En el último par de años, ser un jugón de PC está siendo una experiencia más bien curiosa. Con auténticas ruletas rusas en cuanto a ports se refiere, una de las herramientas que más se nos insta a usar para ganar FPS es el llamado DLSS. Pero, ¿qué es este conjunto de siglas y por qué mejora la tasa de fotogramas de los juegos como si de magia negra se tratase? Hoy vamos a resolver esas dudas, además de aclarar que también que su uso tiene puntos negativos.
Para empezar, cabe destacar que el DLSS es algo de lo que solo nos podremos beneficiar si nuestra tarjeta gráfica es de la marca NVIDIA. Más concretamente, los modelos RTX 2000, 3000 y 4000 son los que tienen acceso a ello. Para quienes usen GPUs más antiguas, o hayan optado por AMD o Intel para mover los juegos de sus ordenadores, hay una opción alternativa que comentaremos más adelante.
¿Qué es el DLSS de NVIDIA?
El Deep Learning Super Sampling (mejor conocido como DLSS) es una técnica que el equipo verde usa para darnos mejor rendimiento en nuestros videojuegos, o ayudarnos a aumentar las opciones gráficas de ellos. Todo esto se realiza a “coste cero” (aunque esto lo matizaremos luego) utilizando una inteligencia artificial previamente entrenada. La manera en la que esta consigue los impresionantes resultados que vemos a diario es haciendo que la tarjeta gráfica trabaje a resoluciones más bajas que la del objetivo hasta el punto de enseñarnos las imágenes. Ahí ocurre la magia y una IA entrenada escala y mejora lo que vamos a ver haciendo caso a la configuración de resolución y fidelidad que hayamos elegido.
Decir que este método está siendo revolucionario es quedarse cortos. Gracias a ello, equipos que no tendrían acceso a versiones jugables de ciertos títulos, ahora pueden tomar atajos y correrlos con un rendimiento decente. Si a esto le sumamos los avances que presenta el DLSS 3, la nueva versión de esta tecnología que utiliza generación frames para amplificar aún más sus capacidades, tiene sentido que se esté hablando de ello como si de un milagro para el gaming se tratara. Aun así, hay que tener ciertas cosas en consideración.
Gracia al DLSS, se exprime mejor el rendimiento de algunos equipos
La primera es la manera en la que el DLSS y las otras tecnologías de escalado funcionan. Haciendo uso de varios perfiles, hay que tener claro que vamos a perder calidad de imagen al utilizarlo. Dependiendo de nuestra resolución nativa, la tarjeta gráfica primero empezará a procesar el título a una resolución más baja, y cuanto más modesta sea esta, más le costará alcanzar una cuota de detalle alta. Los modos de calidad, equilibrio, rendimiento y ultrarrendimiento modifican la resolución inicial desde la que comenzará a trabajar nuestra GPU. Cuanto más FPS busquemos, más bajo será el punto de inicio desde el cual se genere la imagen, y, por ende, peor se verá la versión definitiva que la IA haga llegar a nuestros monitores.
Por esta razón, se suele desaconsejar el uso de DLSS funciones similares a muy baja resolución. Por poner esto en perspectiva, si tu monitor es FHD 1080p y utilizar el modo ultrarrendimiento del DLSS, la imagen se generará a 640x360p, o lo que es lo mismo, la mitad de la resolución a la que una Nintendo Switch funciona en modo portátil. Al final, por muchos malabares que la inteligencia artificial de NVIDIA haga, una gran cantidad de información visual que, con una base de tan baja resolución, no se podrá llegar a generar o amplificar, y por eso vamos a notar un gran impacto en nuestra calidad visual. Tampoco podemos ignorar el hecho de que, aunque esto se haya ido solventando con nuevas iteraciones, el complejo método de escala puede dar lugar no solo a una imagen borrosa, sino también a errores gráficos. Desde luego, estos dos contras no nos van a arruinar la experiencia de juego, pero es algo que debemos tener en cuenta para entender cómo funciona el arma secreta de NVIDIA.
Otro asunto a considerar es que no todos los videojuegos tienen acceso a DLSS o tecnologías equivalentes. La inteligencia artificial de NVIDIA ha de ser entrenada e implementada título por título, parte de la razón por la cual es tan efectiva. Esto quiere decir que, pese a que su potencial es muy alto, es este precisamente el que lo limita en cuanto a su rango de acción, siendo esto algo que también se repite en sus alternativas. Por mucho que ayudaría poder simplemente activarlo como si de un programa cualquiera se tratase, está en mano de los desarrolladores dejar que nos beneficiemos de esta IA. Por suerte, actualmente es muy extraño encontrarnos un nuevo lanzamiento que no soporte estas tecnologías.
Lo que sí que podemos hacer es actualizar la versión de DLSS de nuestros juegos para poder beneficiarnos de algunas de las mejoras que vayan apareciendo con el tiempo. En 3DJuegos PC, ya comenté las bondades de DLSS Swapper, un programa que permite descargar una revisión nueva de esta herramienta e injertarla en los títulos que ya tuviesen soporte para la tecnología de NVIDIA. Hay que tener en cuenta, eso sí, que hay riesgos asociados. Si el desarrollador no ha trabajado para crear una actualización oficial, nadie nos puede garantizar que esta mejora vaya a funcionar sin problemas. Los resultados varían, y a veces podemos conseguir más FPS o más calidad de imagen, pero también lo opuesto, o incluso llegar a causar errores visuales o de funcionamiento dentro de nuestros títulos. Pese a esto, merece la pena probarlo con las ediciones más modernas.
Alternativas al DLSS para AMD e Intel
Pero, ¿qué pasa con aquellos que no tienen una tarjeta gráfica soportada por NVIDIA? Bien, aquí entran las alternativas de las que hablaba antes. El DLSS es exclusivo de las GPU RTX, pero eso no significa que el resto del mercado no tenga opciones similares para mejorar su experiencia ante los títulos más exigentes. Para este segmento de usuarios, tenemos el FSR y el XeSS, de AMD e Intel respectivamente, dos herramientas muy similares entre sí y que cuentan con una gran diferencia que las distingue del DLSS.
Mientras que la apuesta de NVIDIA está diseñada para solo funcionar en las tarjetas gráficas compatibles, sus dos rivales pueden ser utilizados por cualquier marca y modelo de GPU, aunque esta ventaja también los hace relativamente inferiores a la tecnología rival. Al no beneficiarse del hardware específico de algunas tarjetas ni estar optimizadas para ello, su resultado suele ser más pobre, tanto a nivel de rendimiento como en cuanto a calidad de imagen. Aun así, son opciones muy potentes para aquellos que no cuenten con una RTX del modelo que sea, llegando incluso a aparecer en consolas que usan las APU de AMD.
Como ves, las tecnologías de escalado no son un milagro, sino que tienen detrás un trabajo impresionante de investigación y desarrollo. Pese a contar con algunas desventajas, sus beneficios tienen muchísimo más peso que sus contras, y se han convertido en una de las innovaciones más importantes del mercado de los procesadores gráficos. Siendo cada vez más potentes y efectivas, se han convertido en parte del salto generacional que estamos viviendo. ¿Hasta dónde llegará su poderío? Personalmente, estoy muy impaciente por ver qué nos depara el DLSS 4, el FSR 3 o las nuevas versiones de XeSS.
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