Descubrimiento en EEUU; la calidad de los juegos de Switch no es acorde a su sabor.
La noticia surrealista del día, mes y año. Todo comenzó con una broma del periodista Jeff Gerstmann de Giantbomb: se metió un cartucho de Nintendo Switch en la boca y no tardó en escupirlo; parece que el sabor era especialmente desagradable. ¿Habría bastado con la prueba de Gerstmann para que nadie más lo probase? En absoluto: otros tantos ociosos periodistas, ni cortos ni perezosos, no han dudado en probar el sabor de una tarjeta de Nintendo Switch. Según The Verge, todos coinciden en lo repugnante del plástico.
¿Sabe peor que un cartucho de NES o uno de Super Nintendo? ¿A qué sabe uno de MegaDrive o Neo Geo? Nuestro compañero Jesús Bella, muy sabiamente, se ha negado a hacer la prueba, por lo que solo podemos instaros a creer al bueno de Gerstmann, Alanah Pearce de IGN o el director ejecutivo de The Verge, Dieter Bohn, que asegura que el sabor es similar al de un insecticida. La pregunta es obvia: ¿habrá probado insecticida también? Si están dispuestos a meterse una tarjeta de Switch en la boca por el periodismo, es probable que sí.
¿Para cuándo un cartucho con sabor a vainilla o fresa? Nuestra recomendación obvia: ni lo intentéis. Si pasáis de nuestro lógico consejo, al menos, intentad no tragaros la tarjeta: entonces sí estaríamos ante un auténtico problema y la pérdida de, al menos, 50 euros por trago. No es rentable.