Análisis de DriveClub. Carreras en Sociedad

Análisis de DriveClub. Carreras en Sociedad
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Si hay un género que reciba de una forma especialmente entusiasta a las nuevas consolas, ese es el de la conducción. DriveClub ha llegado por fin, en exclusiva para PS4, con un motor muy social en el que recorremos un camino plagado de amigos, rivales, diversión y evolución. Bienvenidos al club.

Cada uno de nosotros tenemos una razón por la que disfrutar de los videojuegos de conducción. Personalmente, creo que el motivo que me llevó a aficionarme fue la sensación de superación. Al final, aquellos títulos que me han incitado a repetir carreras y superar mis propias marcas son los que más he acabado disfrutando. DriveClub podría decirse que es un título perfecto en ese sentido, pensado para que puedas retarte no sólo a ti mismo, sino a jugadores de todo el mundo gracias a su poderoso concepto social.

Se trata de algo que va más allá de la clásica parrilla multijugador (en este caso para 12 personas). El concepto tradicional sigue funcionando en el juego de Evolution Studios, pero la verdadera clave está en competir de forma asíncrona. Supera un evento en individual, envía un desafío a tus amigos -o a la comunidad- y comprueba si pueden batirte. Es como integrar una red social en un juego de conducción. Algo limitado aún en cuestión de ideas y contenido, pero con un gran futuro por delante si consideramos que esto puede ser el comienzo de algo mayor.

La posibilidad de formar clubes de seis participantes es el mejor ejemplo de que la nueva generación ha llegado para obligarnos a estar conectados. Aquí también tenemos desafíos, pudiendo invitar a quien queramos a nuestro club y así ganar experiencia más rápidamente, subir de nivel y de paso conseguir esos puntos que nos llevarán a lo más alto de los marcadores globales. Sin duda, esto es lo que hace único a un lanzamiento que, obviamente, no se olvida de los modos, variedad de vehículos y experiencias de conducción a los que estamos acostumbrados.

El piloto más social

La modalidad individual de DriveClub se levanta sobre el conocido como Tour. Se trata de 50 eventos nutridos de diversas pruebas que van avanzando en dificultad. Uno de los aspectos que más nos han gustado es que la progresión es una constante, de forma que manejaremos primero los domesticables compactos para pasar posteriormente a vertiginosos deportivos, exigentes vehículos de rendimiento y flamantes superdeportivos hasta acabar en los rebeldes hiperdeportivos.

Se trata de una travesía muy interesante, pero a la que le ha faltado una mayor variedad de pruebas. Sólo tenemos las típicas carreras, unas algo descafeinadas contrarreloj y eventos de "drifting" consistentes en sumar puntos por derrapar. Poca imaginación en los chicos de Evolution Studios, y eso a pesar de que una vez en pista hay ideas muy bien plasmadas, con la consecución de puntos por una buena conducción, el equivalente a los "kudos" que tan bien conocerán los amantes de clásicos como Metropolis Street Racer.

Carreras en Sociedad

El videojuego nos premia por acciones como ponernos a rebufo, protagonizar un adelantamiento, hacer un sector limpio o conducir a toda velocidad. Por contra, nos penaliza si nos chocamos o nos salimos del trazado. Definitivamente, no es detalle banal. De hecho, es lo que nos hace mantener algo de cordura mientras conducimos, y no siempre, ya que hay ocasiones en que resulta más productivo ir a toda velocidad (a costa de chocarnos) que preocuparnos por tomar bien las curvas.

Seguramente este sea uno de los aspectos que menos nos han convencido. La sensación de competición que trata de transmitir DriveClub se rompe por este detalle, dando lugar al tan temido efecto "coches de choque". Por ello no podemos hablar de simulador, sino de arcade, algo que no debería preocupar a nadie, puesto que lo importante es que el resultado sea satisfactorio al volante. El manejo no llega a las cotas de calidad que deseábamos, pero convence mucho la forma en que se nos obliga a entrar y salir de las curvas (si nos pasamos con el freno o el acelerador se nos irá irremediablemente el coche).

Es curioso, pero no tenemos ningún tipo de configuración de vehículo, y ni tan siquiera un sistema de mejoras. De hecho, no hay daños mecánicos. Aunque si lo pensamos bien… ¿para qué querría Sony competir consigo misma lanzando algo parecido a Gran Turismo? Sin duda, nos hallamos ante un juego bastante diferente, más simple, pero con potencial para llegar a un gran abanico de usuarios en base a una propuesta más directa y distendida.

Supera una pista y comparte tus resultados a modo de desafío. El poder de DriveClub reside en su carácter social. Acabarás enganchado.
Supera una pista y comparte tus resultados a modo de desafío. El poder de DriveClub reside en su carácter social. Acabarás enganchado.

Aún así, y aunque el videojuego se aleje de la simulación, hay un aspecto curioso que debemos mencionar. Y decimos "curioso" porque los juegos de conducción ya casi han establecido como norma integrar la opción de flashback. DriveClub no dispone de ella. Comete un error, pierde la posición o haz un trompo y te verás arrastrado hasta esa ya extraña sensación de haberte quedado sin posibilidades de ganar la carrera. Una decisión que honra a los desarrolladores, más que nada por eso de ser clásicos e ir incluso un poco a contracorriente.

Carreras en Sociedad

Cambiando de tema, Evolution Studios no se ha olvidado de la personalización, eso que a tantos gusta. No os esperéis los recursos de Pimp My Ride (el programa de televisión), pero al menos podremos seleccionar diseños -entre los desbloqueados- así como aplicar pinturas, números y otros detalles del estilo de nuestra insignia de club. No es lo máximo que hemos visto en un juego de este género, pero nos ayudará a distinguirnos del resto de usuarios en la red, lo cual no viene nada mal dada la naturaleza del lanzamiento.

Vamos con los números. Cerca de 50 coches y cinco países (Canadá, Chile, India, Noruega y Escocia) que dan para un total de 55 recorridos. Es decir, casi tantos modelos de vehículos como trazados, proporción que rara vez se cumple en un juego de conducción. Un detalle muy positivo que se refuerza por la característica de que los diseños de pistas son muy heterogéneos, de circuitos cerrados a caminos montañosos que van desde un punto A hasta otro B. Entornos nevados, desérticos, plagados de vegetación…

Lástima que los primeros meses de su vida estén viéndose lastrados por problemas con servidores que todavía no se han corregido y que parecen deberse a las dificultades de sus responsables para mantenerlos a flote ante la ingente cantidad de jugadores que tratan de unirse para jugar. En el momento en el que llevábamos a cabo el análisis del juego todo funcionaba debidamente, principalmente porque el número de usuarios era tan bajo como el de desarrolladores y prensa, pero confiamos en que Evolution Studios siga trabajando en corregir poco a poco todas estas incidencias.

Uno de los aspectos más curiosos del título es que la IA no corre siempre lo mismo. Eso de hacer el Schumacher y llegar con medio minuto de ventaja aquí no existe.
Uno de los aspectos más curiosos del título es que la IA no corre siempre lo mismo. Eso de hacer el Schumacher y llegar con medio minuto de ventaja aquí no existe.

No mires sólo a la carretera

En el caso de DriveClub sería una pena acabar fijándose sólo en las texturas de la carretera, que por cierto crean una potente sensación de velocidad. Así que, si podéis, alzad la vista para contemplar algunos de los paisajes más bellos que nos ha dado el género. Mientras que otras obras dibujan falsos fondos, en este caso sabemos por los propios desarrolladores -y es fácil comprobarlo ya jugando- que hasta el más lejano árbol o edificio está modelado, texturizado y renderizado en tiempo real por el potente motor del juego.

Otro detalle en el que merece la pena fijarse es la transición día-noche. El sistema de iluminación hace que durante un atardecer el sol se refleje sobre el alquitrán de la carretera, o que nuestros faros de freno nos cieguen durante la noche. Es una pena que por falta de tiempo no hayan llegado a integrarse los efectos meteorológicos, ya que damos fe de que los vimos en versiones alfa del juego. Hubieran aportado un toque diferenciador, sobre todo en cuestión de control.

Llegamos a otro de los apartados que más interés suscitan: las vistas. Buenas noticias, porque contamos con seis en total, siendo una de ellas interna, la cual nos coloca en el mismísimo asiento del conductor. El trabajo de recreación se nota que ha sido laborioso, con mucha fidelidad en el habitáculo de cada modelo. Un escalón por debajo encontramos desgraciadamente a los daños estéticos. Lo máximo que veremos serán rozaduras y agrietamiento de cristales, incluso a pesar de que impactemos a 250 km/h contra una valla. Queremos coches así en la redacción.

Visualmente nos encontramos ante un videojuego que aprovecha de forma razonable el potencial de PlayStation 4. Los paisajes forma parte de lo mejor del título.
Visualmente nos encontramos ante un videojuego que aprovecha de forma razonable el potencial de PlayStation 4. Los paisajes forma parte de lo mejor del título.

Como en la vida real, en DriveClub podemos optar por jugar con o sin música. Si optamos por esto último, no nos veremos decepcionados. Obviamente, a uno siempre le llega más eso de que suenen temas de artistas conocidos, pero el repertorio es notable, así como los efectos de sonido. Reflejar sonoramente los choques no es algo que hayan dominado aún la mayor parte de títulos de esta índole, pero el rugido de motores y chirrido de ruedas al derrapar genera una muy buena inmersión.

La presentación de menús, estructuración de opciones y navegación general es otro aspecto que merece ser resaltado, más que nada porque nos pasaremos mucho tiempo consultando perfiles de otros jugadores, enviando desafíos, mirando tablas de récords, revisando el progreso y, en definitiva, perdidos en la comunidad. Hay margen para la mejora, pero como introducción a este fascinante mundo de conducción social en PS4 creemos que el juego ha logrado colocarse en una muy buena posición de salida. Merece la pena darse más de una vuelta por él...

Muy Bueno

Sin sello
Carreras en Sociedad

DriveClub

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Si buscas una experiencia de conducción de nueva generación, te conviene darte una vuelta por DriveClub. No sólo por su destacado aspecto visual, sino sobre todo por su potente carácter social, que nos motiva como pocos títulos a superar nuestras marcas una y otra vez. Puede que le falte variedad en su núcleo jugable y un mayor refinamiento en cuestión de manejo, pero sin duda es una buena puerta de entrada al género para los usuarios de PlayStation 4.

Comprar DriveClub
  • Un juego de conducción hecho red social: superar las marcas de los demás engancha.
  • Los puntos por una conducción limpia y eficiente, que premian a los mejores conductores.
  • Técnicamente es brillante, con algunos de los paisajes más bellos del género.
  • Se echa de menos mayor variedad de pruebas en el Modo Tour.
  • En el marco online sienta las bases del juego social, pero no llega a exprimirlas.
Jugadores: 1-12
Idioma: Textos en español
Duración: Incalculable
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

25.094 visualizaciones

20 MEJORES JRPGS DE 2024 Y MAS ALLA

Hace sólo unos días que publicábamos nuestro especial sobre los RPG, Action-RPG y CRPG que llegarán a lo largo del año 2024 y en el futuro todavía más lejano, y hoy toca el día de hacer lo propio con los videojuegos JRPG que más esperamos de los próximos tiempos...