La consola PS Vita llegó hace ya casi dos años acompañada de un catálogo de juegos no demasiado extenso pero sí lo suficientemente atractivo. Y uno de los títulos "nicho" más interesantes que nos dejó su primera hornada de producciones fue precisamente éste, Escape Plan, obra que acaba de ser trasladada a PS4.
PS4 se ha estrenado con mucha fuerza en todo el mundo, incluyendo nuestro territorio. Y lo ha hecho, entre otras cosas, merced a la gran oferta de títulos con la que ha venido acompañada, contándose por decenas. Sin embargo, es justo afirmar que precisamente los títulos destinados a esta nueva consola diseñados o distribuidos por la propia Sony (es decir, los lanzamientos First-Party) han sido bastante escasos. Por eso mismo la compañía nipona está volcándose ahora mismo en solucionar dicha escasez de títulos exclusivos, y una de las vías que ha tomado es la de apoyar al máximo a su servicio digital de juegos, PSN, lugar al que están yendo a parar varios juegos únicos, como es el caso del que nos ocupa: Escape Plan.
A pesar de esto, muchos de vosotros ya sabréis que no se trata de un juego nuevo. Y es que esta producción de Fun Bits ya se dejó querer en la pantalla OLED de la portátil de Sony, PS Vita, dejando a la mayoría de sus usuarios un buen sabor de boca a pesar de arrastrar un par de defectos... que han sido solucionados en gran parte en esta conversión, tal y como más adelante os explicaremos.
Pero más allá de la implementación de un par de cambios tocantes a su sistema de control principalmente, debéis saber que estamos básicamente ante el mismo juego, así que aquellos que ya lo disfrutaran en su versión original pueden no sentirse atraídos lo suficiente como para repetir la misma experiencia por segunda vez.
Piensa y escapa
La trama que se ha ideado para conformar esta aventura es sencilla pero relativamente sugerente. En un mundo de fantasía creado para la ocasión debemos adoptar el control de Lil y Laarg, dos seres de apariencia muy estrafalaria que han sido encerrados en unas instalaciones y a los que debemos ayudar a escapar. Y detrás de todo esto se halla la figura del malvado Bakuki, tipo que regenta todo el lugar en el que se encuentran cautivos los dos protagonistas.
Bajo esta trama se halla una aventura de desarrollo tradicional plagada de puzles, siendo éstos los grandes protagonistas del juego. De esta forma el desarrollo de Escape Plan se basa en la sucesión de pantallas que, una tras otra, nos arengan a superar diversos rompecabezas que ponen a prueba nuestra capacidad neuronal. Y aunque al comienzo todo resulta bastante sencillo, a medida que progresamos nos damos de bruces con ciertos enigmas muy bien planteados y que nos hacen exprimirnos nuestro cerebro de manera realmente acusada.
La gran mayoría de los rompecabezas se basan en la interacción con los diferentes elementos que se dan cita en los decorados. Y en muchas ocasiones, tenemos que explotar las habilidades únicas de los protagonistas. Así, Lil puede inflar su cuerpo y flotar para llegar a zonas de los decorados de otra forma inalcanzables. Y por su parte, Laarg y su fuerza son capaces de romper algunos elementos de los fondos para conseguir avanzar. A medida que transcurre la acción vamos controlando a uno y otro, si bien en ciertos niveles se muestran ambos personajes a la vez en pantalla, teniendo que guiar a ambos en su búsqueda de la libertad. La mecánica de juego es, como en muchos otros juegos de esta misma índole, muy pausada y hasta relajante en ocasiones, hecho que como siempre gustará a un grupo de usuarios y echará para atrás a los amantes de la acción.
Control retocado
Entrando ya a valorar los cambios dispuestos en esta entrega de PS4, la principal permuta tiene que ver con un apartado específico: el sistema de control. El juego original hacía uso de muchas de las características únicas de PS Vita, incluyendo su panel táctil trasero. Con él debíamos guiar en ciertos niveles a los protagonistas, algo que en algunas ocasiones no terminaba de funcionar correctamente debido a ciertas imprecisiones en el reconocimiento de nuestros movimientos.
Bien, pues afortunadamente esta pega ha quedado subsanada gracias al nuevo manejo que se ha integrado. Y es que dichos niveles ahora se desarrollan mediante un cursor en pantalla que responde perfectamente a nuestras órdenes dadas por el stick de control, eliminando de un plumazo una de las mayores pegas que presentaba la aventura original. Por lo tanto y gracias al empleo del DualShock 4 el manejo es muy bueno, mando que por cierto se ha sabido integrar perfectamente a la aventura, utilizándose algunas de sus funcionalidades básicas como su sensor de movimiento o su altavoz.
Lo que sí que no se ha podido solucionar es el tema de la duración. Y es que como ya sucedió con la aventura de PS Vita, estamos ante un título bastante corto y que puede ser superado en unas cuatro horas de juego. Es cierto que es posible disfrutar de contenido DLC adicional, así como de modalidades de juego complementarias una vez completamos la aventura principal, pero aún así se trata de un título ni demasiado extenso ni tampoco rejugable.
Aventura en blanco y negro
En términos técnicos, y aunque evidentemente ya no "choca" tanto como lo hiciera en su día, estamos ante una aventura que presenta una marcada personalidad. Y es que como ya ha sucedido con otros clásicos como MadWorld de Wii, Limbo de Xbox Live -y de otros formatos digitales- y demás obras, Escape Plan presenta una estética muy atractiva en blanco y negro.
De esta forma todos los personajes y entornos no presentan ni un ápice de color, aportando un toque muy personal y característico a toda la aventura. Además el diseño de los protagonistas es único y bastante acertado, aunque quizá echamos de menos la aparición de una variedad mayor de rivales así como de niveles. Es cierto que no es un juego muy avanzado técnicamente (de hecho, la versión de PS Vita no explotaba las características técnicas de la portátil de Sony), pero aún así es más que correcto y, de alguna forma, se las apaña para resultar bastante atractivo.
Escape Plan para PS4 ya no sorprende tanto como lo hiciera el título primigenio pero, aún así, se trata de una aportación muy estimable al catálogo creciente de juegos digitales de PlayStation 4. Es cierto que aquellos que jugaran al original no encontrarán motivo alguno para repetir porque se trata del mismo título, pero si no es vuestro caso, es una opción muy interesante para pasar unas pocas horas entretenidos.
Esta aventura de puzles y planteamiento jugable tradicional seguro que satisface a los jugadores de PS4 de la misma manera que ya lo hiciera con los poseedores de PS Vita. Además y gracias a la integración del nuevo sistema de control que se aprovecha de las prestaciones del mando DualShock 4, su jugabilidad es más sólida, siendo éste el único cambio de entidad realizado en esta conversión.
- Su excelente planteamiento estético.
- El sistema de control ha mejorado de manera palpable.
- Los puzles son bastante ingeniosos en su mayoría.
- Su duración es escasa y su rejugabilidad, reducida.
- Se echa de menos la adición de alguna novedad de peso.
