Análisis de Warhammer The End Times - Vermintide. Oleadas viscerales cuerpo a cuerpo

Análisis de Warhammer The End Times - Vermintide. Oleadas viscerales cuerpo a cuerpo
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Sobrevive a la furibunda plaga de hombres rata que han invadido la ciudad de Ubersreik en esta desafiante aventura de acción cooperativa, que es algo más que un simple clon de Left 4 Dead ambientado en Warhammer como muchos temían. Visceral en sus combates cuerpo a cuerpo y con un interesante toque rolero, hay pocos juegos a nivel multijugador que llenen tanto como esta obra.

Rugen los cuernos de guerra. Se acercan. Puedes oírles. Y vienen en masa. Cientos y cientos de hombres rata con un único objetivo: matarnos. Acabar con nuestra vida y la de todos aquellos que se crucen en su camino. Son una plaga mortal. Un maremoto de muerte y destrucción que ha arrasado en una sola noche la ciudad de Ubersreik, y ahora ansía extender su mal por todo el Imperio. Pero ahí estás tú. Cara a cara frente a esa implacable masa de criaturas monstruosas encarnada por los Skaven. Tú y tres héroes más. Tus aliados. Los únicos en los que puedes y debes confiar en esta brutal aventura de acción cooperativa que si algo hace bien precisamente es generar tal sensación de indefensión ante el ejército rival, que a veces correr sin echar la vista atrás puede ser la mejor de las soluciones.

Suena ridículo, más si hablamos de un videojuego que básicamente te propone masacrar hordas y hordas de enemigos, pero tal es la cantidad de monstruos que nos asaltarán, y tal es la desventaja táctica frente a ellos, que a su modo, este parece un juego de terror. No lo es, claro que no; pero Warhammer: The End Times - Vermintide consigue desmarcarse así de otros títulos del estilo, apostando por una acción cuerpo a cuerpo más visceral a la que es difícil resistirse. Muchos lo han tildado de ser un clon de Left 4 Dead con espadas, arcos y hombres rata en vez de zombis, y algo de razón tienen. Pero sería injusto quedarse con esta mera descripción sin ahondar también en las particularidades que atesora esta obra del estudio independiente Fatshark, que ya en el pasado nos sorprendió con el notable juego multijugador War of the Roses.


¡Ya llegan!

Cuatro héroes contra decenas. Cientos. ¡Miles de enemigos! O a saber. Que no nos hemos parado a contar los Skaven que hemos exterminado durante la partida. Muchos. Sin duda. Pero que no os engañe el frenetismo de la acción ni tampoco la visceralidad de los sangrientos combates cuerpo a cuerpo en los que se nos envuelve. Vermintide es ante todo un juego de equipo. Que sí, suena a obviedad a estas alturas de la película pero no tanto como imagináis. Porque hay pocos títulos que fomenten de forma tan férrea la acción cooperativa, y muchos menos los que castiguen con tanta dureza las individualidades. ¡Abandonar la formación supone la muerte! Sin exagerar.

Quedarse solo durante una oleada Skaven puede resultar terrorífico. ¡Más si juegas con bots! No es que sean estúpidos, pero sí poco de fiar.
Quedarse solo durante una oleada Skaven puede resultar terrorífico. ¡Más si juegas con bots! No es que sean estúpidos, pero sí poco de fiar.


No ya solo por la presencia masiva de hombres rata, que en cualquier momento podrán arrinconarnos y acabar con nuestra vida con una facilidad pasmosa, sino más bien por esas unidades especiales que en la línea de Left 4 Dead, nos asaltarán de forma distinta dejándonos totalmente indefensos si no contamos con el apoyo de los aliados. Es el caso de los asesinos, que se abalanzarán sobre nosotros para acuchillarnos; o los Señores de las Bestias, que nos echarán el lazo y arrastrarán a sus dominios, alejándonos del amparo del resto de jugadores.

La presencia de estas criaturas dota a la acción de mayor variedad, pues aunque el objetivo de las misiones no varía, sí lo hace la posición de los enemigos y la frecuencia con la que nos asediarán en forma de oleadas. Lo que supone un gran punto a favor de cara a rejugar cada uno de los 13 niveles que conforman la aventura, aunque es verdad que a la larga se echa en falta una mayor variedad de enemigos; más criaturas distintas que te obliguen a cambiar radicalmente tu estrategia de combate, como ocurre por ejemplo con las temibles Ratas Ogro -suele ser una por misión-, que son claramente los seres más peligrosos del juego por resistencia y capacidad para generar daño.

Oleadas viscerales cuerpo a cuerpo


Que no os engañe el frenetismo de la acción ni tampoco la visceralidad de los sangrientos combates. Vermintide es ante todo un juego de equipo

Hasta enfrentarse a una de estas criaturas cualquiera podría pensar que Vermintide es un machacabotones no demasiado complejo en su acción. Y es verdad. Su sistema de batalla no es profundo que digamos, pero tampoco simple en exceso: tenemos ataques rápidos, cargados, la opción de empujar a los enemigos, bloquear sus ataques, esquivarlos, distintos tiempos de respuesta y radio de acción dependiendo del arma que empuñemos… amén de varias armas de ataque a distancia como pistolas, arcabuces, ballestas o arcos que se complementan a la perfección. También podemos recurrir a granadas y bombas incendiarias, que bien usadas pueden causar estragos entre las filas enemigas -lástima que no abunden-; así como pociones de fuerza y velocidad, que potenciarán sendos atributos haciendo de nuestro héroe un guerrero más temible si cabe. Y ya que hablamos del héroe…

Los dados determinarán qué clase y calidad de objetos recibes al final de cada misión. A mayor nivel de dificultad y más secretos descubiertos, más dados tendrás.
Los dados determinarán qué clase y calidad de objetos recibes al final de cada misión. A mayor nivel de dificultad y más secretos descubiertos, más dados tendrás.


En Warhammer: The End Times - Vermintide cinco son los valientes que han decidido proteger la ciudad Ubersreik valiéndose de su destreza en el manejo de las armas. Cinco héroes que llegan con su propio equipo de batalla y ciertas particularidades que los diferencian del resto de aliados, aunque conviene dejar claro que no existen roles predefinidos. No tenemos a nadie que cure a los demás per sé, ni el tanque de turno, ni al especialista en provocar daño. Todos y cada uno de los héroes, en su estilo, actúan como máquinas de matar. Y nos parece bien. Aunque habría estado genial ver más diferencias entre los protagonistas. Algo más como la maga, que si abusa en exceso de los conjuros de fuego terminará estallando en mil pedazos.

Un grotesco espectáculo digno de ver. Que esa es otra. La gran puesta en escena de este videojuego que retrata de forma admirable el oscuro mundo de Warhammer. Tanto por el salvajismo y visceralidad de la acción, casi parece que la sangre de los enemigos nos salpique a nosotros mismos, como por el propio diseño de escenarios, que sorprenden por su variedad y la estructura misma de los niveles. Hay mucho que explorar, mucho que ver, y muchas zonas que bien aprovechadas pueden convertirse en el mejor bastión frente a las oleadas de enemigos. Y esto denota un gran trabajo por parte de Fatshark, que saca oro de muchos de los campos de batalla en los que nos sumerge. Especialmente aquellos en los que toca defender una posición, o recoger ciertos objetos como alimentos o pólvora ante el acecho constante de los Skaven.

Una de estas ratas acorazadas puede causar muchos problemas. Ahora imaginad una veintena juntas. ¡Muerte asegurada!, así que usad el sigilo. A veces es mejor evitar algunos combates.
Una de estas ratas acorazadas puede causar muchos problemas. Ahora imaginad una veintena juntas. ¡Muerte asegurada!, así que usad el sigilo. A veces es mejor evitar algunos combates.


Habría estado genial una mayor variedad de objetivos, claro, pero tampoco podemos recriminarle mucho a un título que es tan divertido de jugar. ¡Y difícil! Aun afrontando su acción en el nivel Normal, superar algunos retos puede convertirse en una auténtica odisea. ¡Y hay tres niveles de dificultad por encima! Además, los más valientes pueden optar por completar ciertas tareas adicionales como la localización de tres tomos secretos, así como los grimorios skaven, que al recogerlos mermarán la salud de todo el equipo. ¿La recompensa? Más y mejores dados para que, al terminar con éxito la misión, tengamos más probabilidades de recibir una buena recompensa.

No tiene mucho peso en la acción pero hay un hilo narrativo que conduce nuestros pasos a través de Ubersreik. Cada héroe cuenta además con sus propias líneas de diálogo.
No tiene mucho peso en la acción pero hay un hilo narrativo que conduce nuestros pasos a través de Ubersreik. Cada héroe cuenta además con sus propias líneas de diálogo.


Y aquí nos encontramos con uno de los aspectos que menos nos han gustado: el reparto del botín. O más bien el casi nulo reparto dada la dificultad con la que se adquieren nuevas armas, baratijas y sombreros. A lo que debemos sumar el componente de aleatoriedad que prima en la obra, y que hará que no siempre toquen objetos destinados al personaje que manejamos. Lo que puede ser frustrante, la verdad; algo más propio de un juego de carácter free-to-play que de una obra de estas características. Será por eso que agradecemos tanto la presencia de la forja, que usaremos para crear nuevas armas -combinando las viejas- o mejorar las ya existentes.

La gran puesta en escena de este videojuego que retrata de forma admirable el oscuro mundo de Warhammer

Tampoco es algo grave hasta el punto de querer abandonar el juego, pues mientras escribimos este análisis seguimos con ganas de echar alguna que otra partida. ¡Y eso que hemos pasado horas y horas con él! Pero es también esta experiencia la que te hace ver algunos de los errores más destacados de la obra. Hemos hecho mención de los puramente jugables, pero también los hay tecnológicos. De entrada el rendimiento, demasiado exigente. Incluso usuarios con equipos de gama alta tendrán dificultades para disfrutar de la acción de Vermintide en su máximo esplendor. Y luego están los bugs, que en algunos casos provocarán que no podáis completar algunas misiones. Por fortuna el equipo de Fatshark trabaja a marchas forzadas para corregir ambos problemas, así que solo es cuestión de tiempo que el juego funcione como la seda.

Muy Bueno

Sin sello
Oleadas viscerales cuerpo a cuerpo

Warhammer: The End Times - Vermintide

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Hacía tiempo que un juego de acción cooperativa no nos enganchaba del modo en el que lo consigue Warhammer: End Times - Vermintide. Brutal en sus combates cuerpo a cuerpo y con una buena variedad de localizaciones en las que pelear, esta suerte de Left 4 Dead mezclado con Chivalry y una pizca de rol promete brindarnos grandes alegrías durante los próximos meses. Aun con sus fallos es tan adictivo que resulta difícil despegarse de su acción. ¡Veremos cómo se expande en el futuro! ¿Habrá nuevos enemigos? Solo de imaginarlo nos emocionamos.

Comprar Warhammer: The End Times - Vermintide
  • Es una de las mejores experiencias cooperativas de los últimos años
  • La visceralidad de su acción, y su elevado nivel de dificultad
  • El diseño de escenarios. Son variados y plantean retos dispares
  • Cinco clases de personaje con sus particularidades y equipo de combate exclusivo
  • Los bots. La acción es tan dura que necesitas compañeros más avispados
  • Bastante exigente a nivel técnico. También hay algún que otro bug molesto
  • Equipar a nuestros héroes puede ser desesperante por la lentitud
  • Aunque no es esencial, se echa en falta algún modo de juego competitivo
Jugadores: 1-4
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 15-20 horas (mínimo)
Ver requisitos del sistema
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