Ya desde que fuera anunciado hace ya muchos meses, Soul Sacrifice se ha ido convirtiendo en un título muy esperado por la comunidad de usuarios de PS Vita. Y no es para menos ya que detrás de esta producción se encuentra Keiji Inafune y todo lo que eso conlleva. Y el resultado, sin ser sobresaliente, por lo menos sí que nos ha parecido muy convincente.
Keiji Inafune, el creador de títulos tan conocidos dentro de este sector como Megaman (su juego favorito, por cierto), Onimusha o Dead Rising, abandonó Capcom para buscar nuevas metas y satisfacer sus "necesidades" creativas. Para tal fin fundó un nuevo estudio, Marvelous AQL, equipo que se ha animado a crear uno de los títulos más esperados para PS Vita en exclusiva para este soporte. Soul Sacrifice es el nombre de dicha producción, título que entra dentro del marco de juegos que pueden ser catalogados como hack´n slash pero que posee una personalidad y carga creativa verdaderamente llamativas. Sin duda pocos títulos exclusivos de dicha portátil poseen tanta fuerza como esta nueva aventura que ha sido apoyada y distribuida por la propia Sony.
Esclavo y hechicero
El argumento de esta curiosa aventura es muy original. Al comienzo de la misma apenas se nos conceden detalles relativos a la trama que nos permitan conocer demasiado acerca de ella. Hasta tal punto es así que la introducción al mundo ideado por Keiji Inafune es ciertamente turbia, desoladora y confusa, algo que incluso puede echar para atrás a ciertos usuarios así de primeras. Pero debéis tener fe y algo de paciencia, ya que poco a poco van desvelándose nuevos detalles concernientes a su historia y llega un punto en el que todo parece tener cierto sentido.
Nuestro rol es el de un esclavo (personalizable, por supuesto) que, por causas que no nos son reveladas en primera instancia, se halla encerrado y a punto de ser sacrificado a manos de un poderosísimo hechicero conocido como Magusar . Sin embargo antes de que esto suceda y por mera casualidad, un curioso libro parlanchín cae cerca de nuestra posición. Librom es el nombre de dicho tomo y en él se centra una parte muy importante del desarrollo de la aventura. Una vez que hayamos entablado relación con él, no habrá vuelta atrás en todo lo relacionado con nuestro destino…
Épicos combates
Librom es la piedra angular que sostiene la mecánica y el argumento que hay detrás de Soul Sacrifice. Y es que este extravagante ¿personaje? va contándonos numerosos detalles acerca de la historia y del mundo que nos rodea en esta producción, pudiendo charlar con él en todo momento.
Pero lo más importante no es eso. Las páginas que se encuentran en el interior de Librom actúan como los niveles del juego en los que podemos tomar partido. Y nos explicamos. El pasado épico y glorioso del poderoso mago que quiere arrebatarnos la vida, Magusar, se encuentran explicados y detallados en las páginas que conforman el cuerpo de Librom. Dichas páginas pueden ser leídas y examinadas por nuestro personaje cuantas veces sean necesarias y deseemos, para lo cual se usa de manera muy acertada la pantalla táctil de la consola. Pero lo más importante de todo es que dichos eventos pueden ser revividos siempre que así lo queramos, algo fundamental y necesario para adquirir más y más poder, vital para conseguir escapar de nuestro destino… que, irónicamente, no es otro que el de morir a manos de Magusar, el protagonista de las batallas descritas en el mencionado Librom.
Con esto en mente ya os haréis una idea de lo intrincado, original y curioso que resulta el funcionamiento de esta aventura, así como su historia, algo que no suele suceder en muchos títulos últimamente, y menos en aquellos que son lanzados en PS Vita[/b] (consola repleta de refritos y conversiones). Y al menos en nuestra opinión, sólo por este hecho el título merece nuestro reconocimiento. Pero hay mucho más detrás de esta aventura.
Al tratarse de un hack´n slash, los combates se alzan como el elemento más importante sobre el que se apoya la jugabilidad. En cada nivel es necesario afrontar decenas de batallas contra todo tipo de monstruos que podáis imaginaros, duelos que suelen acabar con un duro enfrentamiento final. En este punto debemos señalar que, a medio o largo plazo, el título puede acabar siendo monótono, algo que ciertamente suele suceder en este tipo de ofertas lúdicas. Se echan en falta otros ingredientes como investigación, puzles, minijuegos, plataformas… Algo más que rompa con la rutina. Pero también es verdad que aquellos que queden atrapados por la historia y la puesta en escena que ofrece esta aventura, se sobrepondrán a este obstáculo sin demasiados problemas.
Pero también es justo advertir que se nota que los desarrolladores han tratado de evitar lo máximo posible este carácter repetitivo que acabamos de comentaros. Y esto se refleja claramente en el sistema de combate que presenta el título, que nos ofrece una gran flexibilidad como a continuación os explicamos.
Libertad de decisión
Uno de los principales valores que presenta el título es su sistema de control, dado que es tan concienzudo y bien ideado como profundo, ya que va "creciendo" y reinventándose a medida que avanzamos.
Su funcionamiento básico es simple. Tres botones frontales de la consola nos permiten ejecutar diversos ataques físicos y hechizos, a la par que emplear diversas acciones para protegernos o atacar a distancia. Dichas Ofrendas (que así es como se llaman las acciones a llevar a cabo) pueden tanto potenciarse como debilitarse durante el transcurso de la aventura, pudiendo tomar decisiones constantes que tienen que ver con este mismo hecho. De esta manera aquellas que no nos interesen demasiado podemos dejarlas "morir" y desentendernos de ellas. Pero por el contrario, aquellas que nos parezcan atractivas podemos revitalizarlas a cambio de unos objetos muy valiosos llamados Lágrimas, así como emplear ciertos objetos para potenciar sus efectos.
Pero las decisiones que debemos tomar a lo largo del juego van más allá de esto. Y es que cada vez que derrotamos a un enemigo, debemos tomar la siempre difícil decisión de perdonarle la vida o acabar con él. Y dichas sentencias tienen un calado importante en nuestro personaje que van más allá de la correspondiente carga moral. Si optamos por ser condescendientes, nuestra vitalidad y defensa se verán reforzados; mientras que si tomamos la decisión opuesta, será nuestra capacidad ofensiva la que salga fortalecida. En función del estilo de juego de cada usuario es conveniente optar por una u otra elección, si bien pensamos que lo ideal es mantener cierto equilibrio.
Pero hay más. Al margen de las Misiones Fantasma - las principales- también es posible participar en otras secundarias que alargan aún más la ya de por sí extensa duración de la aventura y que nos permiten potenciar aún más las aptitudes de nuestro protagonista.
Pero por encima de todo está la posibilidad de jugar en solitario o en compañía de hasta tres jugadores más, ya sea online o usando una conexión local. Y esta función cooperativa se convierte en una de las mejores virtudes que arroja este trabajo de Marvelous AQL, ya que es muy divertida.
Dicha modalidad se comporta de manera muy solvente, al menos en las sesiones en las que hemos tenido acceso. Y se nota que los desarrolladores la han tenido muy presente a la hora de concebir Soul Sacrifice, ya que incluso en este modo es posible tomar decisiones muy interesantes. ¿Salvar a un compañero de fatigas caído en batalla o sacrificarle para obtener a cambio una mayor fuerza? Todo depende de nosotros…
Desesperación y oscuridad
Gráficamente estamos ante un título bastante cuidado que, si bien no es el más exuberante jamás disfrutado en esta máquina, presenta varios valores que merecen ser destacados.
Y el primero de ellos es sin duda su extraordinaria línea artística. Lejos de tratar de ser un título bello y colorista, Keiji Inafune y su equipo de grafistas han querido que nos sumamos en un mundo de desesperación y tormento permanentes. De esta forma todo lo que se deja ver en esta aventura tiene un punto de sordidez y "oscuridad" manifiesto, ya sea desde los lúgubres y descorazonadores escenarios (bastante variados, eso sí), al desconcertante diseño de todos los enemigos que van desfilando por cada fase.
Precisamente este último punto es uno de los aspectos más potentes del juego en materia artística. Hacía mucho tiempo que no veíamos en un mismo título una colección tan excepcional y variada de monstruos de todos los tamaños, formas y comportamientos concebibles. Excelente en este aspecto.
Pero también es cierto que no es un juego perfecto en el plano técnico. Los decorados muestran un trabajo de texturización aceptable pero en ningún caso encomiable, en ciertas ocasiones la tasa de cuadros de animación sufre más de lo deseado y algunos efectos especiales no resultan lo impactantes que nos hubiera gustado advertir. Por fortuna ninguno de estos elementos echa por tierra el gran trabajo efectuado en la puesta en escena que presenta esta aventura, pero no podemos evitar pensar que el título podría haber sido incluso más atractivo si cabe.
En cuanto al sonido, el título posee una banda sonora bastante trabajada que, sin llegar a alcanzar cotas majestuosas, sí que consigue animar las contiendas y acompañar debidamente los momentos de tranquilidad. Los efectos, por su parte, son variados y han sido interpretados con acierto, calificativo que igualmente podemos emplear para determinar la calidad del doblaje (inglés con subtítulos) de los diálogos.
Original, llamativo y especial. Así es esta nueva producción exclusiva para PS Vita, título que desde luego no está orientado para que sea disfrutado por todo el mundo pero que posee la suficiente gracia como para que llame la atención de los jugadores más experimentados.
La portátil de Sony acoge uno de los títulos más curiosos y originales de cuantos han aparecido para la misma en exclusiva. La propuesta y desarrollo están fuertemente ligados al género hack´n slash, teniendo que entablar una gran cantidad de duelos contra hordas innumerables de monstruos. Pero su funcionamiento y puesta en escena se encuentran en un plano diferente de lo que suele ser habitual en el género, añadiendo algo de frescura a un género muy necesitado de esta cualidad. Puede acabar siendo un juego repetitivo a medio y largo plazo, pero si consigue engancharos, no dejaréis de jugar hasta que lo acabéis.
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