La Generación Z ha caído en el pozo del micro spending por internet. La culpa la tienen fenómenos como los Sonny Angel, pero tiene solución

La Generación Z ha caído en el pozo del micro spending por internet. La culpa la tienen fenómenos como los Sonny Angel, pero tiene solución

  • Productos virales en redes sociales como los Sonny Angel son la base del problema

  • El 73% de la Generación Z vive el momento y no cuida su situación financiera

3 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
Sonnyangel2
ruben-marquez

Rubén Márquez

Editor - Trivia
ruben-marquez

Rubén Márquez

Editor - Trivia

El análisis de los hábitos de consumo de la Generación Z realizado por la firma Morning Consult ha desvelado que, si en el caso de las mujeres las mayores fuentes de gasto se relacionan con entradas de concierto y otro tipo de experiencias, en el de los hombres ese derroche se ata a productos de nueva tecnología. Sin embargo, el estudio destaca que en ambos casos el problema del micro spending se ha acrecentado hasta límites preocupantes.

La tendencia del micro spending hace referencia a aquellos gastos que, en forma de compras frecuentes, pueden parecer insignificantes a nivel individual pero al acumularse se tornan peligrosos para la economía de los jóvenes. El coste de las suscripciones en plataformas de streaming, las microtransacciones en videojuegos, y productos virales en redes sociales como los Sonny Angel o las Stanley Cup, se encuentran entre los principales culpables.

Qué es el micro spending de la Generación Z

La realidad es que, teniendo que enfrentarse a un mercado laboral inestable y un considerable aumento del coste de la vida, la suma de sueldos bajos y las dificultades financieras para acceder a la vivienda han generado un caldo de cultivo en el que el micro spending supone un problema añadido. Según recogía un estudio de Intuit, el 73% de los Gen-Z acallan esas preocupaciones bajo el mantra de "si no voy a poder permitirme un futuro mejor, para qué voy a guardar este dinero".

Sin embargo, pese a que entre los Boomer se ha creado una corriente de pensamiento en la que los problemas financieros de la Generación Z está estrechamente ligada a la idea de que malgastan su dinero en Netflix, comer fuera y caprichos innecesarios que les hacen vivir por encima de sus posibilidades, el problema es bastante más complejo que ese.

Habiendo crecido en un entorno digital que cada vez más enfatiza la inmediatez y la satisfacción instantánea, ese "lo quiero, lo tengo" se ejemplifica perfectamente en el hecho de encender la televisión y ver al instante lo que esperabas encontrar, o realizar una compra por internet y recibir el producto en el mismo día. Es una realidad que ha acostumbrado su cerebro a respuestas de gratificación tan inmediatas como fugaces.

Sonnyangel

El problema suma más enteros al enfrentarse a una situación social y financiera que está lejos de ponérselo fácil. Buscando ese estímulo de satisfacción que les haga romper con las dinámicas que les rodean, la tímida alegría que el micro spending produce en la Generación Z termina acompañada de una ansiedad y estrés que afecta negativamente a su salud mental.

Cómo solucionar el problema según los expertos

Frente a fenómenos como los Sonny Angel -unas figuras coleccionables que sirven como decoración para su móvil y que a menudo se enfrentan a problemas de abastecimiento tras acumular millones de visitas en Tiktok en forma de unboxing-, u otros como las carcasas de smartphone con maquillaje integrado y las botellas de agua de Stanley Cup, el micro spending ha terminado sumando en su economía algo más que la cantinela de Netflix y comer fuera.

No hay que olvidar que, a todas luces, esa misma cantinela apoyada en gastos frívolos de comida rápida y suscripciones no son la respuesta a los problemas financieros de la Generación Z. Ante todo cabe recalcar que su situación económica está muy alejada de un pasado en el que las hipotecas se pagaban a 10 años, había hueco para una segunda residencia en la playa, y familias con una única fuente de ingresos podían permitirse viajar todos los años en verano.

Sin embargo no es menos cierto que problemas como el micro spending, pese a no justificar su situación, sí la acrecientan, por lo que la necesidad de escapar de esa espiral para alcanzar una estabilidad económica se vuelve aún más importante. Saber identificar las situaciones de estrés o ansiedad que empujan a ese gasto resulta vital para intentar huir de esa gratificación instantánea.

Las aplicaciones de presupuesto, o hasta una simple tabla de Google Docs, pueden ayudar a tomar consciencia de en qué situación financiera se encuentra cada individuo y, sobre todo, de cómo esos pequeños gastos recurrentes afectan a nuestra economía en un conjunto mucho mayor. La idea sigue quedando lejos de solucionar un problema en el que, desde una base económica a nivel global, no se invita a la esperanza. Pero ante la dificultad de cambiar el sistema de cabo a rabo como mínimo puede aportar algo de luz a nivel individual.

En 3DJuegos | El doom spending de la Generación Z y los Millenial se ha convertido en un problema. Esta es su solución según los expertos

En 3DJuegos | Hemos encontrado la kriptonita de la Generación Z: son expertos en aplicaciones, pero no saben cómo usar "tecnología obsoleta"