A pesar de que hace ya bastante tiempo que dejaron de estar de plena actualidad, los Caballeros del Zodíaco dejaron una huella imborrable en muchos de nosotros. Y esa vena "fanática" y nostálgica es la que pretenden explotar los desarrolladores de esta producción.
Muchos echamos de menos a los héroes de la incunable creación de Masami Kurumada, es decir, a los Caballeros del Zodíaco. Y es que estos carismáticos personajes, con Seiya a la cabeza, formaron parte de muchos de los ratos de ocio de una gran cantidad de los que hoy en día pasamos de los 30. Bien, pues después de mucho tiempo de ostracismo en lo que a adaptaciones para videojuegos se refiere, Namco y el estudio Dimps han querido rendir pleitesía una vez más a estos Caballeros de Bronce y defensores a ultranza de la causa marcada por la diosa Atenea.
Tic, tac, tic, tac…
La historia que sirve para plasmar esta producción es muy fiel a la misma vivida en la serie de televisión y manga originales. Y más concretamente, a la saga de la batalla de las 12 casas, quizá la más popular de todas (con permiso de la también archiconocida saga de Hades).
De esta forma, la historia arranca con una flecha alcanzando de pleno a la diosa Atenea, lo que pone en jaque a los cinco Caballeros de Bronce y protagonistas absolutos de este beat´em up: Seiya, Shun, Hyoga, Ikki y Shiryu. A partir de ese momento disponen de 12 horas (no reales, eso sí) para llegar a la guarida del sumo sacerdote, el único personaje capaz de salvar la vida a nuestra querida dama. Pero para llegar hasta él primero es necesario superar las 12 casas custodiadas por ese mismo número de Caballeros de Oro, tipos en teoría mucho más poderosos que los “simples” Caballeros de Bronce. Por lo tanto, desde el mismo comienzo vivimos una frenética carrera contrarreloj a priori imposible de superar, dada la premura de tiempo y el potencial de nuestros rivales.
Por lo menos la aventura comienza dándonos un respiro. Sí, porque la primera de estas casas, la de Mu de Aries, nos sirve de tutorial avanzado, y a partir de ahí es donde comienza verdaderamente la batalla.
Peleas cósmicas
La propuesta que nos ofrece Saint Seiya: Batalla por el Santuario es un beat´em up masivo al estilo de títulos como Dynasty Warriors, Samurai Warriors o Warriors Orochi. Es decir, que debemos enfrentarnos constantemente a un número muy amplio de enemigos que nos atacan sin descanso, pudiendo enlazar combos de varias decenas de impactos.
La estructura del título sigue un patrón base muy sencillo. Lo primero que debemos hacer es abrirnos camino hasta la casa custodiada por el correspondiente Caballero de Oro para, más tarde, entrar en ella y pelear contra dicho personaje. Por lo tanto, digamos que la primera de estas tareas sirve a modo de "fase", mientras que el propio enfrentamiento contra el Caballero de Oro viene a ser la prueba de rigor contra el jefe final.
Sin duda este esquema gustará a los fans de la acción y los combates porque no deja hueco para nada más. Sí, porque a diferencia de otros títulos (como el citado Dynasty Warrios, por ejemplo), en Saint Seiya: Batalla por el Santuario no existen ingredientes complementarios como la estrategia o la táctica. Y mucho menos puzles. Y por esta misma razón, el resto de usuarios encontrará demasiado invariable y monótona tanta pelea sin ton ni son.
En función del nivel en el que nos encontramos y siguiendo fielmente (con alguna concesión, eso sí) el guión e historia originales, controlamos a uno de los cinco Caballeros de Bronce. Cada uno posee su propio repertorio de ataques y golpes, incluyendo algunos especiales. Además, a medida que avanzamos es posible ir adquiriendo nuevas habilidades, detalle que otorga algo de frescura a un esquema de juego demasiado rígido.
Lo que es común a todos ellos es el hecho de poder utilizar dos aptitudes destacadas, como son el tiempo bala y el poder del cosmos. El primero -y como ya imaginaréis- nos permite ralentizar el tiempo durante unos instantes, mientras que el cosmos nos proporciona más fuerza. Ambos elementos son indispensables durante las peleas finales, batallas cuya dificultad suele ser bastante exigente. Y a pesar de que este hecho pueda echar para atrás a algunos usuarios, en este caso se agradece, ya que nos encontramos ante un título más bien corto.
Fidelidad y poco más
En cuanto a su apariencia gráfica, lo más destacado del título es sin duda la fidelidad que guarda con la serie manganime original. Tanto los Caballeros de Bronce como los de Oro son el vivo reflejo de los que presenciamos en la serie, si bien en este caso todos los personajes han sido modelados en 3D. También es digno de señalar la gran cantidad de personajes que pueden darse cita simultáneamente en cada enfrentamiento, aunque el diseño de casi todos los rivales es más bien sencillo y clónico. Por lo demás, se trata de un título correcto pero sin alardes, con escenarios no demasiado inspirados ni detallados y efectos especiales discretos.
Del sonido lo más reseñable son las voces originales de los personajes, que se han mantenido en japonés (con subtítulos en castellano); mientras que la banda sonora queda en un segundo plano, acompañando la acción y poco más.
Todos aquellos a los que los Caballeros del Zodíaco no les digan nada, aquí no van a encontrar material que les interese a no ser que sean unos fans incondicionales de los beat´em ups puros. Y es que estamos ante una producción dirigida casi en exclusiva a los seguidores de las andanzas de Seiya y compañía, que pasarán por alto su invariable y monótono desarrollo con tal de ver a sus héroes en acción.
Una de las sagas manganime más influyentes y veneradas de todos los tiempos ha sido revivida por Namco mediante un juego de acción beat´em up simple y directo. Aquellos que busquen profundidad y espectacularidad, mejor será que miren hacia otro lado porque aquí no van a encontrar ninguno de estos elementos. Más bien estamos ante un juego dedicado casi exclusivamente para los fans de la obra de Masami Kurumada, público que sabrá apreciar la gran fidelidad que guarda con la serie en la que se basa.
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