Civilization recibe nueva expansión con Dioses y Reyes, un agradable cambio y ajuste de un buen número de características del original. El añadido da la bienvenida a la religión, sí, pero también supone el regreso del espionaje y de una serie de ajustes para la experiencia del original. ¿Suficiente? Te lo contamos.
Los aficionados a la estrategia por turnos esperan con ansia XCOM: Enemy Unknown, pero de momento pueden abrir boca con el nuevo juego de sus mismos creadores: la expansión Dioses y Reyes para el sobresaliente Civilization V. Firaxis vuelve a demostrar su gran estado de forma con un añadido muy interesante para su videojuego de 2010.
¿Novedades? Algunas de interés y otras meramente cosméticas, aunque la más llamativa es la ya anunciada desde el principio del regreso de la religión con un sistema completamente nuevo. Sin embargo también hay retoques en elementos como las batallas navales, la diplomacia o las ciudades-estado que se incorporaban en el original. Con un precio de algo menos de 30 euros se trata de una opción recomendable para prolongar la vida del genial juego de Sid Meier y compañía.
Entre lo Divino y lo Humano
¿Por dónde van a ir los tiros de la expansión? Echando un vistazo al título podemos hacernos una idea muy rápida de lo que va a traer consigo: especial énfasis por la religión. Como ya adelantamos en nuestras Impresiones Jugables publicadas recientemente tenemos un nuevo medidor, el de la fe, que se suma a los ya existentes de cultura, oro... Y como tal deberemos tratar de fomentarla con las clásicas estructuras y personajes con las que podremos hacer crecer su baremo.
Cuando tengamos los puntos suficientes podremos crear nuestra religión personalizada, pudiendo escoger entre la de fundador y la de seguidor. El nombre tendremos que elegirlo entre algo más de diez opciones, pero las opciones de combinación que podemos llevar a cabo en cuanto a la forma que tome nuestra creencia divina crea resultados geniales y, en ocasiones, realmente curiosos. La lista de beneficios a obtener con nuestros dogmas es realmente larga, de modo que se convierte en una fuerza muy importante a la hora de fomentar nuestras fortalezas o equilibrar aún más nuestras características. Deberemos no sólo crear la religión y sacar el máximo partido de ella, sino también extenderla con la creación de misioneros e inquisidores, dos figuras fundamentales a la hora de expandir nuestro credo y obtener más y más beneficios de una serie de creencias que adoptarán automáticamente todas las urbes que creemos.
En otro orden de cosas el espionaje es otro de los agradecidos regresos, aunque de una forma algo chocante y no tan inspirada. El paralelismo es en mayor medida con Civilization: Revolution, el genial spin-off para consolas de la saga, en el sentido de que no son unidades que aparecen en el mapa sino que nuestra interacción con el espionaje es en forma de panel en el interfaz. A través de éste le facilitaremos misiones que incluirán la contrainteligencia, el robo de descubrimientos tecnológicos y, por supuesto, la información del interior de las ciudades.
En Revolution, así mismo, veíamos que los espías estaban entrenados por la civilización, pero en esta ocasión se nos irán otorgando poco a poco con el paso del tiempo. ¿Qué significa esto? Que estamos marcados por el transcurso de los años para poder contar con este tipo de agentes, lo que los convierte en enormemente valiosos ya que si perdemos a uno de ellos tendremos que esperar pacientemente varios turnos hasta recuperarlo, con la contraprestación añadida de que su nivel de experiencia se reseteará al inicial.
Así mismo se prometió una inteligencia artificial más potente en este Dioses y Reyes, y sí parece que es al menos algo más rigurosa que en Civilization V, aunque el salto no ha sido tan exagerado como podría pensarse en un inicio. En el original veíamos algunas lagunas de importancia en la IA, y en esta ocasión observamos también algunas subidas y bajadas pero siempre mucho menos acusadas.
Por otra parte la expansión incluye una decena de culturas inéditas que se suman al abanico que ya traía consigo el juego: austríacos, cartagineses, celtas, etíopes, hunos, españoles... Sin embargo las mejores características que debutan vienen de un buen puñado de ajustes que han contribuido a pulir algunos de los escasos aspectos con los que no estábamos de acuerdo del videojuego de 2010. Por una parte las ciudades estado son ahora mucho más interesantes de "camelar", con propuestas más interesantes para satisfacer sus demandas, y también brilla más la temática naval con una mayor profundidad y un planteamiento más complejo.
Con algunas novedades de interés y con diferentes ajustes a la cabeza, Dioses y Reyes se postula como una más que notable expansión para Civilization V. Quizá ha faltado algo más en cuanto a añadidos que lo conviertan en un producto único, pero se trata de un añadido que resultará poco menos que imprescindible para los fans del juego original.
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