Análisis de Star Wars El Poder de la Fuerza 2

Análisis de Star Wars El Poder de la Fuerza 2
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Enfúndate tu traje de Jedi y prepara tu sable láser, El Poder de la Fuerza II está ya entre nosotros. Starkiller se embarca en su segunda aventura con la promesa de mejorar los aspectos que impidieron al original convertirse en el videojuego inolvidable que estaba destinado a ser. ¿Lo habrá conseguido? Descúbrelo a nuestro lado en este nuevo viaje a las estrellas.

Parece increíble, pero LucasArts tiene mimbres y equipo para labrar una series de videojuegos de cinco estrellas con la franquicia El Poder de la Fuerza, y por un motivo u otro no logra pasar del notable. Esta segunda entrega, de hecho, subvierte la norma habitual de los videojuegos por las que las secuelas mejoran aspectos negativos de los originales, y de hecho no logra ni tan siquiera llegar al nivel de su predecesor.

Su superioridad a nivel tecnológico y visual es evidente, sin embargo bajo este bellísimo envoltorio se oculta un título algo vacuo en cuanto a aspectos jugables. Es divertido, eso es indudable, pero a medio plazo puede resultar ciertamente repetitivo, y es demasiado corto como para no ofrecer multijugador u oferta alternativa de ningún tipo.

Asesinos de Estrellas
En El Poder de la Fuerza II volvemos a encarnar a Starkiller, el héroe de la primera entrega. Como ya adelantamos en los diferentes avances que hemos ido publicando sobre el videojuego, en la primera parte había dos finales y en la secuela se opta por uno de ellos para seguir la historia; aunque no describiremos en qué consistía ninguno de los dos para evitar innecesarios spoilers.

La narrativa del videojuego vuelve a estar apoyada por un buen puñado de cinemáticas de extraordinaria factura, lo que vuelve a demostrar una vez más la espectacular inversión de su trabajo y los maravillosos valores de producción con los que su desarrollo ha contado en todos los sentidos. La historia del juego ya era el principal punto fuerte de la primera aventura, y vuelve a gozar de enorme preeminencia en la secuela aunque no resulta tan redonda.

Vuelve a haber diferentes finales en esta segunda parte, y uno de ellos enlaza directamente con los sucesos de la siguiente película de la que este videojuego llena el vacío, y esto es un punto a favor muy serio para los fans de la doble trilogía galáctica de la gran pantalla. Sin embargo por lo demás se trata de una misión de rescate principalmente, y no acaba de ser suficiente para crear los lazos de empatía con su protagonista o los de interés con la epopeya en la que está embarcado. El guión hace los deberes, sí, pero con la interesante premisa de su predecesor es una lástima que sus responsables no hayan aprovechado esas bases para repetir idénticas cotas de calidad en cuanto a la historia de su continuación.

Starkiller regresa a El Poder de la Fuerza II. ¿Quiénes somos? ¿Qué está pasando? ¿Dónde está  el general Kota? Algunas de estas incógnitas encontrarán respuesta en el juego.
Starkiller regresa a El Poder de la Fuerza II. ¿Quiénes somos? ¿Qué está pasando? ¿Dónde está el general Kota? Algunas de estas incógnitas encontrarán respuesta en el juego.

La campaña individual, por lo tanto, no es tan interesante como en el original, y eso es un problema dado que es la única oferta jugable del título. Las poco más de seis-siete horas en las que podremos superarla tienen además la contraprestación de no ser particularmente apasionantes, las impresiones de los primeros minutos son tremendamente poderosas, pero el patrón de repetición en el que se convierte la experiencia al poco de avanzar acaba siendo ciertamente demoledor.

Cuentos Épicos
La primera entrega de El Poder de la Fuerza perdía algo de fuelle por las irregularidades de un combate algo repetitivo y también por los tremendos desequilibrios entre secciones y jefes finales, por ejemplo. La secuela venía con la promesa de pulir esos aspectos, aunque las necesarias mejoras se han quedado por el camino.

El problema principal de la segunda parte deriva en que podemos superar la campaña como zombies aporreando los botones sin particular interés en lo que estamos haciendo en cualquier nivel de dificultad. La única diferencia entre el medio y los dos más altos será las filigranas a la hora de esquivar los movimientos de los oponentes que deberemos llevar a cabo, puesto que por lo que respecta a nuestras acciones ofensivas no tenemos que preocuparnos de cómo arrasar con ellos. Todo ello provoca una sensación de tedio creciente, que va acrecentándose conforme avanzamos en la campaña.

La progresión del personaje vuelve a El Poder de la Fuerza II con puntos de experiencia y desbloqueos. Sin embargo el descomunal poderío que acumula el protagonista desde el comienzo hace que pierda algo de sentido.
La progresión del personaje vuelve a El Poder de la Fuerza II con puntos de experiencia y desbloqueos. Sin embargo el descomunal poderío que acumula el protagonista desde el comienzo hace que pierda algo de sentido.

Y esto es una verdadera lástima, puesto que los poderes de La Fuerza y el cómodo manejo que se deriva de su buena adaptación al pad tenían potencial para convertir al título en una verdadera joya, sin embargo la pobre IA del oponente junto a sus escasas habilidades acaban convirtiendo los combates más en un mero estorbo que por obligación debemos superar, que en un reto que sea divertido de cumplir. Hay algunas figuras que requieren de alguna táctica concreta, pero con ellos vamos de un extremo a otro, haciendo que la limitación de acciones que debemos llevar para acabar con ellos convierta más sus enfrentamientos en una cuestión de tiempo a invertir que de diversión a obtener.

A final de cuentas lo más entretenido viene a ser arrasar a los soldados imperiales con los poderes de la fuerza, ya sea haciéndoles volar en dirección contraria con sólo pulsar un botón -el asignado al Empujón de la Fuerza- o dirigiendo su trayectoria tirando del gatillo derecho y moviendo la palanca para lanzarlos hacia donde queramos. Es innegable que es divertido, pero es más divertido en el sentido de un niño que tortura a un puñado de hormigas sabiendo que no habrá resistencia alguna por su parte, que por la necesidad de plantar cara a un reto real.

La campaña y sus combates acaban quedando reducidos a machacar inmisericordemente a decenas de indefensas tropas imperiales empleando nuestra imaginación para hacerlo, o a plantar cara a enemigos algo más poderosos sólo con nuestro sable o sólo con nuestros poderes de la fuerza, en función del tipo que representen. Una ecuación muy poco imaginativa que tiene un único resultado común, el tedio a medio plazo.

De este modo es muy posible que muchos usuarios encuentren en El Poder de la Fuerza II el estimable entretenimiento que de hecho es, sin embargo la exigencia con un videojuego tan corto debe ser mucho mayor en todos los campos. Dejando de lado el material de base tan bueno que tenía para triunfar, hay que recalcar que una campaña tan ajustada debe ofrecer unas cotas de calidad e intensidad fuera de lo común; y lo triste es que el título que nos ocupa repite no sólo la mayoría de los errores del original, sino que algunos de ellos llega incluso a amplificarlos.

Lo que resulta especialmente doloroso de El Poder de la Fuerza II es que sin ser en absoluto un mal videojuego, deja la sensación de potencial severamente desaprovechado.
Lo que resulta especialmente doloroso de El Poder de la Fuerza II es que sin ser en absoluto un mal videojuego, deja la sensación de potencial severamente desaprovechado.

Así pues, y como decimos, la principal baza reside en los poderes de La Fuerza que dan título al juego. Hay que matizar en este sentido que una de las principales mejoras del videojuego en cuanto a control se deriva del pulido trabajo a la hora de, por ejemplo, manejar los objetos del escenario que podemos manipular telepáticamente y lanzar a nuestros enemigos. Arrojarlos sobre los rivales es lo único que podemos hacer, de modo que las alternativas no son demasiado amplias, pero es de agradecer que el número de objetos interactivos haya aumentado y que la flexibilidad a la hora de manejarlos también.

Poder Desatado -Gráficos y Tecnología-
Todo lo que en el aspecto jugable son oportunidades perdidas, falta de previsión y un entretenimiento más que aceptable injustamente lastrado por problemas de concepto; en la faceta artística, por el contrario, son buenas noticias. El videojuego cuenta con unos valores de producción realmente impresionantes, que por desgracia no se trasladan con la habilidad que esperábamos a la campaña individual.

A nivel gráfico y tecnológico el título vuelve a dar una lección magistral sobre cómo trasladar a un videojuego un universo tan rico en escenarios y variedad como el de La Guerra de las Galaxias. Cada nivel del título ofrece en el cariz artístico toda la diversidad que la repetitiva experiencia jugable del programa no consigue transmitir, y llegado un momento de la aventura un determinado perfil de jugadores avanzará más por conocer qué depara la historia y a qué nuevo y magníficamente recreado planeta nos enviará su desarrollo, que por el placer de aplastar oponentes.

Los gigantescos mechs serán uno de los rivales a batir más impactantes. Su descomunal tamaño y poder ofensivo los convierten en un temible enemigo.
Los gigantescos mechs serán uno de los rivales a batir más impactantes. Su descomunal tamaño y poder ofensivo los convierten en un temible enemigo.

Los diseños de personajes están muy cuidados, especialmente por lo que respecta a su protagonista, Starkiller, recreado con todo lujo de detalles y unas animaciones francamente buenas. Por lo que respecta a los enemigos, la variedad, lamentablemente, brilla por su ausencia, aunque todos ellos cuentan con unos modelados impecables y el diseño de algunos de ellos es de una calidad pasmosa.

Los efectos visuales, por otro lado, siguen rayando a una altura realmente encomiable como ya vimos en la primera entrega. Por si fuera poco debutan los efectos climatológicos con, por ejemplo, unas lluvias y otras inclemencias sencillamente sensacionales.

Por lo que respecta a los aspectos directamente relacionados con la tecnología las conclusiones son muy similares, aunque algo irregulares en algunos aspectos. Por ejemplo todo lo tocante a físicas, reacciones y movimientos es sencillamente espectacular; con el motor Euphoria demostrando una vez más que en cuanto a comportamientos de cuerpos en tiempo real no admite competidor en estos momentos. Todo organismo vivo reacciona con enorme realismo tanto al poder de La Fuerza como a nuestros sables láser, y si bien los objetos inertes también están muy bien recreados lo cierto es que no llegan a su altura.

Como en la primera parte, el diseño de escenarios vuelve a ser formidable. Puede que el mapeado no sea lo más brillante para sacar partido de los combates, pero a nivel artístico las localizaciones son sensacionales.
Como en la primera parte, el diseño de escenarios vuelve a ser formidable. Puede que el mapeado no sea lo más brillante para sacar partido de los combates, pero a nivel artístico las localizaciones son sensacionales.

¿El único problema? En este fenomenal catálogo de bondades visuales hay algunas cosas que no encajan, no son graves y no afectan a la experiencia, pero merecen ser reseñadas. Por ejemplo en momentos muy concretos parece que la tasa de imágenes por segundo lucha más de lo debido por mantenerse estable; y por mencionar otro caso, el encadenado de animaciones de los enemigos cuando reciben impactos de nuestros sables no es nada fluido en determinadas partes del juego. A esto hay que sumar otras matizaciones de menor importancia como algunos bugs de diversa consideración, y una IA excesivamente torpe y despistada en ocasiones.

En última instancia queda hablar de la faceta del audio. El videojuego llega a nuestro país traducido y doblado a nuestro idioma, con un nivel aceptable de voces y con algunas elecciones de interpretes discutibles. Por lo que respecta a los efectos de audio y la banda sonora, estos dos sí son impecables.

Interesante

Sin sello

Star Wars: El Poder de la Fuerza 2

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Contra todo pronóstico las series El Poder de la Fuerza involucionan con su segunda entrega. El largo camino hasta tocar el techo que tenía el original no es recorrido por una secuela que, de hecho, pierde algunos enteros con respecto a su predecesor. Divertido por momentos sí, y moderadamente recomendable para fans de hecho, pero también repetitivo y algo corto. Una oportunidad perdida para brillar que queda como un lanzamiento disfrutable pero del que esperábamos más.

Comprar Star Wars: El Poder de la Fuerza 2
Jugadores: 1
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en español
Duración:
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