Análisis de Sleeping Dogs

Análisis de Sleeping Dogs
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True Crime: Hong Kong se convierte en Sleeping Dogs de la mano de Square Enix y los chicos de United Front Games. ¿Qué ofrece? Un sandbox gamberro, divertido y sin muchas complicaciones para PC que está más cerca de la escuela de Saint's Row que de la de Grand Theft Auto. Libertad, acción y pruebas que son una auténtica locura para un juego ligero, festivo y sin grandes complicaciones.

La epopeya para ver Sleeping Dogs en las tiendas ha sido larga y, en ocasiones, incluso desesperanzadora; sin embargo ya tenemos entre manos el juego de United Front Games, y el resultado está sensiblemente alejado de a lo que los discretos resultados de la saga True Crime nos habíamos venido acostumbrando a ver. Este producto, nacido como True Crime: Hong Kong pero finalmente comercializado bajo el ya mencionado nombre de Sleeping Dogs, como decimos está en un punto medio entre Saint's Row y Grand Theft Auto, ya que ni es una locura del calibre del primero ni tampoco un título tan solemne como el segundo.

El encanto del siempre exótico oriente, aunado con toda la jugabilidad frenética del clásico estilo sandbox son las claves de un juego que se apoya en un combate cuerpo a cuerpo muy entretenido para componer un conjunto bastante ameno y logrado. Tiene sus problemas y no va a reinventar la rueda, pero es un producto largo, eficiente y por momentos incluso con un punto de simpatía muy agradecido. Mención especial para una versión de PC, la que nos ocupa, que se corona con sensible diferencia gráfica y tecnológica como la mejor de las tres que se pusieron a la venta.

Infernal Affairs
La premisa de los infiltrados de la policía en una banda criminal no son un argumento precisamente novedoso en el cine o la literatura, pero sí es cierto que en los videojuegos los hemos visto algo menos... Especialmente si tenemos en cuenta que los sandbox suelen escoger ambientarse en contextos criminales con protagonistas fuera de la ley, en parte para justificar los frecuentes atropellos y la violencia desmedida con civiles que acostumbra a verse en esta clase de lanzamientos.

El caso de la saga True Crime, recordemos precursora de este Sleeping Dogs, siempre fue precisamente el contrario, con protagonistas policías que buscaban atrapar a los criminales y que en algunos de sus momentos más absurdos y ridículos llegaban incluso a plantarnos frente a zombies. En esta ocasión, sin embargo, se ha optado por la vía de mezclar ambos caminos, ofreciéndonos el papel de un agente de la ley pero, como decimos, infiltrado tras las líneas de las peligrosas tríadas que operan prácticamente a sus anchas en Hong Kong.

Seremos, concretamente, Wei Shen un detective del departamento de policía de San Francisco que está destinado a Hong Kong y que, a sus 28 años, es la principal esperanza del lado de la ley para someter a las peligrosas organizaciones criminales de esta zona de oriente. La idea, como casi siempre en estos casos, es la de ir ascendiendo por el organigrama de la organización cumpliendo diferentes encargos, misiones y favores para sus capos, y hacernos con un nombre en este mundo.

En Sleeping Dogs seremos Wei Shen un agente de policía de San Francisco infiltrado en las peligrosas Tríadas que operan en Hong Kong.
En Sleeping Dogs seremos Wei Shen un agente de policía de San Francisco infiltrado en las peligrosas Tríadas que operan en Hong Kong.

El personaje principal trata de ser algo más tridimensional de lo que es tradicional en los héroes de acción con ironía, sarcasmo e incluso cierto encanto, haciéndonos notar también en algunas ocasiones la tensión máxima y el nivel de estrés del tipo de trabajo que está haciendo. No vamos a decir que logra trascender en su labor como protagonista de una forma absoluta o que consigue convertirse en un héroe memorable que guardemos para el recuerdo, pero sí es un personaje efectivo capaz de cargar con la narrativa a pesar de su manifiesta falta de carisma.

Por lo demás el juego es bastante convencional, con el clásico estilo que instauró Grand Theft Auto hace ya años respetado de forma muy escrupulosa, y con una historia sin estridencias negativas, pero también sin nada particularmente llamativo. Eso sí, el juego está narrado con bastante estilo en unas cinemáticas de un metraje perfecto y algo vacías de contenido pero siempre bien presentadas. La duración del producto, a pesar de la ausencia de multijugador, está fuera de toda duda, y si sumamos las misiones principales y la infinidad de divertidas, tontorronas y cuantiosas misiones secundarias y entretenimientos varios tenemos varias decenas de horas de entretenimiento.

El combate cuerpo a cuerpo es una de las bazas de Sleeping Dogs. No habíamos visto en un sandbox tanta atención por la lucha cuerpo a cuerpo.
El combate cuerpo a cuerpo es una de las bazas de Sleeping Dogs. No habíamos visto en un sandbox tanta atención por la lucha cuerpo a cuerpo.

Los Reyes de Hong Kong
Sleeping Dogs apoya su experiencia jugable en varios pilares fundamentales. El combate cuerpo a cuerpo, la guinda del pastel, la conducción y los tiroteos. Con esto los chicos de Iron Front Games consiguen que Wei Shen sea un protagonista versátil y con mucha capacidad de movimiento y grandes habilidades para el combate.

La mejor parte, de hecho, es precisamente la del combate cuerpo a cuerpo con la que es una obligación empezar. Es realmente sorprendente que un sandbox cuente con unas peleas de rango cercano tan trabajadas y profundas, unas que están más cerca de las de los dos videojuegos sobre Batman de Arkham que de lo que hemos podido ver en este campo en lanzamientos del género. De hecho su importancia por encima de los combates a tiros es claramente palpable, y el juego lo explica asegurando el comisario que en Hong Kong las armas de fuego no abundan tanto como en Estados Unidos.

Así que tenemos la clásica amalgama de combinación de botones de ratón y teclado a emplear para dar puñetazos y patadas. Con uno golpeamos, con otro contra-atacamos, con otro agarramos... Además cada uno de ellos se combina con los demás de mil y una formas; de tal modo que, por ejemplo, si pulsamos dos veces el de golpeo y después dejamos apretado el de agarrar llevamos a cabo una llave que da con los huesos de nuestro adversario en el suelo y si, por mencionar otro caso, contra-atacamos a tiempo en el momento preciso y después llevamos a cabo una cadencia coordinada de puñetazos con el botón adecuado y finalizamos dejándolo pulsado culminaremos un espectacular combo que concluirá con una patada voladora en plena cara de nuestro oponente.

Así se crean unas peleas bastante espectaculares, que acaban rememorando a los mencionados juegos de Batman no sólo porque el esquema de control es idéntico, sino también porque se generan situaciones muy parecidas. Así es fácil verse rodeado de números importantes de enemigos, aunque como le pasaba al Caballero Oscuro éstos siempre esperarán su turno pacientemente para atacarnos, de modo que si tenemos un mínimo de paciencia en cuanto a los bloqueos será relativamente factible salir airosos de la mayor parte de las situaciones sin muchos esfuerzos. Eso sí, el juego no es sencillo ni mucho menos, y a pesar de que un sombreado rojo sobre nuestro oponente sirve para saber cuándo va a comenzar un ataque, bastará con tener un par de despistes en un combate para que caigamos abatidos puesto que los rivales no perdonan.

La conducción quizá sea la parte menos divertida del programa. Hay carreras, persecuciones... pero no está muy lograda.
La conducción quizá sea la parte menos divertida del programa. Hay carreras, persecuciones... pero no está muy lograda.

Además también hay detalles muy interesantes como la posibilidad de recoger las armas que algunos de los enemigos portan, como cuchillos por ejemplo, pero también otros objetos mucho más casuales como bolsos que dejan caer las mujeres que huyen asustadas de los lugares de las peleas. Por otra parte también hay toda una serie de ejecuciones relacionadas con el escenario que podemos ejecutar para acabar con nuestros enemigos de las formas más espectaculares posibles. Peceras gigantescas, ventiladores, cuadros eléctricos, contenedores de basura... Hay un sin fin de lugares destacados en los escenarios que se iluminan de color rojo cuando hemos agarrado a un enemigo para que sepamos que si los llevamos hasta ahí, cosa bastante sencilla por otra parte, acabaremos con ellos de la forma más sanguinaria posible.

Pero, ¿es éste un sandbox en el que tiene más importancia el combate cuerpo a cuerpo que el que emplea las balas? Definitivamente sí, y así lo demuestra el hecho de que hasta que no pasen unas 7 u 8 horas de juego no se nos va a presentar el tutorial de armas de fuego. El juego grada muy bien su curva de aprendizaje introduciendo muy despacio las novedades, pero el hecho de tan dilatada espera hace referencia únicamente a que, o bien sus responsables no quedaron muy contentos con las mecánicas de disparo, o se tomaron muy en serio la seriedad de ser fieles a la idiosincrasia de la ciudad... como hemos dicho poco dada a las armas de fuego.

Así pues en todo el proceso de los tiroteos que viviremos es bastante convencional, aunque no demasiado inspirado y con un inexplicable plus de complicación en una versión de PC que trae consigo un manejo con el ratón bastante caprichoso e impreciso. Incluye un sistema de coberturas con todas las características esperadas (fuego a ciegas, movimiento tras los parapetos y agilidad al salir de ellos), pero la poco brillante IA y lo rutinarias que acaban siendo estas escenas de acción hacen que el conjunto desluzca ligeramente. Sí hay que matizar, sin embargo, que esta parte nos deja algunos momentos muy vistosos, como cuando al salir de una cobertura saltamos sobre un mueble o capó de coche deslizándonos y abriendo fuego a cámara lenta sobre nuestros rivales al más puro estilo del cine de acción de Hong Kong.

Las secuencias cinemáticas están muy cuidadas. Quizá falta algo de profundidad en el argumento, pero la presentación es muy buena.
Las secuencias cinemáticas están muy cuidadas. Quizá falta algo de profundidad en el argumento, pero la presentación es muy buena.

La conducción es el tercer pilar de la experiencia jugable, aunque tampoco logra estar a la altura de la lucha. ¿El problema? Principalmente está debido a las físicas irreales de los vehículos, que hacen que el juego en este sentido pase sensiblemente la barrera de lo arcade incluso para este tipo de productos. Por si fuera poco la cámara es a menudo bastante molesta, especialmente en determinadas maniobras que incluyen giros bruscos, y el pilotaje de unas motos algo más caprichosas de lo que nos gustaría tampoco ayuda. El manejo, de puro arcade y simple es efectivo, e incluye maniobras imposibles como embestidas laterales a otros vehículos que convierten las persecuciones de policía en ridículas refriegas a empujones entre los coches.

De acuerdo, los pilares fundamentales del juego descritos hasta ahora son el combate cuerpo a cuerpo, los tiroteos y la conducción... Pero no hay mueble que se sostenga con sólo tres puntos de apoyo. ¿Y la cuarta pata de la mesa? El conjunto que conforman las misiones, principales y secundarias, que en algunos casos nos regalan las mejores partes del título.

La duración de Sleeping Dogs está fuera de toda duda. Abundantes misiones, encargos secundarios... entretenimientos de todo tipo.
La duración de Sleeping Dogs está fuera de toda duda. Abundantes misiones, encargos secundarios... entretenimientos de todo tipo.

Una Ciudad Viva
Donde más resulta interesante este Sleeping Dogs es en su factor puramente jugable. Es ahí donde es un producto divertido, ligero y sin complicaciones ni efectismos. Las misiones principales son las que, como siempre, hacen avanzar la historia y la que hacen que ruede la campaña individual, pero a menudo encontraremos el mismo mimo y atención por el detalle en los encargos secundarios, y mucha simpatía y diversión en las actividades de recreo.

Para encontrar toda esta pléyade de actividades basta con echar un vistazo al minimapa de la parte inferior izquierda de la pantalla o acceder al mapa que podemos visualizar con la tecla Tab del teclado. Lo mejor de todo ello es que no hace falta interactuar demasiado ni salir del propio juego, ya que con sólo ir presionando la tecla que hayamos predefinido basta para que el GPS vaya dibujando automáticamente rutas hacia las diferentes misiones y encargos secundarios por las que podemos ir pasando.

Además contamos también con un Smartphone que nos permite tanto relacionarnos con otros personajes como consultar mensajes, informes o incluso sacar fotografías. No es una herramienta tan completa como la que veíamos en Grand Theft Auto IV puesto que su uso es mucho más limitado, pero es perfectamente capaz de ofrecer todo lo que necesitamos en Sleeping Dogs... ¡E incluso nos permite tener citas!

Por lo demás las misiones principales tienen el clásico esquema de estar divididas en varias partes presentadas por una cinemática, y casi siempre alternan con habilidad dentro de cada una los diferentes tipos de jugabilidad que ya hemos descrito anteriormente. Por otra parte también hay otras muchas cosas que podemos hacer, como encontrarnos con algún civil a quien hacer favores (casi siempre relacionados con combates), llevar a cabo carreras callejeras, ir a la escuela de artes marciales a aprender nuevas disciplinas de combate, encabezar redadas anti-droga para someter a grandes grupos de matones utilizando nuestros puños, utilizar el sistema de cámaras de vigilancia que tenemos instalado en nuestro apartamento para detener a capos, acudir a un karaoke, participar de peleas de gallos, acudir al garito de apuestas...

La lista de cosas que hacer en Hong Kong es larga y llena de momentos muy simpáticos. Cierto que la mayoría de actividades no son demasiado profundas, buen ejemplo de ello es un karaoke que sencillamente nos emplaza a seguir las líneas de entonación con la palanca del pad en ejercicios muy sencillos, pero son variadas y ofrecen entretenimientos agradables para alternar con las misiones y encargos.

El sistema de progresión de personaje nos permite desbloquear movimientos y habilidades para el protagonista.
El sistema de progresión de personaje nos permite desbloquear movimientos y habilidades para el protagonista.

En otro orden de cosas también es cierto que las calles de Hong Kong están llenas de objetos coleccionables como santuarios, cajas blindadas o estatuas de Jade, y también de tiendas donde podemos comprar infinidad de cosas para nuestro personaje. Desde potenciadores para el combate que sólo duran temporalmente, hasta alimentos para mejorar nuestra salud, tiendas de ropa para personalizar nuestro aspecto o salones de masaje, farmacias y un largo etcétera de comercios.

Sin embargo la mejora de personaje no pasa únicamente por la compra de objetos, sino que también tiene mucho que ver con un complejo sistema de Experiencia y Prestigio. Podemos obtener puntos de cada cosa por hacer favores o trabajos a civiles, tríadas o a la policía, y todo ello se divide en secciones diferentes. Por ejemplo, los de las bandas criminales aportan nuevas técnicas de combate, mientras que los de ayuda a los peatones desbloquean descuentos en compras, vehículos, ropa de diseño, etcétera. Además por cada nivel que alcanzamos obtenemos puntos de habilidad que podemos ir invirtiendo en las ramas de habilidades por grupos que nos permiten liberar acciones, mejoras de salud, nuevos combos, etcétera...

Finalmente debemos destacar que el juego no incluye multijugador, pero saca partido de la conexión de nuestro equipo a internet a través de lo que el propio juego denomina como Centro Social. Se trata de una herramienta que permite consultar nuestras puntuaciones y logros, pero también ver las de nuestros amigos e incluso mandar desafíos o recibirlos de nuestros contactos.

El apartado gráfico del título es potente. Hong Kong es una ciudad con bastante vida en Sleeping Dogs.
El apartado gráfico del título es potente. Hong Kong es una ciudad con bastante vida en Sleeping Dogs.

Una Ciudad Viva -Gráficos y Tecnología-
A nivel visual Sleeping Dogs es en consolas un producto mucho más que resultón, pero en PC alcanza un nivel más espectacular con la versión más detallada, nítida y cuidada de las tres que se ponen a la venta. En compatibles estamos ante uno de los sandbox más fantásticos que se pueden observar en este momento, con una dirección artística que se beneficia notablemente del componente exótico de un mundo tan poco explotado en los sandbox como es el de las urbes orientales. Sí que vimos curiosos retratos en la saga Yakuza, pero ni mucho menos al nivel de lo que trae consigo Sleeping Dogs.

La ciudad sigue siendo uno de los grandes protagonistas del lanzamiento, y presenta un aspecto francamente bueno. Se respira bastante vida recorriendo sus calles a pie, especialmente en las zonas peatonales plagadas de viandantes y de tiendas en las que interactuar, y el colorido de los carteles luminosos y el indudable atractivo de los caracteres orientales le dan al juego un look tan original como vistoso. Hay muchos elementos fijos que entorpecen bastante la navegación con vehículos, pero por lo demás la arquitectura es lo suficientemente enrevesada y variada para ser atractiva y el diseño tiene algunas secciones que parecen algo recicladas pero otras muy originales y estimulantes.

Los personajes, por otra parte, cuentan con buenos diseños a sus espaldas, todavía más compactos en PC, y el número de modelos para los civiles que caminan por las calles es bastante variado. El juego logra resultados muy interesantes en este sentido, con buena carga poligonal y también unas animaciones más que aceptables. El protagonista es, como siempre, el que mayor atención por el detalle acumula a sus espaldas, y sus movimientos son francamente buenos, especialmente en los combates cuerpo a cuerpo donde el juego más brilla.

El teléfono móvil será nuestro aliado constantemente. Punto de comunicación y también de consulta de informes.
El teléfono móvil será nuestro aliado constantemente. Punto de comunicación y también de consulta de informes.

En cuanto al sonido el juego llega a nuestro país sin doblar y con la única traducción de sus textos, en la que parece la decisión más lógica para respetar el crisol de acentos y mezclas de idiomas de la que hacen gala sus protagonistas. Por otro lado los efectos de audio son buenos y los vehículos poseen las clásicas emisoras de radio que podemos ir cambiando y que poseen temas licenciados tanto de corte occidental como oriental.

Excelente

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Sleeping Dogs

Por: El equipo de 3DJuegos
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Sleeping Dogs logra lo que parecía muy difícil, lanzar un sandbox de calidad en un universo en el que sólo hasta ahora pocos tenían sitio al margen de GTA o Saint's Row. Exótico, desenfadado y muy divertido, estamos ante un juego volcado en el combate cuerpo a cuerpo que consigue resultar muy variado y que aprovecha muy bien las posibilidades de su ambientación en Hong Kong. Una versión para PC mejor que la de consolas y un título recomendable para los aficionados a los sandbox.

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Jugadores: 1
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en inglés
Duración:
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