A no ser que vivas debajo de una piedra debajo del mar, como hacía el bueno de Patricio Estrella, sabrás que Activision-Blizzard ha protagonizado varias problemas sobre las dinámicas de trabajo dentro de la compañía. Los escándalos dentro de Blizzard o los excesivos bonus al CEO han copado titulares de noticias durante los últimos dos años. Y recientemente se han comentado las medidas anti-sindicatos de la empresa, que llevaron a problemas en el estudio Proletariat.
Lo irónico de esto es que el responsable de Activision-Blizzard King, el empresario Bobby Kotick, es alguien que está afiliado a un sindicato. Concretamente a uno que está muy de moda por su relación con la huelga de guionistas que está teniendo lugar en la industria audiovisual de Estados Unidos: el SAG-AFTRA. Sí, así lo confirmó el propio Kotick a Variety hace unas semanas.
Esto ya parece que tiene poco sentido, pero tiene aún menos si repasamos qué dicen en castellano esas siglas: Sindicato de Actores de Cine-Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión. ¿Cómo es que el CEO de la desarrolladora a cargo de Call of Duty está afiliado a un sindicato de actores? Pues la respuesta la tiene Brad Pitt.
O más bien una película protagonizada por Brad Pitt. Aquí, en Europa, no es que seamos unos grandes fans del béisbol; pero quizás sí que te suene la película Moneyball. Protagonizada por este famoso actor, y basada en un libro de Michael Lewis, cuenta la historia de los Oakland Athletics de la MLB que hicieron del uso de los datos y la estadística sus principales armas contra equipos que les triplicaban en presupuesto.
Compartió escena con Brad Pitt
¿Dónde entra Kotick en esto? Pues resulta que el CEO de Activision-Blizzard aparece pasados los primeros quince minutos de película para interpretar a Stephen C. Schott, dueño de los Oakland Athletics de la MLB. El director de la película, Bennet Miller, es amigo de Kotick y le pidió que apareciese en Moneyball durante una cena previa al rodaje.
Según contó el propio Kotick en una entrevista a Reuters allá por 2011, surgió de forma improvisada: "Estábamos cenando y hablando de Moneyball, y me preguntó un poco sobre la psicología de un dueño. Empecé a leer el guión y pensé que no podría explicar cómo reaccionaría un dueño, además me gustó el libro de Michael Lewis. Lo estábamos hablando y al final Bennett dijo '¿y por qué no lo haces tú? haría que el papel fuese más auténtico'. Así que le dije que estaba de acuerdo si él hacía el corto de Call of Duty".
Dicho corto estaba pensando para servir de recaudación para Call of Duty Endowment, una fundación que ayuda a los veteranos del ejército de Estados Unidos a encontrar trabajo tras cerrar su etapa en dichos cuerpos. Miller nunca dirigió ese corto, y de hecho no ha vuelto a dirigir después de Foxcatcher, película de 2014.
La escena en cuestión es muy corta y la comparte con Pitt, pero parece ser lo suficiente como para haberse podido adscribir al SAG-AFTRA. Como detalle personal adicional, durante el metraje hace gala de uno de sus múltiples jerséis de lana tan habituales en Kotick.
Foto de portada de Moneyball
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