La preocupación por cómo la adicción al trabajo de Japón estaba lastrando en gran medida su natalidad, por los problemas de conciliación familiar que comportaba su ritmo laboral, empujó al gobierno japonés a incluir una medida inédita en el país: la posibilidad de que las empresas permitieran trabajar 4 días en una estrategia que buscaba darle la vuelta a su situación.
El incentivo venía apoyado por lo conseguido en Microsoft Japón, que en 2019 decidió cerrar sus oficinas los viernes acogiéndose a la semana de 4 días y demostró salir del experimento con un crecimiento de su productividad del 40% y un ahorro energético del 23%. Poco después del anuncio, en 2022, Panasonic se sumó a la propuesta.
Japón frente a la semana de cuatro días laborales
La medida prometía permitir a buena parte de la plantilla de Panasonic acogerse a la semana de 4 días laborales de forma opcional y voluntaria. Un mensaje que, según su CEO, Yuki Kusumi, permitiría a sus empleados crecer con trabajos secundarios o labores de voluntariado, pero que sobre todo les ayudaría a estar menos estresados y a dar un empujón a su vida personal.
Sin embargo, esa adicción al trabajo tan propia del mercado laboral japonés, tenía otros planes para la medida. Según señalaba el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón en 2024, sólo el 8% de las empresas nacionales se habían acogido a la semana laboral de 4 días, evidenciando la animadversión de su mercado laboral a disfrutar de tres días de descanso semanales. Panasonic no fue una excepción a esa regla.
Pese a que la posibilidad de agarrarse a la semana de 4 días sigue vigente en la empresa japonesa, las cifras demostraban que, de 63.000 empleados que podían acogerse a ese cambio voluntario, sólo lo hicieron 150 de ellos, lo que ha evitado que la marca busque impulsar aún más la medida o haya realizado declaraciones públicas sobre el experimento.
A la cultura de Japón respecto a la exigencia laboral, que invita a trabajar horas extras sacrificando su vida personal como lealtad a su puesto y la empresa, se suma aquí el miedo a que el hecho de ser una opción pueda comportar problemas a la larga.
Panasonic no ha sido ajena a los despidos que han salpicado a los sectores tecnológicos durante los últimos años por lo que, hasta cierto punto, la escasa adopción de la medida puede estar más relacionada con el miedo a represalias que con la obsesión por el trabajo de Japón. Sólo cuando haya una apuesta en firme por la semana de 4 días, sin opción, sino obligatoria, sabremos hasta qué punto puede resultar útil o no frente a esa presión social y laboral a la que se ven empujados.
Imagen | U249 en Midjourney
En 3DJuegos | Creíamos que la semana laboral de 4 días era buena. En realidad la estábamos midiendo mal y se ha demostrado que es aún mejor
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