Acostumbrados a que nos lleven de la mano en la mayoría de videojuegos, encontrarnos con un título tan duro y desafiante como La-Mulana resulta de lo más llamativo. Pero una vez superéis los miedos iniciales, esta aventura de acción y exploración en 2D os atrapará de tal modo que no desearéis parar hasta descifrar los muchos secretos que esconde en su interior.
n primer vistazo a La-Mulana puede hacernos pensar que estamos ante una aventura de acción y plataformas bidimensional más, pero tal es la complejidad y profundidad jugable de esta obra independiente desarrollada por el estudio japonés Nigoro, que muy pronto caeremos en la cuenta de lo equivocados que estábamos. ¿La razón? Este fantástico videojuego de exploración con estilo retro se ha diseñado como un descomunal y laberíntico rompecabezas plagado de trampas mortales que solo superaremos con paciencia y mucho, muchísimo ingenio. Por eso, no exageramos lo más mínimo cuando hablamos de esta obra como uno de los títulos más desafiantes que han pasado por nuestras manos últimamente.
Nivel de dificultad endiabladamente alto que hará que más de uno huya despavorido ante el reto que plantea este programa, pero gracias al cual otros tantos jugadores disfrutarán como hacía tiempo que no lo hacían con esta genial aventura de exploración en 2D, que tras muchos retrasos, al fin se ha estrenado en nuestro país con los textos traducidos.
¿Te gustan los retos?
Protagonizado por un arqueólogo al más puro estilo Indiana Jones, látigo y sombrero incluidos, ya de primeras La-Mulana deja claro que no se trata de una aventura de exploración al uso. Porque aunque hay muchas secciones de plataformeo y montones de enemigos a los que abatir con un amplio arsenal de armas, el eje central de la acción recae en la exploración y la resolución de los muchos y muy variados puzles que nos vamos a encontrar. Por eso, el simple hecho de entrar en las ruinas que dan nombre a esta aventura ya supondrá un reto lo suficientemente duro como para que más de uno se quede bloqueado nada más comenzar la partida.
La-Mulana se plantea así como una desafiante aventura de exploración y puzles en la que hay que ser tan preciso y cuidadoso sorteando trampas y enemigos, como investigando a fondo cada palmo de terreno por el que nos moveremos. Tener a mano una libreta en la que apuntar pistas se torna así un requisito casi imprescindible para descifrar los complejos enigmas que plantea el programa, construido como un gigantesco rompecabezas, fragmentado a su vez en puzles de menor envergadura pero igualmente interconectados entre sí. ¿Qué significa esto? Que prácticamente cada instancia por la que nos movamos esconde en su interior algún secreto que tendremos que destapar para poder continuar en esta aventura.
Mecanismos ocultos, objetos especiales con los que abrir puertas bloqueadas, nuevas habilidades con las que superar zonas previamente intransitables…. Construido sobre la ya clásica estructura de juego "metroidvania" –gran énfasis a la exploración de los mapas-, La-Mulana brilla con luz propia cuando hablamos del diseño de sus rompecabezas, tan endiabladamente difíciles que no serán pocas las ocasiones en las que nos sintamos totalmente perdidos en el interior de las oscuras catacumbas que dan nombre al programa. Sin embargo, es precisamente la sutileza con la que se nos ofrecen las pistas necesarias para superar estos desafíos la que encumbra a lo más alto a este juego de Nigoro.
Es por eso que a pesar de su extremada dificultad, el juego nunca llega a frustrar hasta el punto de hacernos desear abandonar la partida. Al contrario. El énfasis en la exploración y la concienzuda investigación de los entornos nos invitará a esforzarnos un poquito más, a dar por nosotros mismos con las claves que resuelvan los variados enigmas que se ponen ante nosotros. Y lo mismo se puede decir de los enfrentamientos contra los temibles jefazos de final de fase con los que nos toparemos. Enemigos de un poder inconmensurable que nos harán sudar la gota gorda antes de vencerlos.
Queda claro, por tanto, que La-Mulana se trata de una aventura no apta para todos los públicos. No ya solo porque morir resulte demasiado fácil, que por supuesto; sino más bien porque estamos ante uno de esos juegos en los que nadie te va ayudar lo más mínimo. Eres tú, y solo tú, quien debes descifrar cómo jugar, de qué modo actuar en ciertas situaciones y en qué inviertes el escaso dinero con el que te encontrarás. Y si te equivocas, ¡pues nada! A seguir explorando hasta dar con la salida por tu propio pie.
Afortunadamente, tras un lanzamiento previo hace unos meses, La-Mulana cuenta al fin con los textos de pantalla traducidos a nuestro idioma. Un detalle que en otras aventuras de corte similar no resulta excesivamente importante, pero que en esta obra se torna vital dada la importancia que adquieren los crípticos mensajes y escritos con los que nos encontraremos a lo largo de la partida.
No podemos obviar tampoco el destacable apartado audiovisual que atesora esta obra, más por diseño artístico y calidad musical que por virguerías tecnológicas, que obviamente no las tiene dado el carácter retro por el que se ha apostado. Sin embargo, el nivel de detalle con el que se ha diseñado cada instancia del juego, con grandes zonas inspiradas en algunas de las civilizaciones más importantes de la antigüedad (Egipto, Grecia, Japón…), resulta digno de mención. Lógicamente, nos hubiera gustado que se incidiera más en la faceta tecnológica, pero una vez te adentras en las enigmáticas ruinas de La-Mulana, este es un detalle que pasa rápidamente a un segundo plano. Especial mención para las variadas y pegadizas melodías que nos acompañarán a lo largo de toda la aventura.
Desafiante como pocos y prácticamente único en su especie, La-Mulana es una fantástica aventura de exploración en 2D que encandilará a los jugadores más exigentes, cansados de superar con demasiada facilidad cualquier videojuego en la actualidad. El diseño de sus rompecabezas, lo desafiante de su acción y el espíritu retro que destila por todos sus poros lo convierten en una compra muy recomendable.
