Análisis de Alice Madness Returns

Análisis de Alice Madness Returns
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La siniestra visión de American McGee sobre el mito de Alicia en el País de las Maravillas vuelve a estar de actualidad con la segunda parte de la saga. ¿Está a la altura del genial original? Ciertamente no, el factor sorpresa desaparece y el título es algo repetitivo; no obstante sigue siendo un juego bastante estimable.

Enorme curiosidad teníamos por ver en movimiento la versión final de Alice: Madness Returns, y es que el recuerdo de su genial videojuego original todavía perduraba en nuestra memoria. Lamentablemente la enorme creatividad que desbordaba el predecesor no se ve reflejada en esta segunda parte, que si bien es un apreciable videojuego de acción y aventuras, carece de las cotas de inspiración del juego precedente.

Alice vuelve, pero no ha escapado de los demonios que la persiguen y atormentan, y su propia mente se abre como un mundo a priori casi tan fascinante como el propio universo de Lewis Carroll. El juego recoge, además, todos los elementos del American McGee's Alice del año 2001, aunque en esta ocasión desaprovecha su extraordinaria propuesta de base al no mezclarlos con tanta habilidad como su mismo responsable logró hace ya una década.

La Locura Vuelve
Precisamente diez años han pasado también desde lo que vivimos en el primer Alice. Nuestra protagonista parecía haber recuperado el juicio, pero como ya intuimos por los tráilers y cómo podremos comprobar empíricamente en los primeros instantes de juego la realidad es bien distinta.

De hecho en los compases iniciales de la campaña individual, el juego deja claro el estilo que va a adoptar: Volviendo a olvidarse del cuento de Lewis Carroll, y siguiendo con su deliciosa interpretación del "qué habría sucedido" de continuarse la historia de la novela. El vídeo inicial es buena muestra del estilo oscuro y lúgubre por el que va a optar una vez más lo nuevo de American McGee, y además muestra buena parte del delicioso modo con el que se va a presentar su narrativa.

Cuidadas cinemáticas en 2D nos cuentan lo que pasa entre área y área de juego con un estilo muy siniestro que, por momentos, parece beber directamente de los trabajos del maestro de la animación Henry Selick. La idea es recrear de cara al usuario el mismo mundo de pesadilla en el que se mueve la propia Alicia, mezclando qué es imaginación y qué es mundo real a menudo y ofreciendo una visualización de su propia locura de lo más interesante.

Alicia vuelve al País de las Maravillas. Todo el encanto de la visión de American McGee sobre los relatos de Lewis Carroll de nuevo expuesto.
Alicia vuelve al País de las Maravillas. Todo el encanto de la visión de American McGee sobre los relatos de Lewis Carroll de nuevo expuesto.

Por desgracia la apasionante premisa inicial no acaba cuajando en una historia lo suficientemente buena como para atraernos. El placer visual que despiertan sus retorcidos mundos y los simpáticos guiños hacia el primer videojuego en forma de retornos de diferentes personajes son un formidable gancho, y todo está apoyado por unos diseños muy imaginativos y algunos giros interesantes que hacen que cada nivel cuente con un aspecto totalmente diferente. No obstante todo lo bueno que nos deja el título en determinados momentos contrasta con la falta de carisma que demuestra Alice como protagonista, y el poco interés que sentiremos a la hora de continuar la historia a las pocas horas de juego.

Por otra parte cabe destacar que la campaña individual de este Madness Returns es la única oferta del programa a nivel jugable, pero ésta es ciertamente generosa. Nos llevará unas 10 horas superar su modo historia en el nivel de dificultad medio (cuenta con otros tres más a escoger), pero hay abundantes elementos a desbloquear de cierto interés, lo que unido a que en la versión de PS3 se incluye el American McGee's Alice original hace que hablemos de un videojuego con una duración más que generosa teniendo en cuenta el género al que pertenece.

Desde el industrializado Londres del pasado hasta el colorista universo que se esconde en el País de las Maravillas...
Desde el industrializado Londres del pasado hasta el colorista universo que se esconde en el País de las Maravillas...

A Través del Espejo...
Más allá del encanto y de la valentía de su planteamiento, el atractivo de Alice: Madness Returns es relativo desde el punto de vista narrativo, pero más interesante aunque también más irregular desde el jugable. En efecto, como ya hemos adelantado, el juego puede pecar de resultar algo repetitivo, pero no obstante sería muy injusto ceñirse únicamente a ello y desdeñar el resto de notables aspectos que componen el juego.

El título mezcla diferentes referencias a nivel de género, combinando con relativa habilidad la acción en tercera persona con las plataformas y algunos toques de exploración moderadamente habituales. Lo que más llevaremos a cabo son, precisamente, las secciones de saltos, carreras y diferentes movimientos de habilidad y acrobacias. Alicia es un personaje hábil en este tipo de maniobras, aunque no lo es tanto el método de control ni la disposición de las cámaras que a menudo pueden jugarnos algunas malas pasadas. Las mecánicas son algo repetitivas y poco imaginativas, y pese a que en pequeñas diócesis el título puede resultar francamente atractivo, en este campo y conforme avancemos en la aventura la fórmula puede comenzar a agotarse.

El combate es un mayor punto a favor del lanzamiento en la faceta jugable, en los momentos en los que acabemos algo abrumados por las secciones de plataformas los enfrentamientos contra hordas de terroríficos enemigos saldrán al paso de la monotonía para luchar contra ella. El mayor punto a favor es el de que el juego lucha contra la consideración de "machacabotones" presentando villanos que necesitan técnicas muy diferentes para ser abatidos, y un sistema en general que mezcla armas muy variadas para hacer que en ningún momento caigamos en la rutina.

Lamentablemente esta aparente variedad jugable sobre el papel no se refleja en la práctica en el propio videojuego. Hay algunos rompecabezas que resolver y montones de combates que superar, pero a medio plazo todos ellos acaban resultando repetitivos. Así mismo el tempo del título tampoco es el mejor, disfrutando en algunos momentos de un ritmo trepidante y muy atractivo y en otros de un desarrollo torpe y decepcionante. La exploración, así mismo, tampoco acaba de funcionar como esperábamos de ella, con ilógicas limitaciones fruto de algunas dudosas decisiones de diseño en los niveles y también con algunas frustrantes e incomprensibles decisiones conceptuales.

Así pues, el juego funciona francamente bien en algunas de sus partes pero acaba resultándole imposible disimular la falta de cohesión de las partes que lo forman. La idea de recuperar al mito de Alicia y de hacerlo conservando los poco convencionales elementos del juego original es formidable, y el título en este sentido sigue contando con un carácter genuino muy agradecido en estos tiempos. No obstante al programa le ha faltado una mayor inspiración en su desarrollo para transgredir todo lo que aparentemente iba a subvertir, y pasar de ser un juego de acción y aventuras estimable a convertirse en lo que a buen seguro era su primera intención: Una reedición el éxito de su predecesor.

Lucha a distancia, acción cuerpo a cuerpo... Cada tipo de enemigo requerirá  de una técnica diferente.
Lucha a distancia, acción cuerpo a cuerpo... Cada tipo de enemigo requerirá de una técnica diferente.

Un Mundo de Fantasía -Gráficos y Tecnología-
A nivel visual Alice: Madness Returns es un título realmente bello. Cierto es que hay algunos niveles que no están a la altura del resto tanto en el diseño como en lo visual, pero en líneas generales el acabado es en su mayoría fantástico siendo un buen motor de atractivo para la experiencia en momentos en los que la experiencia jugable flojee.

La identidad del juego original fue siempre una excepcional dirección artística, y en el caso de la segunda parte la línea sigue siendo la misma aunque con la menor inspiración que destilan también el resto de aspectos del título. El estilo barroco y surrealista vuelve a caracterizar a esta entrega, y en los momentos de mayor locura visual es donde nos regala sus mejores resultados estéticos.

El combate es uno de los mejores puntos de un videojuego que apuesta por la mezcla de géneros.
El combate es uno de los mejores puntos de un videojuego que apuesta por la mezcla de géneros.

El juego resulta cautivador en su visionado general, aunque no lo es tanto observándolo con minuciosidad, y es que la variedad es la tónica dominante en los escenarios y es también su principal virtud. Algunas áreas parecen recurrentes y recicladas, pero el impacto de las enormes diferencias que caracterizan a cada uno de los capítulos es un elemento positivo imposible de pasar por alto. No obstante la mayor virtud del juego en este campo es el hecho de que con su cuidado diseño, aunque irregular no nos cansaremos de repetirlo, se nos invita a la exploración y al hallazgo de objetos coleccionables.

Los personajes siguen idéntica línea a la de los escenarios, con la diversidad y la originalidad como principal bastión de sus diseños pero con una calidad general muy desigual entre unos y otros. Los miedos de la protagonista son las inspiraciones de su acabado, y en este sentido sus modelos son fantásticos y tremendamente genuinos en su mayoría.

Lamentablemente todo el apartado visual del juego, y también por ende el más que notable estadio artístico, se ve lastrado por un acabado tecnológico francamente irregular. Hay abundantes errores de corte tecnológico, atribuibles sin lugar a dudas a una fase de testeo más breve de lo que el juego hubiera necesitado, y también podemos encontrar algunos bugs de diversa consideración que enturbian ligeramente el conjunto. El empleo de la cámara también entronca en este campo, y es que su torpe manejo y habitual desubicación afecta a lo jugable pero entronca con lo tecnológico.

¡Salvaje! Cada mundo del juego es tan diferente del anterior que en ocasiones parecen juegos diferentes.
¡Salvaje! Cada mundo del juego es tan diferente del anterior que en ocasiones parecen juegos diferentes.

En última instancia nos resta únicamente hablar de la faceta del audio, en el que es junto al gráfico/artístico uno de los puntos más redondos del videojuego. La música es inspirada y tan genuina y variada como los puntos de diseño más brillantes del título, todo ello se ve acompañado de unos efectos también francamente buenos y de un doblaje a nuestro idioma de un nivel que alcanza el notable.

Interesante

Sin sello

Alice: Madness Returns

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Resulta doloroso no poder premiar a este Alice con una mayor nota dado el empeño artístico y el afán creativo que destila por los cuatro costados, pero sin mayores virtudes en lo jugable y un mayor pulido resulta imposible. Demasiado repetitivo e irregular, Madness Returns a buen seguro no es lo que American McGee esperaba ofrecer a los aficionados a pesar de ser un título francamente entretenido.

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Jugadores: 1
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en español
Duración:
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