La leyenda de Castlevania resucita en una versión clásica de la serie. Los elementos fundamentales del pasado vuelven a la vida gracias a un servicio Wiiware que homenajea a un clásico que ha perdurado durante décadas.
La llegada de un Castlevania al mercado siempre es un acontecimiento importante, no sólo por ser una serie clásica con miles de aficionados en todo el globo, sino porque en términos generales está asegurada la calidad en sus títulos. Sin embargo, hasta cierto punto, Castlevania: The Adventure Rebirth ha pasado desapercibido, básicamente por ser un título para el servicio de descargas WiiWare. Tampoco ha ayudado que el juego se base en uno de los clásicos títulos de la franquicia menos reconocidos.
Habría que remontarse hasta el año 1989 cuando apareció en la GameBoy original el primer Castlevania portátil que recibía el nombre de The Castlevania Adventure. Pero antes, la serie ya había comenzado a dar sus primeros pasos con la primera entrega aparecida en la Famicom Disk System, para poco después pasar a MSX2 y Nintendo NES. Tras contemplar el buen recibimiento del juego, Konami continuaría ofreciendo experiencias con la segunda entrega para NES titulada Castlevania: Simon´s Quest, al que seguiría el citado juego de GameBoy, y en el cual se basa esta incursión en Wiiware.
Si bien Castlevania siempre ha sido una saga famosa, es desde la última década cuando se ha popularizado entre el público general, con lo que muchos usuarios desconocen los comienzos de la serie. Si los Castlevania actuales ofrecen una mezcla de aventura y acción con tintes de exploración y rol, los primeros se basaban en un continuo avance por unos niveles con mucha plataforma traicionera y acción sin más, con escasas o nulas inclusiones de puzzles ni personajes secundarios con quienes interactuar. En todo caso tenemos una excepción, y es que Castlevania: Simon´s Quest ofrecía una aventura con bastante rol, aventura y exploración, de la que posteriormente beberían grandes juegos como el memorable Symphony of the Night, aunque éste último inventando a su manera.
Un heredero de los clásicos
Castlevania: The Adventure Rebirth pertenece a la serie de juegos Rebirth que Konami ha puesto en liza recientemente para dar a conocer esos clásicos al público actual, mientras que sacia de sed clásica a los jugadores de antaño. The Adventure Rebirth, lejos de ser un título que busque innovación u ofrecer experiencias nuevas, es un homenaje continuo, un guiño al aficionado y un libro abierto del que la compañía espera que el jugador se prenda para conocer un poco más de ese pasado lleno de experiencias de la serie.
En este nuevo remake se ha optado por un estilo visual muy cercano a los juegos de las 16 bits, especialmente guardando una relación muy estrecha con Castlevania: Vampire Kiss de Super Nintendo. Pero jugablemente se intenta complementar con el clásico de GameBoy, incluyendo algunas mejoras como el uso del arma secundaria -no presente en la versión de la portátil monocroma, un poco más de complejidad y dificultad en los escenarios, y una sabia introducción de las llaves para abrir zonas, muy al estilo Castlevania: Rondo of Blood.
Aventura vampírica a pequeña escala
El juego nos ofrece una gama amplia de controles a elegir que van desde el mando clásico, el inagotable de Gamecube, el wiimote de forma horizontal, el combo o el protagonismo sorprendente del nunchuk.
Las 6 fases que componen la aventura, lejos de parecer escasas, hacen la experiencia muy larga debido a que están divididas en varias subfases y con varios enemigos finales custodiándolas, presente uno de ellos en la mitad del mundo y otro en el colofón final. Tal como era normal en juegos de 8-16 bits, la dificultad es alta, con lo que la repetición de las fases será una constante en los niveles más avanzados. Aunque no podemos salvar la partida contamos con continuaciones infinitas, que o bien nos hacen comenzar al principio del nivel o en la mitad del mismo.
Como era de suponer el juego incluye los clásicos enemigos de la serie: los lanza huesos, las cabezas de medusas, los lagartos, los zombies o los murciélagos, además de una ingente e imaginativa variedad de enemigos finales. También las clásicas armas como el hacha, el agua bendita, el boomerang, los mismísimos corazones para las armas o los clásicos pollos asados estarán ahí esperándonos para ser recogidos.
Otras ayudas que agradeceremos será la potenciación del látigo, regida por un contador de tiempo representado en una barra que, si la sabemos aprovechar, nos hará sumamente poderosos en nuestro deambular por las fases.
Sabor clásico dentro de la nueva era digital
Absolutamente todo, menús, control del personaje, el mapa o las músicas, destilan sabor clásico. Castlevania: The Adventure Rebirth es un juego típicamente arcade, como los de antes, que seguramente no será comprendido del todo por los jugadores que comenzaron a conocer la franquicia con las 32 bits, pero que a ciencia cierta será muy valorado por los jugadores más clásicos.
El remozado aspecto gráfico con una nueva visión de los escenarios y de enemigos no se aleja de sus referentes, lo mismo que sucede con sus músicas llenas de guiños a las clásicas melodías de la serie.
Posiblemente al ser un Castlevania hay que pedirle mucho más, pero la idea no da mucho más de sí al basarse en un juego antiguo, ni tampoco puede competir con las limitaciones de memoria del servicio Wiiware. Sin embargo, es el resurgimiento de un clásico que, M2, bajo la tutela de Konami, no ha querido estropear. Un título que peca de los mismos errores de los juegos antiguos pero que también posee sus mismas virtudes, unas virtudes olvidadas y complicadas de valorar en los tiempos actuales, pero que permanecen y que siguen funcionando muy bien siempre y cuando sepa hacerse una lectura adecuada del videojuego.
The Adventure Rebirth es un Castlevania para disfrutarlo sin complicaciones, sin exigencias técnicas. U juego de los de antes guiado por sensaciones que demuestra que con muy poco, pero con mentes creativas detrás del proyecto, pueden surgir grandes ideas que perduren durante décadas.
Castlevania: The Adventure Rebirth es un clásico que ha resurgido en un tiempo que no le pertenece. Es un guiño constante a los inicios de una mítica saga, un homenaje a los jugadores veteranos y un rescate generacional para dar a conocer la serie al público incorporado después. Un juego que no destaca por nada pero que ofrece muchas sensaciones. No se acabará convirtiendo en un referente de la serie, pero sí en una compra obligada dentro del servicio Wiiware que, con esta clase de títulos, sigue cobrando mayor sentido.
