No era la primera vez que el influencer Ángel Gaitán ponía en jaque al mercado del vehículo eléctrico. Con más de tres millones de seguidores, en 2022 saltó a la fama tras denunciar a Tesla y ganar un juicio contra la compañía de Elon Musk por los defectos y problemas mecánicos de un Model 3. Hace unos meses, volvió a vivir una experiencia similar al destapar una estafa con baterías de coches eléctricos.
Tal y como recogía en un vídeo, y pese a que no quiso entrar en detalles sobre el nombre de la compañía a la que planeaba denunciar por el engaño, al recibir una serie de baterías con una prometedora revolución energética, que planteaba una degradación mínima y una vida extraordinariamente larga, descubrió el pastel.
La gran broma de las baterías
El fabricante vendía las baterías con la promesa de ser condensadores de grafeno con celdas de 10 kW y una degradación de apenas un 0,9% tras medio millón de ciclos de carga. Al analizar las celdas no hizo falta ni realizar radiografías para darse cuenta de la estafa.
Lo que había detrás de esta supuesta revolución eran en realidad baterías de litio con una pegatina encima para hacerlas pasar por otra cosa. Enviadas sin etiquetar en grandes cantidades por avión, algo realmente complejo por las normativas de transporte detrás de esta tecnología, el fraude podría terminar engañando a cualquiera que no tenga una gran experiencia con este tipo de baterías, por lo que decidió denunciar a la empresa de Dubái.
El mecánico del taller GT Automoción de Aranjuez ponía así a sus seguidores en alerta ante todas esas promesas de baterías revolucionarias que, en realidad, apenas son tímidas modificaciones de la tecnología energética con la que ya llevamos años lidiando. Un fraude que no hace ningún bien al mundo de las baterías y el vehículo eléctrico que, de por sí, ya arquea suficientes cejas sin contar con una revolución a sus espaldas.
Imagen | Ernest Ojeh
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