Tras Final Fantasy XIII, Square-Enix vuelve a las andadas y nos presenta un nuevo juego de rol para PS3 y Xbox 360: NieR. Y lo cierto es que no va a dejar indiferente a nadie, ya que se trata de uno de los títulos de su género más curiosos, profundos y personales de los que han aparecido en tiempo.
Decir que la línea argumental de NieR es compleja es igual que afirmar que Velázquez era un buen pintor: es quedarse muy corto. Tanto es así, que habrá alguno que no termine de comprender bien la historia de esta aventura hasta transcurridas 10 horas de juego. Pero bueno, en líneas generales –y sin revelaros ningún dato importante o “spoiler”- la trama gira en torno a dos libros antagónicos (y parlanchines), Grimoire Weiss y Grimoire Noire. Este último es un libro negro que ha traído el caos al mundo en el que se desarrolla la aventura, mientras que el otro es un tomo blanco que, teóricamente, debe transmitir paz y armonía.
Como consecuencia de los efectos de Noire, el mundo se ha sumido en la depresión a causa de dos razones: una terrible enfermedad conocida como Black Scrawl y la amenaza continua que suponen Las Sombras, que vienen a ser los enemigos principales del juego. El protagonista de esta aventura, NieR, tendrá que lidiar con ambos problemas, eliminando a tantas Sombras como le sea posible mientras persigue su gran fin, que no es otro que encontrar una cura para Black Scrawl… enfermedad que padece su hija Yonah.
Pero como os decíamos, a esta trama hay que sumar otros muchos elementos, saltos temporales e historias paralelas que se van incorporando poco a poco, incluyendo a nuevos personajes… algunos de ellos controlables. Sin duda, el guionista de esta historia se ha ganado nuestro reconocimiento.
Sistema de juego profundo
Aunque al comienzo (sobre todo durante el tutorial inicial) NieR puede dar la sensación de ser un título más bien simple y muy enfocado en los combates, al cabo de unas horas esa sospecha se desvanece por completo. Y es que si por algo destaca esta aventura es por ofrecernos diversión mediante una amplísima variedad de retos distintos.
Al margen de las batallas, en las que entraremos en profundidad más tarde, para avanzar en NieR es necesario llevar a cabo múltiples trabajos y tareas. La exploración, por ejemplo, nos mantendrá ocupados durante muchas horas. Sí, porque los entornos están repletos de objetos de todo tipo esperando a ser descubiertos. ¡Y dichos escenarios son muy amplios y variopintos!
Igualmente, las charlas con las decenas de personajes que nos encontramos son de gran importancia. En ocasiones, estos diálogos nos proporcionan pistas sobre qué hacer o a qué lugar acudir en un momento dado. Otras veces nos permiten participar en una gran cantidad de misiones secundarias, muy numerosas dicho sea de paso. Y, en menor medida, habrá ocasiones en las que no nos ayuden demasiado y nos hagan perder el tiempo…
Debéis tener presente que NieR está completamente en inglés, tanto los textos como las voces. Por suerte, a poco que tengáis un nivel bajo-medio en esta lengua no encontraréis demasiados problemas para conseguir avanzar, pero bueno, no deja de ser una lástima que no se haya traducido.
Los puzzles también tienen su relevancia y, si bien no son ni muy complicados (por regla general) ni demasiado frecuentes, sí que ayudan a diversificar aún más la jugabilidad. Por el contrario, a esto último sí que contribuye de manera muy notoria ciertas actividades extra (o minijuegos, vaya) que se han incorporado. Pescar, montar en diversos animales o preocuparnos de la agricultura son algunos ejemplos, y creednos si os decimos que se han acoplado bien a la acción y que resultan bastante amenos.
Y por si todo esto no fuera ya suficiente, NieR esconde aún muchas más sorpresas que afectan a la jugabilidad. Una de las más llamativas es el cambio puntual del seguimiento de la acción por parte de la cámara. Normalmente, es posible girar la cámara a nuestro antojo y avanzar usando la perspectiva que deseemos. Pero, en ocasiones, ésta se queda fijada en un punto concreto del escenario y nos arenga a jugar desde una perspectiva cenital, isométrica, lateral… No es que sea un aspecto demasiado relevante, pero detalles de este tipo aumentan el encanto de esta producción.
Peleas, magia y artes marciales
Los combates contra Las Sombras son muy frecuentes a lo largo de toda la aventura. Todos se desarrollan en tiempo real y, por norma general, son bastante vibrantes, sobre todo los enfrentamientos contra los jefes finales.
Para castigar a nuestros rivales podemos echar mano de una buena cantidad de armas y de otros elementos. Espadas, dagas, espadones y un sinfín de otros objetos están a nuestra disposición. Cada uno posee sus propios atributos y, además, es posible ir potenciándolos a medida que avanzamos. Para tal fin, tenemos diversas vías: llevarlos a la tienda de turno para que nos la forjen a cambio de dinero o alinearlas con ciertas palabras mágicas. Y es que, al derrotar a determinados adversarios, iremos obteniendo ciertas palabras que, en función de sus atributos, mejorarán nuestras armas… y capacidades mágicas.
Sí, también es posible usar conjuros mágicos contra Las Sombras. Y al igual que las armas, también es posible mejorar sus prestaciones a lo largo de la aventura. La variedad de estos ataques no es tan amplia como nos hubiera gustado, pero desde luego su utilidad está fuera de toda duda.
Y por si no tuviéramos ya suficientes opciones de ataque, también es posible dominar ciertas técnicas extraídas de las artes marciales. Por lo tanto, es tal la gama de posibilidades de ataque y defensa de la que gozamos, que cualquier tipo de usuario encontrará su estilo predilecto. Además el sistema de control está implementado con acierto y es bastante cómodo, pudiendo incluso personalizar determinadas acciones.
[t]Reminiscencias de ICO[/b]
Es posible que sea una apreciación personal, pero ciertos aspectos visuales de NieR recuerdan bastante a ICO, el gran clásico de PS2. El diseño de algunas de Las Sombras evoca a los rivales que se daban cita en la maravilla de Team ICO y Fumito Ueda, tanto por su presencia física como por su forma de moverse y hasta de comportarse. En este sentido, es necesario resaltar el excelente trabajo llevado a cabo en la concepción de Las Sombras, especialmente en las que realizan las funciones de jefes finales.
Igualmente, determinadas zonas que acogen construcciones como puentes y castillos también recuerdan un tanto a las visitadas en ICO. Y, es más, las texturas que recubren gran parte de los escenarios son realmente parecidas a las vistas en el citado clásico, pero algo más nítidas. De hecho, el apartado técnico de NieR es de una calidad más o menos similar a la que presentaban algunas de las mejores producciones de rol aparecidas en PS2, pero está aderezado con texturas más pulidas y nítidas.
El sonido alcanza un nivel de calidad algo superior, merced a una banda sonora muy bien concebida y lo suficientemente variada… que además está acompañada por unos efectos sonoros que cumplen bien el expediente.
Por todo esto, NieR es un juego de rol bien plasmado, muy variado e incluso innovador en algunos aspectos. Más allá de sus defectos, como su no localización y aspecto gráfico algo desfasado, se trata de una aventura muy profunda y orientada al público adulto. Es de esos títulos que, si logran atraparte, no puedes dejar de jugar hasta superarlo. Y eso te llevará más de 30 horas…
Square-Enix nos brinda una de sus propuestas más adultas y “oscuras” hasta la fecha, NieR. Y lo cierto es que este experimento nos ha terminado convenciendo por su variadísima jugabilidad y profundidad de juego. Hay tanto por ver, probar y experimentar que es casi imposible aburrirse con esta aventura. Lo único que debéis tener bien claro es que tanto las voces como los textos están en inglés y que técnicamente no es lo mejor que hemos visto en PS3 y Xbox 360. Pero por lo demás, NieR es un título notable en el resto de sus apartados.
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