Tras el cautivador LostWinds aparecido en los primeros compases de WiiWare, Frontier nos trae su deseada secuela. Un juego que mima cada uno de los aspectos buenos de su predecesor y los potencia para traernos una nueva e inolvidable aventura de Toku en busca de su destino.
Empezar hablando de un videojuego para una plataforma digital de descarga puede hacer creer que su importancia dentro del panorama del videojuego es menor, sin embargo últimamente están proliferando grandes juegos que incluso superan en calidad y diversión a muchos de los que salen en formato físico. El servicio digital de descarga de Nintendo, WiiWare, es un servicio que cuenta con grandes exponentes como World of Goo, Sword and Soldiers o LostWinds.
Sobre este último la gente de Frontier Development logró el que es, posiblemente, el juego más sobresaliente de los disponibles en este servicio, siendo sólo cuestión de tiempo que su secuela acabara llegando al mercado. Esta vez el pequeño estudio inglés, con David Braben a la cabeza, ha escuchado los consejos de los usuarios para traer una secuela que resuelve ciertos puntos negativos del primero y potencia aquellos que ya de por sí eran excelentes.
Siguiendo la senda helada del viento
Lost Winds: Winter of the Melodías nos sitúa poco tiempo después de la finalización del primer juego, aunque en esta ocasión el argumento está mejor hilvanado. De hecho comenzaremos la aventura con Riveren, que usa el poder del canto para interactuar con el escenario, y que originará una serie de cambios en el mundo de Mistralis, lugar donde se desarrolla toda la aventura. Es nuestro adorable Toku, el mismo protagonista de la anterior entrega, quién sale en busca de su desaparecida madre que yace perdida en la Ciudad de las Melodías.
Con un sencillo tutorial de partida, guiaremos a Toku junto a Magnok, un ser de piedra gigante que nos irá ayudando a escalar la montaña hasta la zona más fría. Una vez arriba sólo contaremos con la inestimable ayuda del espíritu del viento, Entril, que vuelve a acompañarnos en la aventura. Este diminuto ente personifica el puntero del wiimote sobre la pantalla y, tal como nos tiene acostumbrados, nos otorgará el poder del viento para guiar a nuestro pequeño y querido personaje.
LostWinds: Winter of the Melodias se sustenta en la filosofía del poder del viento para avanzar en la historia, sea pasando plataformas o bien eliminando enemigos. Aquí entra en juego la participación de nuestro wiimote, con cuyo movimiento podremos desencadenar, por ejemplo, desde grande ciclones a simples brisas de aire. Pues bien, como recordaréis, es gracias al impulso del viento cómo nuestro personaje puede ir sorteando plataformas e interactuar con el escenario; una interacción muy conseguida que hace que tanto la vegetación como el propio entorno reaccionen dinámicamente al pasar nuestro cursor.
El uso del viento se potencia con los puzzles, teniendo que salpicar agua para regar plantas, provocar brisas para llevar llamas de fuego y no congelarnos, etc. Asimismo, este poder del viento será nuestra forma de sobrevivir, pues nos permite defendernos y eliminar enemigos bien sea asustándolos, haciéndoles caer, estrellándolos violentamente, congelándolos o lanzándoles objetos. Una ejemplo curioso es aprovechar las inclemencias meteorológicas para crear un remolino sobre la nieve que origine una bola de nieve que despúes podremos estrellar contra un enemigo o bien contra una barrera.
Un mismo mundo, dos estaciones
Pero como hemos dicho, y recordando clásicos como Zelda: A link to the past de Super Nintendo, podemos visitar un mismo escenario desde dos perspectivas. Como muchos sabréis, el juego de Super Nintendo nos trasladaba entre el mundo real y el oscuro, y en Winter of Melodias lo haremos entre dos estaciones: verano e invierno. El cambio de una a otra estación supone los cambios visuales propios de cada una, pero también una forma de descubrir lugares secretos, nuevos puzzles que siempre han estado ahí pero no eran visibles, nuevas habilidades, etc. En general, este cambio estacional ayuda mucho a la exploración y por lo tanto a la duración del juego, pues será frecuente volver sobre nuestros pasos en busca de secretos y rompecabezas.
Otra novedad sustancial con la primera entrega es la implementación de un mapa que nos servirá para guiarnos con facilidad por este nuevo y extenso mundo.
La inmensidad del detalle en un profundo plataformas
En LostWinds: Winter of the Melodias todo es preciosista, un claro ejemplo de trabajo artístico realizado con mucho mimo, que nos hace recordar aquellos tiempos dorados de los 16 bits con productos de exquisita factura artística y gran profundidad jugable. Los escenarios son coloristas, bonitos, tiernos, y transmiten en todo momento una clara sensación de viveza que encaja a la perfección con el gran diseño de niveles realizado por Frontier. Es gratificante observar como llueve o nieva y ver como reaccionan los personajes, sus animaciones, etc… la dinámica del medio es sobresaliente.
Al mismo nivel de los gráficos tenemos el sonido, con unas melodías sencillas que apuestan por la relajación y equilibrio con el juego. Son un complemento fiel al entramado gráfico que, a pesar de no ser muy variadas, encajan a la perfección y ayudan a crear un ambiente relajante al juego.
Pero es jugablemente, con las posibilidades del viento, donde Winter of Melodias se desmarca totalmente. El dibujar círculos con el puntero del wiimote para crear un torbellino, hacer bolas de nieve o bien realizar un lazo que origine un ciclón, es algo impagable, aunque en los primeros momentos el jugador pueda necesitar varios intentos para realizarlo. La buena compenetración del escenario y sus puzzles junto con todas las características del personaje, hacen que sin duda sea un juego muy divertido y sorprendente.
En lo que respecta a la duración, principal queja de los jugadores respecto a la primera entrega, hay que aclarar que Winter of Melodias es ligeramente más largo que el primer Lost Winds, a lo que hay que sumar unos puzzles más profundos que nos hará regresar varias veces sobre nuestros pasos para descubrir todos los secretos. Teniendo en cuenta que estamos ante un juego de WiiWare donde existe cierta limitación de memoria, y el precio al que está disponible, creemos que la experiencia que ofrece esta secuela de LostWinds es extraordinaria.
LostWinds: Winter of the Melodías es una excelente secuela de la aclamada primera parte. Mejora cada uno de los buenos aspectos del anterior y resuelve aquellos que necesitaban mejorarse. Una experiencia impagable, una mirada hacia la época dorada de los plataformas bidimensionales, un encanto visual y jugable que esconde una enorme calidad bajo una pequeña esencia que vale su peso en oro. Este juego no es sólo de lo mejor que puede encontrarse en Wiiware, sino también de lo mejor que hay en todo el catálogo de Wii.
