Análisis de Company of Heroes 2. La gélida Segunda Guerra Mundial

Análisis de Company of Heroes 2. La gélida Segunda Guerra Mundial
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Relic Entertainment recupera tras muchos años una de sus mejores franquicias, y nos brinda con ella una de las grandes secuelas en lo que va de 2013. Avances tecnológicos y una forma muy original de acercarse a la Segunda Guerra Mundial desde la óptica de la fría Rusia son las claves de un fantástico videojuego. ¿Amas la estrategia en tiempo real? No puedes perderte Company of Heroes 2.

¡Por fin! Los aficionados a los juegos de estrategia "sólo" hemos tenido que esperar la friolera de cinco años para ver una segunda parte de uno de los grandes lanzamientos que el género nos ha dejado en los últimos tiempos. Hablamos, como no, de Company of Heroes, una de las obras cumbres de una Relic Entertainment que ha probado géneros tan dispares como la acción, las aventuras o la simulación espacial, pero que donde más cómoda se siente y donde ha logrado algunos de sus mejores resultados es en esta suerte de Action-RTS que tan fuerte comenzó golpeando con aquel genial Warhammer 40.000: Dawn of War en 2004.

¿Cuál es la clave del éxito de la fórmula de este estudio canadiense? Que sus videojuegos de estrategia tienen un ritmo trepidante, uno en el que no tiene cabida el usuario conservador, y en el que sólo el que toma la iniciativa y se sitúa en la vanguardia de los mapas con sus firmes golpes tácticos, tiene posibilidades de vencer. Más adelante entraremos a describir el por qué, pero lo que nos importa ahora es contar que con esta ecuación de exactas mezclas este reputado y veterano equipo está consiguiendo lanzamientos de gran velocidad, excepcional tempo y un componente adictivo completamente irreprochable.

Company of Heroes 2, así pues, reedita todas estas características de aquellos lanzamientos de hace más de un lustro, pero multiplica sus atractivos con un apartado gráfico de infarto, con una violencia salvaje y con unas ventajas tecnológicas que también motivan cambios, pero quizá no la mayor profundidad jugable que algunos esperaban. Es, por lo tanto, una versión corregida y aumentada del original, con lo que si somos aficionados a los RTS de vigoroso carácter, de compás vibrante y absolutamente cargados de contenidos, el nuevo proyecto de Relic Entertainment tiene un sin fin de horas garantizadas en nuestro PC.

Sangre sobre la Nieve
La vasta oferta de contenidos de Company of Heroes 2 comienza ineludiblemente por la campaña individual. Aquí tenemos un conjunto de misiones que nos pueden suponer unas 15 horas de duración en función del nivel de dificultad que escojamos de entre los tres disponibles, y también dependiendo de nuestra habilidad para una serie de capítulos que tienen un nivel de dificultad bastante exigente. Más allá de suponer un excelente entrenamiento para el multijugador, que obviamente lo es, sería muy injusto negarle el mérito a un modo historia realmente conseguido. Cada episodio tiene una identidad muy fuerte y presenta novedades jugables con una progresión de veras lograda, y por si fuera poco los progresivos cambios de escenario para representar el cierto rigor histórico que atesora el programa le conceden un punto de variedad muy interesante.

¿Qué se nos cuenta? La historia de un comandante soviético que debe responder ante las autoridades de su propio ejército en un improvisado consejo de guerra que se celebra en su propia celda ante uno de sus superiores. El informe no convence al dirigente, y nos reclama precisamente "la verdad, sólo la verdad", lo que es el pie perfecto para que comiencen a dispararse una serie de flashbacks en la mente del protagonista que nos irán retratando el papel del Ejército Rojo en la Segunda Guerra Mundial desde la espectacular batalla de Stalingrado. El comienzo es, por lo tanto, fulgurante, y estos primeros compases son los únicos de todo el modo individual que no nos van a tratar con algo de piedad... el resto del tiempo va a ser completamente inmisericorde, y va a exigir de todas nuestras habilidades a los mandos de nuestras tropas rusas para sobrevivir a los envites de los alemanes.

Company of Heroes se traslada al frío frente ruso. ¿Estás preparado para la Operación Barbarroja?
Company of Heroes se traslada al frío frente ruso. ¿Estás preparado para la Operación Barbarroja?

Así es precisamente como comienza el título, con una progresiva retirada hacia el núcleo más frío de la extinta Unión Soviética, huyendo de la poderosa Operación Barbarroja urdida por Adolph Hitler para someter a su gran contrincante europeo. El resto de lo que pasó ya es historia y todo el mundo lo conoce, pero lo emocionante del programa es precisamente vivir en nuestras propias carnes cómo vamos huyendo de los distintos frentes hacia las gélidas entrañas de Rusia, y vamos abandonando las misiones que culminan con poco honrosas huídas ante la fuerza y la virulencia del Blitzkrieg alemán. ¿En qué se convierten nuestras retiradas? En una progresiva rotundidad de nuestras tropas y ejércitos, que van robusteciéndose conforme progresa el modo historia y nos introducimos en el frío, y que encajan perfectamente el sentido de progresión bien gradado que necesita cualquier campaña individual con la veracidad de unas huestes rojas que es cierto que se fueron vigorizando al mismo tiempo que se iban debilitando las alemanas.

La versatilidad es, por tanto, la norma principal de este progreso. Conforme van cambiando los escenarios también lo va haciendo la experiencia jugable, y es que no es lo mismo plantar cara a los nazis en el clima frío de Stalingrado, que hacerlo en el literalmente helado de las regiones del interior hacia las que nos iremos desplazando conforme discurra la modalidad off-line. Como medida es todo un acierto, y garantiza que las misiones son muy distintas, haciéndonos experimentar cómo es al principio ser "la presa" y después viendo cómo vamos llevando cada vez en mayor medida con una iniciativa en el carácter que es de lo que vive la experiencia Company of Heroes de la misma manera en la que en su momento lo hizo Dawn of War.

Todo esto se traduce en objetivos muy diferentes entre sí, que avalan conocer todos los entresijos de la compleja propuesta del programa. Estar al tanto al dedillo de cada tipo de unidad y sus fortalezas y debilidades es fundamental, y es que tanto el ejército alemán como el ruso son un complejo ecosistema en sí mismo que hay que experimentar a fondo antes de atrevernos a dar el salto de enfrentarse ante otro usuario humano en el multijugador. Se repite el piedra-papel-tijera que tan asentado está en el género RTS, lo que supone que, entre otros muchos casos, un ingeniero y sus explosivos son eficaces contra un blindado, pero que la infantería en cambio está sometida ante sus impenetrables metales. Sobre estos esquemas tan simples pero en realidad tan ricos se erige toda la experiencia del título, componiendo un lanzamiento del todo recomendable.

Los ingenieros son muy útiles para construir edificios y mecanismos de defensa, pero también tienen algún que otro as en la manga.
Los ingenieros son muy útiles para construir edificios y mecanismos de defensa, pero también tienen algún que otro as en la manga.

Ataca y Protege
Los aficionados que conocen el esquema del Company of Heroes original se sentirán extremadamente cómodos con una segunda parte que respeta lo suficiente su referencia y, al mismo tiempo, le añade también bastantes elementos novedosos para considerar al producto un juego innovador desde el punto de vista jugable. La base en cada escenario es una vez más la de capturar los puntos que nos proporcionarán recursos, que están repartidos dividiendo cada mapa en pequeñas áreas y que acaban generando sobre ellos encarnizadas peleas con nuestros adversarios para tomarlos y/o retenerlos: al fin y al cabo todo buen estratega sabe que de la posesión de capitales depende buena parte de la victoria.

En el título de Relic todo gira en torno a la recolección de combustible, a la munición, a los Puntos de Efectivos y, por último, al límite de capacidad de población que todos estos títulos tienen y que siempre acaba delimitando el tope de unidades que podemos poseer. El combustible y la munición no admiten mayores explicaciones, y se limitan a contabilizar en la parte inferior derecha de nuestro interfaz lo que podemos hacer en cuanto a la compra de vehículos, edificios y fases de batalla en el caso alemán, para la gasolina, y a usar habilidades o invertir en mejoras de cara a lo segundo. Para hacernos con sus fuentes de riqueza basta con capturar los puntos que llevan sus respectivos símbolos o, por el contrario, sencillamente ir uniendo áreas con nuestra base para que se incrementen como si de una red se tratara.

Más importantes y básicos incluso resultan los mencionados Puntos de Efectivos que son con lo que compramos tanto edificios como tropas y de los que sale el mantenimiento de las unidades que tenemos, así que es un puntaje que debemos tener totalmente en cuenta. De este modo ganar una misión no sólo depende de nuestras habilidades tácticas con las unidades de las que disponemos, que obviamente es la parte más importante, sino también de una gestión adecuada que nos permita tener suficientemente altos los datos en todos estos valores como para poder tomar todas las decisiones que exijan las cambiantes circunstancias de un campo de batalla en constante mutación.

¿Por qué cambia todo tanto de una partida a otra? Porque ante todo Company of Heroes 2, como en su momento lo fue su predecesor, es un juego de estrategia de lo más dinámico. Uno en el que prima estar en constante actitud ofensiva y tomar la iniciativa en todo momento, puesto que como si de un tablero de ajedrez gigantesco se tratara el que tiene sus piezas mejor situadas tiene las de ganar a medio plazo. Lejos de desembocar, como los RTS fallidos, en la mera labor de desgaste entre tropas en enfrentamientos constantes y estériles, el título que nos ocupa vuelve a apostar por ir desequilibrando poco a poco las partidas en favor del que va ocupando mejor las áreas del mapeado y que sabe cómo optimizar sus recursos en mayor medida que su oponente.

La historia de la campaña nos pone en el pellejo de las fuerzas del Ejército Rojo. Experimentaremos su retirada inicial y su progresivo fortalecimiento.
La historia de la campaña nos pone en el pellejo de las fuerzas del Ejército Rojo. Experimentaremos su retirada inicial y su progresivo fortalecimiento.

Obviamente un estratega habilidoso es capaz de revertir cualquier situación por peliaguda que sea, pero en el momento en el que uno de los contendientes acaba arrinconado en el escenario en una parte del decorado su poderío va menguando por bien que se atrinchere. El motivo tiene que ver con que sus recursos crecerán en menor medida que los de un enemigo que engrosará sus fuerzas gracias a un capital militar que irá multiplicándose exponencialmente hasta superar por puro aplastamiento a su contrincante.

Materia Prima Militar
Para que esto suceda tienen que pasar un montón de cosas entre medio, y es entre todas ellas donde también se hace grande el videojuego. Toda esa actividad desatada que tienen las partidas en cuanto a la toma de decisiones generales tiene, en cambio, un delicioso contraste con lo importante que es la planificación de cada acción y cada situación de combate que son, en realidad, bastante estáticas. Si en el pasado la estrategia como estilo se basaba en una lentitud general en cuanto a la toma de decisiones y la ocupación de espacios, y una velocidad brutal en la ejecución de las escenas de acción; Relic Entertainment consigue revertir esto con su fórmula haciendo que la toma de posiciones sea frenética y las refriegas, en cambio, mucho más pausadas.

A nivel visual puede impactar la cantidad de cosas que hay en pantalla, pero el juego tiene un manejo perfecto.
A nivel visual puede impactar la cantidad de cosas que hay en pantalla, pero el juego tiene un manejo perfecto.

Esto se debe a la importancia de las coberturas, uno de los elementos clave del programa para la infantería, pero también un factor que salta por los aires cuando entran en juego los vehículos y los carros blindados. Nuestros hombres no son demasiado efectivos en campo abierto, caen como moscas, pero si están debidamente parapetados son un arma resistente y capaz de causar un daño realmente formidable y de ayudarnos a fortificar nuestras posiciones. Hasta tal punto es relevante el concepto del resguardo en Company of Heroes que si no tenemos ningún murete, montón de escombro o repecho donde cobijarnos más nos vale construir unos sacos de arena o ocupar con nuestros fusileros cualquier casa para hacernos fuertes y resistir los envites. ¿Cómo saber si estamos a cubierto? El juego marca con colores las posiciones donde se situarán nuestras tropas, con un clarificador escudo rojo cuando no haya modo de atrincherarse, con uno amarillo para saber que sólo estamos parcialmente protegidos y con un tranquilizador verde cuando nuestra posición es segura.

Pero las infanterías de fusileros son sólo una parte muy pequeña del potente conjunto de acciones y posibilidades que ofrece Company of Heroes 2 en cuanto a tipologías de unidades, puesto que hay muchísimas pero todas se rigen por los mismos patrones de vulnerabilidad. Entre las clases de soldados encontramos también los francotiradores, los comandos que portan armas pesadas o los enfermeros, entre otros tipos de batallones. Los ingenieros, su parte, son los menos beligerantes de todos ellos, puesto que son los que portan las herramientas necesarias para construir nuestra base, pero también para crear trampas como minas, cargas explosivas con detonador o alambradas entre otras. Eso sí, no están indefensos puesto que tienen sus propias armas y además son los únicos capaces de portar los demoledores lanzallamas.

Las misiones nocturnas son una verdadera gozada. Pero ojo con el fuego. Alumbra, aunque también puede ser una barrera insalvable o incluso la muerte.
Las misiones nocturnas son una verdadera gozada. Pero ojo con el fuego. Alumbra, aunque también puede ser una barrera insalvable o incluso la muerte.

En realidad este flamígero instrumento es una demostración más de la increíble cantidad de opciones que tenemos para hacer las cosas, puesto que puede servir tanto para quemar a nuestros enemigos directamente como para prender fuego a, por ejemplo, una casa para reducirla a cenizas y que el enemigo no pueda cobijarse en ella. Precisamente lo genial del producto es que su variabilidad jugable también se traslada a unas tropas muy cambiantes: Casi todo está sujeto a mejoras y a microgestión, pero por mencionar un sólo caso los enemigos, en ocasiones, al morir dejan caer sus armas pesadas, y nuestras patrullas pueden recogerlas y aumentar así sus prestaciones. Hablamos desde ametralladoras con trípode hasta gigantescos cañones anti-carro, y es que no hay nada como aplastar a tus enemigos con su propio arsenal.

Por otra parte, y a pesar de que la fuerza principal del programa es la infantería especialmente ante lo agreste que es a menudo el escenario, tampoco podían faltar los vehículos en el conglomerado bélico del programa. Aquí encontramos transportes de tropas, blindados con ametralladoras, tanques... Una gran oferta de robustos medios de locomoción capaces de desequilibrar una contienda con su fiereza y solidez. Por ejemplo contra un monstruoso Panzer no nos sirve de nada una patrulla de infantería por mucho que ésta esté mejorada o tenga un nivel de experiencia muy alto, con lo cual incluso enviar varios pelotones a hacerle frente sería poco menos que un suicidio. Aquí entra en juego el esquema del piedra-papel-tijera del que hablábamos al comienzo del artículo, y para hacerles frente recomendamos en cambio el haber sido previsores y haber situado un buen camino de minas, o incluso una serie de cargas que activaremos justo cuando los carros pasen por encima.

General Invierno
Pero, Company of Heroes 2 está ambientado en el gélido frente del Este de Europa, y ahí entran en juego todas las novedades que propone el programa y que le dan no sólo un enorme carácter de autenticidad, sino también una gran personalidad y un rotundo sello de distinción que ningún videojuego de estrategia posee. Relic Entertainment advertía durante el desarrollo del programa que ya había intentado abordar la Segunda Guerra Mundial desde el ángulo de la Operación Barbarroja, pero que las limitaciones tecnológicas de hace unos años se lo habían impedido. Cuando uno ve el producto en movimiento quizá la afirmación pueda parecer algo exagerada, pero lo cierto es que todo lo que tiene que ver con adentrarse en las regiones más frías de Rusia va cambiando la experiencia jugable.

Las modalidades multijugador y de escaramuza que detallaremos más adelante nos permiten escoger los mapas donde el clima es tan brutal que cambia las condiciones de la partida, o los de climas algo más moderados en los que lo que tenemos entre manos resulta algo más convencional. Pero como ya describimos con anterioridad, la campaña hace un esfuerzo notable por irnos presentando su importancia mientras argumentalmente nos va introduciendo con pulso firme en las partes más extremas del continente, donde las condiciones son tan exageradas que pueden poner incluso en tela de juicio la vida de nuestros hombres.

Si el hielo se rompe hundirá en el agua a quien se encuentre encima. Eso plantea interesantes opciones tácticas.
Si el hielo se rompe hundirá en el agua a quien se encuentre encima. Eso plantea interesantes opciones tácticas.

Hablamos de algunas localizaciones en los que hay que llevar a cabo toda clase de ingeniosas maniobras que demuestran la inventiva y las ganas de aportar cosas nuevas al género que tienen en el estudio canadiense. Nuestros hombres pasan frío, mucho, e incluso habrá que controlar su temperatura corporal para que no perezcan por congelación. Ellos mismos pueden crear improvisadas hogueras con las que calentar los alrededores y también nos ayudará a que subsistan el refugiarlos en cualquier tipo de edificio, de modo que para el mantenimiento de nuestras tropas ya no basta sólo con que no reciban disparos sino que también hay que impedir que mueran por otras causas.

Las ventiscas con nieve también pueden ser un problema puesto que reducen notoriamente la visibilidad, y la nieve hará así mismo que nuestros movimientos donde es más gruesa sean más lentos, pero en este sentido nos ha parecido mucho más interesante el uso que el juego hace del hielo. El agua en las temperaturas tan bajas que se alcanzan en algunas localizaciones se congela, de modo que el hielo acaba siendo un elemento más que podemos recorrer tanto con infantería como con vehículos, no obstante su fragilidad es un aspecto que ha sido tratado con mucha atención por Relic Entertainment. Éste puede llegar a resquebrajarse y romperse, y en ese proceso podemos intervenir nosotros directamente. Así pues es una gran estrategia, en caso de tener que defender una posición al otro lado de un río congelado, el plagar de minas el puente hasta que vuele por los aires y obligar al enemigo a cruzar sobre el peligroso hielo. ¿El resto? El lector se lo puede imaginar. Los disparos, las granadas y otros métodos para agrietarlo o destruirlo podrán hacer que sus tanques o unidades de distinta índole se hundan en el agua de manera irremediable.

Los carros blindados protagonizan algunos de los enfrentamientos más salvajes y cruentos del videojuego.
Los carros blindados protagonizan algunos de los enfrentamientos más salvajes y cruentos del videojuego.

Hay otros muchos aspectos a tener en cuenta que vuelven, pero que están aquí muy potenciados. Hablamos de la importancia de la moral, que incluso en una de las unidades soviéticas tiene su propio grito para potenciar la velocidad de las tropas, pero también de los clásicos hombres que volverán a batirse en retirada en caso de que vean la situación irreversible y la muerte a la vuelta de la esquina. También retorna la importancia salvaje de la interacción con un escenario destructible que nos deparará grandes posibilidades, todo puede venirse abajo, incluso los edificios, así que el telón de fondo cambia de manera sobresaliente conforme avanzan las partidas: modificando incluso los elementos que pueden ofrecer una cobertura, y alterando las posibilidades tácticas de cada área.

Batallas en Compañía
La campaña individual de Company of Heroes 2 es sólo una de las grandes virtudes de un producto tan cargado de contenidos como es el de Relic Entertainment, pero la fuerza y el motivo de la larga vida de los videojuegos de carácter estratégico acaba siendo siempre el del multijugador. La posibilidad de disfrutar de las partidas contra la IA siempre está bien, puesto que algunas incidencias aparte sus resultados son notables, pero el rival humano es la verdadera medida del jugador.

Las partidas pueden ser de 1 contra 1, de 2 contra 2, de 3 contra 3 o de un máximo de 4 contra 4, y pueden medirnos en competitivo con todas las ranuras ocupadas por personas o enfrentándonos cooperativamente contra "la máquina". Precisamente para ella podemos encontrar cuatro dificultades: Fácil, estándar, difícil y experto, y hay hasta quince mapas en los que medirnos: todos ellos con unas características muy bien definidas en cuanto a tamaño, condiciones climáticas y un largo etcétera de variables. Las condiciones de victoria, por su parte, pueden ser tanto por mera aniquilación del enemigo como por una consecución de objetivos, en cuanto a unos puntos de victoria que podemos definir a nuestro gusto.

Las casas y los muretes vuelven a ser extraordinarios lugares donde parapetarse para no recibir disparos.
Las casas y los muretes vuelven a ser extraordinarios lugares donde parapetarse para no recibir disparos.

Esta parte es la más estándar, pero en el Teatro de Operaciones tenemos una serie de opciones muy interesantes para prolongar todavía más la vida útil del programa. Aquí encontramos Escenarios Cooperativos para medirnos conjuntamente con nuestros amigos contra la IA. Por otra parte encontramos los Desafíos en Solitario que nos ponen con unas circunstancias muy adversas frente a ejércitos enemigos que se acercan en oleadas de progresiva dificultad y potencia a una posición que debemos defender con uñas y dientes. Las Batallas contra la inteligencia artificial son meras escaramuzas en las que todos los bandos empiezan de cero con un centro de operaciones y una patrulla de ingenieros, y tienen que construir sus bases y tropas hasta vencer al enemigo. No hay demasiadas alternativas en cada uno de estos modos, entre dos y cuatro en función de cada uno de ellos, pero lo bueno es que podemos disfrutarlos desde uno u otro bando, y cada facción tiene los suyos propios lo que multiplica por dos el número de salida. Lo bueno es que todo se estructura en torno a un sentido progresivo y persistente de la experiencia, así que vemos cómo pasan los años comenzando desde 1941 tratando de representar distintas fases del conflicto.

El personalizador de ejércitos, por su parte, tiene dos vertientes. Por un lado está la índole puramente estética, que nos facilita el colorear el aspecto de los distintos vehículos por poner un ejemplo, pero por otra resulta especialmente interesante a la hora de componer la lista de comandantes para las partidas, algo que es muy útil en la parte on-line. La clave está en escoger a los comandantes, que nos aportan sus bonificaciones para distintos ámbitos como, por ejemplo, mejoras en vehículos, tácticas de choque, incremento de capacidad anti-tanque... Tenemos que elegirlos como si de una baraja se tratara, y después durante la partida reclamamos su presencia gastando los puntos de.

Todo está colmado por unos menús muy elegantes aunque algo torpemente dispuestos por nuestra ficha de usuario, con nuestro nombre y rango. La vivencia completa del programa se construye en base a la recolección de experiencia, de modo que vamos ganando nivel poco a poco independientemente de a qué destinemos nuestros esfuerzos, pero también obteniendo emblemas, medallas y distintos ribetes para premiarnos por haber ido superando misiones, desafíos y el largo etcétera de alternativas que brinda el videojuego.

La destrucción del escenario cambia mucho el rostro de cada mapa, pero también las posibilidades jugables.
La destrucción del escenario cambia mucho el rostro de cada mapa, pero también las posibilidades jugables.

Hielo y Fuego -Gráficos y Tecnología
Desde la perspectiva estética, Company of Heroes 2 es uno de los juegos más rotundos que pueden encontrarse en estos momentos en el mercado de estrategia de PC. Tiene la identidad que atesoran siempre los lanzamientos de Relic Entertainment, y además posee un realismo poco menos que insuperable para un retrato de escenarios como el que llevan a cabo los creadores de Warhammer 40.000: Dawn of War. Es un conjunto formidable, y un título que desde luego llama la atención.

En cuanto al modelado de personajes y decorados el trabajo es impactante, y todos cuentan con un nivel de detalle y un tratamiento de texturas extraordinario. La carga poligonal es, así mismo, muy respetable teniendo en cuenta que se trata de un RTS, con lo que esto conlleva en términos de números de unidades y distancia a retratar en pantalla. Podemos hacer zoom sobre soldados o tanques y recrearnos en su calidad gracias a la cámara totalmente personalizable en cuanto a ángulo o zoom, aunque lógicamente casi siempre optaremos por la perspectiva más cómoda para el combate: una a caballo entre lo cenital y lo isométrico. Especial mención para los efectos de vídeo, tanto para la nieve o el hielo (llevados a cabo con inusual mimo y con atención incluso a detalles asombrosos como los brillos y destellos), como también al fuego o explosiones: De hecho el título reproduce la guerra con mucha fiereza, y en este sentido destaca el tratamiento de las explosiones, que llegan a provocar salvajes desmembramientos en las tropas.

Desde la óptica estética hay muy poco que reprochar al videojuego. Se trata de uno de los RTS más bellos del mercado.
Desde la óptica estética hay muy poco que reprochar al videojuego. Se trata de uno de los RTS más bellos del mercado.

A nivel tecnológico es un juego brillante, pero también tremendamente exigente en cuanto al equipo que requiere para ponerlo en marcha. Esto se debe a aspectos como su inteligencia artificial, al tamaño creciente de los mapas, pero también a elementos no tan habituales del género como la destrucción total del escenario para edificios o incluso objetos de repetición naturales (como árboles). Lo mejor de todo lo que tiene que ver con esta interacción es que va más allá de lo puramente estético, que es indudablemente espectacular, y es que aborda también todo lo que tiene que ver con lo jugable cambiando de manera radical nuestra forma de afrontar un escenario con la ausencia/presencia de coberturas, cráteres u edificaciones con las que interactuar.

La instalación del programa en disco duro ronda los 10 gigas, algo más, y el producto cuenta con un completo benchmark que nos servirá para hacernos una idea de qué tal nos va a funcionar con unas u otras configuraciones según vayamos "toqueteándolas". Las alternativas a definir no son particularmente generosas, pero van más allá de las clásicas de resolución, sincronía vertical o antialiasing, ofreciendo también la posibilidad de determinar la calidad gráfica general, la de las texturas, el nivel del retrato de la nieve o la naturalidad de las físicas. Hablar de resultados concretos de tasa de imágenes por segundo siempre es complicado, pero si de algo sirve nuestro ejemplo podemos decir que en el equipo de pruebas de redacción (Intel Core i7, 8GB de Ram y GeForce GTX 560Ti) nos hemos movido con mucha fluidez en un ángulo de visión más o menos estándar para el género, pero que las caídas han sido terroríficas cuando lo hemos inclinado para mostrar más terreno. Es un juego terriblemente difícil de valorar en este sentido, puesto que no sólo cada PC es un mundo, sino que cada usuario y su inquietud por mover la cámara supondrá también una diferencia rotunda.

La posibilidad de mover la cámara a nuestro antojo es exigente desde el punto de vista del hardware, pero nos permite planos impresionantes.
La posibilidad de mover la cámara a nuestro antojo es exigente desde el punto de vista del hardware, pero nos permite planos impresionantes.

En todo lo que tiene que ver con el sonido el programa da muy buenas noticias. La banda sonora es fastuosa y espectacular, pero también sabe dejar su sitio al silencio de unos atronadores efectos de audio cuando sabe que la importancia de la acción prevalece. En realidad éstos están cuidados con el habitual trabajo preciso y exacto de Relic para los FX, permitiéndonos no sólo meternos en la guerra con inusual inmersión, sino también siendo una guía extraordinaria de cómo marcha la batalla y, lo que es mejor, por donde. El producto llega a nuestro país traducido y doblado a nuestro idioma, y aunque los acentos son mejorables el resultado no está nada mal.

Excelente

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Company of Heroes 2

Por: El equipo de 3DJuegos
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Company of Heroes 2 tiene todas las virtudes de su predecesor, y así mismo suma el componente exótico de un conflicto en la parte más fría de Europa que nunca habíamos vivido así. No es revolucionario, pero sí bastante innovador, pero así mismo es adictivo y nos recuerda que todavía hay campo de mejora para un género RTS que en estos últimos años ha alcanzado cotas de calidad extraordinarias gracias precisamente a estudios como Relic Entertainment. Un lanzamiento que ningún aficionado a la estrategia puede perderse, y poco menos que un imprescindible también para el que no lo sea.

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Jugadores: 1-8
Idioma: Textos en español y voces en español
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