Análisis de The Last of Us. Una segunda oportunidad

Análisis de The Last of Us. Una segunda oportunidad
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La vida no ofrece muchas segundas oportunidades, pero es una suerte que Naughty Dog se haya preocupado en dársela a todos aquellos que no pudieron disfrutar en su día de una de las joyas de la pasada generación: The Last of Us. La consola PlayStation 4 recibe una cuidada remasterización que se autoproclama como la versión que los desarrolladores tenían pensada desde el principio.

Una de las mejores puntuaciones en Metacritic de los últimos tiempos, infinidad de premios, cerca de 7 millones de unidades vendidas… The Last of Us ha cosechado un año después de su lanzamiento un enorme éxito tanto a nivel de crítica como comercial, suponiendo un broche de oro para PlayStation 3 al tiempo que una constatación -con firme puño en la mesa- sobre todo lo que se podía hacer en la pasada generación en términos jugables y de narrativa.

"Si te gustan los videojuegos, The Last of Us es para ti". Así lo calificamos en 3DJuegos en nuestro análisis, y es buen momento para recordarlo porque precisamente ahora nos llega su remasterización. La emocionante aventura de Joel y Ellie regresa para todos aquellos que no pudieron conocerla. Cinematográfico, carismático, intenso… Podríamos poner infinidad de calificativos (y todos buenos) a un juego de acción que sorprende desde al primer al último minuto gracias a una orquestada combinación de disparos, sigilo e historia.

The Last of Us: Remasterizado es el encargado de devolvernos toda esa magia en PlayStation 4, una edición que ha sido terminada en menos de un año, pero que no está por ello menos cuidada. Según las propias palabras de Naughty Dog, nos encontramos de hecho ante el videojuego que habían ideado en un principio, posible gracias al poder de esta nueva plataforma. No esconden que el proceso de adaptación fue "un infierno" (literalmente), por todo el trabajo que conllevó, pero nos agrada que las dificultades se hayan sorteado con nota. Recibimos una obra que netamente evoluciona por los 1080p y los 60 frames por segundo, además de la inclusión de todos los DLCs que aparecieron originalmente en PS3. Si no has jugado aún, esta era la segunda oportunidad que estabas esperando.

NOTA: Si ya lo leíste en su momento el análisis de The Last of Us para PlayStation 3, puedes consultar directamente en la última sección, "Segunda oportunidad aprovechada -Novedades-", las diferencias con la versión para PlayStation 4.

El Camino

La historia de The Last of Us es uno de los grandes reclamos del videojuego, y como siempre también se cuenta entre las habituales virtudes de las obras de Naughty Dog. El equipo californiano vuelve a brindarnos otra cumbre narrativa dentro del mundillo de los videojuegos, y al igual que con la serie Uncharted, sublima una forma de contar historias que tiene mucho de cinematográfico pero que se adapta como un guante al entretenimiento interactivo. En esta ocasión cambian el telón de fondo de las exóticos aventuras de Nathan Drake por un planeta tierra que fue arrasado hace dos décadas por un misterioso virus que convirtió a la mayoría de su población en monstruosas criaturas, y que ha dejado al resto malviviendo y tratando de perdurar con serias dificultades durante todo este tiempo.

El guión se desarrolla con calma, sabedor de que las grandes historias necesitan de un tiempo para desplegarse adecuadamente. Los alérgicos a los argumentos que no exponen todas sus cartas desde el minuto cero deben evitar el título que nos ocupa, ya que la historia de Joel y Ellie crece con lentitud pero siempre con enorme interés. En nuestro análisis como siempre en estos casos, pero más aún en éste, evitaremos dar detalle alguno sobre los entresijos del guión del programa, y únicamente diremos que desde su maravilloso prólogo nos atrapa con gancho a pesar de su exposición pausada pero de cuidado tempo, y que las secuencias cinemáticas cuentan con un acabado del todo impecable: con ese estilo de avanzadísima película de animación de estilo realista que tan buenos resultados brinda.

Lo que sí podemos contar sin temor a caer en spoiler alguno es que el Modo Historia está dividido en varios capítulos en los que los protagonistas son siempre Joel y Ellie: dos supervivientes del apocalipsis del título. El primero es el auténtico líder de lo que se nos cuenta desde el minuto cero, pero no tardaremos demasiado tiempo en conocer a la jovencita que pondrá patas arriba nuestro mundo. Cuando conocemos al héroe, éste se gana la vida de forma poco honrosa, lidiando con la peor escoria de una raza humana que subsisten de malas maneras entre las ruinas de las antaño majestuosas ciudades de la Tierra. En un momento determinado de la historia habrá un giro importante, y tras conocer a la pequeña de apenas catorce años tendremos por fin un objetivo en nuestra vida. Una meta que nos llevará a embarcarnos en un mastodóntico viaje por el centro de América.

El videojuego tiene mucho de iconos de la cultura popular fácilmente reconocibles en cuanto a la forma de contar la historia. Por ejemplo esinnegablee que la serie de ABC The Walking Dead, basada en la novela gráfica del mismo nombre, ha sido una influencia importante, pero todavía en mayor medida ha estado presente en la mente de los desarrolladores The Road. La novela de Cormac McCarthy, y la respetuosa película homónima, comparten con el videojuego ese tono pesimista, esa historia de protección con un punto paterno-filial y también el hecho de que los humanos son el peor y más aterrador y cruel de los enemigos.

The Last of Us aterriza en PS4 con una remasterización que realiza reformas sobre texturas y sistema de iluminación, entre otros.
The Last of Us aterriza en PS4 con una remasterización que realiza reformas sobre texturas y sistema de iluminación, entre otros.

Hay monstruos, sí, pero a efectos de guión son mucho más interesantes los humanos no infectados. Durante la historia a menudo quedaremos "vendidos" entre los enfrentamientos de distintas facciones de supervivientes, una lucha cruenta por la supervivencia de la especie dentro de un mundo en el que el absoluta desgobierno es la única ley, y donde sus facciones organizadas o sus anárquicos bandidos que campean a sus anchas sólo dejan de ser ajenos a nuestra marcha cuando nos golpean con fiereza. De hecho The Last of Us se plantea como un monumental viaje de esta pareja para lograr un objetivo del que no podemos decir nada, y también como una epopeya en la que descubriremos a algunos personajes secundarios interesantes y en el que vamos a conocer con mucha profundidad a un dúo de protagonistas que seguro que tardaremos en olvidar.

Sin Aliento

La sensación de viaje del videojuego se construye muy bien a efectos jugables, y es que a pesar de que en la campaña existen las lógicas elipsis entre capítulo y capítulo para omitir partes del trayecto que no tendrían interés alguno, sí es cierto que vamos a pasar mucho tiempo caminando entre ciudades, siguiendo carreteras, atravesando campos y bosques... En este sentido determinadas partes del programa pueden tener un ritmo algo lento para algunos paladares puesto que vamos a caminar de forma profusa; pero sí por el contrario queremos disfrutar de una experiencia inmersiva y que nos haga sentir dentro de su mundo, ésta va a ser perfecta.

Hay en estos viajes, incluso, cierto componente de exploración. No diríamos que se trata de un videojuego de carácter abierto o libre, pero sí que tiene que quedar claro que abundarán los momentos en los que podamos desviarnos del camino principal y echar un vistazo aquí y allá. Si, por poner un ejemplo, estamos en la calle central de un pequeño poblado habrá algunas puertas de domicilios o locales que podremos cruzar; no todas, pero sí un número más que aceptable como para que podamos distraernos ligeramente del camino principal.

¿Por qué es importante la posibilidad de examinar algunas partes del escenario? No sólo para aportar variedad a una experiencia en la que lo que más vamos a hacer es combatir, sino también para pertrecharnos de los recursos que tan útiles nos van a ser en la aventura. El componente terrorífico de este lanzamiento se deriva no sólo del hecho de que hay criaturas monstruosas y entornos lúgubres, sino también de la escasez de munición y suministros con los que podremos cargar y que nos hará sentir angustiados. El juego, en realidad, pasa por alto la tendencia moderna de reducir todo lo que tiene que ver con la microgestión de elementos como la munición, la salud o las mejoras, y optando por todo lo contrario incluso se crece regodeándose en obligar al usuario a tratar de lidiar con todos estos elementos incluso dentro de situaciones límite.

Esto se consigue gracias al hecho de que The Last of Us no admite pausa, y sólo nos permite parar la acción para salir al menú de opciones. En cambio todo lo que tiene que ver con interfaces‚ de inventario, progreso o incluso de lectura de documentos se lleva a cabo sin detener el tiempo, y mostrándose sólo en la parte derecha de la pantalla, dejando la izquierda libre para que veamos lo que nos rodea y tengamos tiempo de reacción en caso de amenaza. Nadie abrirá la mochila en mitad de una escena de acción para leer con urgencia la misiva de un superviviente que encontró en una sección de exploración, pero en más de una ocasión vamos a tener que buscar parapeto en pleno tiroteo para ponernos a fabricar botiquines y otros recursos que sí requeriremos para poder sobrevivir.

El programa, como ya habrá deducido el lector, es una propuesta de acción en la que las cosas no se nos dan mascadas. La salud, por ejemplo, no se recarga de forma automática, sino que está dividida en varios recuadros que se muestran en un extremo del minimalista HUD, y que sólo podremos restablecer con vendajes que nosotros mismos fabricaremos. Y es que todos los enseres y armas que cargaremos encima admiten fabricación o mejora, en una mecánica muy sencilla y efectiva que nos permitirá dar salida a todos los objetos que iremos recogiendo por el camino. Por ejemplo con un trapo y alcohol podemos fabricar un venda o, por poner otro caso, con un pedazo de esparadrapo y una tijera podemos mejorar nuestro bate de baseball y adherirle una improvisada bayoneta. No es lo único que podemos personalizar, ya que también iremos recolectando piezas que podremos invertir en el incremento de las prestaciones de nuestro arsenal en los talleres, así como botes de pastillas que alterarán las capacidades físicas, de resistencia y percepción de Joel.

Joel y Ellie

Así pues exploramos principalmente para conseguir repuestos y desbloqueables, pero también puede que por el interés en conocer cada rincón del apasionante y rico mundo que ha ideado Naughty Dog. Efectivamente detalles geniales como que cada casa que visitamos tenga su propia personalidad en términos de decoración o planta arquitectónica son los que hacen que nos sintamos dentro de un universo vivo, y en este mismo sentido de la inmersión funciona la relación entre los dos héroes.

En los últimos tiempos estamos viendo cada vez más personajes que rinden bien como dupla protagonista, pero los de The Last of Us se cuentan entre los más grandes dúos que recordamos recientemente. Joel es un carácter fantástico, complejo, tridimensional y cargado de matices, con un pasado tormentoso y una meta con la que busca una suerte de redención de toda serie de recuerdos que le afligen durante los 20 años de infección a los que ha sobrevivido, y que han sacado lo peor de cada ser humano superviviente. Ellie, por el contrario, ha nacido durante la pandemia, y su perspectiva es completamente distinta: más optimista y despreocupada, casi inmaculada. A menudo veremos cómo se asombra ante ciertas cosas, y es entrañable observar su honesta atracción por los cómics o sus inocentes comentarios ante las situaciones más violentas y crueles que viviremos.

El aspecto cinematográfico se potencia en virtud a unas secuencias que han tenido que ser recontruídas para sacar provecho de la tecnología de PS4.
El aspecto cinematográfico se potencia en virtud a unas secuencias que han tenido que ser recontruídas para sacar provecho de la tecnología de PS4.

Sin embargo Ellie no sólo funciona como el necesario contrapunto a todo lo que se ve en pantalla, casi como si representara nuestro punto de vista en un mundo que nos es casi tan ajeno como a ella, sino que también tiene grandes réditos jugables en cuanto a inmersión, ayuda y diversión. En primer lugar, y lo que es lo más llamativo, es que ella experimenta un progreso a nuestro lado. Esto es fácilmente constatable puesto que en los primeros compases de juego ella tiende a esconderse en las escenas de acción y trata de intervenir lo menos posible, pero poco a poco se va ganando nuestra confianza y tiene acceso a armas y a nuestros consejos para ir mejorando como combatiente.

¿Cómo? Ella no deja de ser una niña, de modo que su ayuda es limitada, pero algunas escenas de acción están diseñadas para su lucimiento con patrones escriptados, y en otras ocasiones su comportamiento es muy orgánico e interviene aleatoriamente en los combates para echarnos una mano. Por ejemplo para los segundos casos hablamos de momentos en los que nos vemos superados por los enemigos que se abalanzan sobre nosotros en furibundas peleas cuerpo a cuerpo, y no será raro que cuando estemos a punto de morir Ellie salte sobra la espalda de un contendiente apuñalándole y ayudándonos a quitárnoslo de encima.

Por si fuera poco la co-protagonista también nos resultará útil en otros menesteres. En la exploración del escenario es habitual pasar por alto algún objeto que nos pueda resultar útil, pues bien, Ellie nos facilitará algunos cartuchos o repuestos... Eso sí, no dejando de ser en ningún momento una ayuda presente sólo de forma esporádica, una que no acaba por caer en ningún instante en lo abusivo para no estropear las sensaciones de angustia y escasez que busca transmitir en todo momento. Es un apoyo en este sentido mucho menos radical y más sutil que el que suponía la persistente Elizabeth de Bioshock: Infinite. Así mismo tendremos que contar con ella para sacar adelante algunos rompecabezas, unos puzles tremendamente sencillos y no demasiado brillantes, que abordaremos más adelante y que son quizá la parte que peor funciona del, por lo demás, brillante conjunto del título.

20 años después del brote nos encontramos en una situación de lo más caótica, con criaturas tan agradables como la que tenemos en imagen. ¡Sobrevive si puedes!
20 años después del brote nos encontramos en una situación de lo más caótica, con criaturas tan agradables como la que tenemos en imagen. ¡Sobrevive si puedes!

Cazador o Presa

Como ya hemos dicho lo que más vamos a hacer en The Last of Us es combatir. El videojuego de Naughty Dog es, probablemente, el título de más acción de cuantos ha realizado el afamado estudio norteamericano en el siglo XXI. Si por ejemplo nos referimos a su último gran representante en esta generación, la serie Uncharted, hablamos de un producto muy distinto y que "toca menos palos". Realmente hay que anticipar que nadie debe esperar la vasta oferta de las aventuras de Nathan Drake en cuanto a su variado combo de acción, plataformas y rompecabezas que se alternan con tanta eficacia. Y es que Joel y Ellie se centran en unos combates en los que vamos a invertir la mayor parte de nuestro tiempo, y donde sus lances lo convierten en un lanzamiento absolutamente brillante que relega hasta lo minimalista los puzles, las plataformas y, aunque con algo más de peso, también a la exploración.

Para empezar hay que dejar claro que todo lo que tiene que ver con la acción el videojuego se divide en dos vertientes: la que, por un lado, nos enfrenta a los humanos y la que, por otra parte, nos pone frente a las criaturas. Quizá la más rica en términos jugables y de interés sea precisamente la de los primeros, ya que nos permite una mayor variedad táctica y un acercamiento más sesudo que agradará a un mayor número de perfiles de usuarios. Las criaturas no le andan a la zaga en cuanto a alternativas, pero su comportamiento es más agresivo y nada cerebral, con lo que es más fácil engañarles. Las bestias están divididas en dos grandes bloques: los primeros son los chasqueadores, que son lentos y ciegos, pero que con su afinado oído y sus feroces ataques son literalmente mortales nada más ponerse a nuestro lado. Se trata de los contaminados que más tiempo llevan contagiados. Por el contrario los que llevan menos tiempo son mucho más rápidos, pero también causan menos daño y ofrecen un estilo muy distinto.

En realidad con unos u otros contrarios delante, el juego alberga posibilidades para que lo terminemos afrontando los combates a pecho descubierto y arrasando con todo, o para que optemos por una mucho más recomendable estrategia en la que el uso de las coberturas, las variantes tácticas y la utilización de instrumentos como trampas o técnicas de distracción tengan importancia capital. Así pues The Last of Us puede parecer desde lejos un shooter bastante estándar, puesto que de hecho adopta todas las mecánicas habituales del género en los últimos años en cuanto al uso de armas, al recurso del cuerpo a cuerpo, a la utilización de parapetos y a la agilidad para moverse por todos ellos. Sin embargo disfrutado en profundidad se trata de una experiencia que dista mucho de moverse dentro de lo corriente, y que ofrece gran versatilidad, abundantes posibilidades y, sobre todo, enorme intensidad. Por definirlo de alguna forma, las escenas de acción contra enemigos humanos son casi como micro-sandbox ambientados en partes de los escenarios que muchas veces no son demasiado grandes, pero que siempre están plagadas de recovecos donde esconderse, de segundas rutas que plantearse y de lugares en los que plantar un explosivo letal.

La acción a puñetazos es de gran dureza e impacto, ahora potenciada con la nueva tasa de frames, que alcanza las 60 imágenes por segundo.
La acción a puñetazos es de gran dureza e impacto, ahora potenciada con la nueva tasa de frames, que alcanza las 60 imágenes por segundo.

El juego se disfruta muchísimo planteándose qué hacer antes de dar cada paso, y del estudio del entorno depende buena parte de nuestro éxito. Contamos con una suerte de instinto en el pellejo de Joel, una habilidad que tirando del gatillo derecho del pad nos permite ralentizar todo lo que nos rodea y resaltar a los rivales que se estén moviendo por el escenario aunque haya paredes de por medio. El alcance en metros de esta habilidad es limitado, así que es una ventaja importante pero tampoco tan desequilibrante como podría pensarse en primera instancia, puesto que el título continúa siendo desafiante y tenemos la libertad de usarla o no, o incluso desactivarla permanentemente desde el menú de opciones. Con ella el juego es más directo, más orientado hacia la acción y con un ritmo mayor; por el contrario anulándola se nos obliga a ir mucho más despacio, escuchando cada ruido de pasos o de conversaciones, y estudiando hasta el más mínimo detalle todo lo que nos rodea antes de dar un paso.

En el nivel de dificultad más bajo puede que podamos resolver todo a tiros y, en caso de acercarnos mucho, utilizando las armas cuerpo a cuerpo que, eso sí, se desgastan y que nos dejarán en manos de nuestros mucho menos dañinos puños. Sin embargo en los desafíos más altos el reto está a la altura, y un enfrentamiento cara a cara con un contingente de rivales humanos o infectados sin haber trazado una estrategia antes puede ser demoledor. Todo vale para sobrevivir, desde un traicionero golpe de estaca en la cara de un enemigo, hasta una huída a tiempo, pasando por la utilización de un escudo humano para amenazar a los compañeros del villano con volarle la tapa de los sesos mientras pensamos qué hacer... y es que casi siempre habrá cosas que no saldrán bien en nuestros planes, y la improvisación estará a la orden del día. Es genial, así mismo, buscar distracciones para nuestros oponentes arrojando objetos que desvíen su atención, y entonces tratar de neutralizarlos estrangulándolos o clavándoles una punzante navaja. También podemos utilizar nuestros recursos para llevarlos por tal o cuál camino, y llenarlos de metralla con una oportunamente colocada bomba de clavos.

Como puede verse los recursos son abundantes y enumerarlos todos sería una tarea larga y farragosa, únicamente podemos decir que es un verdadero placer probar varias veces cada zona y ver cómo los enemigos reaccionan a los estímulos y a nuestras maniobras de forma distinta. Si nos interesa con algo de astucia podemos superar la mayoría de escenarios sin hacer mucho ruido, independientemente de si los adversarios son humanos o aberrantes monstruos, puesto que a pesar de que los comportamientos y reacciones de unos u otros son muy distintos, las opciones que tenemos para vencerles son las mismas.

Bandos Enfrentados -Multijugador-

Naughty Dog ya hace cierto tiempo que nos ha acostumbrado a que sus videojuegos no sólo ofrezcan unas campañas individuales impresionantes, sino que también hagan gala de un multijugador plagado de virtudes y destinado a ser mucho más que un mero acompañamiento para el modo off-line. En este sentido la franquicia Uncharted ha ofrecido grandes resultados a partir de su segunda entrega, pero The Last of Us tiene intención de ir un paso más allá adaptando en mayor medida la parte on-line a la clase de concepto de combate que propone.

Y es que en realidad el juego tiene tantas cosas únicas a nivel su forma de plantear la acción que, de hecho, sería imposible apostar por unas mecánicas y modos estándar para tratar de representar de forma fidedigna las sensaciones de supervivencia que se buscan reflejar en estas partidas para hasta ocho jugadores en dos modalidades de juego: Supervivencia y Robo de Suministros. El concepto gira en torno a que los bandos que conocemos en la campaña individual (Luciérnagas y Cazadores) se enfrentan entre sí durante varios días, y en los que cada jornada es una partida. Así que cada superviviente, cada pertrecho y cada robo acaba siendo fundamental para una batalla que se libra a largo plazo, y que traza un divertido componente persistente para un multijugador competitivo que gracias a eso conseguirá mantenernos enganchados más allá de sus propias partidas.

Y, ¿por qué decimos esto? Principalmente porque el on-line de The Last of Us es realmente divertido, y porque respeta claramente el espíritu táctico y sigiloso que tiene la campaña individual. Como ya explicamos en nuestras recientes Impresiones Jugables con la parte del juego acompañado, el título lastra nuestras intenciones de hacer las cosas deprisa, haciendo que como contra las criaturas unos pasos apresurados o el ruido de un disparo nos dejen vendidos. Si en la campaña los infectados oyen todo lo que hacemos con enorme agudeza, en el multiplayer este tipo de ruidos harán que aparezcamos durante cierto tiempo en el mini-mapa del bando enemigo. Se consigue así que se fomente la lentitud, la toma de decisiones, el trabajo en equipo y, sobre todo, una inteligencia en la forma de plantearse las acciones que no es demasiado habitual en el género de la acción.

Hasta los detalles faciales parecen verse mejor en esta rematerización. Aquí ya tenemos el videojuego que Naughty Dog había pensado desde el principio.
Hasta los detalles faciales parecen verse mejor en esta rematerización. Aquí ya tenemos el videojuego que Naughty Dog había pensado desde el principio.

En el modo Robo de Suministros hay una serie de puntos de interés en el mapeado marcados con círculos blancos. Gracias a ellos recogemos elementos como el alcohol, las vendas o los clavos que, al igual que en el modo historia, nos permitirán construir abastecimientos. Hay sólo 20 vidas compartidas para todos los miembros de cada uno de los dos equipos, así que el componente estratégico y el gran tamaño de los mapas garantizan combates no tan frecuentes como se estila en otros títulos de este corte, pero decididamente definitorios en cuanto a lo que supone una muerte o una baja para el colectivo. Por otro lado Supervivencia es algo más estándar, y a pesar de que conserva cierto componente estratégico, lo cierto es que busca más un estilo en el que matar todo lo que se mueve es la norma. No hay respawning así que al morir dejamos al equipo cojo hasta que acaba una ronda, lo que hará que nos pensemos muy bien cada acción.

En definitiva la parte competitiva de The Last of Us dista de ser perfecta, y a algunos problemas de pulido se une el hecho de que los mapas son quizá incluso demasiado grandes para sólo ocho usuarios, que sólo hay dos modalidades y que las opciones de personalización estéticas y de equipamiento no son tan ricas en comparación con otras propuestas similares. Sin embargo sigue siendo una faceta on-line única, una que logra reeditar en buena medida las virtudes de la campaña individual, y que además las proyecta con éxito hacia un estilo de juego que no se parece a nada que haya en el mercado del juego a través de internet.

¿Qué es lo mejor del multijugador en PS4? Sencillo, los 60 frames por segundo, que se notan una barbaridad en la respuesta a los mandos.
¿Qué es lo mejor del multijugador en PS4? Sencillo, los 60 frames por segundo, que se notan una barbaridad en la respuesta a los mandos.

Belleza Decadente -Gráficos y Tecnología-

Naughty Dog prometía con The Last of Us un videojuego memorable desde el punto de vista visual, y a fe nuestra que lo ha conseguido. Desde el comienzo de su andadura publicitaria, el programa ha exhibido unas grandes virtudes estéticas, y rápidamente ha logrado dos cosas fundamentales: Por un lado pertenecer de forma clara y reconocible al estilo visual que tradicionalmente atesoran los videojuegos del estudio, siendo fácilmente identificable dentro de sus trabajos, y por otro logra también una identidad independiente fenomenal y que hace que la gente sepa con un sólo golpe de vista de imagen o vídeo de qué título se trata... Uno de los aspectos más difíciles de conseguir en estos días.

Artísticamente hablamos de un conjunto formidable, con las mejores virtudes de los mundos post-apocalípticos y con unas decisiones de diseño que sabiamente han sabido esquivar los más anquilosados tópicos de este estilo. Los creativos de esta compañía siempre han sabido lograr grandes resultados en este campo, y habitualmente han brillado por su versatilidad y capacidad de adaptación, y su última obra es un nuevo ejemplo de ello. A nivel de escenarios es donde quizá llama más la atención el programa, con unos resultados tan rotundos en las zonas naturales como en unas urbanas convenientemente invadidas por la vegetación, pero los personajes tienen un carisma insuperable y unas ideas exquisitas para su aspecto. Lo mismo podemos decir de unas bestias que atesoran un distintivo e imaginativo aspecto que va mucho más allá de los clásicos zombies, y que invita a looks bastante variados en cuanto a modelos, aunque también algo rígidos en lo tocante a sus tipologías.

Desde la óptica puramente gráfica hay poco que objetar al rotundo lanzamiento. Modelado, calidad de texturas, carga poligonal... Irreprochables elementos todos ellos para consolidar un conjunto redondo en el que nuevamente están a la misma altura tanto los seres vivos como los decorados, con además unas técnicas de iluminación colosales para consolidar unas estampas de enorme belleza especialmente en los momentos diurnos: cuando la obra más brilla. De noche, no obstante, también nos brinda unos resultados maravillosos, apoyado en un uso de las sombras perfecto para resaltar las atmósferas y crear tensión, y con un uso de una linterna que podemos activar siempre que queramos y que será de obligado uso en las habituales partes lúgubres. Mención especial para los desmembramientos de los cuerpos de los enemigos, que se sacuden con realismo cuando reciben impactos, pero que también perderán partes de sus cuerpos y que protagonizarán impresionantes ejecuciones contextuales en las que podremos utilizar el escenario para coserlos a golpes.

Ahora todos los mapas están disponibles en todos los listados de juego, para que haya más variedad si cabe… Los emparejamientos también mejoran por ello.
Ahora todos los mapas están disponibles en todos los listados de juego, para que haya más variedad si cabe… Los emparejamientos también mejoran por ello.

Por otra parte detalles que muchas veces se descuidan en otros juegos de acción reciben en The Last of Us el tratamiento que por fin merecen. Hablamos de aspectos fenomenales como el hecho de que Joel saca con total naturalidad las armas que porta de sus cartucheras de forma muy real, lo que unido al hecho de que hay que detenerse para equipar sacando de la mochila las que equiparemos en cada ranura del cinturón o la espalda ayuda a crear una inmersión y profundidad formidables. Hay, por si fuera poco, algunos detalles sencillamente increíbles en términos del movimiento y de la actitud de los personajes. Veremos muchos ejemplos durante las partidas, pero algunos de los más llamativos tienen que ver con la actitud protectora de Joel sobre la co-protagonista, a la que cobija y protege con su cuerpo en los tiroteos cuando se refugian tras un parapeto en una acción automática pero realmente hermosa y entrañable.

En lo tocante al audio las noticias son igual de buenas que en la parte visual. The Last of Us cuenta con una maravillosa banda sonora del argentino Gustavo Santaolalla, responsable de las composiciones musicales de películas como Brokeback Mountain o Amores Perros, y que nos regala en esta ocasión una serie de temas maravillosos y minimalistas que tienen una presencia que encaja perfectamente en cuanto a estilo con el tono del producto, y que saben permanecer a menudo silentes para dejar el peso a las emociones y a los impactantes efectos de audio. De hecho el sonido en sí mismo es un componente cuidado como pocos en el nuevo trabajo de Naughty Dog, con un tratamiento impactante, una fidelidad absoluta y un empleo como guía de gran utilidad a la hora de localizar enemigos o amenazas en el escenario. El lanzamiento, por si fuera poco, llega a nuestro país doblado a nuestro idioma con un nivel extraordinario, y con un casting de voces de habituales del cine que nos sonarán. ¿La única pega? Una muy menor y relacionada con los volúmenes y las distancias. Esta medida es muy útil para calibrar los metros a los que, por ejemplo, está un enemigo que está haciendo ruido, pero tiene la contraprestación de que a menudo cuando un aliado nos esté hablando y se "descuelgue" a cierta distancia de nosotros nos quedaremos sin oír lo que dice.

Segunda oportunidad aprovechada -Novedades-

Que se haya trabajado durante poco menos de un año en The Last of Us: Remasterizado no quiere decir que el esfuerzo aplicado haya sido menor. Los desarrolladores lo han dado todo -y se nota- para que la edición saque provecho del potencial de PS4. No ha sido fácil. Los propios creativos han llegado a calificar como "infierno" el proceso de trasladar el trabajo llevado a cabo en PS3. Algunos aspectos se pudieron modificar fácilmente, pero otros como la iluminación han requerido un tiempo extra que, en virtud a lo que hemos podido comprobar, ha sido muy bien aprovechado.

Las cinemáticas han tenido que ser también rehechas para adaptarse al novedoso tándem formado por los 1080p y los 60 frames por segundo. Doblar la tasa de imágenes no es detalle sin importancia. Gracias a ello, la respuesta gana enteros en la campaña individual, resultando especialmente útil en la vertiente multijugador. La diferencia es enorme, tanto a nivel de fluidez como de experiencia. El simple acto de apuntar y disparar os podemos asegurar que ya supone un tremendo cambio con respecto al título original. Y si no nos creéis, basta con que entréis al menú y limitéis los frames a 30 por segundo (que es posible), opción incluida para atender las demandas de los más puristas. Particularmente, y en nuestro caso, después de verlo volvimos enseguida a los 60, que incrementa exponencialmente la precisión a los mandos. Aparte, esas pequeñas ralentizaciones que existían en el original se han esfumado. El trabajo de pulido ha sido importante.

El propio equipo de Naughty Dog asegura que, para ellos, la inclusión de los 60 fps supone tal vez la mejor novedad del programa. Estamos de acuerdo, pero hay algunas más. Por ejemplo, en el terreno visual, aparte del reformado sistema de iluminación (que saca partido del poder de PS4), nos encontramos con un sistema de sombreado mejorado. Tal vez hay determinadas partes de la aventura que siguen sin mostrar adecuadamente los contrastes del entorno, con texturas algo "sucias", y eso que se nota muchísimo que han incrementado su resolución. En particular, los diseños de los personajes se ven muy beneficiados, principalmente en el vestuario y detalles faciales. Obviamente, no vemos aquí el juego que mejor demuestre el potencial de la nueva máquina, pero sí una destacada evolución con respecto a lo que vislumbramos en PS3.

El DLC Left Behind viene incluido de serie, añadiendo un par de horas a la campaña principal. Y además se trata de un contenido de lo más interesante.
El DLC Left Behind viene incluido de serie, añadiendo un par de horas a la campaña principal. Y además se trata de un contenido de lo más interesante.

Entrando en la vertiente de contenidos, hay que remarcar que The Last of Us: Remasterizado no sólo contiene la campaña original, sino también el destacado DLC conocido con el nombre de "Left Behind", una historia paralela realmente interesante que funcionaba a modo de precuela y estaba protagonizado por Ellie. De forma adicional, contamos en esta versión con los contenidos descargables del Pase de Temporada, entre los que se incluyen Territorios Abandonados y Territorios Recuperados, ambos enfocados primordialmente en la incorporación de nuevos mapeados. Si habíamos comprado objetos en PS3, los tendremos aquí de vuelta sin coste adicional, y para aquellos que hayan hecho la reserva, contarán con un "Pack Supervivencia" que incluye elementos de personalización para el multijugador entre otros muchos aspectos. Por si esto pareciese poco, todo invita a pensar (con declaración del estudio incluida) a que tendremos nuevos DLCs en un futuro no muy lejano.

Una muy curiosa novedad que se estrena en el videojuego de PS4 tiene que ver con el Modo Foto (disponible con la actualización 1.01 del título), que nos permite detener el juego para inmortalizar ese gran instante de supervivencia que estamos viviendo. Podremos acercar el zoom, modificar la profundidad de campo, meter grano peliculero, poner distintos diseños de marcos e incluso aplicar un buen repertorio de filtros. Vamos, que nos convertirmos en fotógrafos de las hazañas de Joel y Ellie, algo que no podría llamar mucho la atención de algunos, pero lo cierto es que gracias a las nuevas funciones sociales -para compartir las fotos resultantes- se convierte en una opción bastante apetecible. Eso, y compartir vídeos (no lo olvidemos) mediante la función SHARE. Todo esto añade una nueva dimensión a la experiencia The Last of Us.

El multijugador por supuesto recibe también interesantes reformas, resultando crucial la nueva tasa de 60 imágenes por segundo. Os lo aseguramos: no tiene nada que ver con los 30 fps del juego en PS3. El juego gana así enteros, porque además las pantallas de carga de optimizan, y eso sin contar con que gozamos de un pequeño pero contundente paquete de ajustes. ¿El más relevante? Que todos los mapas están disponibles para todas las listas de juego. Los emparejamientos resultantes son así más rápidos, sin mencionar la variedad que obtenemos en cada una de las vertientes disponibles. Hay muchos aciertos en este The Last of Us: Remasterizado. Tal vez se echa de menos algo más de ambición en lo respectivo a modos en el campo online, aunque no podemos quejarnos.

Tendremos que hacer hueco para los 48 gigas que ocupa el título en nuestro disco duro, pero en nuestra opinión se trata de un espacio muy bien aprovechado, que nos dará horas y horas de diversión con uno de los productos más exitosos de Sony en los últimos tiempos. Puede que esta remasterización tenga más sentido para los nuevos usuarios que para los que ya jugaron, con un programa imprescindible en su caso (y aún recomendable para el resto) que cuesta cada uno de los 50 euros a los que se pone a la venta en PS4. Para los amantes de las aventuras y la acción no hay exponentes mucho más recomendables en la actualidad.

Para Naughty Dog ha sido un "infierno" adaptar ciertos aspectos del videojuego original para PS4. Pero imágenes como esta dan fe de que ha merecido la pena.
Para Naughty Dog ha sido un "infierno" adaptar ciertos aspectos del videojuego original para PS4. Pero imágenes como esta dan fe de que ha merecido la pena.

El Último de Nuestra Especie -Conclusiones-

La sensación general con The Last of Us es la de que Naughty Dog lo ha vuelto a hacer, y cambiando radicalmente de tono, de estilo y de género logra ofrecernos una vez más una maravilla muy alejada de la serie Uncharted, pero igualmente recomendable. De hecho aquí se reducen hasta casi lo inexistente elementos como las plataformas o los rompecabezas, que en ambos casos tienen presencia testimonial, pero se apuesta por una intensidad máxima y unas secuencias de acción increíbles y cargadas de opciones para garantizar su rejugabilidad. En cuanto al miedo y a sus componentes jugables llamar a la aventura de Joel y Ellie un Survival Horror quizá sea excesivo, pero desde luego si ese género tiene que adaptarse a los nuevos tiempos quizá la fórmula ideada por el estudio californiano sea la más adecuada para seguir teniendo un futuro garantizado en los tiempos modernos sin perder por ello cota de público o ventas.

El videojuego, además, abraza con éxito un gran rango de sensaciones, pero tiene la habilidad de graduarlas en la medida del tipo de usuario que se enfrente al juego. Los que gusten de las aventuras de acción sencillas y sin complicaciones pueden "pasar" de la exploración, reducir con la dificultad y maximizar la presencia de los interfaces. Así tendrán un juego rápido y despreocupado, con unos combates de enorme intensidad y violencia y un preciosista apartado gráfico. Sin embargo, y si podemos llevar a cabo una recomendación, optamos por encomendar al aficionado que opte por la dificultad más alta y por minimizar los interfaces y las ayudas, y maximice así las emociones y las sensaciones de intensidad que el título es capaz de brindar. De este modo tendremos entre manos no quizá un juego que dé miedo, pero sí uno que nos va a tener en vilo como pocos lo han conseguido recientemente. Con estas mecánicas, que exhortamos a utilizar, el videojuego se vuelve mucho más exigente y hardcore, no apto para todos los perfiles de usuario por su dificultad extrema, pero definitivamente nos tiene aterrorizados y en tensión absoluta, y por si fuera poco nos obliga a prestar atención a un sin fin de detalles, que incluso tienen que ver con un uso del sonido inteligentísimo y del todo magistral.

Por otra parte la visceralidad y la furia están tratadas en este producto de una forma de la que recordamos pocos precedentes, con un uso de la cámara rabioso y agitado y con algunas de las animaciones de muerte más brutales que hemos visto en esta generación. Las escenas de combate son, por lo tanto, lo mejor a nivel visual y también estético de un videojuego que también apuesta por introducir bastante exploración. La idea de tener unos recursos muy limitados y de animar al usuario a recorrer, sólo si lo desea, los escenarios a fondo para dar con ellos no por estar muy lejos de ser nueva deja de resultar fantástica; y a pesar de que lo tranquilas que son ese tipo de secciones hacen que echemos en falta algo más de la tensión que sí respira el resto del juego, lo cierto es que funcionan y, como decimos, no dejan de ser opcionales.

¿No habías probado The Last of Us? Pues ya puedes ir recuperando el terreno perdido. Esta es tu gran segunda oportunidad.
¿No habías probado The Last of Us? Pues ya puedes ir recuperando el terreno perdido. Esta es tu gran segunda oportunidad.

¿Alguna parte que no nos ha convencido? La que quizá peor sensaciones nos transmite es la de los rompecabezas, muy lejos del nivel de brillantez que tradicionalmente exhiben las obras de Naughty Dog. Los puzles de The Last of Us son sencillos e incluso repetitivos, con buenas intenciones sobre el papel, pero que dejan en todo momento la triste sensación de que tenían madera para haber logrado mejores resultados. Hablamos de acciones sencillas como la de coger una escalera en una zona del escenario y apoyarlo sobre una pared de otra parte para poder llegar a una altura, o de empujar una balsa a través del agua para portar a Ellie sobre ella y que así, gracias a su ayuda, seamos capaces de llegar a un lugar aparentemente inalcanzable. La primera vez que llevamos a cabo todas estas acciones resultan atractivas, sin embargo la repetición y las escasas alternativas jugables que permiten no nos dejan el mismo esplendoroso sabor de boca que otras partes del título, y nos hacen soñar con lo que se podría haber logrado aplicando mecánicas de físicas o una cierta complejidad a estos desafíos mentales.

Así que lo que tenemos entre manos con The Last of Us es un videojuego sensacional y plenamente recomendable, no sólo para los amantes de las emociones fuertes sino también para los que son capaces de admirar un buen telón de fondo y unos personajes muy interesantes por lo que pueden ofrecer en términos narrativos. Una campaña larga, de una duración muy variable en función del estilo de juego pero que podríamos cifrar en torno a las 15-17 horas para el aficionado medio, cargada de adrenalina y calidad, y así mismo un multijugador de lo más interesante que puede parecer bastante estándar a simple vista, pero que esconde un enfoque muy atractivo a la hora de lograr lo mismo que la campaña: Meternos de forma impecable en el pellejo de gente que trata de hacer lo más difícil en el mundo ideado por sus creadores... Sobrevivir.

Imprescindible

Obra maestra
Una segunda oportunidad

The Last of Us: Remasterizado

Por: El equipo de 3DJuegos
Obra maestra

The Last of Us llega a PS4 con el pack más completo, incluyendo campaña y contenidos descargables, dentro de una remasterización que brilla por pulir las pequeñas imperfecciones técnicas del original, ofreciéndonos alta resolución a 1080p y la fluidez de los 60 frames por segundo. Para los que quieran revisitar las hazañas de Joel y Ellie es una buena opción, aunque para los que está especialmente indicado este lanzamiento es para aquellos que no pudieron disfrutar en su día de este espléndido exponente dentro del género aventurero y de la acción. Un "must-have" en toda regla.

Comprar The Last of Us: Remasterizado
  • Tremendo ritmo cinematográfico, con un guión a la altura.
  • Acertada combinación entre acción y sigilo. Gran grado de inmersión.
  • Apartado sonoro contundente, sobre todo en los efectos de sonido.
  • El añadido de los 60 frames por segundo mejoran mucho la experiencia.
  • Se incorporan todos los DLCs para PS3, incluyendo el contenido "Left Behind", aparte de mapas y algunas novedades curiosas como el modo Foto
  • Técnicamente no aprovecha PS4 como otros lanzamientos ya en el mercado, pero sí que supone una contundente evolución con respecto a lo visto en PS3.
  • Se echa algo de menos un poco más de ambición en el terreno multijugador, probablemente con nuevos modos.
Jugadores: 1-8
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración: 17-20 horas + multijugador
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