Reconozco que sentí una gran indiferencia cuando se anunció The 7th Guest VR. "Un juego de puzles más", pensé. La realidad virtual está llena de ellos, ya que es un género que se adapta bien a la VR. Lo cierto y verdad es que tendría que haber mostrado más interés, porque el juego está desarrollado por Vertigo Games, una de las empresas más prolíficas de este subsector de nuestra querida industria, que me ha dado ya varias alegrías, con títulos como Unplugged VR o After the Fall.
Ahora, tras probar una demo de una media hora, mi sensación es completamente distinta. La indiferencia se ha transformado en un profundo deseo y necesito seguir disfrutando de este videojuego, que se ha convertido rápidamente en uno de los que más espero. La parte positiva es que no tendré que aguantar mucho: The 7th Guest VR saldrá el 19 de octubre de 2023 en PlayStation VR2, SteamVR y Meta Quest 2. En este artículo te cuento por qué estoy tan emocionado después de probar el juego en PC.
Una fiesta tétrica
Puede que a los más veteranos del lugar les suene el nombre de The 7th Guest. Este videojuego se lanzó originalmente en 1993 y fue uno de los primeros en salir al mercado solo en CD-Rom. El título fue desarrollado por Trilobyte y distribuido por Virgin Interactive Entertainment. En su momento tuvo mucho éxito, ya que esta aventura interactiva de acertijos contaba con vídeos de acción real y con unos gráficos en 3D que sorprendieron en la época. Es un título muy querido por muchos jugadores.
Yo nací a finales de 1993 y nunca he jugado al original, pero sí he visto cómo era y cómo se jugaba. Y, sabiendo cómo era jugar en aquel momento, me sorprende aún más cómo se ha adaptado a la realidad virtual. Es un videojuego hecho desde cero, que coge la historia y algunos momentos icónicos del clásico, pero que reinterpreta totalmente la propuesta con nuevos acertijos y con mecánicas que me han dejado con una sonrisa en la boca. Da igual que no conozcas el juego, aquí vamos a disfrutar todos.
The 7th Guest es un juego de puzzles, sí, pero también tiene su toque de terror. De momento, en la media hora que he jugado, no he visto que sea un videojuego de pasar miedo, pero la ambientación te pone en tensión y ayuda muchísimo a la inmersión. Y lo hace porque en este juego nos metemos de lleno en la mansión de Henry Stauf, un extraño hombre que ha organizado una fiesta un tanto peculiar y bastante tétrica. De hecho, somos el séptimo invitado que pasa por aquí…¿Qué sucede con los otros seis? Nuestro personaje también esconde secretos, porque es una especie de espíritu.
Nuestro objetivo es superar los diferentes desafíos que Stauf ha escondido por toda la casa y salir vivos. Su voz nos perturba de vez en cuando (voces en inglés, subtítulos en español), aunque podemos devolverle el mal trago teniendo éxito en los acertijos que propone, algo que no le gusta en absoluto. El juego, por lo que he visto hasta ahora, funciona como un gran escape room. La mansión está llena de habitaciones que están cerradas, pero que se abren conforme se avanza en la historia. Parece que cada una de ellas esconderá un puzle.
Un juego de puzles con mecánicas únicas
Al empezar nuestra aventura recibimos un farol mágico, capaz de arreglar objetos rotos y de descubrirnos secretos que están ocultos a simple vista. Es una mecánica simple y que puede no sorprender tanto, pero que está genialmente implementada, por lo que he podido ver. Pero, lo que me ha dejado anonadado no ha sido este farol, sino el planteamiento del primer puzle grande de The 7th Guest VR. En la primera habitación que supone un desafío tenemos que solucionar el acertijo de un ilusionista.
Y este primer puzle tiene mecánicas únicas. Por ejemplo, hay unas chisteras de mago que sirven como portales (no, no podemos sacar un conejo). Al meter la mano en una de ellas, nuestra extremidad sale por el otro sombrero. Esto nos permite sortear algunas trampas o, incluso, empequeñecer nuestra mano para poder llegar a lugares inaccesibles. Me ha encantado este primer acertijo, que he tenido que resolver pensando un poco y observando bien el escenario mientras hacía uso también del farol mágico.
Si te atascas puedes pedir ayuda, pero esto tiene un coste. De hecho, encontrar las fichas para conseguir esas pistas no es sencillo y nos obligará a explorar muy bien cada rincón del detallado escenario. He jugado en PC con Meta Quest 2 y me ha parecido que el título tiene buenos gráficos y será muy divertido formar parte de esta aventura en primera persona. Aún así, está claro que técnicamente se ha hecho pensando en dispositivos como Meta Quest 2. Tengo ganas de probarlo en PS VR2, eso sí.
El juego original fue famoso por sus vídeos, pero ojo con lo que hace The 7th Guest VR, porque también me ha gustado mucho. En ocasiones tenemos acceso a visiones que nos muestran a los invitados anteriores y podemos ver sus movimientos también en 3D, por el escenario. Pues bien, las imágenes de los invitados han sido capturadas en el mundo real y las actuaciones de los actores son exquisitas. No son modelos hechos con el motor del juego y la sensación de realismo que dan me ha impactado. Me sale deciros, para que me entendáis, que son como hologramas tridimensionales muy realistas. Queda de lujo.
Queda poco para saber si el videojuego es tan bueno como parece en esta primera media hora pero, desde luego, con esta prueba las sensaciones son inmejorables. Los juegos de puzles en VR necesitan dar un paso más allá y no caer en el conformismo. Juegos muy queridos como The Room VR: A Dark Matter ya no pueden ser la referencia, hay que ir más allá y ofrecer una experiencia enriquecedora y emocionante, como ya lo ha hecho Another Fisherman’s Tale. Ojalá Vertigo Games lo cumpla también con The 7th Guest VR. Pronto lo descubriremos.
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