Con la sangre de los enemigos manchando tu rostro, disfruta como nunca antes lo habías hecho del salvajismo medieval que propone War of the Roses. Un notable juego de acción multijugador que recoge el espíritu del popular Mount & Blade y lo lleva a un terreno más intenso y despiadado, en el que cada error se paga con la vida. Si buscabas un soplo de aire fresco en el género, Paradox Interactive y Fatshark han respondido a tus súplicas de la mejor forma posible.
Cara a cara frente a tu enemigo, con las espadas en alto y el escudo preparado para frenar sus estocadas, solo un golpe puede decidir el trágico destino que os aguarda. ¿La vida o la muerte? ¿Agonía o victoria? Descúbrelo por ti mismo en este sorprendente juego de acción multijugador que hereda parte del espíritu jugable del popular Mount & Blade, permitiéndonos disfrutar de intensas y despiadadas batallas medievales en las que cada jugador, más por su habilidad que por el equipo y mejoras que haya desbloqueado, decidirá el curso de las contiendas.
Brutalmente intenso, bastante realista y con una amplia variedad de opciones de personalización, Paradox Interactive y el joven estudio Fatshark nos abren las puertas del infierno terrenal en el que se ha convertido la campiña inglesa del siglo XV. ¿Os atreveréis a dar el salto al campo de batalla?
Guerra sin cuartel
Exclusivamente diseñado como un juego de acción multijugador en línea para 64 jugadores, War of the Roses recrea uno de los conflictos bélicos más importantes de la historia del Reino Unido: la cruenta guerra civil que enfrentó a las casas nobiliarias de los Lancaster y York por el control de la corona británica durante treinta largos años (desde 1455 hasta 1485). Tiempo suficiente para que miles de soldados perdieran la vida en auténticas batallas campales que ahora, gracias al talento creativo de Fatshark, podemos revivir fielmente con un título de acción en tercera persona que aporta al género un auténtico soplo de aire fresco.
Principalmente, y obviando su ambientación, por su apuesta por un sistema de combate más realista de lo normal, deudor del ya citado Mount & Blade, en el que cada movimiento debe ser estudiado al milímetro para no darle el gusto a los rivales de acuchillarnos brutalmente. Así que si pensabais acabar con vuestros enemigos moviendo la espada como si de un matamoscas se tratara… bueno, ¿hace falta que os digamos cómo acabaréis?
Y es que War of the Roses es un título espectacularmente intenso, pero también muy sesudo y estratégico. Aquí no basta solo con asestar golpes con la espada sin ton ni son; hay que hacerlo en la dirección correcta –cuatro posibles- y con la fuerza suficiente como para penetrar las defensas del contrario. Enemigos que, lógicamente, no se estarán quietos, obligándonos a danzar a su alrededor en un mortal juego del tira y afloja en el que será tan importante atacar, como protegerse con escudos u otras armas en el momento oportuno. Pura tensión.
Aparte de lo emocionante que resulta vivir de esta forma un conflicto tan espectacular como este, tampoco podemos olvidarnos de la gran libertad de personalización que se nos brinda, elemento determinante a la hora de saltar al campo de batalla. Y es que las diferencias entre uno y otro soldado van mucho más allá de lo meramente estético, planteando un complejo sistema de piedra-papel-tijera en el que pequeños cambios en el equipamiento de un guerrero pueden marcar las diferencias. Siempre y cuando seamos hábiles en los combates, claro está.
Hábiles e inteligentes, porque tendremos que ser muy listos para aprovecharnos de nuestras ventajas frente al resto de enemigos, a la vez que minimizamos las desventajas siempre que sea posible. No en vano, por muy buenos que seamos con una espada en la mano, si hemos invertido gran parte de nuestros puntos de experiencia y dinero en mejorar nuestras dotes como arqueros, difícilmente venceremos a un caballero armado con una cota de malla y una poderosa hacha de guerra. No al menos por los medios convencionales. De ahí que sea imprescindible combatir junto a varios aliados que puedan complementarnos.
Lanceros, poderosos guerreros a caballo, eficaces arqueros, temibles espadachines… todo lo que pudieras imaginar de un conflicto de esta envergadura ha sido recreado con sumo cuidado en este título de Paradox Interactive, que tiene en cuenta de forma tan realista tal cantidad de detalles que no podemos más que quitarnos el sombrero ante el trabajo de Fatshark. Heridas sangrantes, armas con la capacidad de aturdir a los rivales equipados con las armaduras más pesadas, corazas a prueba de flechas, caballeros a lomos de veloces corceles embistiendo a todo el que se cruce en su camino… tal es la cantidad y variedad de soldados con los que te puedes encontrar, que cada batalla en War of the Roses es un mundo.
Días de vino y rosas
Lo mejor, sin duda, es que el diseño de los escenarios invita a explorar todas estas facetas de juego probando distintas combinaciones de equipo y habilidades (los conocidos perks), a la vez que fomenta el juego cooperativo de una forma crucial para el devenir de las contiendas. Tanto, que incluso se pueden formar pequeños escuadrones para viajar siempre con los mismos jugadores, de forma similar a lo visto en títulos de la serie Battlefield.
El mayor problema con el que nos hemos encontrado es que War of the Roses se ha quedado algo corto en el número de escenarios de combate (tan solo siete) y sus modalidades de juego: el clásico Team Deathmatch y Conquista. Habría estado genial contar con alguna modalidad extra como el popular modo Asedio de Mount & Blade, del que toma tantas referencias. También, en algunos casos el equipo de batalla puede resultar demasiado desequilibrante cuando los veteranos se miden a los usuarios noveles, lo que puede hacer que los primeros minutos de juego resulten incluso frustrantes.
Por fortuna, el título es tan adictivo que a pesar de las derrotas, seguiremos luchando continuamente con el único fin de mejorar a nuestro guerrero, lo que dice mucho de War of the Roses. Un juego que además resulta bastante espectacular a nivel técnico, mostrando unos escenarios de gran tamaño y notablemente detallados con un rendimiento más que aceptable; si bien es cierto a veces los servidores fallan un poco y la tasa de imágenes por segundo se puede resentir en momentos muy puntuales.
Las animaciones de los soldados tampoco son todo lo naturales que nos habría gustado, pero esto es algo que se olvida cuando disfrutas del gran nivel de detalle con el que se han diseñado a estos guerreros y todo su equipo de batalla. Además, gracias en parte a la contundencia del sonido, ver cómo una maza aplasta la cabeza de un contrario es algo que, aunque suene fatal, nos encanta. Igualmente, el realismo con el que se ha plasmado la ejecución de estos golpes resulta encomiable, sobre todo por las implicaciones que tiene a nivel jugable.
Y es que el motor físico de War of the Roses resulta espectacular por lo bien que se ha integrado en la acción. No ya solo en lo que respecta al combate a distancia, en el que habrá que tener en cuenta el efecto Coriolis a la hora de disparar flechas; sino también durante los combates cuerpo a cuerpo, en los que cualquier elemento del entorno puede entorpecer nuestros movimientos de tal modo, que los rivales podrán aprovecharse de esos descuidos para asestarnos un golpe mortal. Eso sin tener en cuenta que todo nuestro equipo también sufrirá daño, llegando al extremo de romperse.
Aunque entendemos que a más de uno le habría gustado encontrarse con un modo historia, poco más se le puede pedir a un título de acción multijugador como este, que no solo innova en un género repleto de competidores, sino que además lo hace con mucho acierto planteando batallas que sorprenden por su realismo e intensidad. Ciertamente echamos en falta una mayor variedad de modos de juego y escenarios, pero es un juego tan único en su especie que os resultará muy fácil disfrutar de sus encantos.
