La espera ha sido larga, pero No More Heroes 3 ya está aquí y Travis Touchdown se enfrentará ahora a los superhéroes más malvados de la galaxia. La Clasificación Galáctica de Asesinos espera al otaku con katana láser más peligroso de la Tierra ¿Logrará Travis abrirse paso hasta la cima para ser el mejor? ¿O acabará de vuelta en el motel viendo reposiciones de Bizarre Jelly?
El anuncio de No More Heroes 3 fue un acontecimiento que me causó emoción y temor a partes iguales. Emoción porque iba a recibir al fin la secuela a una de mis sagas favoritas con la que solo había podido soñar durante casi una década. Y temor porque todo lo que se había mostrado del juego hasta este verano me recordaba demasiado a Travis Strikes Again: No More Heroes. No me malinterpretéis: TSA es un juego con ideas muy interesantes, pero simplemente no lo disfruté como me habría gustado. Creo que este es un temor que comparten algunos fans de la saga, por lo que he visto en las redes, pero podéis estar tranquilos si ese es vuestro caso. No More Heroes 3 es justo lo que podría haber esperado de una continuación a la saga. Es un juego que subvierte tus expectativas de muchas maneras diferentes, un amalgama de elementos y temáticas muy diferentes que solo una mente como la de Suda51 podría convertir en una aventura tan entretenida como esta. Y es tan fiel a los originales que incluso arrastra algunos de sus males, como un buen punk que se niega a abandonar sus raíces.
Si hubiera descrito la trama de No More Heroes 3 nada más empezar el juego, diría lo que ya conocéis todos: Travis Touchdown se enfrenta a unos alienígenas que invaden la Tierra para convertirse en el superhéroe más chungo de la galaxia. Pero ahora, después de completarlo, describiría el juego como un podcast de 15 horas sobre la vida y obra de Takashi Miike. Y lo digo completamente en serio. Goichi Suda es un creador que se caracteriza precisamente por su extravagancia y No More Heroes 3, a su manera, es el juego más "Suda51" que jamás haya salido de su mente. Es un tour de force creativo de principio a fin que juega con tus expectativas para sorprenderte a cada paso, y no puedo -ni quiero- hacer spoilers sobre su trama, pero os garantizo que ni nada es lo que parece, ni sabréis lo que podéis esperaros en todos y cada uno de los jefes del juego. Y sí, el juego comienza sintiéndose muy parecido a Travis Strikes Again, como venden sus tráilers y materiales promocionales, pero para el final se siente plenamente como un No More Heroes clásico, aunque con un tono general aún más ligero que le sienta genial.
Aquí cabe hacer un apunte importante: no es obligatorio haberse pasado Travis Strikes Again antes de jugarlo… pero NMH 3 va a asumir en todo momento que habéis jugado todas las entregas hasta la fecha y que lleváis al día su historia. De hecho, hay varios puntos argumentales que provienen directamente de TSA, algunos más obvios y otros bastante sorprendentes. Así que recomendaría completar la entrega anterior de Nintendo Switch, o consultar al menos un resumen de su historia, si no queréis perderos con algunas cosas importantes.
Punk's not dead
No More Heroes 3 supone un regreso a la jugabilidad clásica de la saga y los combates en 3D, pero con algunos añadidos heredados de TSA que le sientan de maravilla. Así, con la Y podemos hacer un combo de ataques rápidos y con la X tenemos ataques fuertes. En la B tenemos el salto, para esquivar ataques o dar golpes desde arriba y en la A tenemos una esquiva. Sí, se pueden hacer evasiones perfectas como en los dos primeros No More Heroes para ralentizar el tiempo y masacrar al rival. Ya no hay golpes cuerpo a cuerpo para intercalar en los combos, eso sí, aunque se mantienen los movimientos de lucha libre cuando logramos aturdir al rival. Sobre esto, el Death Glove de TSA permite a Travis emplear 4 poderes especiales durante el combate: una patada voladora punkera contra un rival, un lanzamiento de telequinesis, ralentizar a los enemigos a su alrededor y crear una zona que hace daño continuo a los rivales durante un tiempo. Son habilidades que se recargan con el tiempo, así que no hay que dudar en usarlas en cuanto estén disponibles.
Además, en el juego hay unos puntos de experiencia que podemos emplear para mejorar las estadísticas base de Travis y desbloquear movimientos adicionales, como un tajo cargado, un ataque en carrera o una esquiva larga, entre otras. También podemos fabricar chips que equipar a nuestro Death Glove, los cuales potencian y perjudican los atributos para definir mejor nuestro estilo de juego. Todo ello se combina para un sistema de combate algo más táctico que el de los No More Heroes originales, que te obliga a pensar mejor cómo vas a actuar, qué estrategia emplear según el tipo de enemigos y a utilizar todo tu arsenal al completo para triunfar. Aún así, es una pena que no haya más espadas que desbloquear que la que tenemos desde el principio, y con ello no haya más estilos de combate o combos que probar, lo que causa cierta falta de variedad a la larga. Ah, por supuesto, la batería de la katana se agota durante el combate, por lo que habrá que recargarla con el movimiento habitual al que acostumbra Travis.
Los movimientos de remate también se mantienen, debiendo realizar un tajo en la dirección que se muestra en pantalla para acabar con el enemigo. Lo interesante está en las recompensas que se ofrecen tras cada baja, esas "tragaperras" que aparecen desde siempre al matar a un enemigo. Aquí es mucho más frecuente que te toque premio, y si bien muchas veces el premio es dinero o experiencia extra, en otras nos darán invulnerabilidad, potenciadores o, incluso, la posibilidad de invocar una armadura de combate robótica con la que aniquilar a los enemigos, la cual ya habréis visto en alguno de los tráilers. En general, quedo bastante satisfecho con la jugabilidad de No More Heroes 3 en los combates. Recuerda en muchas maneras a la de los originales, pero las nuevas habilidades y los ajustes menores logran revitalizarla y hacer que sea tan divertida como desafiante. En esto ayuda la variedad de enemigos que hay. Entre los básicos nos encontramos con alienígenas de todo tipo: armaduras de combate, lagartos invisibles, aliens que te atacan a distancia, guerreros con espadas… Y entre los jefes, bueno, eso es todo un tema aparte.
We are finally cowboys
Para hablar de los jefes de No More Heroes, me remitiré a lo que dije al principio: nada es lo que parece, ni sabréis qué esperaros en ningún momento. NMH3 pasa tan pronto de una batalla épica con katanas láser a un Survival Horror japonés en primera persona y de repente te convierte todo en una partida de sillas musicales mortales. De la misma manera que Travis Strikes Again era un homenaje a la escena indie de los videojuegos y su creatividad, No More Heroes 3 se siente de muchas maneras como un homenaje a la historia de los videojuegos. A pesar del gran número de mecánicas, temáticas diferentes y giros que se ponen en juego, Suda51 logra que todo funcione junto de alguna manera u otra. Y lo más importante, que sea entretenido, que no sea la extravagancia por el hecho de ser extravagante, sino por aportar algo de valor al jugador.
Pese al gran número de mecánicas, temáticas diferentes y giros, Suda51 logra que todo funcione
Los jefes en sí mismos ofrecen mucha variedad. Hay algunos combates que son muy memorables y otros que son más "prescindibles", aunque no se puede pedir que todos sean icónicos, claro. A lo mejor es por el hecho de que NMH 3 prescinde por completo de la fase previa de cada jefe, esa fase de "mazmorra" que había en los dos primeros No More Heroes donde tenías que recorrer distintos escenarios hasta llegar al objetivo. Esto es un cambio de diseño del que hablaré más adelante, pero su ausencia hace que, a su manera, algunos enfrentamientos quedan más descafeinados al no crear una expectación previa. Pero eso no evita que ciertos jefes concretos supongan un chute de intensidad cuando no lo esperas. Y luego está el Príncipe Fu, que es fácilmente el mejor villano principal de la saga. No es que lo tuviera difícil, si lo comparamos con el (escaso) desarrollo de los jefes finales de NMH 1 y 2, pero esta entrega hace un esfuerzo real de caracterizar adecuadamente a nuestro némesis por medio de escenas cinemáticas y conversaciones frecuentes para entender sus motivaciones y su manera de ser.
Y creedme, tendréis ganas de partirle el cráneo con vuestra beam katana para cuando alcancéis su combate. De nuevo, el gran aliciente de NMH 3 es ver con qué locura te sorprende cada jefe, qué tipo de enfrentamiento te encontrarás y qué giro dará la historia a su paso. Os advierto de que la historia se va por algunos derroteros que no veréis llegar ni siquiera si os avisaran, incluidas varias escenas absurdas hasta para los estándares de la saga que no os querréis perder por nada del mundo. Si tuviera que quedarme solamente con la historia, los jefes y la jugabilidad de NMH 3, tengo claro que se trataría de un juego sublime. Pero por desgracia, todo ello flota sobre la balsa de aceite densa y soporífera que es su mundo abierto. Y es algo que lastra a todo lo demás.
Una Santa Destroy de hace 3 generaciones
El mundo abierto vuelve a No More Heroes, tras su ausencia en la segunda entrega. Por desgracia, no parece haber evolucionado desde la era de Nintendo Wii. Si hablamos a nivel de diseño, el mundo abierto de No More Heroes 3 se limita a coleccionables insulsos, minijuegos graciosos pero repetitivos y misiones de combate reiterativas. Son los mismos males que tenían los dos primeros juegos, pero aquí se notan incluso más que por aquel entonces ante la falta de incentivos para afrontar sus contenidos. Como mencionaba antes, ahora ya no hay una fase lineal de aventura antes de cada jefe. Se ha sustituido eso por una serie de combates "obligados" repartidos por el mundo que tienes que completar antes de cada jefe. Entiendo que la idea detrás de ello es hacer que obtengas el dinero para cada jefe a la vez que combates contra sus secuaces, todo en uno, pero el resultado es tedio, repetición y aburrimiento por afrontar los mismos combates en escenarios similares una y otra vez.
Así mismo, donde No More Heroes presentaba coleccionables de valor como las Bolas de Lovikov, que permitían desbloquear nuevas técnicas, los coleccionables de esta entrega -recoger escorpiones, plantar árboles, jugar al escondite, encontrar cartas, romper estatuas y buscar gatos- no ofrecen más que algo de dinero, materiales de fabricación para los chips y… la satisfacción de encontrarlos, supongo. Tampoco puedes hacer mucho con tu dinero más allá de pagar la entrada a los combates de jefe, comprar sushi (objetos curativos para los combates) y comprar gachas para completar las estanterías del apartamento de Travis. El hecho de que ahora no viajemos solo por Santa Destroy, sino por cinco "ciudades" diferentes e igualmente inertes, solo hace que todo sea aún más pesado por tener que recorrer más distancia e ir cambiando de zona, pantallas de carga incluidas.
No siento que su mundo abierto haya aportado nada positivo a mi experiencia
No siento que su mundo abierto haya aportado nada positivo a mi experiencia con No More Heroes 3. Encima, durante el análisis me he topado con numerosos bugs en esta parte del juego: por un lado, me ha sido imposible iniciar tanto uno de los coleccionables (las cartas) como un tipo de encargos (misiones en moto) por un bug que no mostraba la pantalla de aceptar la misión; por otro lado, ha habido hasta dos ocasiones en las que he perdido el progreso desde el último guardado después de que el juego perdiera la imagen por completo, en este mundo abierto. Sé que Marvelous ha prometido que el parche de lanzamiento del juego corregirá estos errores, por lo que espero que no os topéis con ellos durante vuestras partidas, pero no por ello debo ocultar cuál ha sido mi experiencia con el juego. Y con bugs o sin ellos, el caso es que el mundo abierto de No More Heroes 3 se ve como un juego de hace tres generaciones: texturas de muy baja calidad, popping frecuente con una distancia de dibujado nula, rendimiento inconsistente, una cantidad mínima de personas por las calles… No exagero si digo que hay dos modelos de personaje para todos los ciudadanos del juego, con tres esquemas de color diferentes. Sí que hay una cosa que me ha gustado de estas fases, y son las historias secundarias "a lo Travis Strikes Again" con pequeñas aventuras de texto al estilo retro. Pero son muy pocas y tampoco compensan todo lo demás.
Aún con todo, no creo que el mundo abierto de No More Heroes 3 eclipse por completo las cosas buenas que tiene el juego para aquellos que sigan a la saga desde el principio. Porque se trata de una aventura creativa y original, un juego de acción divertido y desafiante, con ese punto de locura que solo tiene Suda51. Es No More Heroes en estado puro, con lo bueno y con lo malo, y como fan de la saga quedo satisfecho con lo que ofrece esta secuela que nunca hubiera esperado que llegara hace unos años. Siguiendo la temática de superhéroes, ahora que Travis salva al mundo, este no es el No More Heroes que nos merecemos, pero sí el que necesitamos.
No More Heroes 3 es todo un derroche de creatividad por parte de Suda51, una continuación fiel a la esencia de la saga pero que no teme explorar sus límites para sorprender al jugador y mantenerlo enganchado de principio a fin. Sin embargo, la repetición y el tedio de un mundo abierto infradesarrollado lastran significativamente el ritmo de la aventura, aunque los fans quedarán más que satisfechos con lo que ofrece el regreso de Travis Touchdown a la senda principal de la saga.
Comprar No More Heroes 3- La historia parte directamente de Travis Strikes Again y el juego asume que conoces sus acontecimientos
- El estilo de combate une los No More Heroes clásicos con los poderes de TSA
- Suda51 en estado puro: la historia logra sorprender a cada paso, con algunos momentos gloriosos
- El mundo abierto es repetitivo, decepcionante y pobre en lo técnico: un lastre para la aventura
- Algunos jefes muy memorables, incluido un villano principal bien desarrollado
