Análisis de Xenoblade Chronicles X. Un J-RPG a lo grande

Análisis de Xenoblade Chronicles X. Un J-RPG a lo grande
Facebook Twitter Flipboard E-mail

A veces a los japoneses les ocurre con los RPG que o no llegan, o se pasan. En el caso de Xenoblade Chronicles X asistimos a un ejercicio técnico, audiovisual y sonoro que pocas veces hemos visto. Fuerza bruta puesta al servicio de una Wii U que demuestra todo lo que puede dar de sí. Lo nuevo de Monolith Soft es grandeza, profundidad y talento… ¿pero hasta qué punto? Lo descubrimos después de recorrer el planeta Mira.

Crear el videojuego más grande posible en Wii U. Este ha sido el mayor objetivo de los desarrolladores de Monolith Soft. Cualquiera que juegue a Xenoblade Chronicles X se dará cuenta inmediatamente. El videojuego necesita toda la memoria de la consola para él solo en caso de que lo descarguemos e instalemos. Se trata de una auténtica bestia, de seguramente lo más ambicioso a nivel técnico que veremos en esta plataforma.

Los japoneses practicaron una estrategia similar con Wii y su predecesor: sorprender al usuario aprovechando al máximo la consola. Ahora incluso creemos que eso lo han llevado un poco más allá. Darse una vuelta por el planeta Mira cuesta mucho… muchísimo. Hasta que te hayas recorrido todo pasará el tiempo suficiente como para pensar que estás a punto de finalizar la aventura. Y eso es mucho decir teniendo en cuenta que el periplo podría durarte unas 60-70 horas como mínimo.

El esfuerzo ha sido apoteósico. El tratamiento del entorno convierte a la exploración en la gran protagonista del juego. Las caminatas son tremendas, pero muchas veces merecen la pena sólo por lo bello de los paisajes, su variedad, lo vivo que se siente todo a pesar de las lógicas limitaciones de Wii U. La construcción de este particular universo audiovisual, las enormes y fantásticas criaturas que lo pueblan, el aire intergaláctico que se respira… todo esto nos ayuda a meternos en una peculiar ópera espacial con aire manganime. ¿Pero puede sólo el mundo de un juego sustentar el disfrute durante tantas horas? Esta es la gran pregunta que nos hacíamos continuamente mientras lo jugábamos.


Una fuerza desatada

Xenoblade Chronicles X ha confiado ciegamente en su potencial. Es fuerza bruta… pero sin ritmo jugable. Unos dirán que es un J-RPG a la vieja usanza, con una altísima dificultad y batallas en las que nos matarán -sin parar- enemigos con un nivel superior al nuestro. Nosotros creemos sin embargo que hay un mal equilibrio, con partes del juego que están muy mal explicadas, una progresión demasiado lenta y "quests" que rellenan la mayor parte del juego para que no notemos que historia, lo que es historia, no hay mucha.

Nuestro personaje no es nada hablador, pero podemos intervenir en ciertas ocasiones. Todo siempre con unos cuidados subtítulos en español.
Nuestro personaje no es nada hablador, pero podemos intervenir en ciertas ocasiones. Todo siempre con unos cuidados subtítulos en español.


El juego se pierde muchas veces en su inmensidad. Es como crear un artefacto de tantas posibilidades que al final no sabes cómo sacarle provecho. Por eso decíamos que la exploración es la estrella, porque a nivel gráfico es tan sorprendente y en cuanto a lo musical tan memorable, que a veces sólo por ver un nuevo escenario (espectaculares siempre) olvidamos lo demás.

Eso sí, los robots (Skells) tardan en llegar, y además mucho. Es uno de los mejores elementos del juego, conseguir tu robot y explorar el mundo a toda velocidad, con la posibilidad incluso de combatir. Obtenerlos requiere una licencia que es muy duro conseguir, y luego requieren de cuidados (como el uso de combustible)... pero al final se agradece. Personalizarlos y ponerlos a punto es altamente satistactorio. Aunque volvamos al asunto de fondo: la estructura de juego no es buena, y os vamos a poner un ejemplo.

Un J-RPG a lo grande


Audiovisualmente es tremendo, metiéndote de pleno en una peculiar y bellísima ópera espacial con aire manganime

El título en realidad está estructurado en unos cuantos capítulos, pero para pasar de uno a otro hay ocasiones en que se nos piden requisitos, como explorar cierto porcentaje colocando sondas en puntos específicos. Tarea puramente exploratoria que hasta tiene su dificultad, ya que hay enclaves escondidos que requieren prestar mucha atención a lo que vemos en el GamePad. Por cierto, un mando muy bien aprovechado en cuanto a su pantalla táctil, ya que no sólo permite la función off-TV, sino además consultar el mapa y activar el viaje rápido entre regiones, que también se agradece.

La variedad de misiones va de colocar estas sondas a ayudar a personajes en apuros (alguien que se ha perdido en el fin del mundo) o acabar con determinadas criaturas. Podemos aceptar hasta 20 encargos al mismo tiempo y pedir que al menos uno de ellos aparezca en el mapa para saber hacia dónde ir. Para que os hagáis una idea, la inmensa mayoría de estas tareas son secundarias, pero al mismo tiempo importantes ya que subir de nivel es una prioridad constante en el juego.

Un J-RPG a lo grande


El mundo está compuesto de cantidad de emplazamientos, incluida la ciudad de New Los Angeles. A veces podremos encontrar hasta alguna que otra "quest".
El mundo está compuesto de cantidad de emplazamientos, incluida la ciudad de New Los Angeles. A veces podremos encontrar hasta alguna que otra "quest".


Esto es debido a que, da igual por donde vayamos, el entorno está plagado de criaturas de distinto nivel, desde los más bajos (5-10) hasta los más altos (40-60 ó incluso más). Como decíamos en nuestras recientes impresiones, esto genera una sensación de peligro permanente, ya que si te sorprende un mastodonte de nivel 80, estás perdido, no tienes nada que hacer. Sólo escapar. Por suerte, muchas veces los enemigos no se percatan de tu presencia (no tienen buena IA), pero cuando lo hacen generan muchas frustraciones, sobre todo cuando el escenario no es lo suficientemente amplio como para esquivarlos.

Como ésta, vemos muchas decisiones de diseño que acaban generando frustraciones. Al final, acabas obligado a subir de nivel derrotando enemigos a los que en principio no querías enfrentarte, ya que preferías seguir hasta tu siguiente objetivo en la trama. Si vas con esas pretensiones, el juego no te premiará. Por ello decimos que el ritmo no es adecuado, o al menos extraño (incluso para un J-RPG). Podrías considerarlo "hardcore" si quieres, pero a nosotros nos parece que a Monolith Soft se le ha ido la mano a la hora de levantar la jugabilidad.

Hay muchas partes de la aventura que no se comprenden porque no se introducen de forma adecuada, ni con los respectivos tutoriales. Hay mucha información presentada en poco espacio de tiempo, sin esperar a que lleguemos a determinado punto para, poco a poco, irnos explicando en lo que consisten aspectos como el equipamiento, las habilidades o las artes. En su lugar, todo se nos presenta desde el principio y ahí tenéis el manual para que os las apañéis. Nosotros tuvimos que consultarlo en alguna ocasión, pero creemos que no es la manera más adecuada de aprender las características de un videojuego.

Un J-RPG a lo grande


Todo un mundo por descubrir

Por eso, haciendo resumen de todo lo dicho, el máximo de 300 horas que han prometido los desarrolladores nos lo creemos, porque el periplo se alarga en ocasiones de forma innecesaria. Más no siempre es mejor, sino contraproducente. En cualquier caso, no se puede negar el tremendo esfuerzo realizado. Xenoblade Chronicles X es un juego completísimo. La capacidad de personalizar a nuestro personaje no termina con el editor, sino que comienza ahí. La cantidad de armas, armaduras y accesorios es suficiente como para crear una cierta identidad.

Un J-RPG a lo grande


La sensación de progresión es sensacional, uno de los mejores apartados del juego. Mucho equipamiento pero también clases entre las que seleccionar.
La sensación de progresión es sensacional, uno de los mejores apartados del juego. Mucho equipamiento pero también clases entre las que seleccionar.


Porque recordemos que nuestro personaje no tenemos ni idea de quién es cuando llega al planeta Mira. Poco antes de que la Tierra fuese destrozada, varias naves de evacuación partieron de su superficie… y en una de ellas íbamos nosotros. Por ello, somos los encargados de ponernos nombre, apariencia y, en definitiva, vivir nuestra propia aventura. Por eso, al contrario que en Xenoblade Chronicles, nuestro personaje no habla. No nos ha molestado, porque incluso tenemos situaciones en las que interactuamos con determinadas opciones, como asentir o negar alguna afirmación.

Nuestras decisiones rara vez tienen una implicación profunda, más que un cambio sutil en los diálogos, que por cierto se encuentran en perfecto español. Son numerosos, y por eso se agradece la localización de un juego que habría sido muy complicado de seguir en caso contrario. Cierto es que el argumento no nos ha entusiamado, y las actuaciones no son memorables (voces sólo en inglés), pero tiene sus giros y cuenta con secuencias de introducción que ayudan a meternos en situación.

Da igual por donde vayamos, el entorno está plagado de criaturas de distinto nivel

Un aspecto muy importante del videojuego es que nos propone pertenecer a una de las ocho brigadas disponibles. Nuestra tarea es colonizar Mira, y para ello debemos cubrir varios frentes. Los Pathfinder, que colocan sondas exploratorias para expandir nuestra red de información. Los Interceptor, que protegen a la población de criaturas peligrosas. Los Prospector, que extraen minerales y recursos. Los Mediator, que resuelven problemas de la población. No tienes un rol predeterminado, sino que tú mismo lo escoges. Incluso puedes cambiarlo en cualquier momento si no te sientes a gusto.

Cierto es que este aspecto podría haber estado más trabajado, puesto que al final las diferencias e implicaciones en cómo se desarrolla el juego son mínimas. Sin embargo, es un buen añadido, como el de la ciudad de New Los Angeles. Podemos explorarla y conversar con habitantes. Todo dentro de las limitaciones que muestran muchos J-RPG, en el sentido de que resulta algo básico y superficial. Hay sensación de vacío y luego ciertos detalles como que te traspasen los coches. No es lo más deseable que digamos. En cualquier caso, es positivo que haya tanto por descubrir.

Un J-RPG a lo grande


Profundidad de otro planeta

Pero si tenemos que destacar algo aparte de la exploración y el entorno, entonces debemos hablar de la profundidad. El videojuego es difícil de comprender, tardaréis mucho en hacerlo. Esto tiene su razón de ser en que no está bien explicado, como ya hemos dicho, pero también en que posee muchísimas opciones. Podéis perderos por los menús, consultando las enormes opciones de equipamiento, así como modificando vuestra clase, optando por el bombardero (principiantes), el comando (usuario medio) o el ejecutor (profesionales).

Un J-RPG a lo grande


El sistema de combate nos permite identificar objetivo y la parte del enemigo a atacar. La estrategia se premia, aunque no llega a gozar de toda la importancia que nos hubiese gustado.
El sistema de combate nos permite identificar objetivo y la parte del enemigo a atacar. La estrategia se premia, aunque no llega a gozar de toda la importancia que nos hubiese gustado.


Cada clase dispone de su rama de especialización, de modo que podemos acabar manejando las armas más sofisticadas (como ametralladoras, rifles francotirador o lanzarrayos). Es interesante porque cada clase sube de rango de forma independiente. Luego están las voces de alma, con diversos efectos en batalla según lo que escojamos. La personalización de habilidades para cada personaje, la configuración de nuestro propio grupo (un máximo de cuatro), el grado de afinidad que se establece dentro del mismo….

Mención especial a las artes, que construyen el sistema de iconos durante los combates. Si habéis jugado a Xenoblade Chronicles (Wii), esto no ha cambiado prácticamente. Cuando se activa una batalla, entramos en estado de acción. Nuestro protagonista ataca de forma automática, siendo nosotros los encargados de moverle para rodear al enemigo (algunos ataques tienen mayor eficacia desde detrás). Adicionalmente podemos cambiar de arma -cuerpo a cuerpo o armas de fuego-, así como escoger las habilidades a ejecutar en cada momento, las cuales se recargan con el tiempo.

¿Es un sistema estratégico? Sí, puede llegar a serlo, pero a pesar de resultar gratificante en ocasiones, en otras presenta desequilibrios. Es necesario alcanzar un nivel muy parejo al de nuestro enemigo para tener alguna posibilidad, e incluso hay alguna ocasión en que aún así nos aplastará de un golpe. No se premia nuestra habilidad, sino el nivel con el que nos presentemos. Teniendo en consideración que las criaturas pueden tener un nivel 12 o un nivel 60 vayamos por donde vayamos, nos hubiese gustado un enfoque más comedido.

Por tanto, encontramos aquí otro desequilibrio jugable que estará bien para los que quieran dificultad, pero que no vendrá bien para los que buscaban una aventura fluida. Hacer un RPG y obtener un acertado equilibrio es complicado. Sin embargo, si te consideras un usuario muy veterano y tienes en consideración lo que decimos, seguramente no te importará este enfoque.

Un J-RPG a lo grande


Patrulla online

Si todo lo que hemos comentado pareciese poco, tenemos online. Se puede optar por jugar solos para que nadie nos moleste, pero hacerlo conectados es lo mejor. Podemos reclutar a los avatares de otros jugadores para que se unan temporalmente a nuestro grupo, o incluso nos los encontraremos deambulando por el mundo, esperando que los recojamos. Luego hay tareas de patrulla (online asincrónico), consistentes en acabar con determinados enemigos del mapeado para obtener jugosas recompensas.

Un J-RPG a lo grande


El juego es tremendamente grande, tanto que a veces se pierde en su inmensidad

Hay también misiones cooperativas para cuatro jugadores (online sincrónico) en el que ya sí cooperamos en tiempo real para recolectar objetos o acabar con rivales en la mayor parte de ocasiones. Está bien, porque es algo que nos permite subir de nivel, entre otras cuestiones. Las invitaciones surgen mientras jugamos la historia, y lo bueno es que podemos optar por unirnos o dejarlas pasar, así que la integración nos parece más que correcta: un buen añadido.

Decir a este respecto que el juego funciona muy bien en todas sus parcelas. El rendimiento es satisfactorio y más teniendo en consideración lo grande que es. Instalando el juego en la consola los tiempos de carga existen pero son cortos, y dentro de la exploración hay poco instanciamiento, generando una jugabilidad fluida en lo técnico. Hay criaturas que se generan en la distancia, pero es lo que menos nos ha preocupado. En general, el acabado es muy bueno, con un sistema día-noche que pone a relucir cada uno de los decorados, generando estampas realmente preciosas.

Un J-RPG a lo grande


De lo que hay que realizar una mención especial es la banda sonora, que junto a los gráficos y el apartado artístico supone lo mejor de la aventura. El compositor Hiroyuki Sawano tiene poca experiencia poniendo música a videojuegos, pero se ha estrenado con nota. Los temas son en su mayor parte orquestados y presentan una altísima variedad, dependiendo de la parte de la aventura en que nos encontremos, así como el escenario. Estas transiciones hacen las caminatas mucho más llevaderas, ya que escuchar Xenoblade Chronicles X supone ya en sí un espectáculo para los sentidos.

Sin embargo, lo malo del juego es que le ha faltado un mayor equilibrio en lo jugable. Su mundo abierto es descomunal, de lo más ambicioso que hemos visto en cuanto a extensión. Gráficamente está tratado con un mimo exquisito, exprimiendo Wii U. La profundidad es exagerada, con un número de opciones que nos obligarán a navegar entre menús durante mucho tiempo hasta comprenderlo todo. Pero hay mucho espacio jugable sin aprovechar, con falta de ritmo, combates que a veces les falta equilibrio y una sensación general de que ha abarcado demasiado… Mucha fuerza sin control, pero aún así con un resultado muy interesante.

Excelente

Recomendado
Un J-RPG a lo grande

Xenoblade Chronicles X

Por: El equipo de 3DJuegos
Recomendado

Un mundo abierto descomunal, exploración casi sin límites, un nivel de profundidad pocas veces visto en un J-RPG y todo un portento técnico que saca lo mejor de Wii U. Gráficamente y musicalmente es de lo mejor que hemos visto y oído este año. Fuerza bruta tanto técnica como artística a la que le ha faltado un mejor control y equilibrio para levantar un videojuego que resulta aburrido en ocasiones y falto de ritmo. Aún así, con sus defectos, uno de los videojuegos más recomendables de la consola de Nintendo, especialmente indicado para los fans más acérrimos del género.

Comprar Xenoblade Chronicles X
  • Un mundo descomunal, cuesta recorrerlo en su totalidad
  • La profundidad es inmensa. Muchas horas hasta dominarlo todo
  • Artística y musicalmente es una delicia: un canto a los sentidos
  • Técnicamente lo más ambicioso que hemos visto en Wii U
  • Ritmo jugable lento, incluso dentro del género J-RPG
  • Muchas partes del juego están mal explicadas, generando frustración
Jugadores: 1-4
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 60-70 horas (mínimo)
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

12.876 visualizaciones

100 DETALLES OCULTOS de RED DEAD REDEMPTION 2

¿Qué detalles ocultos guarda Red Dead Redemption 2? En el video de hoy os presentamos más de 100 curiosidades distintas acerca de la aventura de Arthur Morgan y de John Marston que nos presentó Rockstar Games en 2018.