La humanidad está al borde de la extinción, pero un grupo de valientes dispuestos a morir por la última esperanza de la especie humana están a punto de iniciar un gran contraataque. Más aterrador y agobiante, Insomniac nos muestra todo el potencial de Resistance 3 en su casa, su estudio en Los Ángeles.
Resistance estrenaba PlayStation 3 con un notable juego de acción en primera persona en el que asistíamos a la terrorífica invasión a la Tierra de una especie alienígena, los Chimera. Su secuela, con una escala mucho mayor y un tono épico fantástico, supuso el fin para prácticamente toda la humanidad y dejó el planeta prácticamente deshabitado. Ahora, su tercera entrega numerada nos permite adentrarnos en este catastrófico mundo en el que los humanos no somos más que ratas en un matadero. Una sensación que sus creadores, Insomniac Games, han logrado transmitir con todo lujo de detalles a tenor de lo visto en la última presentación del juego que hemos presenciado en Los Ángeles.
David contra Goliat
Uno de los aspectos en los que más está insistiendo Insomniac es que en esta ocasión nuestro viaje alrededor de Estados Unidos en busca de la última esperanza para la humanidad, va a suponer un grandísimo reto. No en vano, como decíamos, la Tierra ha sido completamente invadida y ahora la especie dominante no son los humanos. ¿En qué se nota esto? Pues por lo visto en tres de los niveles del modo historia, del que por el momento seguimos sin conocer su duración final, vamos a estar muy solos en el campo de batalla y vamos a encontrarnos a muchos enemigos simultáneos durante prácticamente toda la acción. Y cuando decimos muchos hablamos perfectamente de varias decenas a la vez asaltando nuestra posición desde todos los frentes. Un goteo incesante de enemigos de todo tipo que nos dejan muy claro que, aquí, los que mandan, son los Chimera.
Lo mejor es que esta vez sí parece que la inteligencia artificial ha dado un gran paso adelante, encontrándonos con enemigos que buscarán cobertura para atacarnos sin exponerse, mientras otros tratan de cogernos desprevenidos por la retaguardia. Además, al juntarse varios tipos de enemigos a la vez, los combates son más estratégicos, de ahí que este Resistance 3 haya vuelto a apostar por el sistema de selección de armas del original, esto es, un menú radial a través del cual acceder a todo el equipo de combate –en R2 únicamente podíamos llevar dos armas a la vez-. En palabras de sus desarrolladores, “ésta es la forma perfecta de que el jugador tenga total libertad para afrontar los combates como prefiera”, y como ejemplo nos llevaron a los bosques de Pensilvania, lugar infestado de Chimera a los que podíamos intentar evadir, atacar desde la distancia con armas como el rifle de precisión, o ir en su busca y castigarles con las armas de corto alcance.
Por supuesto, dependiendo del tipo de enemigos algunas armas serán más efectivas que otras, pero con esta decisión, nos explicaron, “ahora el jugador tiene un mayor abanico de opciones de combate”. Y verdaderamente es algo que se explota durante la campaña, ya que la variedad de situaciones en las que nos veremos envueltos promete ser muy elevada. No en vano, antes hablábamos de un nivel más pausado y claustrofóbico como es el del bosque, pero también tuvimos ocasión de combatir al enemigo a bordo de un pequeño barco a motor a través del río Mississippi o, mejor dicho, el nuevo río Mississippi, puesto que todo a nuestro alrededor ha sido anegado por las aguas, y la experiencia fue totalmente distinta.
Enemigos que atacan desde la distancia subidos en los tejados de las derruidas e inundadas casas, máquinas voladoras que acuden en nuestra búsqueda y castigan al barco en el que nos encontramos, Chimeras que saltan en tropel sobre nosotros, otros que atacan desde el cielo con sus jetpack... La cantidad de enemigos que se llegan a dar cita en este escenario es tal, que habrá momentos en los que verdaderamente sintamos agobio, que es, como decíamos, lo que precisamente pretenden sus creadores. Y lo mejor es que conforme avanzamos todo se complica más, llegando al punto de toparnos con un gigantesco Leviatán que arrasará con todo lo que se cruce en su camino, sin importar que los escombros puedan caernos encima.
La guerra continúa en el multijugador
Pasar de ofrecer partidas multijugador para hasta 60 jugadores a hacerlo para 16 puede parecer un paso atrás, pero tras haber pasado un buen rato combatiendo contra otros jugadores, solo podemos decir que borréis de la cabeza ese pensamiento. Escenarios más reducidos pero mejor diseñados para que las batallas sean una constante, un sistema de progresión de habilidades que promete dar muchísimo juego, y el gran abanico de mortíferas armas del universo Resistance, garantizan horas y horas de entretenimiento.
El escenario que tuvimos ocasión de probar presentaba un aspecto industrial, con una gran zona central al aire libre rodeada de edificios deteriorados desde los que los dos bandos en liza podían castigarse sin compasión. Como ya apuntamos en anteriores impresiones, en esta ocasión se ha apostado por enfrentamientos más reducidos en los que las habilidades especiales de cada jugador desempeñen un papel más importante; así, por ejemplo, podremos crear escudos protectores a nuestro alrededor, adquirir temporalmente un lanzagranadas con el que causar auténticos estragos entre las filas enemigas, o crear un clon holográfico de nosotros mismos para que los rivales no sepan muy bien a quién disparar.
Las habilidades activas y pasivas son tan curiosas, que incluso podemos hacer que de nuestro cadáver surjan pequeños seres que persigan a cualquier enemigo que se acerque a la zona. Por eso, al margen del arma que elijamos y del empleo de las granadas, tendremos que tener muy en cuenta esta faceta jugable porque va a ser la que de vidilla al modo multijugador. Además, se premia siempre a los jugadores más efectivos activando progresivamente sus habilidades más poderosas, lo que sin duda, unido a la posibilidad de subir niveles, garantiza largas sesiones de juego.
Un nuevo enfoque pero igual de espectacular
Por último, no podemos dejar de destacar el impresionante acabado técnico que atesora el título de Insomniac Games. Desde el modelado de los enemigos y aliados, sus animaciones y nivel de detalle o los efectos de luces, Resistance 3 es un juego que destaca por la gran variedad de localizaciones que recrea con un mimo por el detalle digno de elogio. Y es que pasar de combatir en un bosque o en las profundidades de una mina, a hacerlo en frente de más de un Leviatán y decenas de naves sobrevolando nuestras cabezas, es un espectáculo impresionante. Por eso, no solo tenemos que quedarnos con que a nivel visual es un título espectacular sino, sobre todo, con el hecho de estar ante un título que de una u otra forma, siempre está sorprendiendo.
Puede que nos encontremos en medio de un pequeño pueblo asolado por una tormenta de arena mientras decenas de Chimeras caen sobre nuestra posición, incluida la llegada de un mastodóntico enemigo realmente peliagudo, y luego vernos envueltos en un peligroso tiroteo en medio de un bosque a la luz de la luna. Por todo ello, Resistance 3 tiene todas las papeletas para mejorar a sus antecesores y convertirse en uno de los grandes juegos de acción del año. Motivos para ello no le faltan.