Los casos de ataques de monos en países como la India, Japón o Tailandia parecen intensificarse al mismo ritmo que aumenta el turismo en dichos países, y cada vez es más común ver vídeos en redes sociales en los que los simios recurren a estrategias cada vez más surrealistas para atosigar a los turistas. ¿El TikTok de un mono robando un móvil y secuestrándolo hasta que una turista le da algo de comida a cambio? Pronto va a dejar de hacernos tanta gracia.
Pese a que los medios no tardan en catalogarlos como monos malignos o animales peligrosos capaces de arrancarte la cara, el problema no está en su posible agresividad, sino en su inteligencia, y más aún que eso, en lo que guardamos en nuestras mochilas o degustamos a la vista de todos ellos.
¿Por qué nos atacan los monos?
Con un tamaño que a menudo puede llegar hasta los 9 kg, este tipo de macacos tienen dieta propia, principalmente de frutas, pero constantemente se ven tentados a la comida humana por los nutrientes que les aportan y lo fácil que les recogerla de la basura, robarla de mochilas que encuentren desatendidas o, en el peor de los casos, cogiéndola directamente de las manos de turistas confiados.
Viviendo en grandes grupos y aprendiendo por mera repetición, a más turistas más oportunidades de aprender cómo conseguir esos deliciosos bocados, lo que ha llevado a algunos de esos monos a actuar como matones para amedrentar a los turistas y que estos terminen tirándoles lo que tienen en las manos o, en casos como el que comentábamos antes, forzar un trueque al robar lo que encuentren más accesible que, por lo general, suelen ser nuestros teléfonos.
No acercarse a ellos en exceso, esquivar enfrentamientos directos, evitar mirarlos fijamente o enseñar los dientes -incluso aunque sea de forma amigable con una sonrisa-, son algunas de las recomendaciones que deberías seguir si viajas a otros países en los que haya colonias de primates en zonas turísticas.
Eso y, por descontado, no darles comida bajo ningún concepto porque al hacerlo para conseguir una bonita fotografía, estarías empeorando el problema. Además de eso te estarías poniendo en riesgo frente a algo más que un mono caprichoso, y es que en países como la India dar de comer a los monos puede comportar penas de hasta tres años de prisión y cuantiosas multas.
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