Análisis de Rayman Origins

Análisis de Rayman Origins
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Tras largos meses de espera, Rayman Origins por fin se estrena en 3DS con una notable adaptación que respeta la esencia jugable del título original, aunque con ligeras carencias que lo alejan de los sobresalientes resultados de este. Artísticamente impecable, con un diseño de niveles increíble y una jugabilidad clásica apta para todos los públicos, ¿qué nos ofrece Rayman en su versión portátil?

Ya sea en Wii, Xbox 360, PlayStation 3, PS Vita o PC, Rayman Origins se ha convertido en uno de los mejores plataformas bidimensionales de la historia y un auténtico clásico que nadie debería perderse. Su adaptación a 3DS, sin embargo, está algo lejos de este resultado, aunque indudablemente la obra de Ubisoft sigue ostentando el mérito de ser una de las experiencias de juego más gratificantes y artísticamente bellas del mercado.

¿Qué le ha hecho perder parte de su atractivo frente a sus hermanos mayores? Básicamente, su sistema de control, algo menos refinado, y lo pequeño que se ve todo en la pantalla de 3DS, siendo en ocasiones muy difícil desenvolverse por los bellos mundos creados por los artistas de Ubisoft Montpellier.

¡Rayman al poder!
El argumento que da el pistoletazo de salida a una montaña rusa de aventuras plataformeras es tan absurdamente gamberro como el mismísimo Rayman. Una demostración de la poca importancia que sigue teniendo el guión en un plataformas tan directo, donde todo se precipitará después de que los malvados seres del inframundo escuchen los profundos ronquidos procedentes de nuestros amigos en la superficie. A partir de entonces, y más casi como vía de escape al aburrimiento que otra cosa, Rayman, en compañía de Globox y algún invitado más, emprenderán un camino de más de 60 niveles con el fin de salvar su querido Claro de los Sueños (con el fin de seguir durmiendo plácidamente cuando todo pase, claro está).

Una perspectiva muy cómica para un videojuego que, ciertamente, tiene el poder de alegrar el día a cualquiera. Y es que una de las mayores virtudes del título es que desborda alegría por los cuatro costados, en la forma de un plataformas de “scroll” horizontal que no reinventa el género, pero que sí conjuga todas sus posibilidades a la perfección para integrar saltos ajustados y acción combativa con un ritmo francamente envidiable.

El diseño de niveles, en este sentido, es francamente maravilloso. Las fases son encantadoras y, por encima de todo, están estudiadas para que permitan un flujo continuo de diversión donde se haga posible que tanto jugadores lentos como rápidos hallen una forma de expresión con el mando. Dicho de otra forma, el diseño está tan bien planteado y tan precisamente culminado que tendremos la oportunidad de completar niveles de una punta a otra sin detenernos, realizando auténticas virguerías con el entorno.

Uno de los aspectos más positivos de Rayman Origins es que su curva de dificultad es muy llevadera. Incluso acciones como atacar, flotar en el aire o nadar se nos irán enseñando gradualmente.
Uno de los aspectos más positivos de Rayman Origins es que su curva de dificultad es muy llevadera. Incluso acciones como atacar, flotar en el aire o nadar se nos irán enseñando gradualmente.

El ajuste realizado para conseguir una jugabilidad tan fluida es encomiable, un auténtico deleite que tiene picos extraordinariamente épicos en algunas fases. La última, en particular, recuerda a la malabárica animática que Disney aplicaba a sus cortos clásicos, representando el dominio que el estudio francés ha conseguido para la ocasión. A través de estas situaciones, y muchas más que vivimos en este intrépido recorrido plataformero, al final el usuario acabará percibiendo una realidad inexpugnable: Rayman Origins ha sido diseñado con un amor infinito.

Un amor que en el caso de 3DS se ve enturbiado por un sistema de control algo impreciso que en algunas de las misiones más difíciles, y especialmente las que están basadas en la velocidad, logrará sacarnos de nuestras casillas, con momentos verdaderamente frustrantes. Situación que se ve agravada por las diminutas dimensiones de lo que se muestra en pantalla, resultando en ocasiones muy difícil discernir lo que tenemos frente a los ojos.

Por supuesto, Rayman Origins continúa siendo un título que apuesta por un estilo de juego donde los usuarios más inexpertos pueden sobrevivir sin problemas, mientras los más expertos se ponen a prueba con retos adicionales; pero en este caso, ni unos tendrán tantas facilidades, ni los otros disfrutarán de esa precisión milimétrica de la que hace gala el original. Todos tienen cabida aquí, y eso a pesar de que tengamos vidas infinitas y tantos "checkpoints".

Algo importantísimo porque todos los aspectos van ligados. Sin esa precisión y sin un diseño de niveles tan inspirado, hubiera sido imposible lograr un carácter tan adictivo. Casi sin quererlo, os veréis una y otra vez repitiendo la misma jugada hasta conseguir lo que queréis. Y estamos seguros de que ese era el objetivo a conseguir por Michel Ancel, que propone un estilo de juego donde los usuarios más inexpertos puedan sobrevivir mientras los más expertos se ponen a prueba con retos adicionales.

Las fases de disparos suponen un extraordinario recurso para romper con las dinámicas plataformeras, otorgando un toque de variedad “shoot ‘em up” al conjunto.
Las fases de disparos suponen un extraordinario recurso para romper con las dinámicas plataformeras, otorgando un toque de variedad “shoot ‘em up” al conjunto.

No podemos ocultar que, para los más curtidos, completar el juego no podría causarles demasiados problemas, incluso llegando a acabarlo en 6-8 horas si no se detienen o son altamente habilidosos. Pero hacerlo así resulta prácticamente imposible, ya que el título consigue, casi misteriosamente, atraparnos en sus redes rejugables, incitándonos a completar todos los niveles al cien por cien, tanto recolectando como hallando secretos ocultos.

Por ejemplo, la recolección de “lums” (repartidos por el escenario al estilo Sonic) es crucial para el éxito en cada nivel, y hay del orden de entre 150 y 350 para conseguir el oro en cada fase. Adicionalmente, es posible hallar pasadizos que nos lleven a subfases, que suponen -en unos casos más que en otros- atractivas propuestas jugables. Incluso poseemos un modo adicional para superar los más de 60 niveles presentes, el modo contrarreloj, algo que toma conciencia de la fluidez plataformera que posee el videojuego. Y, para cerrar, hay hasta una serie de fases desbloqueables que nos invitan a perseguir un cofre (con patas) en carreras intrépidas de las que no nos hubiera importado que se hubiera abusado más (también son parte de las misiones más difícil de Rayman).

Todo esto, en conjunción, da para conseguir los 246 “electoons” del título (y los 10 dientes de calavera que funcionan como elemento sorpresa), lo cual creemos que es suficiente como para manteneros pegados a vuestra consola durante al menos 15 horas, cifra que realmente representa el disfrute que se puede llegar a obtener en Rayman Origins.

Aquí hay Rayman para todos
Aún así, uno todavía se pregunta, después de haber terminado el juego, cómo hubiera sido éste si la dificultad hubiera sido más exigente. Haber intentado llegar a todos los públicos, a este respecto, ha resultado ser un arma de doble filo, con lo que no podemos dejar de referirnos a ello. Por supuesto, los usuarios no pueden esperar un grado de ajuste tan elevado como en Donkey Kong Country Returns, uno de los paradigmas plataformeros de la dificultad en esta generación. El hecho de haber creado una base jugable para todos, con la oportunidad de dejar los verdaderos retos para desbloquear completamente el juego, ha sido una gran idea, pero tenemos la sensación de que a la creación de Michel Ancel le hubieran faltado, al menos, un par de mundos más para resultar completamente redondo.

En cualquier caso, nadie debe alarmarse. Existen determinados puntos en la aventura, como los jefes finales, que son una absoluta delicia, una pieza de buen gusto para el paladar de los más ávidos amantes de los plataformas. Asimismo, las fases a bordo de mosquitos (al más puro estilo “mata-mata”) suponen una divertida dosis de acción directa “shoot ‘em up”, que aparte de significar una acertada forma de librarnos de la monotonía, saben llenarse del encanto incondicional de la obra.

El efecto 3D está muy bien conseguido, aunque no destaca sobremanera en comparación con lo visto en otros juegos de corte similar.
El efecto 3D está muy bien conseguido, aunque no destaca sobremanera en comparación con lo visto en otros juegos de corte similar.

Un encanto que por desgracia no podemos compartir junto a los amigos por la ausencia del modo multijugador, que ni siquiera permite el juego en red local. La ausencia de esta modalidad para cuatro jugadores ha traído consigo, eso sí, la inclusión de un sistema de trofeos y la posibilidad de compartir datos mediante la función StreetPass; pero para nosotros, es un añadido insuficiente en comparación con la loca propuesta multijugador de Rayman en su versión original.

En cuanto al apartado audiovisual, tan importantísimo en el original por su impecable acabado, en 3DS se mantiene muy fiel y presenta un nivel muy notable, aunque el hecho de que la acción se muestre de forma tan diminuta le resta muchísimo atractivo al resultado final. Sobre todo, porque este es un detalle que enturbia el apartado jugable de Rayman Origins, dificultando innecesariamente el desarrollo de la partida.

Por el camino también se han perdido muchas de las animaciones, haciendo que los personajes luzcan francamente bien, pero no se muevan con la misma naturalidad y soltura que en el título original. Ubisoft tampoco ha aprovechado, como sí ocurrió en el caso de PS Vita, muchas de las funciones adicionales de 3DS, limitándose a adaptar la acción de Rayman Origins a la pequeña pantalla de la portátil. Algo que queda patente en el discreto uso que se hace de la pantalla táctil, que se limita a mostrarnos escuetamente la posición exacta en la que nos encontramos dentro de un nivel.

Obviamente, a 3DS no se le puede pedir una calidad gráfica como la vista en las consolas de sobremesa, aunque ya os garantizamos que esta adaptación ha sabido mantener intacta la belleza plástica del juego. Sin embargo, Ubisoft debería haber trabajado más en adaptar ese espectáculo gráfico a las condiciones de uso de 3DS, apostando por un enfoque de la acción más centrado en la figura de Rayman y no tanto en la espectacular belleza de sus entornos.

Existe cierto grado de impresión en el sistema de control que puede dificultar el desarrollo de la partida. No es nada grave, pero sí algo molesto.
Existe cierto grado de impresión en el sistema de control que puede dificultar el desarrollo de la partida. No es nada grave, pero sí algo molesto.

Con todo, una jugabilidad exquisita, unos gráficos deslumbrantes y un apartado artístico talentoso, la verdad es que el compositor debió sentirse algo comprometido, pero ha salido airoso, y con nota. La alegría es desbordante con cada composición, y además se han sabido alternar temáticas de festividad plataformera con estilos que acompañan la tensión o espectacularidad de otras secciones: como niveles bajo el agua (con ritmos más relajantes) o jefes finales apoteósicos (con ritmos más vivos).

No esperábamos menos del compositor Cristophe Héral (partícipe en proyectos como Beyond Good & Evil). Seguramente, no hubiera estado de más el haber incorporado un mayor repertorio de melodías, pero el resultado final, aún así, logra su principal objetivo: acompañar a la alegría plataformera de uno de esos videojuegos que recordarás para siempre, tanto por su simpatía y diversión como por su fascinante encanto visual. Eso sí, os recomendamos encarecidamente disfrutar de la acción con unos buenos auriculares, ya que el sonido a través de los altavoces de 3DS no suena todo lo limpio que nos habría gustado.

Bueno

Sin sello

Rayman Origins

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Con una jugabilidad apta para todos los públicos, pero aún así sintiéndose cómplice de los usuarios más tradicionales, la adaptación de Rayman Origins a 3DS mantiene intacto el encanto del título original, aunque esta lejos de los resultados obtenidos con el resto de versiones del juego. Estamos, pues, ante un título con un alma plataformera brillante, pero una ejecución técnica de menor calado que le ha pasado factura. Sigue siendo un imprescindible, pero más en el resto de consolas que en la portátil de Nintendo.

Comprar Rayman Origins
Jugadores: 1
Idioma: Manual en español y textos en español
Duración:
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

12.876 visualizaciones

100 DETALLES OCULTOS de RED DEAD REDEMPTION 2

¿Qué detalles ocultos guarda Red Dead Redemption 2? En el video de hoy os presentamos más de 100 curiosidades distintas acerca de la aventura de Arthur Morgan y de John Marston que nos presentó Rockstar Games en 2018.