Análisis de RIDE. Control de Potencia

Análisis de RIDE. Control de Potencia
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Motos, ritmo trepidante y una nueva IP de velocidad. Milestone creía tenerlo todo dominado para alcanzar el éxito pero, lamentablemente, no ha acabado de ofrecernos la mejor de sus versiones. Hay buenas ideas de accesibilidad en Ride, sin embargo fallan en su conjunto por cosas tan importantes como las físicas o la inteligencia artificial.

Los chicos de Milestone son uno de los equipos más veteranos en el género de la velocidad y, particularmente, entre las motos. Cierto que también han abordado otros subgéneros de la conducción como las coches con WRC, por poner un ejemplo, sin embargo donde más se han prodigado y realmente tienen un nombre es sobre las dos ruedas. A esta vertiente de los videojuegos de este tipo pertenece Ride, su nueva propiedad intelectual que, por desgracia, está algo alejada de la calidad de sus mejores trabajos.

Y es que este estudio afincado en Italia ha hecho juegos de calidades muy distintas y su última obra pertenece al grupo de sus obras más discretas. ¿Qué problemas tiene? En condiciones normales esperamos de los trabajos de este estudio obras de género artesanales y sin fisuras. Nada más lejos de la realidad en este caso, donde no sólo falta chispa e inspiración sino que también fallan cosas que esperamos de un videojuego apoyado por la tecnología del año 2015 en términos de físicas, conducción o inteligencia artificial.


A Lomos de Bestias

Lo mejor del videojuego, para empezar, es el hecho de lo fácil que resulta entrar en él y su manejo gracias a su cuidada mezcla de simulación y arcade. No nos cuesta nada ponernos a los mandos y comprender los entresijos de su conducción, y es que en lo más básico el manejo es más que aceptable. El problema viene cuando ahondamos en los detalles y comenzamos a descubrir que lo que parece interesante en primera instancia va perdiendo fuerza a medio plazo, y por si fuera poco empieza a dejar ver unas aristas y unos elementos que requieren de un mayor pulido y que acaban por provocar un acabado algo áspero. Especialmente el tema de las físicas, muy poco cuidado tanto en las colisiones que no tienen nada de realista como en las salidas de curva que son difíciles de gestionar.

Control de Potencia


Lo bueno de Ride es que podremos pilotar más de 100 motos en 4 categorías: Superbikes, Supersports, Naked y motos históricas.
Lo bueno de Ride es que podremos pilotar más de 100 motos en 4 categorías: Superbikes, Supersports, Naked y motos históricas.


Y es que todo esto tiene una importancia radical en un juego que pretende ofrecer una simulación de realismo moderado como éste. Algo parecido podemos decir de la inteligencia artificial, que no tiene intención ninguna de tomar riesgos y que no modifica su comportamiento ni tan siquiera alterando los niveles de dificultad. ¿Qué provoca esto? Que la obra nos brinda sus mejores momentos sólo en lo referente a dominar con maestría nuestra moto, y no tanto en el sentido puramente competitivo que tan a menudo deja que desear. Estamos totalmente de acuerdo en el tema de la accesibilidad, pero todas estas partes debían haber sido mucho más cuidadas para asentar los cimientos de una IP inédita que comienza con un juego que debe ejercer a modo de carta de presentación.

Claro, en este sentido debemos matizar que Ride es la primera propiedad intelectual enteramente nueva para este estudio. Tras trabajar en abundantes producciones basadas en licencias, por fin tienen libertad total para fijar sus propias reglas e intentar cosas nuevas. En este sentido se han apoyado en hasta 14 fabricantes licenciados (Aprilia, Bimota, BMW, Ducati, EBR, Energica, Honda, Kawasaki, KTM, Lightning, MV Agusta, Suzuki, Triumph y Yamaha) para prestar sus motocicletas, que alcanzan un número que supera las 110, y que se convierten por méritos propios en la gran estrella del show.

No nos cuesta nada ponernos a los mandos y comprender los entresijos de su conducción, y es que en lo más básico el manejo es más que aceptable

Nos ha gustado mucho, por otra parte, la intención de Milestone por elaborar con mucho cuidado todos los detalles de las pistas que presentan, un total de 15 de muy diferente índole y generosa variedad con algunos titulares tan relevantes como los de Imola o Donington Park. Los distintos circuitos reales que se presentan están muy cuidados en el sentido de ser realistas y de buscar transmitir las mismas sensaciones que recorriendo sus rectas y recodos, aunque como detallaremos más adelante la ejecución técnica definitivamente no está a la altura.

Control de Potencia


Un Mundo de Carreras

Algunas partes parecen algo vagas como, por ejemplo, la del movimiento por algunas de las características del título. Hay cierta falta de empeño por parte de sus responsables a la hora de que descubramos algunas de las cosas como, por poner un único ejemplo, cómo funciona la mecánica de desbloqueos. Hay muchas cosas que tendremos que descubrir por nosotros mismos, pero no en un sentido de desafío o profundidad de la experiencia jugable, sino más bien de falta de interés en el diseño de ciertas secciones. Lo cierto es que en el sentido de tutoriales y consejos hay pocas explicaciones, más por poco detalladas y por la escasa necesidad de éstas ante lo sencillo que es todo que por su frecuencia, pero en esta línea la claridad de los menús y su cuidado pero sencillo diseño sí ayuda a que la navegación entre las distintas modalidades al menos sí sea muy sencilla.

La personalización no aporta grandes posibilidades, pero nos permite dar forma a nuestro alter ego virtual y definir el look de nuestra moto.
La personalización no aporta grandes posibilidades, pero nos permite dar forma a nuestro alter ego virtual y definir el look de nuestra moto.


No hay grandes sorpresas en este campo, Milestone ha optado con espíritu conservador por no reinventar la rueda. Hay las clásicas carreras rápidas, pruebas a contrarreloj y un efectivo competitivo local para dos pilotos a pantalla dividida en la misma videoconsola. No obstante el verdadero rey del cotarro es la Gira Mundial, que ofrece distintos eventos en base a distintas ramas de categorías en función del tipo de moto que más nos interese. Hay diferentes tipo de pruebas con los clásicos estilos (competición, aceleración, contrarreloj…) , y sólo algunos tienen alguna matización interesante o en algo novedosa como, por ejemplo, el de Días de Pista en el que vivimos una potente cuenta atrás en la que tenemos que enlazar adelantamientos para obtener bonificaciones de tiempo y tratar de llegar hasta el final.

Todo funciona en base a un sistema de desbloqueos, lo que incluye los Trofeos de Élite, y que brinda reputación y posibilidad de escalar en las clasificaciones de pilotos. No hay demasiadas complicaciones en todo este sistema que, de hecho, nos ha dejado sorprendidos por lo rápido que podemos alcanzar los puestos más altos del escalafón. Cierto que las recompensas son potentes y se anima a proseguir liberando más y más cosas, sin embargo si nuestra máxima aspiración es llegar a lo más alto no tardaremos demasiado en lograrlo.

La vertiente que más nos agrada de la faceta visual son las motocicletas, que parecen con mucha diferencia la parte a la que más atención se ha prestado de todo el conjunto

En este sentido el programa quiere que logremos cierta empatía con el piloto, y para ello nos propone una serie de opciones de personalización. Buscan que haya una cierta empatía entre nosotros, aunque las alternativas son algo limitadas tanto en cuanto a rostros como en cuanto a detalles (peinados, vello facial…) o indumentarias. Algo similar pasa con las motos aunque éstas, como detallaremos más adelante, están mucho más cuidadas. Comenzamos nuestra andadura comprando una, y el títulos nos emplaza a ir mejorando nuestro abanico de éstas haciéndonos con ellas a cambio de la moneda in-game. La customización de éstas va más allá de su look cosmético sino que también afecta a las prestaciones con un sistema bastante sencillo, y de algo más de profundidad goza la posibilidad de definir todo el sistema de ayudas y asistencias sobre carretera para acoplar la experiencia a lo que más nos apetezca disfrutar sobre nuestro bólido.

Control de Potencia


Pasión por la Velocidad

Los entornos son, desde la llegada de las nuevas máquinas, uno de los puntos fuertes del aspecto visual de los productos de velocidad. No es el caso de un Ride que en este sentido presenta un aspecto francamente decepcionante con texturas de una pobreza sobrecogedora, objetos de repetición de aspecto discreto en el caso de las áreas urbanas y con colinas, montañas y vegetación muy discretas para los circuitos ambientados en entornos naturales. Como siempre en estos casos las versiones para consolas del nuevo ciclo y PC, con sus resoluciones altas de 1080p, presentan la paradoja de que son las que mejor aspecto exhiben, como es obvio, pero al mismo tiempo las que más claramente dejan patentes las miserias de sus modelados, carga poligonal y nivel de detalle.

Lo más reseñable del apartado visual es el aspecto de las motocicletas.
Lo más reseñable del apartado visual es el aspecto de las motocicletas.


Por otra parte la vertiente que más nos agrada de la faceta visual son las motocicletas, que parecen con mucha diferencia la parte a la que más atención se ha prestado de todo el conjunto. Se nota que en Milestone sienten un profundo amor por este tipo de vehículos, y basta con echar un vistazo a las máquinas para notarlo y que nos quede claro. El título, además, se recrea en su cuidado modelado en las cámaras de antes de cada carrera, que repasan su aspecto haciéndose fuertes en los detalles de sus carrocerías o, así mismo, también en el modo foto. Por desgracia los pilotos, la otra parte de la ejecución visual de las motos, no están ni mucho menos tan cuidados, con un modelado perezoso y unos diseños más bien poco inspirados.

Hay cosas a nivel tecnológico más puramente de acabado jugable que también denotan de alguna manera que Ride es un juego al que quizá le haya faltado algo más de tiempo para acabar por ser un producto un poco más compacto. Por ejemplo hay tiempos de carga dilatados hasta la exageración casi para cosa que hacemos y también bugs de grave índole. En 3DJuegos solemos ser bastante laxos con los fallos de programación y es que, a no ser que den al traste con partidas guardadas o con misiones bloqueadas, no los tenemos en muy grave consideración particularmente en el caso de géneros de mundo abierto. El caso de este trabajo del estudio italiano sí que presenta problemas leves pero también otros de este tipo que, por ejemplo, incluso nos han llevado a perder una partida completa del modo carrera. Como siempre en estos casos, confiemos en que con el paso del tiempo acabemos viendo algún parche que resuelva estas incidencias.

En cuanto al sonido, el título hace los deberes sin grandes pretensiones. El sonido de las motocicletas no está mal, pero no es abrumador precisamente por su calidad y veracidad de su ejecución. La música no tiene demasiada presencia, y el programa llega traducido a nuestro país, eso sí, con un gran nivel de sus escasamente presentes voces.

Regular

Sin sello
Control de Potencia
Sin sello

especialmente redentor. Es una nueva IP que no aporta nada particularmente nuevo o audaz, y que dentro de sus limitaciones tampoco acaba de resolverlas particularmente bien. Fallan muchas cosas como las físicas o la escasa profundidad, pero su componente accesible y su acertada mezcla de arcade y simulación agradará a más de uno.

Comprar RIDE
  • Es sencillo en su manejo y es de fácil acceso
  • Como suele suceder en la velocidad, tiene una respetable oferta de modalidades y alternativas jugables
  • Falta inspiración y no tiene nada de particular. No duele jugarlo, pero tampoco motiva
  • Partes nada cuidadas como, por ejemplo, las físicas
  • Nada pulido en cuanto a acabado. Tiempos de carga larguísimos y bugs graves
Jugadores: 1-12
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración: Incalculable
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