Año y medio después de que apareciese en tierras niponas llega a occidente Bleach: Shattered Blade, un título de peleas basado en la obra maestra de Tite Kubo y uno de manganimes más aclamados del momento. Rememoraremos los duelos de Zanpakutos de Ichigo, Rukia y compañía a golpe de Wiimote y Nunchuk.
La asociación anime-videojuego ha dado a lo largo de los años abundantes frutos. Muchos han sido los títulos basados en series japonesas que han triunfado, ya no sólo en su país de origen sino en todo el mundo. Algunos son de incontestable calidad mientras que otros simplemente basaban su modelo de venta en el tirón de la serie, tanto en oriente como en occidente.
El resultado ha sido siempre una amalgama de títulos que, incluso compartiendo licencia, se diferenciaban enormemente en la calidad y ambición que atesoraban. El último ejemplo es el de Bleach. Frente al título profundo, rico y amplio de Nintendo DS nos encontramos con este Shattered Blade para Wii, un juego que salió a la venta junto con el estreno de Wii en Japón y que, aun siendo divertido, queda muy lejos de su supuesto hermano menor.
Duelos simplistas
El mayor inconveniente del juego es la excesiva simplicidad con la que se ha planteado. Con unas cuantas acciones fáciles podremos ejecutar la práctica totalidad de los movimientos. Olvídate de los combos de golpes y las medias lunas, aquí utilizaremos los movimientos del Wiimote y el Nunchuk a la vez que pulsamos algún que otro botón.
La idea no es mala y se puede tomar como una gran innovación, pero el problema es que está mal implementada. La primera toma de contacto con este título de Bleach es muy favorable. Buenos movimientos, agitas el Wiimote y fácilmente puedes ejecutar los mejores ataques en pocos minutos, lo que da como resultado unas peleas espectaculares. El problema viene cuando, tras unas cuantas partidas, te das cuenta de que el juego ofrece poco y que además se hace repetitivo. Todos los personajes se controlan de la misma manera y responden igual a tus movimientos. La única diferencia es el zanpakuto que utilizas.
Y es que los combos que hay en el juego son muy limitados. Contamos con diferentes tipos de golpes que se ejecutan con tres movimientos de Wiimote: tajo vertical, horizontal y embestida frontal. Responden bien aunque a veces hay confusiones. Si al realizar un ataque normal pulsamos B llevaremos a cabo un ataque especial más dañino y si pulsamos A será un crítico imposible de defender. Además contamos con la posibilidad de defendernos y la de desplazarnos más deprisa con los botones del Nunchuk. Éste también tiene la función de cargar la barra de energía si lo agitamos y, una vez que esta está llena, provocar el estado especial o Bankai, en el que nuestros golpes serás más poderosos y podremos ejecutar nuestro ataque más devastador. Y ya está. No contamos con movimientos laboriosos ni obstáculo alguno que pueda añadir dificultad y capacidad de superación en el jugador, sino que nos encontramos con 10 movimientos que se repiten en todos los luchadores.
En cuanto a modos de juego, tendremos la oportunidad de disfrutar de los tradicionales historia, arcade, duelo y entrenamiento. El primero nos dará la oportunidad de jugar con ocho personajes distintos una serie de peleas a un round que nos contarán una sola trama desde diferentes ángulos, y que no está sacada de ningún capítulo de la serie. En ella todos tendrán que buscar por diferentes motivos los fragmentos del Soukyoku una vez más. Desgraciadamente, la historia que nos cuentan se limita a pequeños textos acompañados de imágenes estáticas, sin videos que podrían haber aportado calidad, máxime si hablamos de un anime tan notable como Bleach. Al final nos queda la misma sensación de falta de profundidad que el resto del título.
En cuanto al modo arcade, es similar al historia pero sin trama, y nos llevará a luchar en peleas a dos rondas hasta un total de ocho. Además tendremos el modo entrenamiento con un tutorial (que, dicho sea de paso, desbloquea a uno de los personajes) y la posibilidad de practicar tu sólo. A esto se le añade un multijugador local y una tienda en la que compraremos trajes secundarios y galerías de arte. La posibilidad de desbloquear cosas es una de la que más riqueza aporta al juego, especialmente en lo que respecta a los luchadores, ya que comenzaremos con 12 y podremos llegar hasta los 32.
Frente a todos estos inconvenientes, no todo es malo en Bleach: Shattered Blade y hay que destacar también sus puntos fuertes. El principal es la posibilidad que brinda el título de jugar batallas espectaculares con poco esfuerzo. Algunas veces nos dará la sensación de que únicamente agitamos el Wiimote, pero no deja de ser divertida la apuesta por trasladar directamente los movimientos del mando a la pantalla lo que, unido a la facilidad del manejo divertirá, y mucho, especialmente a los jugadores menos acostumbrados a los juegos de lucha.
El cel-shading nunca muere
Como ya es habitual en los títulos basados en animes, este Bleach cuenta con un apartado gráfico cel-shading que, dicho sea de paso, está a la altura de las circunstancias. Los luchadores están recreados con gran calidad y sus movimientos especiales, sobre todo los Bankai, son de gran espectacularidad y cuentan con unos efectos de iluminación bastante logrados. Los escenarios, sin embargo, quedan algo deslucidos, presentan poca vida y son una mera comparsa, ya que no influyen absolutamente nada en la jugabilidad.
En cuanto al apartado sonoro, es criticable y más pensando en los aficionados la ausencia de las voces en japonés así como la de la música original de la serie. Es una auténtica lástima, teniendo en cuenta la gran calidad de la banda sonora del anime.
Bleach: Shattered Blade es un título con una premisa sencilla que gustará a los aficionados de la serie y a los jugadores menos habituales, pero que decepcionará a los asiduos a los títulos de lucha. Su mecánica simple divertirá a algunos, pero a medio plazo da como resultado una falta de profundidad que desdibuja un título que podría haber sido mucho mejor si se le hubiera dedicado más tiempo.
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