Análisis de KUF

Análisis de KUF
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Pese a que la industria del videojuego es un mundo en constante movimiento, lo cierto es que los cambios no son siempre bienvenidos. Es el caso de Kingdom Under Fire: Circle of Doom, que sacrifica el componente estratégico que caracterizaba a la saga en favor de primar la acción sobre cualquier otro elemento. ¿El resultado? Lo que era una notable franquicia dotada de gran personalidad cae sumida en lo genérico y se convierte en un juego únicamente correcto.

Cuando se anunció que el nuevo Kingdom Under Fire eliminaba de un plumazo los componentes estratégicos, muchos de los aficionados más leales a la saga automáticamente pintaron una diana en la frente de Circle of Doom. Lo cierto es que esta actitud puede considerarse más o menos justa y en mayor o menor medida racional, pero el cambio hubiera sido tolerado de forma mucho más razonable de haberse logrado con él un juego memorable.

La verdad es que ni lo uno ni lo otro. Circle of Doom supone un cambio de estilo total con respecto a las tres anteriores entregas de la serie, y lo hace para lograr un juego correcto, que no contentará a los aficionados de la saga pero que podrá ser disfrutado por los seguidores del género Hack and Slash, al que ahora parece querer pertenecer Kingdom Under Fire.

Llega el Cambio
Circle of Doom nos traslada al universo de Kingdom Under Fire, un lugar en perpetua pugna entre las fuerzas del bien y del mal; donde la Era de la Luz y la Era de la Oscuridad se turnan y donde se provoca un severo conflicto entre ellas que da inicio a la aventura.

El juego nos devuelve a las clásicas historias de la saga, y 6 arcos argumentales distintos, uno para cada personaje; que resultan razonablemente diferenciados como para que sea medianamente interesante el jugarlos todos aunque el único cambio sea el héroe protagonista. Cada una de estas campañas sitúa su número de niveles entre los 4 y los 8, con lo cual la experiencia tiene una duración aceptable.

Sin embargo la verdad es que el argumento está tan desdibujado como la mayoría de aspectos jugables, y no acaba teniendo ningún peso real en el desarrollo del programa. Los diálogos acaban cayendo en el tedio, y pese a que están formalmente bien llevados a cabo y que el doblaje es bastante correcto, acabaremos pasándolos lo más rápidamente posible aunque sean el único interludio que encontramos entre combate y combate.

El nuevo Kingdom Under Fire ya está aquí, y con él su apuesta desenfadada por la acción machacabotones más descerebrada. Cambio radical con respecto a las entregas anteriores que descolocará a los fans más acérrimos de la saga.
El nuevo Kingdom Under Fire ya está aquí, y con él su apuesta desenfadada por la acción machacabotones más descerebrada. Cambio radical con respecto a las entregas anteriores que descolocará a los fans más acérrimos de la saga.

Los seis personajes, cinco hombres y una mujer, están disponibles desde el principio a excepción del desbloqueable Curian que se adquiere más adelante. Cada uno tiene sus técnicas, capacidades y estilos que los hacen fácilmente reconocibles. El más pesado y fuerte, por ejemplo, hace un gran daño con su arma y es capaz de absorber gran cantidad de impactos antes de caer, pero, por el contrario, es muy lento; por su parte el más veloz adolece de las ventajas del anterior pero cuenta con armas rápidas y efectivas y con fuertes ataques a distancia. Se notan claramente los estilos de juego de cada uno con sólo poner las manos sobre el pad en cada caso, pero las diferencias son algo escasas para justificar el jugar todas las campañas, ya que ofrecen los mismos niveles y contenidos una y otra vez.

El juego cuenta, como principal virtud, con un entretenido multijugador cooperativo que nos permite invitar en cualquier momento a un amigo a unirse a nuestra partida. La de jugar acompañado es una opción muy a tener en cuenta dado lo monocorde de la campaña individual.

Apología de la Repetición
Reconozcámoslo. La primera toma de contacto con el juego, con el héroe Regnier por ejemplo, es francamente buena. En una localización bastante cuidada en términos visuales -la del bosque- y acompañados por una melodía de piano sencilla pero efectiva e inspirada, comenzamos a mover a un personaje de cuidado modelado aunque algo toscos movimientos.

Los primeros combates, sin embargo, ya nos dan una firme idea de lo que será la tónica general del programa, de modo que o nos gusta lo que vemos en los minutos iniciales o más nos vale irnos agenciándonos otro videojuego. Para un lanzamiento que tiene en los combates su único elemento jugable de cierto peso, es decepcionante el escaso tratamiento que éstos han recibido.

El principal problema de Kingdom Under Fire: Circle of Doom es tan fácil de describir como difícil de solucionar, y es que no es divertido. La dilatada duración de las 6 campañas sería un punto a favor muy serio a considerar, pero dado lo monótono que resulta el título a los pocos minutos de juego se convierte en un auténtico lastre. El mayor defecto es que el título deviene rápidamente en un machacabotones sin demasiado sentido, en el que sólo prima el avanzar por largos pasillos; y donde lo estrecho de los decorados deja poco lugar a la variedad del combate.

En Kingdom Under Fire contamos con seis personajes jugables: Curian, Kendal, Regnier, Celine, Leinhart y Duane. Todos ellos con sus diferentes capacidades y habilidades, pero con una misma misión; matar todo lo que se mueva.
En Kingdom Under Fire contamos con seis personajes jugables: Curian, Kendal, Regnier, Celine, Leinhart y Duane. Todos ellos con sus diferentes capacidades y habilidades, pero con una misma misión; matar todo lo que se mueva.

Los personajes evolucionan, si, pero su capacidad de mejorar es tan ridícula que apenas deja margen a la personalización. Salud, habilidad y suerte son los únicos tres parámetros entre los que distribuir los puntos de experiencia adquiridos, y esto, a estas alturas, se nos antoja del todo insuficiente.

Hay asimismo un gran número de armas divididas básicamente entre herramientas de cuerpo a cuerpo y de uso a distancia. Ballestas, mazas, hachas, espadas, etc. Existe la posibilidad de “sintetizar” armas, complementos y armaduras al acceder a determinados personajes que nos permitirán engarzarlas con cualquier objeto del inventario con la intención de que adquieran nuevas propiedades y mejoras. Al principio, como es lógico, los efectos serán poco tangibles, pero cuando se avance en la aventura serán más notorios.

El sistema para equipar las armas y accesorios es sencillo, y ya dentro del propio menú se adjudica su uso a un botón del pad mapeándolo directamente. También se pueden emplear diferentes armaduras e incluso habilidades o pócimas. La idea de la simplificación y de tener al alcance de una pulsación del pad cualquier acción es de lo poco que se ha implementado de forma brillante en Kingdom Under Fire.

Estas habilidades y capacidades nuevas se obtienen en el mundo de los sueños. Cuando encontremos un Golem o estatua por el camino podremos dormir en su regazo, y una vez estemos descansando se nos aparecerá una figura con la que podremos charlar y que nos enseñará diferentes técnicas de combate –capacidad de salto, golpeos especiales, invisibilidad- a cambio de dinero o de matar a un determinado número de enemigos.

Artísticamente Competente, Técnicamente Discutible
El Bosque del Abrazo, El Valle de la Soledad, El Camino del Caos… Nombres rimbombantes y rocambolescos para unos escenarios mayoritariamente bonitos en su concepción pero muy discretos en su ejecución técnica.

Y el mayor problema que en este sentido tiene Circle of Doom es su propia concepción de Hack & Slash limitado, concepción que acaba repercutiendo también en la jugabilidad. Pasillo es el sustantivo que mejor encaja con una descripción general de los niveles del nuevo Kingdom Under Fire; pasillo tras pasillo el juego desgrana sus campañas de forma rutinaria; deviniendo en un machacabotones del que poco se puede extraer, tanto en términos jugables como en visuales, que son los que toca analizar ahora.

El multijugador de carácter cooperativo es uno de los aspectos más interesantes de Kingdom Under Fire: Circle of Doom. Podremos jugar hasta con tres compañeros humanos más de forma simultánea, y gracias a esto paliaremos de alguna manera el lento desarrollo del juego.
El multijugador de carácter cooperativo es uno de los aspectos más interesantes de Kingdom Under Fire: Circle of Doom. Podremos jugar hasta con tres compañeros humanos más de forma simultánea, y gracias a esto paliaremos de alguna manera el lento desarrollo del juego.

Circle of Doom resulta un juego, como decimos, sencillo pero cumplidor en su aspecto; con algunos efectos de iluminación y de modelado ciertamente vistosos pero con otros toscos e inacabados como ciertas animaciones o los repetitivos diseños de los enemigos.

Poco que deducir técnicamente por lo pequeño de los niveles que se carga y por lo limitado de la capacidad de maniobra que se observa en éstos. Aun así se perciben ocasionales caídas en la tasa de imágenes por segundo y desagradables defectos de sincronía vertical, aunque el programa mueve con solvencia grandes cantidades de enemigos en pantalla simultáneamente sin acusar demasiados problemas.

Lo sonoro es, sin lugar a dudas, uno de los mejores apartados del juego. Las melodías son inspiradas en su mayoría, y cubren desde el metal pseudoindustrial de los menús, hasta las pausadas melodías que nos acompañan cuando caminamos en solitario. Sin embargo el puñado de canciones acusan un reciclaje brutal y se repiten de forma grotesca, lo que puede desembocar en que optemos a los pocos minutos de juego por silenciar su volumen y poner nuestra propia música. El doblaje cumple con corrección, así como los efectos sonoros.

Mediocre

Sin sello

Kingdom Under Fire: Circle of Doom

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Kingdom Under Fire: Circle of Doom obtiene poco más de un aprobado por sus valores de producción, por el multijugador cooperativo y porque, pese a resultar insatisfactorio, no es un juego insultante o malo; sencillamente termina siendo aburrido. La escasa personalización del arsenal, la lenta y poco efectiva progresión del personaje y la discutible inteligencia artificial del enemigo convierten los combates en una experiencia repetitiva y frustrante. Técnica y artísticamente resulta competente, pero poco tiene que ofrecer Circle of Doom al género Hack & Slash en cuanto a su jugabilidad.

Comprar Kingdom Under Fire: Circle of Doom
Jugadores: 1-4
Idioma:
Duración:
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

12.876 visualizaciones

100 DETALLES OCULTOS de RED DEAD REDEMPTION 2

¿Qué detalles ocultos guarda Red Dead Redemption 2? En el video de hoy os presentamos más de 100 curiosidades distintas acerca de la aventura de Arthur Morgan y de John Marston que nos presentó Rockstar Games en 2018.