Mario sigue demostrando que es uno de los personajes más en forma de la industria. Y es que últimamente todo lo que toca se convierte en oro, como es el caso de esta nueva incursión dentro del mundo del tenis. Mario Tennis Open llega a Nintendo 3DS.
Nintendo sigue en su cruzada particular de "rescatar" a su nueva consola de un inicio discreto, creando una pila de títulos de gran calidad que siguen llegando a un ritmo más que acelerado. El último en aparecer es Mario Tennis Open, una nueva edición de esta olvidada franquicia (llevábamos casi siete años sin disfrutar de una nueva entrega propiamente dicha) y que se convierte en una oferta interesante para los usuarios de esta portátil.
Tenis arcade
Como muchos ya sabéis los conceptos de Mario Tennis siempre han sido el arcade, la simpatía y la diversión, elementos que han sido recogidos una vez más en esta edición para Nintendo 3DS. Ya podéis iros olvidando del realismo, de las físicas reales y de la simulación total porque en este cartucho todo eso brilla por su ausencia, dejando paso a un auténtico festival arcade que se traduce en la participación de personajes pertenecientes al universo Nintendo muy conocidos, la realización de todo tipo de golpes imposibles, pistas increíbles de todo menos reales y demás detalles similares.
Centrándonos en el elenco de personajes seleccionables, de inicio encontramos a una docena de ellos, si bien es cierto que a medida que avanzamos vamos desbloqueando a otros tipos más. Cada uno de ellos posee sus propias características y según las mismas queda englobado en una clase (o estilo de juego) determinado, ya sea jugador defensivo, rápido, técnico, todoterreno, etc. Y dichos personajes son los que ya podéis imaginar, con Mario a la cabeza seguido de tipos tan queridos como Wario, Bowser, Peach, Luigi y otras caras conocidas de Nintendo.
A este repertorio de jugadores se añaden también los Miis, personajes que al margen de hacer crecer infinitamente el abanico de jugadores seleccionables, también vienen acompañados de una de las principales características que nos ofrece el título: la personalización.
De esta forma es posible ataviar a nuestros personajes con más de 200 objetos diferentes alojados en la Tienda, ítems que vamos consiguiendo a medida que avanzamos y ganamos torneos, pudiendo también adquirir una gran cantidad de ellos previo pago de monedas. Entre los objetos que podemos adquirir están nuevas raquetas, zapatillas, disfraces, gafas de sol, gorras, muñequeras y demás complementos, y lo mejor de todo es que cada uno de ellos afecta directamente al rendimiento de nuestro jugador en áreas tan distintas como son la potencia, el movimiento y el efecto que propinamos a la bola. Gracias a esto el juego adquiere una nueva dimensión, aumentando así sus posibilidades de manera sensible.
Disputa online
Entrando ya a comentar las modalidades de juego, Mario Tennis Open da una de cal y otra de arena.
Sin duda alguna el aspecto más celebrado de esta edición de Mario Tennis es la inclusión de modo online para cuatro jugadores, característica que añade nuevas posibilidades a esta serie y que se convierte en la gran novedad de la misma. De esta forma es posible competir contra jugadores de todo el mundo, pudiendo generar partidas locales, configurar las reglas básicas y entrar en un ranking que funciona de manera similar al que acoge la ATP.
Otra buena iniciativa es la posibilidad de jugar en conexión local contra otros tres amigos más si así lo deseamos y con un único cartucho. Y aunque pueda parecer una modalidad secundaria, a nuestro juicio es una de las más loables de todas las integradas en Mario Tennis Open.
Por desgracia, las modalidades individuales nos han sabido a poco. Y es que lejos de ofrecer una profundidad extrema, lo cierto es que los tres modos de juego individuales se quedan cortos a todas luces. El Torneo es el principal, pudiendo participar en ocho copas diferentes o esa misma cifra a dobles. Cada una de ellas (Plátano, Champiñón, etc.) posee una extensión y dificultad variable (in crescendo), pero un jugador más o menos experimentado puede superarlas en una tarde o dos como mucho. Y eso a pesar de la irregular inteligencia artificial que poseen los rivales y de la que más tarde hablaremos.
Luego tenemos los partidos de Exhibición, que más allá de poder escoger pista y rival no aportan demasiado a la experiencia. Y por último nos encontramos con los Minijuegos, los cuales superan en diversión al resto de los modos individuales que os acabamos de mencionar.
Existen cuatro de estos juegos bien diferenciados, los cuales nos permiten obtener monedas a mansalva (que podemos canjear posteriormente en la tienda de la que ya os hemos hablado por distintos objetos) y practicar nuestros golpes mientras pasamos un buen rato. Y si nos picamos lo suficiente, también podemos tratar de mejorar constantemente nuestros récords de puntuación.
El primero de ellos es Tiro al Anillo, en el que tenemos que afinar nuestra puntería para colar las pelotas que nos envían por los anillos que van apareciendo en la cancha. Luego tenemos Peloteo Galáctico, minijuego que está basado en el clásico Super Mario Galaxy y en el cual debemos ir obteniendo los trozos de estrella que se encuentran diseminados por la pista tratando de evitar que la pelota caiga al vacío. También contamos con Tintomanía, reto en el que es necesario ir golpeando a las bolas que nos lanzan las plantas carnívoras situadas en la otra parte de la pista mientras hacemos lo posible por no perder la bola de vista por la tinta que nos lanzan dichas plantas.
Pero el mejor de todos es Super Mario Tennis, homenaje sonado a Super Mario Bros. de NES que nos propone superar cuatro niveles inspirados en dicho clásico. En este caso la jugabilidad varía un tanto en relación al resto de minijuegos, ya que más que al tenis lo que practicamos es una variante del frontón. Justo enfrente de nuestro personaje se encuentra una pared/pantalla en la que se van sucediendo mediante un scroll lateral alteraciones de las cuatro primeras fases de Super Mario Bros, teniendo que golpear a la pelota con todos los golpes del repertorio para ir consiguiendo monedas, ítems y acabar con los rivales que van apareciendo… y todo mientras tratamos de alcanzar la salida de cada escenario en una frenética carrera contrarreloj. De lo mejor que nos brinda el cartucho.
También queremos destacar la función Street Pass que ostenta el título, que nos ofrece nuevos retos continuamente. Jugando contra otros Miis podemos ir obteniendo numerosos objetos y monedas, por lo que merece la pena echar siempre un vistazo a esta modalidad.
Muy jugable, pero…
El control que posee el juego es bastante bueno, al menos si optamos por jugar mediante la configuración clásica basada en el uso del stick y los botones. Dejadas, voleas, drives liftados y demás acciones se ejecutan con total naturalidad, a lo que se añaden ciertos golpes especiales que es posible llevar a cabo si nos situamos y ejecutamos los golpes en aquellas zonas del campo próximas al lugar donde va botando la bola y que van apareciendo constantemente. Y justo aquí encontramos otro de los inconvenientes principales de este cartucho, los golpes especiales.
Dejadas súper ajustadas, golpes con efecto endiablado o globos pegados a las líneas de fondo son realmente difíciles de contrarrestar, por lo que cada partida se convierte en una ida y vuelta de este tipo de acciones. Sí, tenemos la posibilidad de no usar dichos golpes de fantasía durante los encuentros, pero si jugamos contra rivales (ya sean bots u otros jugadores de carne y hueso) que los usen con frecuencia, nuestras posibilidades de victoria se verán reducidas de manera muy sensible. Y claro, este aspecto no terminará de convencer a todos los usuarios.
Retomando el tema del manejo, otra novedad contemplada en esta entrega de Mario Tennis es la posibilidad de usar una opción de control más informal pensada para los jugadores menos expertos y que saca provecho de las cualidades de la máquina. De esta forma es posible girar la consola para desplazar a nuestro jugador (haciendo uso del giroscopio de la portátil), pudiendo ejecutar los golpes mediante pulsaciones en la pantalla táctil, dividida en diversos iconos correspondientes a cada golpe. En general esta opción de manejo no está mal tirada, pero nosotros preferimos la tradicional (aunque es cuestión de gustos).
El ritmo al que transcurren los partidos es bastante alto, como corresponde al tono arcade que rezuma el título. Gracias a esto la experiencia de juego es frenética y excitante, favoreciendo la jugabilidad. Sin embargo existe un punto negativo que ya os mencionamos antes y que resta algún que otro punto al título: la inteligencia artificial de los rivales. Y es que ésta nos ha parecido demasiado "cambiante". Es decir, que si bien en los primeros campeonatos los adversarios presentan una resistencia casi nula, en los más complicados debemos lidiar con rivales demasiado "tramposos", por así denominarlos… algo que seguro que los fans de algunas de las sagas de Nintendo como ésta misma, Mario Golf o incluso Mario Kart conocen perfectamente.
Fantasía nintendera
Se nota a la legua que estamos ante un título genuinamente nintendero. Y es que con sólo echar un vistazo a la doble pantalla de la portátil es suficiente para reconocer al instante el estilo Nintendo que la compañía nipona imprime a sus producciones.
El título rebosa colorido por todos sus circuitos, pudiendo jugar en un surtido de pistas realmente imaginativo y atractivo. El castillo de Bowser, el palacio de Peach o un decorado extraído de Super Mario Galaxy son algunos ejemplos de lo que nos depara este título en este sentido, gozando cada una de ellas de una superficie determinada (hierba, arena, pista dura…) que afecta un tanto al comportamiento de la pelota.
Por su parte el aspecto de los personajes es realmente bueno, gozando de un modelado muy acertado y hasta detallado y, mejor aún, de unas animaciones y expresiones corporales sobresalientes. Así cada protagonista parece estar vivo y rebosante de simpatía, creando una atmósfera muy particular en cada partido.
Y en cuanto al efecto de profundidad, éste se aprecia con nitidez, permitiéndonos incluso calcular mejor las distancias en cada bola que nos llega.
El apartado sonoro nos ha sorprendido por su calidad. Los personajes poseen un amplio surtido de expresiones y gritos que se escuchan con una nitidez perfecta, dotando a los encuentros de una "vidilla" sensacional. La banda sonora ameniza las pantallas de menú y las pachangas de manera muy satisfactoria y, por último, apuntar también que el título ha sido completamente localizado a nuestro idioma, por lo que es posible escuchar el tanteo de cada partido en castellano así como otras frases sueltas. Un detalle que aporta calidad a este apartado.
Mario Tennis Open es un gran arcade deportivo que proporciona diversión sencilla para un rango muy amplio de usuarios, veteranos y novatos. El juego online es la principal novedad que presenta esta versión en relación a pasadas entregas, función que prolonga mucho la vida útil del cartucho, muy limitado en este sentido. Y no podemos dejar de mencionar lo divertido que resulta el minijuego basado en el Super Mario Bros original de NES.
Nintendo sigue surtiendo de manera frecuente y mantenida a su nueva portátil con títulos de calidad, como es el caso de esta nueva entrega de la serie Mario Tennis. El juego es realmente divertido, posee ciertos elementos verdaderamente interesantes y el control es magnífico. Lamentablemente Nintendo ha descuidado un tanto la experiencia para un solo jugador, limitándose a unos cuantos torneos y minijuegos que se quedan cortos a medio plazo. Por eso precisamente si no tenéis pensado jugar online ni con amigos, el cartucho pierde varios puntos.
Comprar Mario Tennis Open