Análisis de Samorost 3. Viaje a las estrellas

Análisis de Samorost 3. Viaje a las estrellas
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Viaja a las estrellas y déjate embriagar por la magia de Samorost 3, la nueva aventura gráfica de los creadores de Machinarium y Botanicula, que una vez más nos sorprenden con uno de los videojuegos más bonitos que recordamos.

Podríamos hablaros de lo ingenioso de sus rompecabezas o dedicar páginas enteras a alabar la belleza de sus gráficos, pero hay algo que está por encima de todo esto: la portentosa habilidad con la que Samorost 3 te convierte, aunque sea por unos instantes, en ese niño curioso que soñaba con viajar al espacio. Es increíble; una experiencia maravillosa que es difícil explicar con palabras. Pero ahí está. Cada vez que aterrizas en un planeta desconocido a bordo de tu destartalada nave espacial recuperas esa pasión infantil por curiosearlo todo, por explorar, por toquetear cualquier cosa sin mayor objeto que el "ver qué ocurre". Y de eso trata esta aventura gráfica.

Casi de manera inconsciente Samorost 3 te lleva a experimentar con el escenario como lo haría un niño. Tocas, estiras, sacudes prácticamente todo aquello que ves en pantalla buscando pistas que te permitan seguir adelante, claro, pero sobre todo para saciar tu curiosidad. Necesitas saber qué ocurre si "chapoteas" en un estanque, o qué hay detrás de un arbusto, o qué pasa si golpeas unas piedras con forma peculiar. A veces la respuesta es tan simple como "nada". Se mueve, o emiten un ruido y ya está; pero en otros casos la curiosidad se ve recompensada con algunos de los momentos más cautivadores y bellos imaginables… no solo hablando de esta obra en concreto, sino de cualquiera de los videojuegos aparecidos en los últimos años.

Es preciosista a un nivel extremo; lo que tampoco debería sorprender a nadie viendo de quien viene: los creadores de Machinarium y Botanicula, que una vez más dan vida a una de esas aventuras gráficas que dejan huella en el corazón.


La música que agita el alma

Una flauta mágica caída de los cielos es la excusa perfecta para que el peculiar gnomo espacial que protagoniza esta serie de aventuras se embarque en un nuevo viaje a las estrellas que ya os adelantamos será difícil de olvidar. Más por lo artístico que por lo narrativo, eso sí, pues la historia que se nos cuenta no es ni muy original ni tampoco tan emotiva como la vivida en otras obras de Amanite Design. Tiene chispa, encanto; y aun con su narrativa sin palabras es capaz de emocionarte en momentos puntuales de la partida, pero le falta ese algo que en el pasado nos dio un "pellizco" en el corazón.

Una vez más Amanite Design nos sorprende con uno de los videojuegos más bonitos que recordamos. Algunas estampas de Samorost 3 son dignas de un museo.
Una vez más Amanite Design nos sorprende con uno de los videojuegos más bonitos que recordamos. Algunas estampas de Samorost 3 son dignas de un museo.


Seguirás con interés las andanzas del protagonista, pero no tanto por el afán de resolver la historia que cuenta sino más bien por seguir explorando más y más planetas. Son tan bonitos, tan únicos y distintos entre sí, que es fácil quedar embobado admirando la belleza de estos parajes. Ya lo decíamos antes. Podríamos dedicar páginas enteras a hablar de los gráficos, a destacar el simpar diseño de los alienígenas con los que nos toparemos, o de la arquitectura de esos mundos perdidos de la mano de Dios. Estaríamos perdiendo el tiempo. Más fácil es que echéis un vistazo a las imágenes que acompañan este texto y luego nos contéis. ¿Qué os parecen? Son una pasada ¿verdad? Pues hay mucho por explorar y grandes sorpresas que descubrir.

Viaje a las estrellas


Es preciosista a un nivel extremo; lo que tampoco debería sorprender a nadie viendo de quien viene: los creadores de Machinarium y Botanicula

El proceso, ya lo apuntábamos líneas atrás, es el habitual en los juegos de Amanite Design. Tocas, tiras y sacudes. No hay mucho más que hacer a la hora de interactuar con el entorno, aunque Samorost 3 sí se muestra algo más complejo que sus antecesores al incorporar algunos elementos propios de las aventuras gráficas tradicionales como el inventario, donde acumularemos unos pocos objetos -muy pocos la verdad- que posteriormente combinaremos con otros elementos del entorno. Lástima que el añadido no pase de ser una buena idea mal ejecutada. Nos explicamos.

Este es uno de los puzles más originales e ingeniosos de la aventura. Lástima que no haya tantos como nos hubiese gustado porque es simplemente genial.
Este es uno de los puzles más originales e ingeniosos de la aventura. Lástima que no haya tantos como nos hubiese gustado porque es simplemente genial.


Hay un momento en la aventura en el que logras hacer crecer una gran calabaza que salta a la vista va a ser útil más adelante. No sabes para qué, pero tu instinto te dice que vas a necesitarla. Así que intentas cogerla por todos los medios… y no puedes. Lo intentas una y otra vez y ahí sigue, posada sobre el huerto. Minutos después, cuando avanzas en la partida, alguien te pide esa misma calabaza y ¡ya ves!, te toca volver sobre tus pasos, coger lo que ya sabías tendría alguna utilidad en el futuro, y entregar el recado. Un ejemplo que se repite en varias ocasiones, ralentizando innecesariamente el ritmo de la partida. No solo eso.

Viaje a las estrellas


En aspectos como la narrativa y el diseño de sus puzles, se ha quedado un peldaño por debajo del sobresaliente

A veces no está nada claro cómo debes interactuar con algunos objetos o cuántas veces tienes que hacerlo. Que esa es otra. Lo intentas una vez, no ocurre nada, y lo lógico es desistir. Pero no en Samorost 3, que a veces requiere que fuerces la máquina; que repitas el proceso hasta que ocurra lo que se supone debe ocurrir. Y es una lástima. Por mucho que esta clase de problemas esté limitada a los muchos rompecabezas opcionales que encontraremos a lo largo de nuestro viaje, es algo que resta encanto a la obra. Un juego que por otro lado presenta algunos puzles tan ingeniosos y originales, que solo podemos aplaudir al equipo de Amanite Design.

Fue Samorost el primer videojuego en el que trabajó Amanite Design en el año 2003, y ya en aquel entonces dejaron claro que lo suyo es crear aventuras gráficas de una belleza inusitada. Y eso que hablamos de una aventura para navegadores web que dura apenas 15 minutos. ¿No la conocéis? Podéis disfrutar de ella gratuitamente aquí. Dos años después, con algo más de experiencia, crearon Samorost 2. Esta vez ya era un videojuego de pago, y por supuesto de mayor duración y mucho más bonito.
Volviendo a los orígenes - Fue Samorost el primer videojuego en el que trabajó Amanite Design en el año 2003, y ya en aquel entonces dejaron claro que lo suyo es crear aventuras gráficas de una belleza inusitada. Y eso que hablamos de una aventura para navegadores web que dura apenas 15 minutos. ¿No la conocéis? Podéis disfrutar de ella gratuitamente aquí. Dos años después, con algo más de experiencia, crearon Samorost 2. Esta vez ya era un videojuego de pago, y por supuesto de mayor duración y mucho más bonito.


Aquí la protagonista es la flauta mágica, que tiene dos usos bien diferenciados: escuchar sonidos distantes y hacer sonar música. En la mayoría de ocasiones, dos acciones que van íntimamente relacionadas. Primero escuchas, y luego reproduces la melodía de forma automática para que el mundo que te rodea reaccione a ella. Normalmente dándote pistas para superar rompecabezas tradicionales en los que la música y el sonido, claro, forman parte de su ser. ¿Cómo de buenos son? Baste decir que nos hemos quedado con ganas de más, muchos más, pues con un mayor número de pruebas más elaboradas las sensaciones generales con Samorost 3 habrían mejorado de forma sustancial.

Es una gran aventura gráfica, increíblemente buena si hablamos de su apartado audiovisual, que también la música es digna de elogio; pero en aspectos como la narrativa y el diseño de sus puzles lo nuevo de Amanite Design se ha quedado un peldaño por debajo del sobresaliente. El viaje merece la pena, pues Samorost 3 está plagado de grandes momentos que no se olvidan con facilidad. Hay además un puñado de extras y secretos a los que solo accederán los jugadores más curiosos, que serán recompensados con estampas maravillosas que bien valen sortear las pocas pegas que presenta este videojuego.

Muy Bueno

Sin sello
Viaje a las estrellas

Samorost 3

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Tal vez su historia no sea tan entrañable como lo fue la de Machinarium o Botanicula, pero Samorost 3 es una aventura gráfica muy especial que logra lo que pocos videojuegos consiguen en la actualidad: convertirte por unos momentos en un niño curioso que vive por y para descubrir nuevas aventuras. Y es un gran mérito que hay que reconocerle al equipo de Amanite Design. También la increíble belleza que destilan los gráficos del juego, el encanto que transmite la música, y el ingenioso diseño de muchos de sus rompecabezas. Da igual los retos, da igual la historia que se cuenta. Siéntate y disfruta.

  • Arte en movimiento. Hay pocos videojuegos tan bellos como este
  • El diseño de algunos puzles es simplemente genial
  • La aventura te tienta a experimentar con todo. Es un viaje fantástico
  • La historia no es especialmente original ni tiene gran importancia
  • Algunas pruebas que te obligan a deshacer tus pasos por puro capricho
  • Esperábamos más del último planeta. Es demasiado fácil
Jugadores: 1
Idioma:
Duración: 4-6 horas
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