Los tiempos cambian. Las consolas actuales no han dejado cabida a los salones recreativos que poblaban las ciudades en los años noventa. Las empresas han cambiado su concepto de negocio y, por ejemplo, SNK ya no hace tantas recreativas como antes, pasándose ya casi a hacer recopilaciones de una época pasada. Sin embargo, la experiencia de revivir el pasado nunca está de más, y eso es algo que PSP nos quiere demostrar.
Los que vivieran los años noventa podrán recordar el fenómeno del “papá, dame cinco duros” por el que cientos de adolescentes disfrutaban de unas máquinas recreativas que por aquel entonces estaban en pleno apogeo. La culpa podría echársele a varios factores pero, sin duda, el más importante fue la existencia de un repertorio de videojuegos cuya calidad era imposible de reproducir en las consolas de 8 y 16 bits que en aquel momento inundaban el mercado doméstico. Eso a no ser que alguien tuviera el dinero suficiente como para comprarse una NEO GEO, un milagro elitista de la compañía SNK que ponía en los hogares el poder de las recreativas.
Han pasado muchos años desde aquello. Los salones de placer “videojueguil” se han extinguido prácticamente y lo único que le queda a algunos es disfrutar de los emuladores de esas máquinas que marcaron su juventud. Eso, al menos, si no quieren disfrutar de recopilaciones como la que nos ofrece SNK Playmore (la compañía cambió de nombre tras una crisis económica), dándonos unos 15 videojuegos – más uno desbloqueable – a razón de dos euros por cada uno de ellos.
En total, 30 euros que nos ofrecen algunos de los mejores videojuegos de recreativa que pudimos contemplar y jugar en aquellos míticos años 90. Lucha, acción, disparos, fútbol, mamporros… En esencia, este primer volumen de SNK Arcade Classics es una completa ración de los títulos arcade de otra época que no hace nada más que proponernos la misma calidad original de las recreativas en la pantalla de una PSP que, por emular, emula hasta el momento de inicio del videojuego, cuando aparece un texto que nos indica el por entonces descomunal tamaño máximo de ROM de los títulos: 330 megas.
Quince recuerdos, quince recreativas
Fue un número que se quedó grabado en la retina de muchos jugadores, así como el nombre de títulos como Metal Slug, Shock Troopers, Last Resort, Neo Turf Masters, Super Sidekicks 3, Baseball Stars 2, Samurai Shodown, Art of Fighting, Fatal Fury, The King of Fighters ’94, King of the Monsters, Sengoku, Top Hunter, Burning Fight y Magician Lord.
Todos ellos conforman una alienación de 15 juegos (más uno desbloqueable: World Heroes) que tocan diferentes géneros en un conjunto bien pensado y que, aunque tienda a ser fiel a la concepción original de los títulos, suma algunas posibilidades interesantes, como el hecho de jugar a pantalla completa (los píxeles originales se redimensionan perdiendo calidad) o de compartir experiencias cooperativas o competitivas – según el videojuego escogido – siempre que dispongamos de dos UMDs y de dos consolas. Otras opciones pasan por controlar el volumen o los efectos de sonido, además de consultar la configuración de controles y realizar todos los cambios que creamos necesarios.
Básicamente, en la recopilación podemos encontrarnos con cuatro géneros diferentes: acción de disparos, deportes, lucha y la siempre eficiente variante de los “beat ‘em up”. Todos los géneros cuentan con, al menos, tres representantes, consiguiendo así un equilibrio que, con mayor o menor acierto (dependiendo también de los gustos del consumidor), nos hacen disfrutar de una jugabilidad recreativa ideal para aquellos que no sepan cómo rellenar esos quince minutos de viaje hasta el trabajo o centro de estudios.
Un conjunto completo y muy variado
Así, para los que gusten de la acción rápida y sin complicaciones, videojuegos como Metal Slug podrían ser una gran opción. Su dinámica de “scroll” lateral al lado de un soldado deseoso de disparar miles de balas supone un buen descargador de adrenalina. También Shock Troopers, aunque este ya nos pondrá desde una perspectiva aérea y con la posibilidad de disparar hasta en ocho direcciones diferentes, además de controlar a un equipo de varios guerreros con sus propias características. Pero no todo son guerras. SNK también cultivó el género de los “shooters” espaciales en “scroll” horizontal al estilo R-Type, dando como resultado un Last Resort cuya estética futurista pasó a formar parte del recuerdo de los jugadores.
Los que gusten de los deportes, tendrán también su lugar en esta recopilación, ya sea con disciplinas tan americanas como el béisbol de Baseball Star 2 o con propuestas más orientadas al público europeo, gracias a un Super Sidekicks 3 que, literalmente, fundió la paga de muchos jóvenes españoles. Su perspectiva en Modo 7 y su adictiva jugabilidad la convirtieron, en su época, en una máquina recreativa de alta demanda.
No podemos dejarnos sin mencionar al atractivo juego de golf Neo Turf Masters, pero preferimos dedicar más tiempo a un género que se le dio especialmente a SNK como desarrolladora de videojuegos. Si por algo se conoce a la compañía con sede en Osaka es por títulos de lucha como Art of Fighting, Fatal Fury y The King of Fighters ’94. Todos ellos compartían prácticamente el mismo universo, el cual se reciclaba con distintos planteamientos que, respectivamente, introducían “zoom” de batalla, dos planos de profundidad y equipos de hasta tres luchadores. Evidentemente, no pueden equipararse a divertidos experimentos como King of the Monsters (combates de “pressing catch” con grandes monstruos peleándose en ciudades de Japón), pero sí que serían la antesala de Samurai Shodown, máquina que popularizó definitivamente a SNK como desarrolladora.
Un regalo ideal para jugadores “retro”
En el plano de los “beat ‘em up”, SNK brilló igualmente con luz propia, algo apreciable en esta recopilación a través de proyectos como Top Hunter, que debería considerarse más bien como un híbrido de acción cuya característica más reseñable fue la de presentar varios planos de profundidad y, además, todos ellos interactivos. Tan pronto podíamos estar matando enemigos desde el plano más cercano como desde el plano más alejado. Y ya que hemos introducido a los híbridos, hemos de citar a Magician Lord, que además es el único videojuego – junto a World Heroes – que no fue diseñado específicamente por SNK.
Eso se nota, entre otras cosas, en un planteamiento más plataformero donde controlamos a un mago que lanza unos hechizos que distan bastante de los mamporros a diestro y siniestro de las únicas obras que nos queda por citar: Burning Fight y Sengoku, que bajo diferentes ambientaciones nos presentan luchas callejeras ya sea en un mundo actual similar al de Final Fight o en un entorno más feudal con guerreros del antiguo Japón.
Así que, en total, 16 joyas (recordando que tenemos un videojuego desbloqueable) que vuelven a relucir en una consola distinta a una NEO GEO. Actualmente, esta máquina está en reventa a unos precios descomunales, así que el planteamiento de sacar algunos de sus mejores títulos a un precio reducido nos ha parecido una magnífica idea. No cabe duda de que este tipo de repertorios es siempre mejorable (una remasterización visual no habría sentado nada mal al conjunto), pero en este caso contamos con una buena presentación, un excelente número de juegos y algunas incorporaciones extra, como un sistema de logros bastante original y llamativo.
No todas las recopilaciones tienen la misma suerte pero, en este caso, SNK Playmore nos ha propuesto un conjunto equilibrado y bien pensado que, por un razonable precio, nos plantea jugar a quince de sus mejores títulos en una PSP. No se trata de un UMD con excesivas florituras ni incorporaciones, pero tiene una esencia arcade que lo convierte en ideal para aquellos que, o bien deseen rememorar el pasado, o bien busquen jugabilidad fácil y directa en un corto espacio de tiempo.
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