Spider-Man regresa a la acción tras su notable Shattered Dimensions. Su corte cinematográfico, acciones combinadas en dos espacios de tiempo y una buena base argumental son sus grandes bazas para encandilar de nuevo a los fans. ¿Lo conseguirá?
Con los buenos resultados que Beenox cosechó con Spider-Man: Shattered Dimension esperábamos muchísimo de la nueva aventura del trepamuros, pero tal vez las prisas por tener el juego listo en un año, o un erróneo planteamiento en el diseño de la acción, han convertido a este Edge of Time en un título bastante discreto que combina situaciones de acción realmente divertidas, con otras carentes de emoción y alto grado de monotonía. Un juego que debe hacer reflexionar a sus creadores y Activision acerca de si realmente merece la pena crear proyectos de esta envergadura de forma anual a costa de sacrificar la calidad de los mismos.
Reescribe el pasado, cambia el futuro
Con el único fin de convertirse en el hombre más poderoso del mundo, el megalómano Walker Sloan ha viajado atrás en el tiempo para erigir un gran imperio económico aprovechándose de sus conocimientos del futuro; una acción que ha modificado el presente que conocíamos hasta el punto que el pobre Spider-Man va camino de la morgue. Por fortuna para Peter Parker, su alter ego en 2099, Miguel O’Hara, ha encontrado la forma de detener a este villano, aunque para ello tendrá que colaborar con el Spider-Man de la actualidad en una intensa aventura de acción en la que ambos personajes repartirán tortas a diestro y siniestro durante las seis horas que nos llevará superarla.
Lo más cuestionable en este Edge of Time es que la acción parece haberse diseñado pensando en otro tipo de súper héroe, porque ni las habilidades de combate, ni mucho menos los reducidos espacios por los que nos moveremos, invitan a desarrollar todo el potencial acrobático del clásico héroe de Marvel. Por supuesto, las dos versiones de Spider-Man cuentan con sus propios movimientos especiales que podremos ir mejorando progresivamente, pero al final terminaremos repitiendo una y otra vez los mismos ataques mientras nos enfrentamos a una sucesión de enemigos clónicos. Por tanto, lo que gusta mucho durante las primeras horas de juego termina por convertirse en algo monótono demasiado pronto.
Las acciones combinadas entre los dos protagonistas tienen también su encanto al principio porque resulta muy llamativo realizar tareas en el pasado para cambiar el futuro y viceversa. Además, siempre tendremos la imagen del Spider-Man del pasado/futuro en la esquina superior derecha de la pantalla para conocer exactamente qué ocurre en su mundo y qué acciones podemos realizar para echarle un cable. Algo que nos motivará en muchos casos a actuar con presteza al comprobar las brutales palizas que puede recibir nuestro aliado si no prestamos ayuda. Sin embargo, ésta ha resultado ser una gran idea poco aprovechada, ya que al final todas estas acciones se encuentran encorsetadas al desarrollo argumental. Lo peor es que salvo honrosas excepciones, el resto de misiones y desafíos a los que nos enfrentaremos parece sufrir de una falta importante de imaginación, planteándonos realizar una y otra vez el mismo tipo de acciones contra los mismos enemigos. Por eso, echamos en falta la variedad y la emoción del capítulo anterior, en el que sí teníamos un poquito de todo y se aprovechaba mejor el potencial del arácnido.
La cámara y el pobre diseño de los escenarios, que aparte de ser clónicos también resultan demasiado reducidos, tampoco ayudan a mejorar estas sensaciones. Gráficamente hablando, Edge of Tieme también ofrece demasiados claro oscuros, con un buen diseño y animaciones para ambos protagonistas, pero unos enemigos poco inspirados y faltos de encanto, a los que pronto aborreceremos de tanto verlos en el mismo tipo de situaciones. Y es verdaderamente triste, porque el argumento del juego, sin ser la panacea, resulta bastante atractivo y cuenta con momentos memorables. Lo que pasa es que estos conatos de brillantez se chocan una y otra vez con la monotonía y la simpleza del sistema de combate. Y si a todo esto le sumamos la falta de libertad con la que nos encontramos en la mayoría de escenarios, el resultado está muy lejos de lo que un fiel amante de Spider-Man esperaría encontrar en un juego protagonizado por este súper héroe.
La inclusión de varios extras desbloqueables, objetos ocultos y un mayor nivel de dificultad no fomentan tampoco la rejugabilidad del título, que se ha quedado lejos de lo que esperábamos tras los buenos resultados obtenidos con Shattered Dimensions.
Quizá las prisas por tener el título a tiempo o simplemente un planteamiento jugable no tan acertado como se esperaba han lastrado a este Edge of Time, que pese a ser moderadamente divertido queda muy lejos de lo esperado por la simpleza de su sistema de combate, el pobre diseño de escenarios y niveles, y lo poco aprovechada que ha sido la idea de las acciones combinadas en dos tiempos distintos. Un juego correcto, pero sin alardes, orientado a los más fans del trepamuros.
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