El mundo de los videojuegos cada vez evoluciona más en muchos sentidos. Y Bandai Namco Games nos ofrece una buena prueba de ello con Short Peace, una gran producción que combina en el mismo pack la acción tradicional en 2D de los videojuegos de toda la vida con la animación japonesa más desbordante.
Ya está aquí uno de los juegos más esperados por los usuarios de PS3 más apasionados por las propuestas genuinamente japonesas. Y es que Short Peace: Ranko Tsukigime's Longest Day es una de las producciones más especiales jamás diseñadas por Bandai Namco, ya que se trata de una especie de "experimento" para PS3. Y es que como muchos de vosotros ya sabéis, estamos ante un paquete que nos ofrece cinco experiencias diferentes, que vienen a ser cuatro cortos de animación dirigidos por figuras muy conocidas dentro del mundo manganime a los que se suma un juego de acción diseñado por el célebre Suda51.
Como veis se trata de una oferta única que supone una pequeña revolución dentro de lo que suelen ofrecernos las compañías en formato digital (en físico hemos disfrutado alguna vez de algún que otro lanzamiento relativamente similar). Y como tal, simplemente por ese factor refrescante ya merece cierto grado de reconocimiento.
¿Y qué tal ha funcionado dicha propuesta? Pues a nuestro juicio se trata de una oferta bastante sugerente, que seguramente va a deleitar a los jugadores más hardcore y fans del mundo manganime especialmente, dada cuenta que los cuatro cortos que incluye Ranko presentan más entidad que el propio videojuego. Pero debéis tener bien presente que, como era previsible teniendo en cuenta que detrás de todo este proyecto se encuentra la ya citada figura del creativo Suda51, estamos ante una propuesta muy especial, una "japonesada" como la calificarían muchos usuarios. Y por eso mismo no estamos ante un juego para todos los paladares, más bien todo lo contrario...
Acción 2D y anime
Los cortometrajes que nos ofrece este curioso paquete que es Short Peace son totalmente independientes unos de otros en todos los sentidos (argumento, protagonistas, etc.) y llevan por nombre Combustible, Gambo, Farewell to Weapons y puede que el mejor de todos, Possessions, film que recibió incluso una nominación de la Academia al Mejor Cortometraje de Animación, aunque finalmente no fue premiado con dicho galardón. ¡Y atentos a quienes firman dichas cintas de animación! Katsuhiro Otomo, el mismo que nos dejó la apoteósica película Akira que ha pasado a la historia de esta industria puede que sea el artista más conocido de todos los que han dado vida a esta producción. Otomo-san firma enteramente la película Combustible, si bien ha sido el encargado de moldear parte de la experiencia conjunta de las cuatro cintas.
Y junto a él encontramos a otros grandes talentos como Kiroaki Ando (Gambo), Hajime Katoki (Farewell to Weapons) y Shuhei Morita (Possessions). Como en todo, depende directamente de los gustos de cada persona el hecho de que estas producciones gusten más o menos, así que ahí no vamos a entrar a valorar nada. Pero lo que sí que podemos garantizar es que se trata de cortos que poseen una entidad, calidad y trasfondo excelentes, por lo que no se tratan en ningún caso de cortos más bien mediocres y realizados deprisa y corriendo con escasos medios. Más bien estamos ante el caso opuesto.
Eso por una parte. Y en cuanto al juego en sí, que al fin y al cabo es lo que más nos interesa, estamos ante un arcade de acción de la vieja escuela, al menos en cuanto a su planteamiento global. Con esto queremos decir que se trata de un título que posee un desarrollo 2D lateral con ciertas dosis plataformeras. En dicha aventura encarnamos el papel de la joven Ranko Tsukigime y nuestra meta consiste en avanzar por los niveles acabando con todos los enemigos y criaturas que se dejan ver en pantalla para alcanzar la salida del mismo. Y todo mientras huimos de una especie de "maldad" que nos persigue siempre de manera automática desde la parte izquierda de la pantalla, pudiendo ralentizarla mediante disparos certeros que se llevan a cabo con el botón L1.
¿Y cuál es la motivación de la protagonista? Pues acabar con la vida del mismísimo padre de Ranko, el encapuchado, personaje que según parece tuvo algo que ver con la muerte de la madre de la protagonista. Eso sí, no esperéis encontraros con un argumento típico ni medianamente coherente porque, como suele ser habitual en las obras de Grasshopper Manufacture, la historia que hay detrás del juego es surrealista. Y ésta ha sido respaldada por numerosas escenas de vídeo (que se dejan ver de manera más frecuente a partir del quinto nivel) de diferente estilo y talante, mezclando numerosas líneas artísticas y creativas que aportan diversidad a la aventura.
El ritmo al que transcurre cada fase es vertiginoso. Tanto es así, que el juego recuerda un tanto en su desarrollo al vivido en los episodios clásicos de Sonic, la mascota por excelencia de SEGA. De esta forma nuestra principal tarea es correr a toda pastilla por los escenarios, que suelen presentar diseños más bien simples a los que se añaden ciertas plataformas suspendidas en el aire, obstáculos en forma de paredes y muros y caídas.
Gran parte de la jugabilidad tiene que ver con el hecho de tratar de enlazar las cadenas de combos más largas posibles, teniendo que ir eliminando sin cesar a la mayor cantidad posible de rivales. Y para ello nos valemos de un sistema de control increíblemente simple en el que prácticamente sólo debemos preocuparnos de saltar, planear por el aire, deslizarnos por el suelo y disparar. En este sentido, el título recuerda un tanto al shooter clásico y original de Dreamcast REZ, juego que a muchos jugadores nos dejó bastante huella.
Eso sí, a este planteamiento básico se une alguna que otra fase diferente, que tiene que ver con tres enfrentamientos contra jefes finales. Y si bien no vamos a desvelaros nada sobre ellos porque pensamos que estropearían totalmente la sorpresa, podemos deciros que al menos dos de ellos os sorprenderán bastante, en especial el último que sirve como enfrentamiento final.
Pero en general y a pesar de estas, digamos, "fases especiales", estamos ante un planteamiento global bastante simple. Y esta sencillez supone un arma de doble filo. Y es que gracias a ello el titulo es bastante accesible y puede ser disfrutado por un número más amplio de jugadores del que en un principio era predecible. Sin embargo también es muy posible que algunos jugadores encuentren esta oferta de juego demasiado vacía y carente de profundidad. Como siempre, es una mera cuestión de gustos.
Además debemos significar que no estamos precisamente ante el título más largo del mundo, más bien lo contrario, siendo una experiencia intensa pero corta. Sí, porque los diez niveles de los que consta la aventura pueden ser superados en menos de una hora (44 minutos exactamente es lo que tardamos nosotros). Y a pesar de su carácter digital, nos parece demasiado breve. Para paliar un tanto este hecho el título presenta numerosos extras que pueden ser recogidos y desbloqueados tales como trajes, melodías, etc. Y además, también nos anima a superar cada nivel en la menor cantidad de tiempo posible. Pero aun así, lo dicho: su duración es muy breve.
Distinción estética
En términos técnicos, estamos ante el típico título que ofrece una línea artística magnífica que se eleva por encima de cualquier otro concepto. Y es que se trata de una aventura sencilla desde el punto de vista meramente tecnológico pero que presenta bastantes cualidades como una gran ambientación y efectos especiales constantes bien concebidos. El motor Unity, cada vez más popular en este tipo de propuestas, se muestra solvente y sólido, sin más.
Pero puede que lo más destacado sea la imaginación que derrocha el título en la concepción de los enemigos y, por qué no decirlo, en lo que nos proponen las escenas de vídeo. La diversidad estética de todas ellas sólo es comparable a su originalidad. Y no podéis perderos el vídeo que acompaña a los créditos finales, que es de lo más estrafalario que hemos contemplado en mucho tiempo. Sin comentarios.
En cuanto a su apartado sonoro, los efectos de sonido son constantes y están realizados con maestría, siendo los principales baluartes de esta área. Su banda sonora tampoco se queda atrás y nos regala temas más bien cañeros que se adaptan a la acción perfectamente, aunque siempre quedan relegados a un papel más secundario.
Por todo esto que os acabamos de comentar, resulta difícil no recomendar esta interesante producción conjunta que supone Short Peace a aquellos usuarios amantes de la creatividad de Suda 51 y, en general, de la excentricidad nipona. Puede que los cortos de animación posean una calidad superior a lo que supone el juego en sí pero, en global, se trata de una iniciativa que nos ha gustado mucho y que esperamos que se repita con cierta frecuencia. Al fin y al cabo es una forma nueva de innovar, algo que siempre es de agradecer sea en el terreno que sea. Pero claro, no esperéis un título ni común ni demasiado profundo, porque se aleja de ambos factores.
Bandai Namco nos ofrece una fusión muy interesante entre videojuegos y animación nipona. Short Peace es una de esas producciones que no pasan desapercibidas y, como tal, debería ser experimentada por todos aquellos que sientan curiosidad porque pensamos que merece la pena. Es cierto que en global los cortos pesan más que el juego en sí, pero este hecho no debe disuadir a nadie de acercarse a esta curiosa propuesta genuinamente japonesa... pero excesivamente fugaz.
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- El torrente de acción que emana el juego.
- La estética es atractiva y muy vistosa.
- La calidad global que poseen los cortos, te gusten o no.
- Técnicamente no pasa de correcto.
- El título dura una hora, ni más ni menos.
