Análisis de N3 Ninety-Nine Nights

Análisis de N3 Ninety-Nine Nights
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Phantagram y Q Entertainment nos traen Ninety-Nine Nights, el retorno de los Beat’em Up clásicos a la nueva generación. Los ejércitos de la Luz y la Oscuridad se vuelven a enfrentar en su eterna guerra.

Dos armadas se encuentran en campo abierto. Espadas que chocan, flechas volando por todas partes y una tormenta de relámpagos nacida de las mugrientas manos de los magos goblin golpean las armaduras de combatientes cubiertos con relucientes armaduras de acero. Así como la batalla entre las fuerzas de la luz y la oscuridad arranca enfurecida, y el lado de la justicia parece hallarse con ventaja, una oscura e inquietante nube se alza por encima de colinas distantes. Un enjambre de incontables criaturas de las tinieblas se acercan hacia el río. Si estas demoníacas criaturas logran cruzar el puente que los separa y unirse a la contienda, supondrá la aniquilación de la Armada de la Luz.

Un hombre, un enigmático mercenario que descansa su gigantesca espada sobre su hombro, baja aprisa las frondosas praderas directo hacia el río. Como una inundación de gritos enfebrecidos en busca de sangre, las bestias descienden sobre él. El solitario guerrero eleva su arma y permanece firme en el centro del puente. Su nombre es Myifee, y ha sido entrenado para acabar con cientos de orcos, goblins, hombres-lagarto, elfos oscuros e incluso inmensos colosos como los Trolls. Es un protector de la Luz.

La mejor cara de Ninety-Nine Nights
Basándose en la misma forma de juego utilizada por otros títulos como el grandioso Dynasty Warriors o Chaos Legión, Ninety-Nine Nights (a partir de ahora N3) sumerge al jugador en cruentas y masificadas batallas contra interminables olas de tropas enemigas. La diferencia de N3 con respecto al resto de títulos previamente mencionados es que, N3 es mayor, más grande y más bello. Incluso teniendo en cuenta que muy eventualmente se producen ralentizaciones, efectos clipping (enemigos que traspasan puertas, objetos y rocas) y contamos con la, ya familiar, compañía de “escenarios aburridos”, aún así nos encontramos ante un gran título y, sobre todo, muy divertido, aunque con carencias y aspectos muy mejorables.

Cientos de personajes, entre aliados y enemigos, pueblan la pantalla al mismo tiempo y además los podrás ver acercarse desde distancias lejanas utilizando un llamativo efecto de difuminación conocido como Blur. Los escenarios son ligeramente interactivos y parcialmente destruibles: bajo nuestra afilada espada podrán caer torres, frágiles puestos de venta así como torretas de arqueros y otros. Cada golpe de espada o sortilegio mágico lanzado por los magos inunda la pantalla con destellantes efectos de luces capaces de dejar en ropa interior el, una vez revolucionario, Soul Blade.

En casi todos los escenarios nos acompañarán otros héroes con su propio ejército, asegurando auténticas batallas campales.
En casi todos los escenarios nos acompañarán otros héroes con su propio ejército, asegurando auténticas batallas campales.

El aspecto gráfico de este título es increíble, aunque pienso que la nueva consola de Microsoft puede dar bastante más de sí, pero no hay que desmerecer en absoluto el juego de luces utilizado, y el gigantesco número de enemigos que N3 puede mostrar simultáneamente en pantalla, cada uno con su propia sombra. Además los cadáveres permanecerán en pantalla un tiempo considerable antes de desaparecer. Quizá se echa en falta más elementos en el escenario, que resultan bastante vacíos en algunas ocasiones, así como una mayor interactividad, física o variedad, ya que a la larga las inmensas praderas pueden resultar monótonas.

Personajes con carisma
Uno de los personajes principales me ha sorprendido gratamente por la originalidad y plasticidad de sus ataques. Este personaje es una joven hechicera capaz de conjurar masas de agua y utilizarlas para devastar hordas de enemigos. La magia y la potencia de la 360 hace posible efectos y combates impensables hasta la fecha para una consola doméstica.

El juego está lleno de momentos memorables y épicos. Uno de ellos es el que relataba en la introducción del artículo, tomando como protagonista al colosal Myifee y su increíble defensa del puente, con una combinación de efectos visuales que cortan la respiración. Control y animaciones muy suaves y un grandísimo elenco de combos y ataques (pudiendo encadenar incluso hasta más de 1000 golpes seguidos) hacen de N3 algo agradable a la vista y a los sentidos. Cada personaje tiene su forma de luchar diferente al resto y a cada cuál más impactante.

Héroes y soldados en batallas campales
Producido por Microsoft, desarrollado por Phantagram (creadores de Kingdom Under Fire) y Q Entertainment (Lumines), no hay duda de que existe un grupo de desarrolladores con talento detrás de este proyecto. Por eso sorprende encontrarnos con que el juego adolece de ciertos defectos y problemas de diseño.

Bajo el filo de nuestra devastadora espada caerán enemigos, torres, frágiles puestos de venta así como torretas de arqueros, pudiendo realizar además unos combos asombrosos.
Bajo el filo de nuestra devastadora espada caerán enemigos, torres, frágiles puestos de venta así como torretas de arqueros, pudiendo realizar además unos combos asombrosos.

Cada escenario, cuyo desarrollo puede llevarte desde 5 minutos hasta 1 hora, está poblada por multitud de ejércitos. Estos se encuentra dispersos o relativamente unidos. Incluso nos encontraremos en muchas ocasiones agrupaciones enormes de estos ejércitos formando otros ejércitos aún mayores. Nosotros también contaremos con hasta dos posibles ejércitos que nos acompañarán protegiendo nuestro flanco derecho y e izquierdo, pudiéndoles dar órdenes para que esperen o nos acompañen, en actitud de defensa o en actitud de ataque. Además en casi todos los escenarios nos acompañarán otros héroes con su propio ejército, por lo que las batallas campales están aseguradas. El principal problema que nos encontramos es la falta de coherencia. Nuestros soldados combatirán de forma un tanto absurda la mayoría de las ocasiones: quedándose quietos y girando en torno a un enemigo lentamente, en lugar de atacar ferozmente. Es decir, en el fragor de la batalla, mientras “repartimos leña” quizás no nos fijemos en este aspecto, pero si te detienes y observas el comportamiento, verás que tanto los enemigos como los aliados parecen ser pésimos actores de una película de serie B. Actúan en plan.. “pégame tu ahora y después te pego yo”. No es muy creíble en muchas ocasiones.

No obstante, si lo comparamos con su homólogo Dynasty Warriors, veremos que el propio Dynasty adolece también de comportamientos similares en las unidades, por lo que llegamos a la conclusión de que, o bien tienen limitaciones técnicas para implementar comportamientos creíbles y que supongan un reto en este aspecto, o bien lo hacen por algún tipo de motivo. El principal motivo podría ser la dificultad, ya que al haber tantísimas unidades en pantalla por ambos bandos, podría llegar a ser muy complicado sobrevivir demasiado tiempo o quizás las batallas llegasen a ser eternas. Esto está compensado con el hecho de que los enemigos al golpearnos podrán mermar nuestra salud considerablemente, el problema es que tardan en reaccionar y en golpearnos.

Por otra parte nos sentiremos como un héroe casi invencible y podremos acabar sin despeinarnos con cientos de enemigos de un plumazo. Un servidor echa en falta más dificultad en este aspecto, y mayores retos. Esto además supone otra contradicción: muchas veces será mejor dejar que nuestros cientos de unidades esperen en la retaguardia, que lanzarlos al combate, siendo nosotros capaces de eliminar los enemigos sin arriesgar sus frágiles vidas.

Jefes finales realmente violentos
Como contrapartida y, para compensar esto de alguna forma, los enemigos finales o bosses, son tremendamente difíciles de vencer, contrastando demasiado la facilidad con la que puedes avanzar en la partida para, en 1 minuto, caer abatido por ese jefe final al que has tardado 30 minutos en llegar. ¿Consecuencias? Empezar desde cero de nuevo el nivel, con la frustración que supone caer una y otra vez contra enemigos de estas características en poco tiempo. Evidentemente enfrentarse a estos poderosos enemigos requiere su técnica, pero nos encontramos de nuevo con otro problema. Estos enemigos están programados para atacarte cuando tu también les atacas ¿qué supone esto? Pues que si ya es difícil acertar estocadas, es habitual que mientras les estás golpeando éstos te golpeen a su vez, y no hacen cosquillas precisamente...

Visualmente, Ninety-Nine Nights presenta un acabado tremendamente atractivo, con unos personajes muy detallados, escenarios inmensos y llamativos efectos.
Visualmente, Ninety-Nine Nights presenta un acabado tremendamente atractivo, con unos personajes muy detallados, escenarios inmensos y llamativos efectos.

Por tanto nos encontremos con una dualidad de sensaciones un tanto agridulce por momentos: por un lado nos deslumbra la inmensa cantidad de unidades en pantalla, sus animaciones y las épicas batallas que podremos contemplar, pero por otro lado nos encontramos con que es fácil acabar con cientos de enemigos de un plumazo (sin duda para dar espectacularidad al título) y al mismo tiempo los jefes finales o enemigos especiales son especialmente duros. Probablemente lo suyo sería haber escogido una dificultad más intermedia como en Dynasty Warriors.

Jugabilidad e interfaz
Otro aspecto a comentar es que no podremos infligir daño a las unidades aliadas ni ellas nos lo inflingirán a nosotros. Esto es bastante lógico y completamente necesario, ya que sería imposible acertar al enemigo entre tanta unidad. Además no veremos barras de vida debajo de los personajes, por lo que la pantalla queda bastante limpia de molestos indicadores. Esto conlleva lógicamente no conocer la vida que le queda al enemigo, aunque por otra parte agrega un aspecto más realista. Sólo veremos barras de vida para los enemigos finales o importantes, y estará situada en la parte superior izquierda de la pantalla, al más puro estilo Beat’em up y también podremos ver el estado de salud de nuestros dos ejércitos mediante un circulo coloreado que, de verde a rojo, irá cambiando de color a medida que sufrimos bajas.

Hay que comentar también que nuestros aliados serán prácticamente inútiles a la hora de acabar con un jefe final, de hecho no recomiendo que dejéis solos a vuestros ejércitos junto a un enemigo de estas características sino queréis encontraros una bonita colección de cascos esparcida por el suelo al llegar. En Dynasty Warriors tus generales si eran capaces de acabar ellos solos con grandes enemigos.

Nuestras unidades no responden muy bien a nuestras instrucciones y los arqueros se quedarán dentro del fragor de la batalla, en lugar de intentar huir y situarse en zonas elevadas donde puedan acribillar al enemigo tranquilamente.

Combos espectaculares
En cuanto al control de nuestro personaje, podremos realizar un amplísimo elenco de combos pulsando las clásicas combinaciones de botones. Alternando la combinación de éstos podremos ejecutar los más diversos y devastadores ataques. Lo mejor de esto es que un ataque realizado en nivel 1 (consistente en pulsar X X A A por ejemplo) es tremendamente más poderoso ejecutado en nivel 5. Es decir, iremos ganando puntos de experiencia con nuestro personaje, y con cada nivel nuevo accederemos a nuevos combos, pero además los combos que ya teníamos disponibles aumentan su poder destructivo y su ejecución visual es también diferente.

También existen dos barras de energía que se irán llenando a medida que acabemos con enemigos, permitiéndonos una de ellas realizar un ataque realmente devastador capaz de eliminar en un instante ejércitos enteros.

Al ganar niveles también podremos utilizar al mismo tiempo más objetos. Existen multitud de objetos que aportan diferentes mejoras, como aumentar nuestro ataque, defensa, vida, velocidad… y además existen nuevas armas que podremos encontrar a lo largo de la partida que elevarán notablemente nuestro poder ofensivo.

Acciones y desaciertos
En cuanto a los pequeños bugs o errores que he podido observar aparte de los nombrados al principio del artículo, está el molesto bug que detiene los ataques que estemos realizando en el momento de salir una de las denominadas “cutscene” o escenas generadas con el motor del juego, que surgen en determinados momentos, como por ejemplo cuando llegan enemigos nuevos o cualquier animación. Esto puede parecer no ser un problema, pero cuando has estado toda la partida guardando energía para ejecutar un ataque devastador, y lo ejecutas justo antes de que aparezca una de estas mencionadas secuencias, éste se detendrá al instante, pudiendo dar al traste con toda una partida.

Bueno

Sin sello

N3 Ninety-Nine Nights

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Ninety-Nine Nights es un Beat’em up divertido, épico y muy adictivo. Múltiples personajes que escoger con diferentes estilos lucha entre ellos, unido a un modo historia para cada uno crean gran jugabilidad. Desafortunadamente algunos problemas y una cierta simpleza en la acción, provocan que N3 no sea el juego que pudo haber sido de haber cuidado más ciertos aspectos.

Jugadores: 1
Idioma:
Duración:
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