Ni es la primera vez que ocurre ni probablemente sea la última: los servicios de Instagram y Facebook están caídos. Que plataformas como estas tengan problemas no es algo que suela ocurrir a menudo, pero teniendo en cuenta todos los servicios que hay atados a Meta más allá de su red social principal, desde Instagram y WhatsApp hasta Quest o Threads, que Facebook se caiga en todo el mundo es un grave problema que va más allá de consultar los últimos reels de nuestros amigos
En ese saco de posibles servicios afectados habría que incluir todo lo que va más allá de lo que comúnmente vemos. Sus plataformas de marketing y comercio online resultan clave para multitud de comercios en todo el mundo que, frente a una caída de apenas seis horas como la sufrida en 2021, pueden perder entre un 30 y un 70% de sus ventas diarias. Según se reportó entonces, se vieron afectados alrededor de 10 millones de comercios.
Además de la de marzo de 2024, aún con problemas al momento de escribir estas líneas, y más allá de fallos puntuales provocados por exceso de tráfico que sufría la red social en sus inicios, las ocasiones en las que Facebook o sus servicios han estado caídos y se ha reconocido públicamente que había problemas serios con su conexión son las siguientes:
- 4 de octubre de 2021: Facebook y sus subsidiarias se quedaron sin servicio durante un periodo de seis a siete horas
- 13 de marzo de 2019: Facebook e Instagram sufrieron una caída masiva que duró unas 24 horas.
- 27 de enero de 2015: Facebook experimentó una interrupción de 50 minutos.
- 19 de junio de 2014: Facebook se cayó durante unos 30 minutos.
- 10 de diciembre de 2012: Facebook e Instagram se vieron afectados por una caída parcial que duró unas dos horas.
- 22 de septiembre de 2010: Facebook sufrió una caída global que duró unas dos horas y media.
¿Por qué se ha caído Facebook?
A priori resulta raro que compañías que se gastan millones en crear y mantener servidores que puedan soportar sus múltiples servicios alrededor del globo. Es ahí cuando uno empieza a pensar en hackers, ataques cibernéticos intencionados, o situaciones extremas similares a las que nos hemos acostumbrado a base de películas de ciencia ficción.
Lo cierto, por increíble que parezca, es que la razón por la que cae un gigante como Facebook o X, la red social antes conocida como Twitter (y ahora también, para qué nos vamos a engañar), suele ser tan simple como un "se ha roto algo" o "alguien ha tocado lo que no debía". Y para muestra un botón.
- En el caso del 4 de octubre de 2021 un error provocó la pérdida de rutas IP a los servidores DNS de Facebook.
- En el del 13 de marzo de 2019 todo se debió a un cambio en la configuración del servidor que no salió como se esperaba.
- El 27 de enero de 2015 un intento de cambiar algo dentro de sus sistemas salió mal.
- Algo similar ocurrió el 19 de junio de 2014 por un problema técnico interno.
- El 10 de diciembre de 2012 hubo un fallo en un proveedor externo que proporcionaba servicios en la nube.
- Y el 22 de septiembre de 2010 un error provocó una cascada de errores.
Tal y como se recogía en declaraciones a The New York Times tras la caída de 2021: "puede que no parezca mucho para otros, pero perder cuatro o cinco horas de ventas puede suponer la diferencia entre poder pagar o no la factura de la electricidad o el alquiler del mes".
Puede parecer surrealista que alguien vea peligrar su negocio por culpa de un error humano, un problema en los servidores, o algo tan simple como una caída en cierto punto de la cadena que termina llevándose por delante todo lo demás, pero lo cierto es que esa es la realidad que nos toca vivir al depender de plataformas de servicios gigantes que tocan tantos palos a la vez.
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