Con un concurso que se realiza de forma anual, en 2021 Japón decidió que la palabra del año era Oshikatsu, una mezcla de los términos oshi y katsu, apoyar y actividad, que hacía referencia a cómo cada vez más gente invierte sus ahorros en apoyar a jóvenes promesas y estrellas. Ahora, tras años con una economía en caída libre, el Gobierno de Japón cree que la práctica es el milagro económico que estaban esperando.
Que los japoneses crean que para salir del pozo deben agarrarse a que su población gaste dinero en merchandising, discos de música, o incluso en pagar a empresas para colocar vallas publicitarias celebrando el cumpleaños de uno de sus ídolos, no es casualidad. Hablamos de un negocio de más de 21.000 millones de euros que, a día de hoy, representa el 2,1% de todas las ventas minoristas anuales de Japón.
El fenómeno que quiere salvar a Japón
Dicen las cifras que los fans de estos actores, cantantes, deportistas e influencers destinan una media de 1.495 euros anuales a actividades relacionadas con sus ídolos, y que aunque desde este lado del charco podríamos llegar a pensar que se limita a una moda que gira en torno a jóvenes inconscientes que queman su dinero en cualquier cosa, en realidad es un fenómeno a una escala aún mayor.
En esa obsesión por el Oshikatsu, entendido como una forma de apoyar económicamente el ascenso de uno de sus ídolos, o de mantener en lo más alto a los ya consagrados, una encuesta realizada en 2024 aseguraba que el 46% de las mujeres alrededor de los 50 años también se ha terminado sumando a esa práctica. Con generaciones cada vez más mayores y liberadas de cargas económicas, desde el gobierno nipón creen que es el milagro que estaban esperando.
La clave no está sólo en ese círculo vicioso en el que los fans gastan dinero y las estrellas lo reinvierten en seguir haciendo crecer la bola, sino en cómo empresas tradicionales como bancos, tiendas y hasta medios de transporte, pueden aprovechar esa fiebre para impulsar las ventas con campañas de fidelidad y eventos especiales.
Llegados hasta el punto de haberse dado casos en los que los jóvenes mantienen un segundo trabajo para dedicar esos ingresos extra al Oshikatsu, es fácil entender cómo Japón ha visto en el fenómeno una forma de monetizar a sus estrellas. Si conseguirán alentar aún más las ventas, o si terminan quemando el concepto por culpa de una sobresaturación, es algo que aún está por descubrir.
Imagen | U5134 en Midjourney
En 3DJuegos | EE.UU. ha encontrado una mina de oro con los aranceles. Ahora, Corea del Sur y Japón sufrirán las consecuencias
Ver 1 comentarios