Análisis de Call of Juarez Bound in Blood

Análisis de Call of Juarez Bound in Blood
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El western nunca se ha prodigado en exceso en el mundo de los videojuegos de consolas y, salvo algunas excepciones, sólo Techland ha hecho del Oeste su mejor coto de caza. Con Bound in Blood recibimos la secuela del notable Call of Juarez, un título sensiblemente superior a su predecesor. Un juego de acción “de los de antes”, y uno de los mejores shooters en primera persona que recibiremos este verano.

Quizá por su temática, quizá por su escasa promoción, quizá por su irregular mezcla de géneros… Lo cierto es que el interesante Call of Juarez de 2007 no recibió la atención del público que, sin duda, merecía. No era el mejor videojuego del año, ni remotamente, pero su original apuesta por el western, su fantástico apartado gráfico y su cuidada jugabilidad eran motivos más que suficientes para prestarle atención.

Los chicos de Techland quieren subsanar la escasa atención que logró captar el original con una segunda parte que eleva notablemente el listón de calidad de la primera. Call of Juarez evoluciona a pasos agigantados, y su secuela se convierte en un título muy a tener en cuenta dentro del tradicionalmente desértico y deprimente mercado de verano.

Lazos de Sangre –La Historia-
En Bound in Blood encarnaremos a los hermanos McCall, Ray y Thomas, de los que podremos tomar el control en uno u otro momento como en la primera parte, aunque en la segunda sus presencias están más orientadas hacia nuestra elección al comienzo de cada sección del juego. Cada uno de los hermanos tiene su estilo de combate, lo que hace que el optar por uno de ellos haga que la jugabilidad varíe notablemente, dotando de una tremenda diversidad a los niveles.

Ray McCall es el primogénito, y su carácter es definido por el propio videojuego como “explosivo”. Emplea dos revólveres y tiene la dinamita como arma secundaria, es el más fuerte de la familia, y puede cargar con objetos de gran peso, lo que será de gran utilidad en algunos momentos de la aventura.

Thomas es el segundo de los McCall, y es una persona solitaria que siempre ha estado a la sombra de su hermano mayor. La agilidad es su fuerte, y es capaz de emplear el lazo para subir a lo alto de estructuras o edificios. Un tercer hermano es William, el pequeño, que a pesar de que no será jugable, tiene un contexto relativamente importante en la historia como temeroso por la salvación del alma de sus hermanos.

Acción en primera persona ambientada en el lejano oeste. Call of Juarez va a por su segunda parte con idénticas ganas de agradar a los aficionados a los shooters en general, y a los fans de los westerns en particular.
Acción en primera persona ambientada en el lejano oeste. Call of Juarez va a por su segunda parte con idénticas ganas de agradar a los aficionados a los shooters en general, y a los fans de los westerns en particular.

El hilo argumental del nuevo Call of Juarez está repleto de clichés y tópicos, pero cuenta con un propósito y un leitmotiv adecuados. Servirá, por lo tanto, como mero hilo que aúne el viaje de los dos hermanos a través de kilómetros y kilómetros del continente norteamericano en la búsqueda de un legendario tesoro azteca. Por el camino conoceremos los clásicos personajes necesarios en cualquier historia de este tipo: El imprescindible militar sin escrúpulos, el timorato y débil hermano o el místico nativo americano.

Este guión cumple su función de conformar un videojuego que, a pesar de su propuesta de acción lineal, resulta en una campaña individual ciertamente variada. Desde la apertura del videojuego con la guerra entre el Norte y el Sur hasta el épico final, que por supuesto no describiremos, se suceden infinidad de situaciones de muy diferente índole. Con algunos agradecidos goteos de Sandbox incluidos.

Bound in Blood, como las buenas películas de vaqueros, evoluciona dentro de sí mismo para adquirir ritmo. El comienzo con el prólogo de la guerra es algo decepcionante, y no demasiado representativo de lo que el videojuego acabará ofreciendo a los pocos minutos, y es que tras esta media hora de introducción no muy inspirada de personajes y mecánicas, comenzaremos a sumergirnos en la verdadera experiencia western de Call of Juarez.

Dos Contra el Oeste –Campaña Individual-
Call of Juarez Bound in Blood no resultará extraño a quienes disfrutaran de la primera parte, puesto que en esencia la dinámica es la misma y se repiten algunas de las características especiales de los tiroteos, aunque con un menor apego por el sigilo que exhibía uno de los dos protagonistas del original.

Lo mejor que se puede decir de los combates con armas en Bound in Blood es que éstos resultan divertidos. El control es adecuado, aunque con determinadas armas como el revólver el videojuego nos “echa una mano a la hora de apuntar”, lo que puede resultar bastante polémico. No es que Bound in Blood lleve literalmente la mirilla hasta el enemigo, pero sí que es cierto que cuando la situamos sobre un oponente, ésta tiende a buscar la cabeza de forma automática. No hay opción en los menús para desactivarlo, y lo que podría ser comprensible en consolas –aunque no lo compartimos -, se antoja totalmente desconcertante en la versión de PC, donde la precisión del ratón la hace completamente innecesaria.

Uno de los elementos característicos de Thomas es su lazo. Se trata de una herramienta muy sencilla de usar gracias a la cual llegaremos a puntos de otro modo inaccesibles.
Uno de los elementos característicos de Thomas es su lazo. Se trata de una herramienta muy sencilla de usar gracias a la cual llegaremos a puntos de otro modo inaccesibles.

El videojuego, además, cuenta de nuevo con una suerte de BulletTime Mode con el que acabar con varios enemigos al mismo tiempo. El tiempo se detiene en este nuevo “Modo de Concentración”, para que pasemos nuestro punto de apuntado por los enemigos a los que queramos tirotear antes de que se agote una pequeña barra situada en la parte superior en el caso de Ray, y que requerirá de un ejercicio de coordinación con los botones cuando encarnemos a Thomas. En el momento en que ésta se vacíe el protagonista vaciará su cargador sobre los enemigos. Si en la primera parte debíamos esperar unos segundos a que éste se recargara –enfriar el arma, en realidad-, en la segunda parte debemos activarlo mediante la muerte encadenada de enemigos. Un nuevo sistema positivamente más adecuado.

Los duelos son otra de las alternativas jugables del título, y se suceden de forma esporádica. Aquí lo primordial son los reflejos, deberemos usar un control para movernos –teclado en caso de PC o stick izquierdo en caso de consolas-, y manejar la mano con el ratón en compatibles o con el stick derecho en Xbox 360 y PlayStation 3. Son momentos difíciles independientemente de la dificultad que hayamos escogido, y es que requieren de gran concentración y precisión. Deberemos mantener la mano cerrada sobre la pistola, y sacarla en el momento preciso para acto seguido apuntar y disparar. Sobre el papel suena un poco complicado, pero la ejecución es fantástica a pesar de su inherente dificultad.

La campaña individual se prolonga en torno a las 8 horas, una duración dentro de los habituales estándares de la acción de los últimos años. La rejugabilidad, sin embargo, es santo y seña del videojuego, puesto que como hemos señalado hay dos personajes a escoger, y cada uno de ellos cuenta con características muy diferentes. No será nada descabellado, por lo tanto, el que muchos usuarios decidan volver a jugar el Modo Historia empleando a otro de los protagonistas y probando los niveles de dificultad más altos –hay cuatro, Muy Difícil se desbloquea al concluir el juego-.

Si vemos un caballo podremos montarlo. Bastará con mirar a la silla y pulsar un botón, pudiendo manejarlo por los escenarios del juego.
Si vemos un caballo podremos montarlo. Bastará con mirar a la silla y pulsar un botón, pudiendo manejarlo por los escenarios del juego.

Hay, además, unos agradecidos interludios en forma de misiones secundarias que aportan al título un cierto aire de libertad que le sienta estupendamente a la campaña. Estos encargos secundarios no pasan de la media docena, y en total no nos supondrán más de una hora a parte de la línea principal de la historia, pero son propuestas interesantes que generalmente tratan sobre cabalgar a algún punto del escenario con libertad, para cumplir algún objetivo.

Por otra parte hay que destacar que el propio menú de Call of Juarez habla de Misiones Extra que se añadirán en el futuro como contenido descargable. De momento desconocemos si éstas serán nuevos capítulos para la historia de los dos personajes, o sencillamente nuevas misiones secundarias que acometer y que amplíen algo más el suave aroma Sandbox que despiden estos encargos alternativos dentro de un argumento, por lo demás, tremendamente lineal.

Así pues si la experiencia individual es robusta, divertida y, sobre todo, adictiva; el multijugador no le anda a la zaga, ofreciendo un entretenimiento on-line muy superior al de la primera parte, aunque deudor en algunas de las modalidades, que repiten protagonismo.

Hasta que Llegó su Hora –MultiJugador-
Cabe recordar que en algunos momentos de la producción se coqueteó con que Call of Juarez Bound in Blood contaría con una modalidad cooperativa que nos permitiría superar la campaña junto con un amigo. Finalmente la versión retail del título no cuenta con esta posibilidad, ofertando únicamente el Modo Historia como experiencia individual, una verdadera lástima puesto que la presencia de los dos hermanos parecía excelente para este campo. Sin embargo el título sí cuenta con un gran multijugador de corte competitivo, que expone además algunas gotas de cooperatividad en determinadas modalidades.

Contaremos con cinco estilos de juego para hasta 16 usuarios, y la posibilidad de escoger entre 13 clases de personajes con los que luchar, caracterizados por su funcionalidad para el estilo defensivo –trampero-, el de rifle de precisión –tirador-, el del sigilo –Piel Roja-, etcétera. La mayor parte de ellos partirán como bloqueados desde el inicio.

Sin embargo lo interesante del conjunto de la faceta multiplayer de Bound in Blood es el hecho de que se basa en ganar dinero y completar objetivos, todo ello fundamentado en la obtención de recompensas por la cabeza de otros jugadores, en la mejora de nuestras características y en el desbloqueo de nuevas clases de personajes.

En algunos momentos deberemos cooperar con nuestro compañero dirigido por la IA para superar determinados obstáculos. Lástima que no se haya incluido un cooperativo propiamente dicho para la campaña.
En algunos momentos deberemos cooperar con nuestro compañero dirigido por la IA para superar determinados obstáculos. Lástima que no se haya incluido un cooperativo propiamente dicho para la campaña.

En Tiroteo disfrutaremos del clásico combate a muerte que, como ya hemos señalado, se basa en la recompensa. Destacamento, por su parte, tiene un funcionamiento similar aunque por equipos, venciendo el grupo que obtenga la puntuación más alta. En Se Busca sólo el jugador marcado como buscado puede obtener puntos por matar a los jugadores, mientras que el resto de usuarios únicamente podrán puntuar si acaban con él. Por otro lado con Persecución se enfrentan a dos equipos entre sí con un jugador de Se Busca; la misión es que este jugador sobrevida durante un minuto para que su equipo puntúe. Por último Leyendas del Oeste divide a los jugadores también en equipos proponiendo una serie de objetivos que pueden ser cumplidos de diferentes maneras, el equipo contrario debe acabar con ellos.

Érase una Vez en el Oeste –Gráficos, Tecnología y Sonido-
Bound in Blood es un videojuego realmente potente en lo visual, como ya en su momento lo fue la primera parte de la saga. Techland hace honor a su nombre, y presenta una nueva revisión de su ambicioso motor gráfico, que tan pronto presenta unos personajes con un nivel de detalle considerable, como los introduce en unos parajes naturales descomunales y preciosistas.

Sin embargo lo mejor del título, en su faceta artística, está lejos de sus impresionantes escenarios, y tiene más que ver con las decisiones estilísticas. Los duelos, por ejemplo, están recreados con unas maneras que atesoran un pasmoso buen gusto, y todo el videojuego en general parece querer homenajear a Sergio Leone. Desde el comienzo peleando por el bando sudista hasta el final de la historia hay muchos momentos recurrentes de los grandes largometrajes del Western, pero todos ellos pasados por el poderoso barniz estilístico de Techland.

Técnicamente el videojuego es fantástico, y francamente robusto en su tasa de imágenes por segundo tanto en Xbox 360 como en PlayStation 3. Cierto que falta interacción con el entorno, que el efecto del Bloom puede resultar algo excesivo, y que en ocasiones los problemas de sincronía vertical resultan algo desagradables –en todas las versiones, incluida la de PC sin posibilidad de activarla-, pero estos pequeños problemas palidecen ante la brillantez del conjunto. El título en las consolas de Sony y Microsoft es algo inferior en acabado gráfico con respecto a la de compatibles. El potencial de hardware de PC manda, y lo consolida como la más recomendable de las versiones en términos visuales. La calificación numérica del apartado se mantiene idéntica entre las tres versiones por la lógica de las posibilidades técnicas de las plataformas: No es lo mismo un 8 en gráficos en PC que en Xbox 360 o PlayStation 3, así como tampoco lo sería entre PC y Nintendo DS.

En el modo multijugador de Leyendas del Oeste viviremos grandes acontecimientos históricos del Western desde nuestros propios ojos.
En el modo multijugador de Leyendas del Oeste viviremos grandes acontecimientos históricos del Western desde nuestros propios ojos.

Bound in Blood, por si fuera poco, cuenta con una brillante optimización en compatibles. Por un lado su espacio en nuestro disco duro no supondrá mucho más de dos gigas y medio, una cifra atípica en los tiempos que corren, y un ejemplo de aprovechamiento de datos y recursos. Por otra parte independientemente de si cumplimos por las justas o sobradamente los requisitos mínimos, gozaremos de un título francamente efectivo en lo visual. La segunda parte de Call of Juarez goza de diez parámetros con los que personalizar la experiencia gráfica y técnica, y ajustarla a las posibilidades de nuestro equipo. Resolución, calidad de texturas, sombras, texturas, vegetación, postprocesado…

En uno de los equipos de pruebas de redacción –AMD X2 4200, 8800 GT, 2GB de Ram- hemos disfrutado de tasas de imágenes por segundo muy estables por encima de los 50 frames en todo momento con la práctica totalidad de las opciones gráficas maximizadas y la resolución a 1680x900. Sin embargo con el testeo en un equipo mucho más cercano a los requisitos mínimos, el rendimiento ha sido igualmente notable, aunque con el lógico capado de opciones, efectos y acabado.

Lo que resulta impagable es contemplar los gigantescos escenarios naturales donde se desarrolla la acción, todos ellos recreados con un mimo y una atención al detalle verdaderamente encomiables. Mención especial a factores aparentemente menores para ciertos sectores del aficionado como el agua o la luz colándose entre los árboles… En Bound in Blood son los que construyen las estampas de gran belleza que genera el videojuego.

El modelado de los personajes también cuenta con un buen trabajo a sus espaldas, ofreciendo unos protagonistas y secundarios con un nivel de detalle francamente bueno. Sin embargo sí se echa en falta un tratamiento más preciso en su expresividad facial, algo descuidada en algunos primeros planos; y una mejoría necesaria para las animaciones que debe fijarse como una de las prioridades de Techland para una hipotética tercera parte de las series.

Donde más brilla el apartado visual de Bound in Blood es en su acertadísima forma de retratar grandes parajes naturales, con una iluminación impecable y un acabado genial.
Donde más brilla el apartado visual de Bound in Blood es en su acertadísima forma de retratar grandes parajes naturales, con una iluminación impecable y un acabado genial.

En la faceta sonora poco que destacar que no sea la confirmación de una excelente línea con respecto a la primera parte. La música del inicio, con el segmento bélico de poco más de media hora, es francamente mala como el resto de esta primera parte de introducción; sin embargo progresivamente tanto el juego como su banda sonora recuperan el pulso western, y ambos acaban brillando ya desde las primeras horas de juego. El título, por otro lado, llega a nuestro país traducido y doblado a nuestro idioma con un gran nivel y abundantes voces fácilmente reconocibles de equipos de localización de cine y series. Los efectos sonoros son tan espectaculares, estruendosos y precisos como cabía esperar.

Excelente

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Call of Juarez: Bound in Blood

Por: El equipo de 3DJuegos
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Los amantes del Western están de enhorabuena, Bound in Blood recoge lo mejor de la primera parte de Call of Juarez, y le da una nueva vuelta de tuerca para obtener un resultado muy superior. A pesar de su condición lineal es un juego muy variado, y su potente apartado técnico unido a su apasionante multijugador lo hacen muy recomendable para aficionados a los shooters, gusten o no del lejano oeste.

Comprar Call of Juarez: Bound in Blood
Jugadores: 1 (12 online)
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en español
Duración:
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