Los amantes de la gestión deportiva están de enhorabuena, Football Manager tiene en las tiendas ya una nueva entrega. Sports Interactive renuncia a la revolución y toma la vía de la evolución con su último capítulo, sin embargo no todos los cambios son acertados. Se mejora el motor y se aumenta el soporte, pero también se reduce nuestro control sobre lo que pasa en el terreno de juego. Y eso, para algunos, es pecado.
La serie Football Manager se ha convertido en uno de los grandes nombres de los videojuegos de estrategia y gestión deportiva en los últimos años, y lo ha conseguido por méritos propios gracias a numerosas entregas en las que el ganar profundidad ha sido un elemento clave para consolidar el extraordinario rendimiento de su propuesta. El cénit jugable se alcanzó en un Football Manager 2013 injustamente denostado por los bugs que traía consigo de salida, y que crisparon a una comunidad que en muchos casos le negó incluso la oportunidad a un, por lo demás, extraordinario lanzamiento.
En esta ocasión tenemos entre manos un episodio destinado a la temporada 2013-2014 que ofrece los cambios más drásticos que hemos observado en la serie desde hace cierto tiempo. Los progresos son sutiles en cuanto a la disposición de la mayoría de los interfaces, son notorios en lo tocante al motor gráfico y son contundentes en cuanto a la forma de participar tácticamente sobre las decisiones de nuestros futbolistas. ¿En qué se traduce todo esto? Más facilidades y mayor accesibilidad para los neófitos, y una reducción fuerte de las posibilidades jugables de cara a los más veteranos.
Fútbol de Pizarra
Lo primero que llama la atención cuando ponemos las manos sobre Football Manager 2014 es la nueva disposición de los menús. La serie siempre ha sido acusada de ser algo difícil y árida en términos de presentación, sin embargo entrega tras entrega el estudio británico ha venido haciendo esfuerzos por suavizar todo lo que se pone en pantalla. Las modificaciones en este sentido pueden parecer inexistentes en primera instancia, sin embargo conforme vamos profundizando nos damos cuenta de que se ha trabajado mucho para ahorrarnos trabajo moviéndonos entre los menús.
Por ejemplo algo tan sencillo como criticar a un futbolista de nuestra plantilla por haber estado entrenando mal últimamente era un proceso que incluía varios pasos que ahora se han simplificado para resultar cómodos. Lo mismo podemos decir de casi todo lo que tiene que ver con la interacción con los deportistas que conforman nuestra plantilla o las de otros equipos, que ha eliminado en todo momento lo superfluo y que se ha quedado con la esencia. Nada que objetar en cuanto a las reducciones en este sentido puesto que mejoran la accesibilidad, y agradecemos además la posibilidad de poder intercambiar partidas guardadas entre distintos equipos pudiendo guardarlas en la nube: todo un detalle para una experiencia tan inmersiva como esta.
Lamentablemente no estamos tan de acuerdo con lo que se refiere a los distintos ajustes que hacen referencia a lo táctico, y que van precisamente en la misma línea pero que reducen de forma radical nuestra participación en todo lo que sucede durante los partidos. La idea ha sido la de eliminar el antiguo proceder basado en barras que podíamos desplazar para tomar nuestras decisiones, los conocidos como sliders, y sustituir su masiva presencia por un número de "gritos" que aumenta lo visto en episodios anteriores, pero que definitivamente está muy alejado de la cuantía de alternativas que teníamos antes. Parece que Sports Interactive llevaba ya tiempo deseando sustituir la antigua mecánica, ya que en una reciente entrevista con 3DJuegos su creador, Miles Jacobson, llegó a calificar de "dinosaurio" a los "sliders". Puede que no fuera una mecánica elegante desde el punto de vista cosmético, más bien todo lo contrario, sin embargo resultaba efectiva y permitía al aficionado trasladar con precisión de cirujano qué es lo que deseaba de sus futbolistas sobre el terreno de juego.
De acuerdo en que algunas órdenes eran redundantes como la de invitar a recortar hacia dentro a un Delantero Interior, cuando era su principal diferencia con un extremo; o la de establecer como marcador a un futbolista que ya tenía fijada esa nomenclatura en su rol, por poner el caso, pero se han fulminado de un plumazo también otras muchas posibilidades que nos permitían participar con mucha más exactitud del estilo del juego. Esto nos deja en ocasiones con una cierta sensación de impotencia en momentos críticos de los partidos, con decisiones sobre nuestro equipo que podíamos tomar y que ahora no llegan a reducirnos a figura de espectador, pero definitivamente reducen nuestra participación. Desde Sports Interactive se alega que el anterior no era un estilo realista por muchos motivos. ¿A qué nos referimos? En este sentido, por ejemplo, un entrenador de verdad no puede fijar la altura a la que estará la línea defensiva durante un partido con la fidelidad de una barra, ni tampoco utilizarla para marcar la presión, la anchura o la frecuencia de la libertad creatividad. Sin embargo sí hay que dejar claro que a pesar de todo su componente implausible era realmente divertido, y nos permitía un nivel de control sobre lo que sucedía en el terreno de juego que era de lo más estimulante.
Ahora hay muchos más gritos, se ordenan de forma casi binaria para representar gráficamente y en colores los que resultan incompatibles y, de este modo, se ha acabado con la superfluidad de muchas del pasado que podían incluso crear situaciones en las que las órdenes eran contrapuestas. ¿Mejor o peor? Sólo el aficionado podrá decidir dependiendo de su perfil, sin embargo lo único que queda claro en este sentido es que se ha perdido muchísima profundidad tanto en el conjunto táctico del equipo como en las antaño detalladísimas instrucciones para cada jugador. Esto provoca que el conjunto ya no es tan "nuestro equipo" como lo era antes sobre el tapete, reduciendo muchas de las cosas que lo hacían único. Los aficionados de Football Manager más acérrimos llevan tiempo esperando a que se implemente incluso una mayor profundidad que en el pasado en las instrucciones y elementos tácticos, y han pasado años reclamando cosas tan básicas como, por ejemplo, dar órdenes distintas a cada futbolista en función de si el conjunto se encuentra en fase ofensiva o defensiva, opción nada descabellada y muy actual en el fútbol moderno, así que suponemos que el hecho de que no sólo no se haya progresado en este sentido, sino que además se haya dado un manifiesto paso atrás sentará como un jarro de agua fría a más de uno.
Maestros de la Gestión
Los partidos y su representación tridimensional es uno de los elementos en los que más se ha centrado Sports Interactive para mejorar este episodio. Como es lógico no está, ni pretende estarlo, a la altura de las simulaciones futbolísticas del mundillo de los videojuegos, pero definitivamente ha habido un gran trabajo en esta ocasión ampliando el abanico de animaciones de todos los jugadores y mejorando notablemente su acabado estético. No ha desaparecido ese efecto de patinaje en las carreras que frustra tanto a los amantes de las experiencias realistas, y definitivamente los fallos de la IA tienen un traslado grosero a esta forma de visualizar los partidos que antaño no tenían las chapas de antaño, sin embargo los cambios son obvios y la mejora queda patente con sólo echarle un rápido vistazo.
Se ha enriquecido también la cantidad de información que el videojuego muestra en cada sección, y buen ejemplo de ello es la zona de pre-partido o la general de los entrenamientos. Antes eran secciones del programa a las que era fácil no prestarles atención puesto que estaban cargadas de información reiterativa que consultábamos de forma mucho más óptima en otros lugares, sin embargo en esta ocasión están cargados de gráficos y esquemas que nos permiten hacernos una idea muy visual del estatus de la plantilla o del rival en muchos ámbitos. Claro que si lo que de verdad nos interesa es ir directamente al grano siempre podemos optar por dejar ciertas tareas en manos de nuestro creciente cuerpo técnico, cada vez con más roles y ciertamente mejor preparado para asumir mayores responsabilidades.
Por otra parte, si bien hemos hecho notar nuestra disconformidad con el planteamiento de la parte táctica de Football Manager en cuanto a su falta de profundidad, debe quedar claro que ésta no afectará únicamente más que a los usuarios que ven los partidos y toman decisiones durante su transcurso. Somos plenamente conscientes de que hay una cantidad enorme de usuarios de la serie que no visualizan los encuentros y que disfrutan únicamente de, por ejemplo, la narración rápida. Ellos no sufrirán en tanta medida los recortes, y podrán centrarse en el resto de aspectos del título que sí siguen funcionando como antes.
Por ejemplo los fichajes brillan con luz propia, con la versión más cuidada de cuantas hemos visto en la IP hasta la fecha. Los precios mejoran su lógica, los presupuestos también, y las opciones siguen creciendo; así que como en otras partes del título se puede destacar claramente el empeño por agilizar la mecánica, esta vez, sin renunciar a sus posibilidades. Ahora no tenemos que esperar fechas para obtener la primera respuesta de un club a nuestra oferta económica por un futbolista, ya que con el botón "Ofrecer Condiciones" ponemos en marcha el mismo tipo de negociación que con un jugador y obtener una respuesta instantánea afirmativa o negativa que nos permita contraofertar o sumergirnos lo antes posible en los entresijos del contrato. Por otra parte unos y otros procesos han sumado parámetros a configurar, como el de algunos pagos extra al club o la posibilidad de dejar al futbolista un tiempo cedido en su equipo de origen a pesar de ser ya de nuestra propiedad, o en los jugadores la de incentivos extra incluso como el de cobrar una cifra por cada partido que el deportista pase en el banquillo.
La fórmula FM Classic, eso sí, vuelve a ser la respuesta para los aficionados que no desean invertir tanto tiempo en todas las facetas de la gestión y la simulación sin por ello perder ni un ápice de la diversión de la fórmula. Esto, que ellos mismos definen como un "modo simplificado", continúa avanzando en una dirección completamente distinta, con menos opciones y una sensación general de sencillez que los que se vean sobrepasados por la otra modalidad agradecerán de sobremanera, y cuyas similitudes en cuanto a diseño con las entregas pasadas despertarán el punto nostálgico de más de uno. Vuelven también los Retos, con hasta siete situaciones de distintas circunstancias y duraciones de las que podemos escoger la dificultad entre Fácil, Normal y Difícil como entretenimiento más a corto plazo, y destaca el soporte Steam Workshop de una serie que cuenta con una de las comunidades más activas del momento. El on-line, por su parte, vuelve a estar ahí, pero no observa grandes cambios a la hora de facilitar su entrada a los usuarios o de hacer el desarrollo de las partidas más cómodo.
En definitiva, lo que seguimos teniendo entre manos con Football Manager es una simulación deportiva de monstruosa profundidad, y eso que esta entrega observa importantes recortes que caminan precisamente en la dirección contraria. Eso sí, prácticamente cualquier cosa imaginable que pueda quedar en manos de un manager de fútbol de la vida real está presente aquí, y eso, como entretenimiento interactivo, tiene un valor extraordinario.
Comprar Football Manager 2014- Un año más sigue sin haber mejor manager en el mercado.
- Experiencia de gran profundidad y mucha capacidad para enganchar.
- Trabajo de la comunidad garantizado para mejoras y licencias.
- Reducción drástica de las posibilidades tácticas y pérdida de control.
- Representación gráfica de los partidos todavía algo floja.
