Cuando Kratos desata toda su furia, el Olimpo griego tiembla desde sus cimientos. Y dado que el carismático y brutal espartano ya está de regreso en PS3 y por partida doble, los dioses deben estar tiritando de veras.
No hay que ser un lince para darse cuenta que, a día de hoy, God of War es la serie exclusiva de Sony más querida y respetada, con permiso de Uncharted. La compañía nipona conoce muy bien este hecho y, por eso, en cuanto tiene la más mínima oportunidad ofrece a los poseedores de alguna de sus consolas nuevas aventuras de Kratos… aunque sean remakes o readaptaciones como es el caso. Y es que después del éxito que supuso la primera God of War HD Collection, Sony nos presenta ahora la segunda edición de esta línea de producto tan atractiva. Y es que, ¿a quién no le apetece jugar de nuevo a las dos entregas clásicas de PSP de la serie God of War adaptadas para PS3 con gráficos en HD y leves retoques?
La venganza está servida
El argumento de uno y otro título (GoW: Chains of Olympus y GoW: Ghost of Sparta) está relacionado una vez más tanto con el Olimpo y la mitología griega como con la venganza. Más que otra cosa, Kratos es un vengador nato. Y en uno y otro caso, Kratos será por enésima vez engañado por alguno de los dioses del Olimpo, lo que desatará su furia y su anhelo de justicia particular.
Sin embargo, la forma de imponer justicia de Kratos no es demasiado convencional, como muchos de vosotros ya sabéis. Por eso mismo en ambas aventuras priman los combates, la acción y la violencia por encima de otros factores también presentes en ambos títulos.
Una vez más, el fantasma de Sparta demuestra ser un guerrero increíblemente hábil y despiadado, mostrando una cantidad de ataques y combos tan vistosa como letal. El sistema de combate del que hace gala Kratos es tan profundo y complejo como de costumbre, haciendo de cada batalla un verdadero espectáculo. El número de duelos que es necesario encarar a lo largo de las dos aventuras es elevadísimo, especialmente a partir de la segunda mitad de cada título. Y dichos enfrentamientos alcanzan su cénit cuando llega la hora de encarar a los fastuosos jefes finales.
Cada uno de ellos posee un patrón de ataque diferente que hay que analizar y asimilar para poder superarlo. Estas batallas suponen un verdadero reto para nuestra habilidad con el mando de control… y también para nuestros reflejos, ya que como es un clásico en la saga durante los mismos también debemos solventar secuencias de botones QTE.
Otro factor destacado que poseen las batallas es la violencia que éstas contienen. La sangre brota de nuestros enemigos (y también del propio Kratos) de forma brutal y ostensible y, para eliminar a ciertos tipos de enemigos, es necesario llevar a cabo acciones realmente duras como decapitaciones o similares. A veces estos últimos ataques se asemejan a los populares Fatalities tantas veces observados en Mortal Kombat.
A pesar del calado que poseen los combates, en God of War siempre hay hueco para otros muchos elementos que aportan un dinamismo y variedad muy notables a su desarrollo. Por un lado tenemos la exploración. Y es que los decorados están repletos de cofres y tesoros que conviene ir recopilando, ya que nos ofrecen recompensas muy interesantes.
Los puzles también tienen su “aquél” y aunque en este caso su número no es excesivamente alto (ni tampoco la complejidad de los mismos, ya que estamos), los pocos que afrontamos consiguen romper con el ritmo del juego y dotan a la mecánica de juego de una mayor flexibilidad. Una importancia similar poseen las zonas plataformeras que también salpican la aventura, elemento que no termina de convencer del todo a los seguidores de esta saga más adictos a la acción, pero que también ponen su granito de arena en hacer más variado el desarrollo de ambos títulos.
Y por último, también es necesario destacar una vez más el leve toque rolero / aventurero que también presentan las andanzas de Kratos. Y es que a medida que progresamos en la aventura es posible ir mejorando las habilidades del protagonista en muchos aspectos, ya sea haciendo acopio de nuevas armas o de poderes mágicos.
Novedades en guerra
A poco que echéis un vistazo a las pantallas o vídeos que acompañan a este comentario os daréis cuenta del buen trabajo llevado a cabo en esta conversión. Si recordáis, las dos entregas de God of War aparecidas en PSP exprimían como ningún otro título el hardware de PSP y, por eso mismo, en su paso a PS3 seguimos contemplando unos personajes y fondos bien plasmados… y en HD. Y aunque pueda parecer un detalle sin importancia, el salto cualitativo que se da con este cambio es muy notorio, y más teniendo en cuenta la enorme suavidad en el paso de imágenes que muestra el título en todo momento.
También se ha incorporado la posibilidad de disfrutar ambas aventuras en 3D estereoscópicas, función que Sony sigue implementado a la gran mayoría de sus títulos de PS3. No son las mejores que hemos visto (nada que ver con Crysis 2, por ejemplo), pero es un detalle más a añadir.
Otra innovación es la integración de los consabidos Trofeos en ambas aventuras, siendo algunos de ellos bastante complicados de conseguir, ya os avisamos. Y por último, aunque el control se mantiene más o menos inalterable, el hecho de contar con un segundo stick analógico facilita la ejecución de ciertas acciones, como las volteretas.
El sonido sigue brillando al mismo nivel que siempre ha mostrado la saga, con una banda sonora realmente evocadora y que se adapta a todas las situaciones, a la que se añaden efectos contundentes y variados más un doblaje a nuestro idioma trabajado de veras. En conjunto nos brinda una calidad sobresaliente a todas luces.
Así pues, Sony brinda a los seguidores de las aventuras de Kratos un título totalmente imprescindible y que les mantendrá ocupados unas 12-15 horas en total. Su carga de acción es impactante, ofrece la variedad suficiente y algunos de los enfrentamientos finales que propone son espectaculares del todo. Y si por alguna razón no jugasteis a los originales en formato UMD, esta colección gana aún más enteros.
El héroe espartano se deja querer una vez más en PS3 con una colección que comprende los dos clásicos de PSP, Chain of Olympus y Ghost of Sparta, con gráficos en HD y otras leves mejoras. No supone ningún paso al frente para la saga –algo normal teniendo en cuenta su carácter remake-, pero ofrecen diversión de muchos quilates.
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