Repasamos 9 juegazos irrepetibles de la segunda generación de GameBoy. ¿Cuáles no pueden faltar?
Los rumores son cada vez más insistentes: la llegada de GameBoy Advance a Nintendo Switch parece inminente, y los fans de la legendaria consola portátil de Nintendo no podríamos estar más satisfechos si la filtración se acaba haciendo realidad. Lanzada en el año 2001, puso en entredicho el tópico de segundas partes nunca fueron buenas; la segunda GameBoy contó con el apoyo de toda la industria y su tecnología superior le permitió traer de vuelta algunos clásicos de Super Nintendo y crear otros nuevos clásicos irrepetibles que se convertirían en leyenda.
Todavía no hay nada claro en realidad, pero viendo la trayectoria de Nintendo en los últimos tiempos añadiendo distintas consolas a Nintendo Switch Online, la decisión de traer de vuelta a GameBoy Advance no parece para nada descabellada. De hecho, y siempre que se acabe confirmando el desembarco de juegos a Switch, ¿dónde quedaría el acceso de GameBoy Advance? ¿En el campo de la suscripción convencional con los juegos de NES y Super Nintendo o en la suscripción expandida con los títulos de MegaDrive y Nintendo 64? Puede que sea momento de enriquecer la clase media de la suscripción tras tanto mimo a la clase alta, ¿no?
A falta de una confirmación oficiosa, ¿qué juegos crees que no podrían faltar en el catálogo virtual de Switch? Hemos escogido un catálogo de lo más variado, con conducción, Action RPG, J-RPG, exploración bidimensional, lucha y música, ¿nos ha faltado algo?
Golden Sun y Golden Sun: The Lost Age - Porque lo de Camelot es una vergüenza y resulta complicado hacerse con el videojuego en la actualidad de forma legal. Se ha hablado tanto del mítico J-RPG de GameBoy Advance que no se me ocurre una mejor noticia que poder jugarlo de nuevo en el territorio de Nintendo Switch Online. Único en su categoría, su redescubrimiento podría ayudar a la desarrolladora a huir de la dictadura del golf y los deportes random de Mario a la que Nintendo somete a Camelot desde hace un buen puñado de años.
Castlevania: Aria of Sorrow - El tercer y último videojuego de la saga Castlevania en GameBoy Advance es, a su vez, la secuela directa del legendario Castlevania: Symphony of the Night. Lleva la saga al futuro, nos pone en el papel de Soma Cruz, que parece ser capaz de asimilar los poderes vampíricos de Drácula y su castillo. ¿El resultado? Uno de los mejores videojuegos de la franquicia. Largo, desafiante y con la aparición de todos los elementos que hicieron grande a la marca desde que Koji Igarashi entró en la ecuación creativa.
Metroid Fusion - Samus Aran tuvo años dorados a principios de los 2000. Fueron los tiempos de la bonanza de la saga Metroid Prime en GameCube, pero también los años del regreso a las dos dimensiones de la marca en GameBoy Advance. La pericia de Nintendo cristalizó en Metroid Fusion y Metroid Zero Mission, dos aventuras de exploración bidimensional inolvidables para la cazarrecompensas. La marca quedó sin nuevos episodios 2D hasta los tiempos de Mercury Steam. Su rescate sería un adelanto estupendo antes de Metroid Prime 4.
Pokémon Rubí, Zafiro y Esmeralda - Seguramente, uno de los Pokémon más memorables de la marca. El título marcó muchas de las bases del futuro más inmediato de la saga, con batallas a dobles, concursos de estilo y una cantidad de monstruos de bolsillo enorme. Supuso el estreno de Pokémon en el territorio de GameBoy Advance. Juegazo imprescindible que también sería un entrenamiento estupendo antes de la llegada de Pokémon Escarlata y Púrpura a finales de año.
The Legend of Zelda: The Minish Cap - No mucha gente lo recuerda, pero la relación entre Nintendo y Capcom era tan buena a finales de los 90 y principios de los 2000 que los de Kioto no dudaron en ceder a los de Osaka el desarrollo de distintos Zelda portátiles con gran éxito. Siendo Oracle of Seasons y Oracle of Ages los primeros en comenzar la relación, The Minish Cap puso la guinda. Tomó la apariencia de The Wind Waker y construyó un Action RPG estupendo.
Mario Kart: Super Circuit - Es Mario Kart, no hay mucho más que añadir. Super Circuit fue el tercer videojuego de la franquicia y fue el título de velocidad que llevó a la saga al territorio portátil, zona en la que se sentiría muy cómoda la marca en los tiempos de Nintendo DS, Nintendo 3DS y la actual versión de Switch. Super Circuit ofreció algunos circuitos memorables, una jugabilidad legendaria y se convirtió en uno de los primeros grandes videojuegos de GameBoy Advance.
Konami Krazy Racers - Probablemente, una de las producciones menos reconocidas del primer año de la portátil que cobijó a distintos personajes de Konami en circuitos y carreras inspiradas en Castlevania, Metal Gear Solid o Mystical Ninja: Goemon. Jugablemente exquisito, musicalmente a la altura de Konami y muy ambicioso a todos los niveles. Vendría a ser el Parodius de coches, con personajes de la categoría de Goemon, Drácula o el mismísimo Gray Fox.
Street Fighter Alpha 3 - Un port de CPS-2 en GameBoy Advance inverosímil. Tomó elementos de la revisión del juego en placa Naomi y sumó a la plantilla de luchadores algunos invitados de Capcom VS SNK 2. Mantuvo todas las bases jugables que hicieron legendaria a la tercera parte de la saga Zero. Crawfish Interactive no tardaría mucho en cerrar sus puertas tras el estreno de Alpha 3 en GameBoy Advance, pero siempre se le recordará por su increíble trabajo con el clásico de Capcom. Un completo imprescindible de lucha en la portátil de Nintendo.
Rythym Paradise - El Paraíso del ritmo, no existe un lugar mejor. Los desarrolladores de Wario Ware llevaron el género musical a un nuevo nivel en GameBoy Advance creando una de las experiencias más divertidas y únicas del sistema. Microjuegos musicales y algunas de las canciones más enganchosas de la biblioteca de la consola. No llegó a lanzarse la primera entrega en tierras europeas, por lo que puede ser una gran ocasión para reengancharse al Remix 6. Una obra maestra de Yoshio Sakamoto.
