Disparos, inmersión arcade y alguna que otra leve novedad. Housemarque lleva su notable shooter espacial a la Realidad Virtual de Sony conservando sus cualidades y expandiendo un tanto su oferta lúdica en su vertiente individual, perdiendo el multijugador por el camino. Análisis de Super Stardust Ultra VR.
Como sé que también sucede con muchos de vosotros, siento un gran respeto por el estudio Housemarque. No es que sea mi estudio de desarrollo favorito, no llega a tanto, pero nadie puede cuestionar su gran trabajo efectuado durante los últimos años a la hora de insuflar nueva vida e, incluso, de reverdecer viejos laureles a un género que había caído en la desgracia: el de los shooters en plan arcade, los de toda la vida.
Su creatividad dentro de este género parece no tener límites y han firmado experiencias tan diferentes como atractivas: Dead Nation, Resogun, Super Stardust Ultra… Precisamente éste último ha sido el escogido por este estudio para dar el salto a la Realidad Virtual de PlayStation VR, dando vida a una versión desarrollada específicamente para este nuevo periférico: Super Stardust Ultra VR.
Eso sí, no se han quemado mucho la cabeza a la hora de traernos esta nueva edición, dado que en esencia es prácticamente un calco que la misma que apareció para PS4 hace ya un tiempo.
Super Stardust Ultra VR es un shooter de corte espacial que pertenece al género de los llamados twin stick shooters. De esta forma para controlar a nuestra nave debemos usar ambas palancas para guiar su trayectoria, apuntar y disparar, siendo necesario además gozar de buenos reflejos dado que se trata de un título muy exigente. Sí, porque tal y como suele ser habitual en este clásico género, el nivel de dificultad es bastante elevado, si bien nunca llega a ser frustrante.
Nuestro deber consiste precisamente en acabar con decenas de rivales de todo tipo que nos asaltan a cada paso que damos, alienígenas en su mayoría, siendo necesario usar toda la gama de armas que pueden ser equipadas en nuestra nave, desde blasters a bombas, pulverizadores de rocas, lanzallamas o lo que sea.
Reflejos y desafío
La experiencia de juego es tremendamente gratificante y, al menos para mi gusto, la sensación de inmersión que nos proporciona este juego es notable, aunque no tanto como la vivida en otros títulos para este periférico de PS4. Los planetas de pequeño tamaño que dan vida a cada fase se aprecian con todo lujo de detalles, si bien los reyes del cotarro son los efectos especiales, que son los que más han ganado con el salto a PSVR. Además se trata de un título igual de completo que ya lo fue el genuino, al menos en su faceta para un solo jugador, con multitud de modos de juego en los que tomar partido (Arcade, Supervivencia, Bloqueo, Bombardero, etc.) a los que se ha integrado una gran novedad.
El modo Zona de Invasión ha supuesto una agradable sorpresa y, de hecho, se trata de una modalidad que cambia bastante la mecánica de juego habitual de Super Stardust Ultra. En este caso la acción se traslada a la cabina de la nave (es decir, que tenemos vista en primera persona), la cual en este caso sólo puede desplazarse por tierra, algo que no ocurre con los adversarios. Nuestro cometido es aguantar las oleadas de enemigos que nos atacan de manera continua, teniendo que operar en una superficie plana (en lugar de los planetas circulares) y no muy amplia que sirve como arena de combate.
Esta experiencia de juego inédita aporta bastante interés a esta edición, ya que se trata de un concepto absolutamente diferente. Pero también es verdad que es necesario acostumbrarse a él dado que, como ya imaginaréis, marea un poco, al menos en mi caso.
El inconveniente principal que he encontrado a esta versión es su falta de ambición
El inconveniente principal que he encontrado a esta versión es su falta de ambición. Y es que dejando de lado el citado componente de inmersión y el citado modo Zona de Invasión, el resto es lo mismo que ya disfrutamos en su versión original. Esto afecta incluso a su apartado gráfico, que dejando de lado la consabida menor resolución y demás detalles inherentes (de momento) a los juegos que aparecen para PSVR, el resto es lo mismo. Y lo mismo ocurre con su apartado sonoro, aunque en este caso sí que es cierto que el sonido 3D mejora la experiencia.
Pero lo peor es la supresión del modo multijugador, que podría haberse incluido de manera relativamente sencilla, jugando el resto de usuarios ajenos a la PSVR en la pantalla del televisor.
El equipo Housemarque ha querido pisar sobre seguro en su asalto a PlayStation VR, en exceso quizá. Y es que esta versión del clásico de PS4 es casi una copia de lo que disfrutamos hace más de un año, pero con ciertos "arreglos"… y pérdidas. El cambio más notable es su nuevo modo de juego, Zona de Invasión, que modifica por completo la fórmula de juego, desde su perspectiva a su disposición. Marea un tanto, pero divierte. Y por otra parte la sensación de inmersión está realmente lograda, siendo uno de los grandes reclamos de los títulos que están apareciendo para los nuevos cascos de Realidad Virtual. Nos hubiera alegrado disfrutar de más novedades, pero sigue siendo un buen arcade de acción.
- La sensación de inmersión está realmente conseguida
- Es tan adictivo y desafiante como el original
- El nuevo modo de juego desde la cabina añade interés…
- … pero marea que da gusto
- Se echan en falta más novedades jugables
- La ausencia del modo multijugador resta durabilidad
