Después de que cientos de extras fueran llamados para un día adicional de rodaje en el Coliseo de Los Ángeles, en el último minuto se canceló la escena pero sin informar a todos los figurantes que esperaban para empezar a trabajar. Al ver que no les iban a remunerar ni el tiempo ni el desplazamiento no estuvieron particularmente felices como es lógico y empezaron a arremeter contra el personal y parte del equipo que había en el plató. Hasta tuvo que venir la policia antidisturbios angelina para dispersarlos.
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El caso es que pese a todas estas desavenencias y escenas que parecían más para estar en una película que entre bambalinas, la película no fue mal recibida del todo por el público. Con un presupuesto de 43 millones de dólares, el film recaudó hasta 114 millones sólo en EE.UU; nada mal para una producción tan accidentada. El caso es que si queréis verla gratis, es una posible opción para hacer una sesión de cine en casa esta noche a las 22:30 hora peninsular en NEOX.
Si no, siempre estáis a tiempo de buscarla en DVD o en alguno de los otros formatos disponibles y ver en acción al personaje que fue ''responsable'' de la venida a menos (como persona, que no como héroe de acción de los 90) de John McLane.
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