Naruto regresa a Xbox 360 y lo hace con Broken Bond, la segunda parte del notable Rise of a Ninja. El joven ninja de Villa Oculta de la Hoja vive el ascenso, y su compañero Sasuke su particular viaje a los infiernos, en un auténtico tour de force narrativo que se convierte en uno de los mejores videojuegos de Naruto hasta la fecha.
Con el lanzamiento el año pasado de Rise of a Ninja teníamos entre manos el prometedor inicio de una nueva saga de Naruto, esta vez, de forma exclusiva para Xbox 360. Ubisoft llevaba a cabo en inevitable cel-shading una aventura muy recomendable que mezclaba con mucha habilidad lucha, plataformas e incluso ligeros elementos de rol.
Al título le faltaba un pequeño plus de interés y variedad para alcanzar unas cotas verdaderamente memorables, y el estudio de la compañía francesa en Montreal se ponía manos a la obra para tratar de pulir en poco más de un año las aristas de este diamante en bruto. The Broken Bond es el resultado de ese trabajo, Más largo, más variado y definitivamente superior; la segunda parte de Naruto en Xbox 360 pierde el factor sorpresa pero sale igualmente victorioso.
Vínculos Rotos
La historia del título que nos ocupa gira en torno al final de la primera parte de la historia, lo que a efectos prácticos cubre los capítulos entre el 81 y el 135 del anime japonés.
El videojuego comienza con enorme intensidad con la batalla entre el temible Orochimaru y Sarutobi en las azoteas de Villa de la Hoja. Con este combate del que tomaremos parte controlando al propio Sarutobi el videojuego se abre con un ritmo trepidante, y enganchándonos a la historia desde el primer minuto.
El duelo no se salda como Naruto, Sakura y compañía hubieran deseado, y como todos los aficionados a la serie conocerán. Tras asistir a ciertos eventos y ceremonias solemnes y muy alejadas del tono del primer título comenzaremos a darnos cuenta de que en este juego la narrativa sí es importante.
Después de las primeras horas de acomodamiento para los nuevos, y con las clásicas misiones de entrenamiento, iremos entrando en materia gradualmente para, en un epílogo memorable que supone el último cuarto de juego, obtener un cierre argumental a la altura de lo que se esperaba. The Broken Bond, sin embargo, hace muy poco por contextualizar y recordarnos qué pasó en la anterior entrega, con lo cual los neófitos quizá deban recurrir a ésta o a la serie para el necesario conocimiento de los protagonistas y sus circunstancias. No obstante, si no contamos entre nuestra ludoteca con Rise of a Ninja, o si no hemos visto el anime tampoco es un inconveniente serio, puesto que el juego es igualmente disfrutable sin saber de sus antecedentes.
La narrativa sigue un esquema muy parecido al que se inició en el original, aunque en esta ocasión se ha optado por suprimir del cóctel las escenas del manga original, y optar por emplear el motor gráfico para realizar las cinemáticas. El déficit de resolución era notorio al optar por incluir imágenes del anime, pero lo cierto es que el resultado tenía cierto encanto. Por si fuera poco el motor gráfico es muy competente a efectos jugables, pero en primeros planos acusa ciertas deficiencias en texturas y carga poligonal, y los personajes no acaban de ser todo lo expresivos que debieran en estas secuencias.
En resumen el modo individual se prolonga hábilmente durante cerca de 12 horas, bastante más que en el original, donde al más puro estilo Sand-Box alternaremos misiones, minijuegos, exploración y combates. De nuevo con Villa Oculta de la Hoja y sus alrededores como telón de fondo, pero en esta ocasión con muchos más lugares y ciudades que visitar.
La Ansiada Madurez
La mayor novedad en el campo jugable de The Broken Bond viene de la mano de la ampliación de los personajes que viajan a nuestro lado, y también del uso del trabajo en equipo. En la primera parte lo habitual era encontrarse con Sasuke y Sakura en puntos determinados del escenario para llevar a cabo misiones, no obstante en esta ocasión siempre camina alguien a nuestro lado, y a menudo incluso tomaremos el control de Sasuke, Kiba o Neji entre otros. Se trata de un cruce de perspectivas muy interesante, que aunque siempre está centrado en el protagonista ofrece matices cuidados y que aportan cierta variedad al conjunto.
Así superaremos el habitual cruce de encargos principales y secundarios casi siempre acompañados, y nuestros dos compañeros de fatigas serán excelentes opciones para superar obstáculos o vencer en los combates. Por ejemplo en los enfrentamientos tomaremos parte de las batallas en modalidades de tres contra tres, en las que se siguen esquemas similares a los de la primera parte, y donde se prima un sistema de lucha sencillo en el que el ritmo esté por encima de la habilidad de combinar botones.
Se han eliminado, sin embargo, las tarjetas con momentos de memoria en los que podíamos recordar palabras de ánimo de otros personajes, y que servían para revitalizar a Naruto aporreando los botones lo más rápidamente posible. Predominan ahora los ítems para recuperar la salud, y también los rollos gracias a los cuales podemos aprender nuevas técnicas o mejorar nuestras habilidades.
Sin embargo no desaparecen los trabajos y los minijuegos para acompañar el hilo principal, y en esta ocasión han sufrido un ligero aumento en número, aunque algunos de ellos repiten del original. Aquí podremos encontrar entre los nuevos las pruebas de pesca o de puntería; al mismo tiempo mezcladas con los clásicos encargos de entregas, carreras y búsquedas.
La campaña, como decimos, es más larga y sensiblemente más variada que la de Rise of a Ninja, pero una vez que hemos terminado con todo lo que ésta puede ofrecernos podemos prestarle atención al Modo Lucha.
Aquí encontramos el torneo donde podemos enfrentarnos solos o en equipo a otros ninjas hasta vencer. Los torneos están disponibles tanto off-line como on-line, en este último en partida igualada y en un planteamiento continuo en el que se nos valora para progresar en un ranking de Hokages.
La otra modalidad es la de versus, que también es disputable en clave multijugador o contra la IA para practicar. Si deseamos enfrentarnos a otros usuarios podemos hacerlo en el modo local o a través de Internet en 2 contra 2, en un estilo de juego tan ágil y veloz como carente de lag.
Siguiendo los Pasos del Ninja
The Broken Bond es, a efectos tecnológicos, un juego virtualmente idéntico al original del 2007. Pese a que los dos títulos son notables en lo visual, lo cierto es que el año transcurrido acaba pesando en contra de la segunda parte en términos de puntuación.
El motor gráfico ha evolucionado ligeramente para dar soporte a más personajes en pantalla con la misma agilidad y estable tasa de imágenes por segundo aunque, como decimos, echamos en falta algo más de detalle en los personajes, por ejemplo. Pese a ello sigue siendo un juego muy agradable de ver, que emplea el Cel-Shading con maestría, y que logra unos entornos preciosistas y rebosantes de color.
En el aspecto sonoro cabe destacar el buen trabajo de la banda sonora, los siempre fantásticos efectos de sonido y el doblaje, que puede ser escogido entre las versiones inglesa y japonesa. La segunda parece ciertamente superior en términos de interpretación, aunque es obvio que nos obligará a leer los subtítulos en español.
Naruto The Broken Bond supone un salto adelante importante y necesario como segunda entrega de la saga. Todavía se echa en falta algo más de trabajo en la variedad de misiones y minijuegos, y muchos considerarán su vertiente de lucha demasiado ligera. Sin embargo es un videojuego que toca muchos géneros con acierto, y que se beneficia del notable conjunto que suponen tantos elementos unidos en un mismo lanzamiento.
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