La justicia tiene aún muchas verdades que demostrar en Nintendo DS. No obstante, esta vez no será Phoenix Wright el que se encargue de poner a prueba nuestro ingenio, sino un joven aspirante a abogado con un talento innato para detectar las mentiras en las declaraciones. ¿Preparado para protestar frente al tribunal?
Los juzgados pueden cambiar a sus abogados, pero nunca su concepto de justicia. Con este razonamiento tan simple se nos presenta la cuarta entrega de la saga protagonizada por el licenciado en Derecho más famoso del mundo del videojuego: Phoenix Wright, un defensor de la ley que deja su lugar a Apollo Justice, un joven aprendiz con un talento especial para detectar las mentiras de acusados, testigos y todo aquel que se le cruce por el camino.
Su papel en el videojuego seguirá siendo el de abogado defensor a través del conocido género de la aventura conversacional (o, si se prefiere, novela interactiva). Un género que, por primera vez, explora las posibilidades de una saga que encuentra definitivamente un camino propio en Nintendo DS (los Phoenix Wright anteriores estaban basados en los títulos lanzados para la ya olvidada Game Boy Advance). Un avance en la franquicia que, sin embargo, no trae muchas novedades al concepto de juego acuñado por Capcom en el año 2001.
Nuevo abogado. Vieja justicia.
Apollo Justice trae cuatro casos inéditos a la serie y lo hace con el inconfundible estilo de siempre, proponiéndonos el reto de resolver asesinatos a la altura de detectives tan televisivos como Colombo. Los giros inesperados están asegurados, además de la emoción de situaciones que constituyen el motivo real de que la serie haya tenido tanto éxito durante todo este tiempo. Sólo hay una diferencia notable, y es que, como apuntábamos unas líneas más arriba, Phoenix Wright se ha retirado de la abogacía para dejar su lugar a nuevos talentos.
De hecho, ha montado una agencia que precisamente busca a gente como Apollo Justice, un chico de 22 años que demostrará ya desde el primer caso su valía y, en especial, una habilidad innata para detectar los "tics" de las personas cuando testifican ante el personal del juzgado. En realidad, es la novedad jugable más importante de la obra, que sirve para revitalizar un poco la saga y, de paso, abrir nuevas fronteras con respecto al "Psyche-Lock" presentado por primera vez en Justice For All (segundo videojuego de la serie Phoenix Wright).
Lo que el ojo sí ve
La interesante novedad se conoce con el nombre de "sistema perceptivo" y, aparte de ser un don que Apollo y pocos más conocen, permite identificar la parte del discurso en la que se está mintiendo. El funcionamiento además, y amen de su aparente complejidad, es bien sencillo. Todo consiste en apreciar en detalle al interlocutor mientras habla. Todos sus gestos, todas sus miradas y todas sus acciones son importantes, puesto que descubrirán la mentira en el momento en que los "tics" comiencen a hacer aparición.
A tenor de nuestra experiencia con el título (Apollo Justice posee más de diez horas de juego), esta incorporación resulta un verdadero soplo de aire fresco, aunque bien es cierto que ni estará siempre disponible ni tampoco será una dinámica de juego demasiado frecuente. La razón está en que no todo son protestas, suposiciones e interrogatorios, puesto que la saga más legal de Capcom desde siempre se ha caracterizado por una sabia mezcla entre juicios e investigación, siendo esto último lo que implica que tengamos la posibilidad de visitar diferentes escenarios a la vez que conversamos con muchos personajes.
La tecnología 3D llega a los juzgados de Capcom
Recabar información y obtener pruebas sigue siendo tan importante y asequible como antes gracias a un control completamente basado en el stylus. De hecho, y creemos que para justificar que esta es la primera entrega de la serie en estrenar realmente la "dual screen", se ha añadido la recreación del escenario del crimen, que mediante una animación 3D nos muestra las posiciones de los implicados. Pero lo interesante no es la virguería gráfica en sí, sino el hecho de que se nos permita interactuar con algún que otro objeto de la escena.
Esto nos ayuda a aclarar cuatro casos plagados de composiciones musicales tan notables como en el pasado, con nuevos ritmos y variantes que se enfrentan a la continuidad de unos efectos sonoros que repiten su repertorio con no malos resultados, sobre todo si tenemos en cuenta que las pocas voces que hay están en castellano. Y es que se nota que Capcom (empresa no habituada a traernos obras en nuestro idioma) tiene un interés especial por esta saga, la cual vuelve a presentar una excelente localización al español.
Un nuevo abogado entra en la franquicia más legal de Capcom para continuar presentándonos casos enrevesados pero lo suficientemente lógicos como para hacernos pensar durante horas. En definitiva, una dosis más de abogacía táctil que, aunque no presente demasiadas novedades, mantiene con éxito la misma fórmula que hizo grande a la saga Phoenix Wright.
Comprar Ace Attorney: Apollo Justice