Análisis de Kholat. En las montañas de la locura

Análisis de Kholat. En las montañas de la locura
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Un incidente real que se llevó la vida de nueve personas en los Montes Urales sirve de pretexto para este juego de terror y exploración, bastante original e interesante. Nos adentramos en la estepa para desentramar el misterio, aunque sea a base de recoger notas esparcidas por el mapa.

Prácticamente al principio de la aventura, descubrimos nuestra primera nota y, tras leerla, una niebla naranja nos rodea. Nos quedamos observándolo todo, moviendo la cámara a nuestro alrededor como hemos hecho mil y una veces. Y de repente, uno de los "monstruos" que pueblan este desolador paisaje nevado de los Urales nos mata. "Has muerto", dice el juego y "Cargar Partida". Nos coge por sorpresa y entonces nos empezamos a dar cuenta que quizá este no es otro de estos títulos centrados únicamente en la exploración, donde vamos tranquilamente paseando mientras escuchamos la voz del narrador. Sin temor a que nos pase cualquier fatalidad en el camino.

No. Esto es, más bien, una especie de mundo abierto. Tras regresar al campamento, comprobamos nuestro mapa y las diferentes rutas y nos percatamos de que Kholat, aun con muchas similitudes a este tipo de experiencias más centradas en la narrativa, esconde en su orografía una serie de caminos sinuosos y bien ocultos que podemos afrontar en el orden en que queramos. Unas coordenadas nos marcan los puntos de mayor interés, pero no será tan fácil acceder a ellos.

Casi podemos compararlo con un Slender, porque su base es la misma: recorrer tenebrosos bosques mientras buscamos páginas de diarios que nos narran la historia. Pero aquí no encontraremos ese exitoso algoritmo de programación que hacía que la criatura apareciera y desapareciera a nuestras espaldas. Los "monstruos" de Kholat son varios y tienen ciertas rutas que debemos intentar evitar o nos devolverán al último punto de guardado, mientras intentamos desentramar el misterio que ocurrió aquí a finales de la década de los 50; nueve alpinistas perdieron la vida en extrañas circunstancias, encontrando sus cuerpos llenos de fracturas y heridas internas sin aparentes señales de lucha.


Montañas Misteriosas

La historia está basada en el conocido como incidente Dyatlov, pero poco más intenta Kholat establecer una cierta aclaración de los hechos o de sus teorías más concurridas. Recoge las piezas para crear a su alrededor una siniestra historia de la que no desvelaremos nada, salvo que no está tan bien llevada como a muchos nos gustaría.

La estación de tren es un paisaje espectacular. Una lástima que, salvo honrosas excepciones, la mayor parte del escenario luzca menos.
La estación de tren es un paisaje espectacular. Una lástima que, salvo honrosas excepciones, la mayor parte del escenario luzca menos.


Su mecánica se basa en la recolección de estas páginas que podemos encontrar en algunos de los lugares más siniestros de su gran mapeado. Sigue sin tener mucho sentido que estas páginas aparezcan en lugares tan recónditos y cuesta mucho a la hora de aplicar esa suspensión de la credulidad que nuestro objetivo sea, simplemente, buscarlas y leerlas. Además, poco de su contenido ayuda a esclarecer los hechos tanto que ocurrieron como los posteriores inventados para la trama; ni la aportación de los pensamientos, narrados por un fantástico Sean Bean, logran suscitar el suficiente interés en lo que se nos cuenta.

Kholat presenta una base magnífica, pero también varias carencias como un mejor desarrollo de su historia

Y sí; Stephen King decía que "la explicación es la antítesis del miedo" y Alan Wake nos lo recordaba, pero igual de peligroso que desvelar demasiado es no hacerlo, y Kholat peca de esto último sin importarle mucho si el jugador es capaz, o está suficientemente motivado, para rellenar los espacios en blanco. Tampoco ayuda un final que podría ser sorprendente hace dos décadas, pero que ya no lo es, en absoluto, sobre todo cuando se coge con tantas pinzas, provocando una sensación de haber tenido que resolverlo con demasiada celeridad.

Una lástima, porque Kholat coge este género basado en la exploración y lo lleva a un nuevo nivel, donde la libertad se mezcla con componentes interesantes, como la correcta orientación y la búsqueda de cada recoveco del terreno. No ayudan mucho unos puntos de guardado que se activan al recoger notas principales o secundarias, o al descubrir un nuevo campamento, ya que si nos dejamos algo por explorar es difícil volver a acceder cómodamente si somos descubiertos por los "monstruos".

En las montañas de la locura


Por todo ello, puede que Kholat peque de algo de repetición y algunos paseos de más, pero se disfrutan en muchos casos gracias a unos entornos muy originales, sobre todo cuando varían de la sempiterna nieve, y al gran sonido atmosférico que nos hace temer a lo que puede estar detrás de nosotros y a esa extraña niebla naranja que se apodera de todo el paisaje y nos hace huir hacia lo desconocido. Hay grandes ideas aquí, que podrían haber incluso dado lugar a un juego con mecánicas más complejas, algunos toques de supervivencia, pero sobre todo, si hubieran estado acompañados de una historia más cautivadora. La base era suficientemente buena.

Los ''monstruos'' de Kholat son varios y tienen ciertas rutas que debemos intentar evitar o nos devolverán al último punto de guardado

Las herramientas que tenemos a nuestra disposición, sin embargo, son el mapa y la brújula. Kholat se sirve de coordenadas geográficas para marcarnos los puntos de mayor interés, aunque con algo de sentido de orientación propia y memoria muscular de tantos paseos por mapas en los videojuegos, podrá descubrir muchas de sus notas principales y secundarias sin tener que consultarlo en demasía, salvo en la última parte del juego, cuando quedan pocos puntos y donde el viaje rápido entre campamentos ayuda bastante. Un sistema interesante aunque algo más simplificado en su conjunto de lo que títulos como Miasmata hicieron de forma tan original no hace tanto tiempo.

Cavernas, bosques y algunos retazos de civilización pueblan esta región de los Urales logrando una conseguida atmósfera opresiva y siniestra.
Cavernas, bosques y algunos retazos de civilización pueblan esta región de los Urales logrando una conseguida atmósfera opresiva y siniestra.


Dado que es de los primeros juegos que vemos en utilizar el Unreal Engine 4, Kholat también es capaz de presentar algunos paisajes extraordinariamente hermosos. La mención especial se la lleva el primer acto, en una estación de tren, que si bien no aporta mucho a la aventura, genera unas estampas impresionantes. Quizá esa belleza se vaya perdiendo en la estepa rusa, donde el paisaje nevado es mucho menos espectacular, pero sus juegos con la profundidad de campo, sus tenebrosas cavernas y algunos paisajes de pesadilla vuelven a subir el listón.

Al final del camino, tenemos la sensación de haber jugado a algo muy interesante con Kholat. Se ha intentado explorar la frontera sin catalogarse del todo como un juego de terror, pero con muchos tintes de ello, y ampliando el terreno allanado por los juegos de exploración en primera persona, del estilo Dear Esther o Gone Home. No logra la solemnidad de estos ni la gran ejecución de sus tramas, tan diferentes a lo que estábamos acostumbrados en los videojuegos, además de apostar por la teoría sobrenatural desde el principio sin hacer partícipe al jugador de las diversas hipótesis que se barajan sobre este misterioso incidente. Aun así, hemos pasado cuatro horas buscando notas sueltas por el bosque, hasta el final. Y eso debe significar algo.

Bueno

Sin sello
En las montañas de la locura

Kholat

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Kholat expande la propuesta de los juegos de exploración creando un entorno más grande y abierto, y mezclándolo todo con tintes de terror. Basándose en un poderoso motor para crear algunas bellas estampas y jugando con la orientación que nos da su mapa y su brújula, consigue meternos en un ambiente opresivo en lo recóndito de los Urales. Una pena que la historia que nos pretende contar no acompañe tanto a dicha atmósfera.

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  • Algunos de sus entornos están brillantemente recreados
  • Añade un plus de complejidad a este tipo de juegos de exploración, abriendo su mapa
  • Su atmósfera, inquietante y bien conseguida tanto en lo técnico como lo audible
  • Fallos en algunos momentos con su traducción a nuestro idioma, sobre todo al principio
  • Ralentizaciones sin mucho sentido al usar la linterna
  • La historia que nos cuenta no profundiza ni logra cautivar. Final torpe y apresurado
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 4 horas
Ver requisitos del sistema
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