Pobre Sonic. Hemos visto caer a muchas estrellas, pero ver al puercoespín así, un año fallando y otro también, no es algo bueno para la industria. La presión sobre la mascota debía salir por alguna parte, y nuestro amigo ha acabado haciendo "boom" por la falta de dedicación. Os contamos su última aventura para que no tengáis que sufrirla.
Si a muchos de los que íbamos a comprar revistas de videojuegos al quiosco de la esquina hace veinte años nos hubiesen contado lo que iba a pasar con SEGA y su principal mascota no nos lo hubiésemos creído. Crecimos con el erizo, viendo grandísimos títulos en cada una de las consolas en que aparecía. Experimentamos el exitoso paso a las tres dimensiones. Pero con la caída de la compañía, Sonic también empezó a desfallecer en su carrera, con tropiezos constantes seguidos de algún que otro pequeño episodio de calidad.
Y todos los años nos sucede lo mismo, por desgracia. Se anuncia un nuevo videojuego, algo que nos hace recobrar la ilusión, para finalmente decepcionarnos y volver al inicio de este ciclo de autodestrucción. Es cierto, ya desde su anuncio Sonic Boom proponía cierta incertidumbre para el fan, desde la dirección artística hasta el estudio de desarrollo, una BigRedButton que finalmente ha demostrado no tener el acierto de encumbrar al personaje donde se merece. Más bien ha cavado su fosa aún más profunda.
Sólo para fans… No, ni para ellos
El título aparece dentro de una estrategia comercial que comprende una serie de dibujos animados para TV que consta de 52 episodios con 11 minutos cada uno, y como se ha dicho por la propia compañía está dirigida a los más pequeños de la casa. Prácticamente lo mismo que este lanzamiento, que con su guión torpe y estúpidos diálogos no logrará conectar en ningún momento con un usuario veterano y curtido en mil batallas como el que está leyendo ahora mismo el análisis.
No es para nosotros, así de claro. Un producto enfocado a un target diferente y que aún así creemos que muestra ciertos síntomas de haber sido realizado al margen del Sonic Team, que probablemente esté aprovechando para desarrollar el juego del año que viene. Este es uno de los pocos aspectos positivos que podemos sacar de una obra que se apoya en una campaña principal que dura en torno a 6-7 horas, realizando valientes propuestas sobre lo que tradicionalmente hemos conocido como un videojuego de Sonic.
A grandes rasgos se estructura en varias facetas, siendo la más fuerte la exploración en entornos 3D cerrados pero con cierta sensación de libertad. Son escenarios grandes, eso es lo bueno, y contienen un buen puñado de interruptores para avanzar, así como pequeños puzles que resolver. De vez en cuando nos asalta algún que otro combate, cerrándose el bucle de la estructura jugable con fases de velocidad las cuales, en realidad, son demasiado efímeras para tratarse de un juego del erizo.
El problema viene cuando la dificultad apenas existe, los puzles no son estimulantes, las situaciones resultan aburridas, el recorrido es repetitivo, los combates son un mero trámite a completar y las carreras… las carreras… Mejor ni hablar, porque es su peor baza, algo ya bastante doloroso de por sí. No hemos encontrado bugs, y tampoco es injugable. De hecho, contiene algunas buenas ideas (no todas), pero no terminan de funcionar por razones sobre las que es mejor no profundizar.
Una de esas mecánicas interesantes es que podamos alternar entre protagonistas dentro de la aventura. Sonic es el más equilibrado, con la capacidad de hacer el "spin dash" para activar determinados mecanismos. Tails dispara desde la distancia y posee como siempre su habilidad de flotar en el aire, útil para los menos habilidosos. Knuckles es el más poderoso, fulminante en combate, además de que cuenta con la técnica de escalar paredes. Y por último Amy cuenta con un mazo para defenderse, además de un triple salto.
Lo llamativo es que podemos alternar entre personajes para superar determinados obstáculos que otros no podrían: juego en equipo. Es lo que mejor funciona, algo que viene complementado con la opción de invitar a un amigo (si lográis convencerle) para que mientras uno controla a su protagonista en el GamePad el otro lo haga desde la pantalla del televisor. Es un cooperativo en toda regla, que permite el uso de un wiimote+nunchuk o mando Pro como controlador adicional.
El programa se completa con una serie de desafíos para hasta cuatro jugadores, como Arena (sobrevivir a oleadas de enemigos), Carrera Peligrosa (prueba de velocidad con trampas y obstáculos) o Bola Recolectora (en el que usar nuestro rayo energético para interactuar con una bola y marcar goles). Sencillas apuestas que se salen de lo que ofrece la campaña y que no están mal, pero otra vez se notan aspectos muy descuidados en el videojuego, como todo lo que atañe a acabado visual, desde animaciones bruscas hasta ralentizaciones.
Las partes en las que Sonic y sus amigos corren son las que más sufren por una tasa de imágenes poco estable. La versión de Wii U queda muy lejos de estar optimizada, más si consideramos que en términos gráficos es muy pobre, con escenarios muy vacíos. Hay ciertas partes que podrían considerarse hasta inspiradas desde el punto de vista artístico, pero quedan manchadas por un sistema de animación poco detallado y falto de carisma.
Los valores de producción son los propios del típico videojuego que se lanza inspirado en una serie de TV o película, con el agravante de que hay poca ambición. Al menos el sonido se salva. Las composiciones son buenas, sugerentes, aunque el que decidió que se repitiesen tanto acabó con todo lo bueno. Eso sí, las voces están en español, que si no los más pequeños no se enteran. Aunque hacednos caso, ni para ellos esto es una recomendación. Actualmente hay otras propuestas en el mercado, y si no, que hagan como nosotros: esperar. Buena suerte, amigo Sonic, la vas a necesitar.
No hay que darle más vueltas. Sonic Boom ha salido mal. No vale ni siquiera la pena decir que hay buenas ideas, porque ninguna de ellas se ha materializado en una sola mecánica que salve al videojuego. Está muy enfocado a los más pequeños de la casa, pero incluso para ellos ahora mismo hay mejores propuestas en el mercado. Y si eres fans, hazte un favor, míralo de lejos y espera que el año que viene haya más suerte, como nosotros deseamos. El erizo se merece algo mejor…
Comprar Sonic Boom: El Ascenso de Lyric- La mecánica de alternar entre personajes es interesante y daba mucho juego
- El añadido de un cooperativo para dos jugadores
- Defectuoso jugablemente en todas sus facetas: velocidad, exploración y combate
- Muy monótono, con repetición de situaciones
- Ausencia de reto y de momentos satisfactorios para el jugador. No es divertido
- Bajos valores de producción, sólo se salva el sonido y el doblaje al español
