Análisis de Dragon Ball Z For Kinect

Análisis de Dragon Ball Z For Kinect
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Por fin está aquí lo que siempre habías soñado. Y no mires hacia abajo, porque sabemos que más de uno ha practicado delante del espejo algún "kamehameha". Ahora es posible en Dragon Ball Z for Kinect, un videojuego que llegaba con expectativas de convertirse en un respetable representante de la todavía popular serie manganime. ¿Habrá sido su onda vital tan poderosa y efectiva como prometía?

Cuando se anunció la llegada de un videojuego de la reputada licencia Dragon Ball para Kinect, muchos pensamos que era el paso lógico. Seguro que parte de los que leéis este artículo habéis practicado alguna vez delante del espejo una onda vital, el rayo del demonio de Piccolo o el resplandor final de Vegeta. Pues bien, el sueño se ha hecho realidad con lo nuevo de los nipones de Spike, máximos responsables de la serie Budokai Tenkaichi.

La obra apuntaba maneras desde hacía unos meses, con un planteamiento original, pero otra vez la práctica ha desarmado a la teoría. Dragon Ball Z for Kinect no es un título catastrófico ni mucho menos, e incluso creemos que los fans podrían pasar por alto sus defectos, pero lo que resulta innegable es que su calidad final está muy alejada de los cánones de la serie, tanto por falta de contenidos como por -lo más preocupante- su defectuoso sistema de batalla, simple al tiempo que impreciso.

Lanza una onda vital... sin botones
Sólo existía un precedente para este título y fue para recreativas, aparte de que se lanzó hace ya unos cuantos años (en 1994). Aquel videojuego, conocido con el nombre de DBZ: Virtual Reality Versus, no marcó un antes ni un después. Fue una curiosidad, y creemos que lo nuevo de los nipones no se alejará mucho de esta concepción.

Para la ocasión, y rompiendo con el estilo de la saga Budokai, se apuesta por la primera persona, ideal para unos enfrentamientos donde el movimiento de nuestras extremidades nos faculta para dar puñetazos y patadas con un retardo de milésimas de segundo (casi imperceptible). Asimismo, disponemos de un catálogo de más de 100 movimientos especiales a ejecutar, pertenecientes a los 50 personajes que podremos llegar a controlar.

Esto incluye popularísimas técnicas como el "kamehameha" o el cañón Galick, entre otros, los cuales se ejecutan tal cual aparecen en la serie manganime. La idea de imitar a nuestros personajes favoritos delante de la pantalla es extraordinaria, más si podemos acompañarlos del lanzamiento de bolas de energía (moviendo una mano hacia adelante), de esquives (desplazando nuestro tronco lateralmente) y de guardias (llevándonos los brazos hacia el pecho).

El videojuego apuesta por un sistema en combate en primera persona para meternos dentro de los eventos que muchos vimos en la serie de TV.
El videojuego apuesta por un sistema en combate en primera persona para meternos dentro de los eventos que muchos vimos en la serie de TV.

Puños fieles pero poco fiables
Sin embargo, pronto nos daremos cuenta de que la fiabilidad ronda el 70% en el mejor de los casos, algo claramente insuficiente como para conseguir una experiencia carente de frustraciones. Dejando de lado si el problema es de Kinect o de los desarrolladores, lo cierto es que Dragon Ball Z for Kinect deja de resultar divertido cuando perdemos una batalla no por culpa de nuestra falta de habilidad, sino a causa de una detección defectuosa de nuestros movimientos.

No es esto lo peor. La propia concepción del juego resultar irregular. Al estar diseñado exclusivamente para su uso con Kinect (no es compatible con el mando tradicional), y al limitarse nuestro grado de movimiento, resulta imposible desplazarnos libremente por el escenario, haciendo los combates más guiados, pero sobre todo repetitivos. Podemos realizar pequeños movimientos hacia adelante, atrás, derecha e izquierda, pero nunca con total libertad.

La presencia de eventos "quick time", que aparecen en determinadas circunstancias (para iniciar un combo o devolver un ataque) supone una atractiva característica, y añade profundidad al permitirnos, en ocasiones, escoger entre varias acciones. Además, la abundancia de secuencias nos da un merecido y agradecido descanso entre las distintas etapas de cada refriega, algo ideal para tomar aliento en un título que, tenedlo claro, os hará sudar.

Si siempre quisiste hacer el disco infernal de Krilin, pero con tus propias manos, por fin podrás. Eso sí, no te aseguramos que Kinect lo detecté a la primera...
Si siempre quisiste hacer el disco infernal de Krilin, pero con tus propias manos, por fin podrás. Eso sí, no te aseguramos que Kinect lo detecté a la primera...

Super Guerreros solitarios
No obstante, a pesar de sus toques de distinción, esto no quita que el sistema combativo acabe haciéndose monótono. Esto, unido al hecho de que acabaremos fatigados tras cinco combates seguidos, resta un importante factor de diversión a un videojuego que tampoco es excesivamente largo. Las batallas pueden durar entre 5-10 minutos, lo cual no está nada mal, pero sólo tenemos un modo verdaderamente potente, el Historia, que recoge las ya cuatro clásicas sagas que todos conocemos: Saiyan, Freezer, androides y Boo.

La fidelidad, otra vez, es absoluta, aunque también hemos de decir que no se nos propone nada nuevo en lo relativo a episodios que nunca hayamos visto representados en un título de Dragon Ball. La innovación, a este respecto, es prácticamente nula, y más si nos atenemos a que el único modo jugable adicional es el poco interesante Ataque por Puntos, que nos plantea revivir las fases ya superadas para conseguir la máxima puntuación (y compararlas a través de los marcadores de Xbox Live).

Por si os lo preguntáis, el título tampoco incluye ninguna opción para dos jugadores, ni tan siquiera combates online. Como mucho, un Lector de Cartas, que nos faculta para escanear códigos QR, que suponemos se irán facilitando a los jugadores una vez se produzca el lanzamiento, y que sirven para desbloquear nuevos estilos de personajes y "power-ups". No podemos dejar de mencionar que se incluye con el juego la película, o más bien el corto pero entretenido episodio (apenas un cuarto de hora) de "Dragon Ball: Episode of Bardock", que llega por primera vez a Europa, en nuestro caso con voces en japonés y subtítulos en castellano.

Durante la contienda, tendremos eventos "quick time" que nos obliguen a realizar una postura determinada. ¡Se rápido o te llevarás un buen golpe!
Durante la contienda, tendremos eventos "quick time" que nos obliguen a realizar una postura determinada. ¡Se rápido o te llevarás un buen golpe!

Batalla perdida, pero toda una guerra por delante
En definitiva, un videojuego que resulta bajo en contenidos y algo inconsistente en lo jugable. Realmente, donde mejor mantiene el tipo Dragon Ball Z for Kinect es en lo audiovisual. Cierto es que en la versión que se nos ha suministrado -especial para prensa- hemos detectado algunos errores gráficos puntuales (sobre todo en lo que respecta a secuencias). Pero por todo lo demás, el "cel-shading" sigue haciendo tan bien su trabajo como siempre. Mucha fidelidad y colorido para unos diseños de personajes y entornos que encantarán a los fans de la serie.

Puede que se eche de menos alguna innovación en el aspecto de los decorados, ya que repiten aparición las praderas terráqueas, los parajes de Namek y el "ring" de combate de Célula. Pero lo que más se puede criticar es que los efectos de destrucción sean prácticamente inexistentes, a no ser que desencadenemos una onda de energía capaz de llevarse todo lo que esté en medio. En ese caso, la batalla seguirá con el gran surco de tierra que hemos creado al fondo: algo muy espectacular.

Desgraciadamente, debemos concluir otra vez un análisis sobre Dragon Ball destacando que no tenemos las melodías originales de la serie, pero al menos las existentes poseen calidad y están acompañadas de voces en inglés... y en japonés (algo siempre muy demandado). A este respecto, poco más se podía pedir. En el resto, tal vez Dragon Ball Z for Kinect ha pecado de poco autoexigente, con pocas propuestas para alargar la vida del juego y un sistema de batalla que requería bastante más dedicación. Se ha perdido una batalla, pero la guerra sigue...

Mediocre

Sin sello

Dragon Ball Z For Kinect

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Los autores de la serie Budokai Tenkaichi, los nipones de Spike, nos proponen la siempre atractiva idea de colocarnos delante de la pantalla para imitar a nuestros ídolos de Dragon Ball. Con la ayuda de Kinect, el videojuego se esfuerza por darnos batallas en primera persona como nunca las habíamos visto, pero una serie de defectos en la detección y una clara ausencia de contenidos convierten a la experiencia en repetitiva e insatisfactoria. Al menos añade un capítulo anime inédito en Europa, así como la misma fidelidad "cel-shading" de siempre, pero el experimento requería mucha más dedicación.

Jugadores: 1
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en inglés / japonés
Duración:
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